Otoño del Año 723

Había pasado casi un año desde que puse un pie en este hermoso archipiélago. Las cartas que me llegaban me daban indicaciones de que muy pronto ocurriría un evento en el cual tendré que ser la estrella del momento y así ganarme la confianza del CP, cosa que "estuvimos" planeando por ya un tiempo. Aquella tarde de otoño ya estaba acabando, pues el sol se ponía en el horizonte, despidiéndose de todos nosotros.
 
Yo tuve que, como todos los demás agantes, ir a mi dormitorio. Pero todo aquello era una actuación por parte de todos nosotros, pues era parte de un plan mayor. Al llegar las 10 de la noche, ya ninguno de nosotros se encontraba en sus dormitorios, en vez de ello, nos encontrábamos en las calles de la isla de Cocoyashi, inspeccionando cada callejón y rincón del lugar.
 
Aunque mi verdadera misión, como dije antes, era ser la estrella del momento. Para ello debía de estar unos pasos por delante de todos mis compañeros. Aquí es dónde entra la información que he estado recibiendo, pues esta revelaba una "ruta de escape" en la cual yo debía de esperar a por cierta persona y ejecutarle, así resguardando cualquier información que esta estuviera sacando de la base marine.

 

Una vez llegue a dicha "ruta de escape", no se trataba de otra cosa que de unas cloacas. El olor del lugar era de lo peor, pero una inteligente opción teniendo en cuenta que la mayoría de agentes estarían ocupados buscando por toda la superficie. Con mi objetivo claro, decidí esperar parado en una de los bordes de aquella cloaca, donde no tendría que pisar ningún agua asquerosa. 

 

Luego de esperar unos minutos pude escuchar el sonido de unos zapatos corriendo a mas no poder. Sabía que aquél individuo estaba cerca y que llevaba consigo información clasificada que no podía salir de aquella isla. Al esperar un rato, aquella persona giró hacia mi dirección desde una esquina de las cloacas, parando en seco una vez me había visto. Para mi sorpresa se trataba de una señorita de no más de 19 años, de cabello marrón y un vestido sencillo pero hermoso.

 

 — T-tu... no puede ser... — Aquella chica estaba confiada de aque su ruta de escape sería su carta de triunfo, pero para su desgracia, yo me encontraba en su camino, dirigiéndome hacia ella paso a paso. — Por favor, no le diré nada a nadie, déjeme ir. — ¡Esta es la única forma que tengo de salvar a mi niñ...! — Sin dejarle terminar su oración, una vez delante de ella, cargué un rápido puñetazo hacia un punto vital, derribando y acabando con la chica instantáneamente.

 

 "Una muerte rápida es toda la piedad que puedo mostrar ahora mismo, disculpa". Aquellos eran mis pensamientos en aquél momento, disculpándome por haber acabado con la vida de un alma tan determinada a vivir. Por mi parte, tomé aquellos documentos que esta traía arriba al igual que cargué en mi hombro derecho el cuerpo de aquella chica.

 

De camino a la base mis demás compañeros se percataron de mi, dejándo sus búsquedas de lado, decidiendo seguirme al cuartel. Una vez allí, en frente de mi superior, dejé caer el cuerpo de la joven y le ofrecí aquellos documentos. — La información fue asegurada señor y el individuo terminado — Aquellas palabras llenaban de orgullo a nuestro superior, el cual me invitó a su oficina.

 

Aquél día, como habíamos planeado, me gané el respeto de la organización, mostrando capacidades por encima de mis compañeros. En aquella oficina fuí ascendido, pues a partir de aquél momento pertenecería al CP2.