La información que había soltado el borracho había sido muy llamativa, el hecho de que la fortuna de aquel hombre estuviera en aumento debido a la llegada de varios cargamentos de bienes significaba que la probabilidad de llenar la bodega del barco era alta si es que el golpe salía bien. Lo que no estaba saliendo nada bien era la conversación con el hombre que acababa de escupir toda la información sensible de sus empleadores, al parecer Alex y Jack no se habían puesto de acuerdo sobre qué tipo de tono usarían para obtener la información del hombre así que habían terminado por asustarle arriesgándonos así a que el hombre diera aviso a sus jefes, aunque se llevaría una especie de castigo por tener el hocico tan flojo. Lo único que hice fue asentir a las palabras de Alex sobre los trucos que tenía guardado en su bolso médico y me dirigí a las afueras del lugar para comenzar con nuestro avance cuanto antes.

King tenía razón, no parecía tan buena idea el que Muzen y Jack se encargaran de llamar la atención de todos los guardias ya que no teníamos la información de qué tipo de gente era la que estaba resguardando tal tesoro. Mientras avanzábamos hacia la mansión iba pensando en que Alex y yo deberíamos de esperar a que los demás entraran en conflicto ya que al momento de accionar mi arma podría desatarse el caos y tendríamos que olvidarnos de ser sigilosos.

El lugar tenía la apariencia de un palacio pequeño, pero claramente los residentes tenían vida de reyes o tal vez tocando la vida de lujos de tenían incluso los dragones celestiales, o al menos parecía a las historias que había escuchado de ellos. –Sí, eso parece. Demasiado alto para alguien con una vida normal, aunque es evidente que si vives en un palacio como ese nada de tu vida podría considerarse normal.- le respondí al Doc cuando mencionó la altura de los muros. Mientras el Doc se encargaba de hacer uso de su haki para encontrar el mejor momento para infiltrarnos y además tener una idea clara del número de guardias que había por ahí. Tan solo fueron un par de segundos los que tuve que esperar para que el Doc recabara la información que necesitaba, durante esos segundos me sentí tentada a usar el mío pero mi dominio era inferior a él así que no tenía sentido desgastarme, al menos de momento. –No te preocupes Doc, mejor concentra tus energías en protegerme cuando nos encontremos con problemas, que si algo he aprendido estando en esta tripulación es que eventualmente nos encontraremos con uno.- le dije con una sonrisa en el rostro, inusual en mí pero me causaba verdadera felicidad el hecho de que estábamos a punto de dar un gran golpe por primera vez. Apenas Alex dio la señal de que el momento de infiltrarnos había llegado pegué un salto para posicionarme sobre el muro, apoyándome con una de mis manos y los dos pies, con una mano levantada sosteniendo mi rifle. Una pose que había visto varias veces en historietas de un hombre con poderes arácnidos. –Entonces, Doc. ¿Hacia dónde nos movemos?- le pregunté en voz baja, casi susurrando esperando que respondiera ya que él tenía la información del movimiento de los guardias mientras buscaba una apertura por donde meternos.

La información recabada por el mantra de Alexander le hizo llegar a la conclusión de que era mucho más fácil infiltrarse por la parte norte de la mansión debido a que existía una menor presencia de guardias por ahí. Mucho mejor para mí, ya que no quería ser la primera en ser descubierta por algún trabajador o guardia. –¿100 personas y pisos inferiores? Vaya, entonces no será tan fácil como esperaba. Imagino que Jack se divertirá mucho en cuanto sea necesario recurrir a la violencia.- le comenté a Alex en voz baja, como si aún quisiera guardar el secreto de nuestra presencia a pesar de que no había un guardia cerca. Coincidía con Alex sobre el tema del uso de los Den Den Mushi pero mi razonamiento era muchísimo más sencillo; alguien podría escuchar la voz que salía del caracol y dar aviso que posiblemente revelaría la posición de más de uno.

-Bueno, parece que mi dominio no es tan bueno como el tuyo, pero lo usaré en cuanto sienta la necesidad Doc, tranquilo.- le respondí mientras le seguía a una de las puertas que no parecía estar resguardada a menos de momento. –Eso fue demasiado fácil ¿no crees?- le dije en cuanto la puerta abrió. Una muralla demasiada alta, árboles frondosos que permitían el ocultarse de manera sencilla y la poca presencia de los guardias era prácticamente un llamado a infiltrarse por ahí. O tal vez los ricachones estaban tan acostumbrados a que nadie fuera capaz siquiera de pensar en hacerles daño por temor a las represalias que recibirían, ojalá fuera eso.

Apenas al entrar noté la excesiva cantidad de lujos que tenían ahí, todo parecía ser caro pero las pinturas y los adornos parecían hasta carentes de sentido; simplemente fueron comprados porque el dinero para pagarlos existía y no afectaría ni una mínima parte a las arcas del hogar. -¿De valor? Muchas cosas. Que valgan la pena, ninguna. Tal vez en las habitaciones de los dueños pueda encontrar algo de joyería, siempre he querido un collar con una joya morada, ¿sabes? Mamá tenía uno…- le respondí, bajando la voz en la última oración casi como si fuera un suspiro. –Igual creo que lo mejor sería concentrarse en ir hacia los niveles inferiores, si existiera una bodega sería mejor guardar las cosas bajo tierra ¿no?- le respondí, ante el par de preguntas que me había hecho. Preparé mi rifle, apuntando hacia abajo y manteniendo el dedo al lado del gatillo, sin posibilidad de apretarlo por accidente para no detonarla y revelar mi posición. Sin cerrar mis ojos utilicé el mantra con intención de obtener la información de primera mano sobre la ubicación de los presentes ya que dentro de la mansión sería mucho más fácil que nos descubrieran. –Bueno, sea lo que sea tenemos que ir avanzando, ¿no?- le alcancé a decir al Doc antes de comenzar a avanzar hacia el centro de la edificación buscando evitar cualquier presencia en pasillos largos o a la vuelta de las esquinas.