Jardín de los Delirios

Es una vasta extensión envuelta en una densa niebla que distorsiona la percepción de quienes se adentran en él. Los caminos del jardín parecen reconfigurarse continuamente, y la niebla induce visiones surrealistas y cambiantes, sumiendo a los visitantes en una profunda desorientación. Se dice que, según una antigua leyenda, en raras ocasiones se pueden escuchar voces que rompen el silencio absoluto, añadiendo un toque de misterio a la experiencia. Las sombras en movimiento y los reflejos distorsionados amplifican la confusión, creando un entorno enigmático que desafía tanto la percepción como la mente.