[Aventura] [T5] El Rey de la Selva - Versión para impresión +- One Piece Gaiden - Foro Rol One Piece (https://onepiecegaiden.com) +-- Foro: El mundo (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=10) +--- Foro: East Blue (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=16) +---- Foro: Isla Momobami (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=41) +----- Foro: Selva Profunda (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=177) +----- Tema: [Aventura] [T5] El Rey de la Selva (/showthread.php?tid=2214) |
RE: [T5] El Rey de la Selva - Airgid Vanaidiam - 12-01-2025 El temblor se escuchaba cada vez más cercano, alertando de la peligrosidad de su origen. Derya tenía claro que se trataba de alguna bestia peligrosa, probablemente de las más problemáticas de la isla, y lo cierto es que no tenía ganas de enfrentarse a algo así en aquel momento. Por lo general, Derya solía rehuír de los combates con los animales, por su afinidad con los mismos y la empatía que le generaban, solo aceptando ese destino si no le quedaba ninguna otra opción. Lo bueno es que, en aquella ocasión, podría contar con Ragnheidr si la cosa se torcía demasiado, ¿verdad? Pues parecía ser que no. El vikingo comenzó a hacer uso de su akuma no mi, transformando parte de su cuerpo en una bruma blanquecina que rápidamente le hizo ascender por los aires, dejando solo a una Derya estupefacta, corriendo como podía sin tropezarse con ninguna de las ramas de la selva. Moviéndose de liana en liana, de árbol en árbol, le observó sobrevolar las copas de los árboles, con cara de idiota, sobre todo cuando se dirigió a ella como "rata de biblioteca". Vale que habían hecho migas, ¿pero a qué venía ese apodo? La mujer torció el rostro, en una mueca un tanto cómica. — ¡¿Podías volar desde el principio!? — Le gritó, aún sin creérselo del todo. Estaba claro que los poderes de akuma escondían increíbles sorpresas, en aquel mundo parecía que lo raro era no saber volar. Ragnheidr cada vez estaba más lejos, parecía que era hora de despedirse, al menos de momento. — ¡NOS VEMOOOS, espero seguir oyendo cosas de vosotros! — Se despidió la gyojin a grito pelao, menos mal que su haki de visión la ayudaba a no caerse por el camino, pues le observó durante unos momentos más, hasta que finalmente, la figura gaseosa de Ragnheidr desapareció por completo entre la maleza y las nubes del cielo. La mujer respiró con profundidad, pensando en que ahora estaba ella sola para enfrentar la amenaza que se cernía sobre ella. Pero lo cierto es que no lo temía en absoluto. Había pensado en una forma de darle esquinazo, y sino, siempre podría dejarle inconsciente. Aún no era el momento de salir de la isla, no para Derya. Había misterios que resolver, jungla que explorar, animales que investigar... quizás no estaba tan equivocado, y sí que era un poco rata de biblioteca. Por otro lado, Ragnheidr fue capaz de llegar a salvo al barco, siguiendo la breve indicación otorgada por la gyojin. Pronto se reencontraría de nuevo con sus compañeros de la revolución, pudiendo compartir con ellos que acababa de conocer a uno de los importantes miembros de la organización. Puede que el tiempo que habían compartido resultara breve, ¿pero quién sabe que les podría deparar el futuro? ¿Dónde podrían volver a encontrarse? RE: [T5] El Rey de la Selva - Ragnheidr Grosdttir - 12-01-2025 Mientras el barco avanzaba lentamente, alejándose de las costas de Momobami, Ragnheidr se mantuvo en la proa, con los brazos cruzados y el viento despeinando su melena rubia. Desde allí, la isla se veía cada vez más pequeña, como si se desvaneciera en la inmensidad del horizonte. Aunque su rostro mantenía la misma expresión confiada de siempre, sus pensamientos no dejaban de girar en torno a la mujer-gyojin que había dejado atrás. Había algo intrigante en ella. No solo por su poder o su habilidad para moverse con naturalidad en una isla tan peligrosa como aquella, sino por su conexión con la naturaleza, con los animales, y con algo más profundo que él no había terminado de comprender del todo. Derya era fuerte, y aunque la había dejado a su suerte, no dudaba que sería capaz de enfrentarse a cualquier amenaza que se cruzara en su camino. Era curioso cómo, incluso en un lugar tan alejado y extraño como Momobami, uno podía encontrarse con aliados que compartieran un propósito similar, aunque fuera en líneas diferentes. La revolución era un caos ordenado, lleno de personas que iban y venían, pero al final del día, todos luchaban por lo mismo: un mundo más justo. El pescador, atento a su tarea, no pronunció una sola palabra. Pero de vez en cuando lanzaba una mirada furtiva a Ragn, tal vez preguntándose qué clase de hombre podía enfrentarse a la jungla de esa isla y regresar con un aura tan resuelta. Los hombres como él eran raros, y el pescador sabía que lo que fuera que había ocurrido en esa selva quedaría en la memoria de ese vikingo por mucho tiempo. El sol comenzaba a descender, pintando el cielo de un cálido naranja que contrastaba con las sombras alargadas de las nubes. Ragn, ahora relajado, tomó asiento en la borda del barco, dejando que las olas y el constante vaivén del agua calmaran sus pensamientos. Aunque había dejado la isla, el eco de los temblores seguía resonando en su mente, y sabía que tarde o temprano esas sacudidas traerían consecuencias, ya fuera para Momobami o para el resto del mundo. Pero por ahora, su atención estaba en lo que venía. Tenía una misión que cumplir, un mensaje que entregar y camaradas que lo esperaban. El futuro era incierto, pero estaba seguro de una cosa: el destino no había terminado con él ni con Derya. De una manera u otra, sus caminos volverían a cruzarse. Mientras la embarcación surcaba las aguas tranquilas, el vikingo levantó la vista hacia el cielo. El viento fresco acarició su rostro, llevándose consigo las preocupaciones del momento y dejando solo la determinación de seguir adelante. Las aventuras nunca terminaban, y este era solo un capítulo más en una historia que aún tenía mucho por contar. Lejos, en la selva, el retumbar continuaba, una promesa de peligro y descubrimiento. Pero para Ragnheidr, el rumbo estaba claro. Y así, con el mar extendiéndose infinito frente a él, el barco continuó su travesía, llevando al vikingo hacia nuevas tierras y nuevos desafíos. El sol desapareció en el horizonte, dejando tras de sí un cielo estrellado y la sensación de que, aunque sus caminos se hubieran separado, aquel encuentro en Momobami marcaría a ambos para siempre. RE: [T5] El Rey de la Selva - Moderador Doflamingo - 15-01-2025 ¡RECOMPENSAS POR AVENTURA T5 ENTREGADAS!
Usuario Ragnheidr Grosdttir
Narrador Airgid Vanaidiam (Narrador Aprendiz)
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