Yoshiro era un joven que quería ser un gran hombre y un gran hombre debía hacer muchas tareas solo, desde ir de caza al bosque, pescar en el mar, cortar madera, ser fuerte en todo el sentido de la palabra y por eso había entrenado su cuerpo por años. El joven Hafugyo había logrado buenos resultados aunque aún no llegaba a tener el físico que alguna vez tuvo su padre, pero orgulloso por los resultados que ya poseía llevaba consigo una chaqueta abierta y sin mangas para dejar expuesto su musculatura, su bufanda roja con rayas negras de siempre ocultaba sus branquias y para mantener su apariencia de leñador llevaba pantalón de jean y unas botas largas de color negro (aunque sabia que unas marrones se verían mejor).

El joven poseía un excelente olfato por lo cuál apenas llegó al territorio de los ciervos empezó a olfatear los senderos en búsqueda de un rastro fresco, con algo de suerte podría hallar heces frescas o algo de sangre de un animal herido. Debía tener cuidado con las trampas, algunos locales más astutos prefieren usar métodos más sencillos de caza que la forma tradicional de Yoshiro.

Bingo-un poco de sangre, y resto de placenta. Alguna hembra dió a luz y no deberían estar tan lejos con un recién nacido, es cruel, pero tal vez este dato le daba a Yoshiro mas ventaja de lo que hubiera esperado.

El señuelo parecía haber funcionado, el lobo dió algunos pasos al frente por lo que Yoshiro también daría la misma cantidad de pasos hacia su izquierda para buscar la espalda de aquel hombre. Pero el lobo se detuvo, parecía no estar convencido del ruido y pasó a regresarse a la fogata mientras hablaba.

Si es tan manso como dice. Quizás debería aprovechar eso y solo seguir mi camino-pensó el muchacho mientras me mantenía oculto para escuchar al lobo que parecía seguir hablando.

El lobo parecía tener buena capacidad para analizar todo y por ello supo que el objetivo de Yoshiro era la cierva, aquel lobo no quería permitir que el muchacho continuara con su cacería ya que al ser una madre con su cría cazar uno de los dos traería desgracia al sobreviviente. Yoshiro comprendía eso y por ello tenía pensado acabar con ambos, quizás el pequeño no le daba toda esa carne de calidad que quería pero seguía siendo suficiente para un par de semanas.

Yoshiro sonrió divertido, aquel lobo le ofreció su comida en cambio de perdonar a aquella familia, pero esto no se trabaja de hambre de una noche. Yoshiro salió de su escondite con sus nudilleras puestas y miró fijamente al lobo-Agradezco tu ofrecimiento. Pero no soy un salvaje que necesita llenar su estómago está noche. Soy un cazador que necesita provisiones para los siguientes meses-dio algunos pasos hacia adelante y quedó a 10 metros de su ahora rival-Sé que es triste matar a una cría pero es cosa de la naturaleza. Así que podemos simplemente continuar con lo nuestro, o tomar tu palabra y pelear por el destino de eso ciervos-Yoshiro normalmente actuaría de forma más preventiva, acabar herido por uns presa es un coste grande, pero nonpodia evitar esas ganas de querer luchar.

Yoshiro decidió salir y dejar en claro que su necesidad de cazar a la madre y su cria era algo serio, algo tristemente natural, un ciclo de la cadena alimenticia. Pero aquel lobo parecía vegano, ya que pedía respeto ante la naturaleza y lo que entregaba ¿Yoshiro no lo estaba haciendo? Solo seguía el curso natural de las cosas, los herbivoros son casados por los carnívoros y en un futuro Yoshiro se convertirá en el abono que alimente las plantas que un Herbívoro consuma.

Eso lo sé perfectamente-el tener que recurrir a la naturaleza se volvió el pan de cada día para Yoshiro desde que tiene memoria, para eso su padre le enseñó a pescar, usar la madera para crear y a beber mucha agua, ante los ojos de Yoshiro el usaba bastante el regalo natural de la madre tierra.

El lobo se apoyó del suelo y Yoshiro puso un pie atrás para tener un mejor apoyo al momento de moverse, el muchacho se preguntaba como iba a vencer a una bestia tan grande pero posiblemente la respuesta era fácil, solo debía luchar como su padre le había enseñado-Un verdadero hombre resiste los golpes de la vids ¡Y luego golpea más fuerte!-y con esas palabras en mente, Yoshiro dió un paso hacia adelante y se dejó patear por su contrincante, la razón era sencilla, mientras el lobo impactaba sus garras traseras en el fornido pecho del muchacho, Yoshiro sujetaba la pierna izquierda del lobbo con su respectiva mano y golpeaba con fuerza el muslo derecho del lobo con su puño diestro, encajando el metal de su nudillera en su adversario.

Debiste atacarme con tus manos-aquel lobo portaba unos guanteletes, no solo le brindaban dureza en sus golpes sino que también protección, pues, sus patas traseras al estar descubiertas acabaron siendo víctimas de la piel del joven que al ser tan tosca cortaron levemente sus almohadillas.

Ahora aquel lobo estaba en una posición incómoda, sujetado por el fuerte agarre del muchacho que se preparaba para realizar un nuevo golpe.

Yoshiro había decidido cazar algo de carne para su refrigerador vacío, una cierva que había dado a luz recientemente  parecía ser una presa facil y sencilla pero lo que él muchacho mo esperaba era encontrarse con un lobo que se rehusaba a que aquella familia de herbivoros tuviera un final por manos del mitad tiburón.

Un enfrentamiento de ideales y necesidades comenzó entre aquellos dos, la verdad es que Yoshiro sentía curiosidad por el calor de la batalla y esto prácticamente era una oportunidad de oro que no iba a desaprovechar ahora.

El lobo no tardó en recortar camino y lanzar una feroz patada, pero eso traería descuido y una oportunidad ideal para el joven pelirrojo que lo sostuvo tras "tanquear" el impacto y así lanzar un ataque limpio. El lobo no solo acabó en una posición muy incómoda para luchar, sino que también había sido dañado en su propio ataque.

Yoshiro mostró confianza y le indicó a su rival que debía usar sus garras protegidas con su guanteletes, pero claro, la posición en la que estaba el lobo le era difícil atacar. Aquel lobo mencionó que iba a empezar a esforzarse y Yoshiro decidió golpearlo una última vez antes de que su agarre flojeara, dejando a su rival libre para tomar una pose defensiva.

Serás mas grande que yo y físicamente más intimidante. Pero no te creas tanto. Pelea de verdad y yo haré lo mismo-este combate podía verse algo serio, ambos luchaban para sobreponer su voluntad y decidir la vida de unos animales que ni siquiera eran conscientes de estos sucesos. Pero en realidad, a Yoshiro solo le divertía luchar.