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[T1] El despertar, parte 2 - Snayo - 12-11-2024
Una noche del tercer día del verano del 724
Klaus, tras su fuga de la Villa Fosha llegó cuando ya era una noche cerrada a los bordes de un bosque "es mejor que nada, la verdad", pensó para si mismo mientras suspiraba, la verdad necesitaba descansar, había sido un día muy largo. Tras caminar durante unos 15 minutos aproximadamente encontró un lugar sospechosamente idóneo para pasar la noche, este lugar era una especie de árbol enorme con un agujero lo suficientemente grande como para poder caber y dormir a gusto en lo que se recomponía y se preparaba para reanudar su viaje, dejo ahí su bolsa de viaje aun rota y guardo la caja de cigarros con su mechero en un bolsillo de su pantalón, una vez habiendo hecho "inventario" comenzó su búsqueda de alimento para preparar una cena improvisada.
Tras una hora rebuscando consiguió coger un puñado de fruta que cargaba con su camisa a modo de bolsa, aunque se llevo una gran sorpresa al llegar a su refugia y resulta que obviamente el sitio que acogió era demasiado bueno par estar deshabitado, en este había una especie de oso, de buen tamaño y un color completamente negro hurgando en su bolsa de viaje donde había escondida una manzana que robo anteriormente del mercado, por suerte la bestia aun no se había percatado de la presencia del humano tras de el, Klaus aprovechando la distracción del oso pensó en buscar un sitio seguro hasta que el oso se fuera pero su torpeza lo delato dejando caer en un movimiento uno de los frutos que cargaba con su camisa, alertando al animal, hubo un segundo de silencio en el que el uno se miro al otro y viceversa, ese segundo de paz fue roto por la apresurada carrera de Klaus seguida por gruñidos y rugidos del oso que también empezó a correr tras una presa mucho mas jugosa que una penosa manzana, mientras corría por su vida Vandead solo podía pensar " vaya pedazo de puta rutina de cardio estoy haciendo hoy a lo tonto", Mientras huía pensaba en como zafarse de su nuevo persecutor y rápidamente viendo los gruesos troncos ideo un plan simple pero que quizás le daba algo de tiempo en el peor delos casos, corrió en un sprint en línea recta hacia uno de estos arboles para en el ultimo momento, con la bestia pisándole los talones, saltar hacia un lado dejando poco tiempo de reacción al animal haciendo que chocara de frente contra el árbol a una velocidad mas que decente, el pobre animal estando aturdido buscaba al humano pero ya era demasiado tarde este estaba encima suya preparado para golpear la nuca del animal con un puñetazo a máxima potencia dejando fuera de combate a la bestia, tras esta hazaña el vagabundo dijo en alto y hablando solo -como cuando el carnicero me perseguía- tras eso recogió las frutas del suelo y al recoger la ultima que estaba cerca del oso inconsciente noto que el pobre animal estaba practicamente en los huesos, dedujo que quizás era un ejemplar joven y huérfano, ya que era grande pero desde luego no era un oso de un tamaño acorde, y debido a eso no pudo sentir nada mas que lastima por el, pero bueno, el se lo había buscado, recogió el ultimo fruto y retomo su camino de vuelta a su refugio, pero al poco rato suspiro, el remordimiento le carcomida y finalmente se dio la vuelta y volvió donde el oso dejándole tres cuartas partes de la fruta que había recolectado en frente de su boca espero a que el animal despertara para ayudarle a comer, ya que seguramente estaría exhausto debido a su paupérrima condición fisca.
Tras 2 horas en las que Klaus casi se duerme esperando el oso despertó y al ver al humano que lo golpe intento atacarle pero noto la futa que había dejado Klaus y Klaus con una gentil sonrisa hizo un ges con la mano para dejarle comer, el oso miro a Klaus y luego a la fruta empezando a comer salvajemente los frutos, tras eso se levanto y miro a Klaus asintiendo gentilmente y se marchó, dejando a Klaus solo, por otro lado este había quedado satisfecho con su buena acción y ahora si que recobro el rumbo a su refugio pero ingrata fue la sorpresa de que otros rapiñadores, en este caso cuatro lobos, estaban buscando el fruto que su bolsa escondía "voy deshacerme de esa manzana en cuanto pueda", pensó Klaus pero antes de poder hacer un movimiento ya tenia a uno de esos chuchos encima y sin dudar lo golpeo con fuerza lanzándole lejos pero detrás de el venían sus otros compañeros, un lobo era una cosa pero cuatro no sabia si podía gestionarlos, así que simplemente cuando estos saltaron a por el solo se cubrió la cabeza para evitar daños letales pero, tras varios segundos el dolor nunca llego con su punzante caricia, y ahí estaba el so de antes golpeando a uno de los lobos mientras tenia dos encima de el, Klaus reacciono lo mas rápido que pudo y le quito uno de encima golpeándolo con su puño en la cabeza a máxima potencia como al oso anteriormente, mientras que al otro lo agarro desde detrás y le aplico un suplex que lo dejo fuera de combate para siempre, tras eso el oso se giro amenazante con la boca llena de sangre de su victima y Klaus ya se esperaba lo peor volviéndose a cubrir rápidamente pero otra vez mas estaba equivocado, el dolor no llego en cambio recibió un lametón que le levanto el flequillo por la abundante saliva de su salvador, y entonces Klaus ahí se dio cuenta, el oso había venido a ayudarle, no pudo evitar soltar una sonora carcajada mientras acariciaba la cabeza del animal.
Tras eso ambos aprovecharon la carne de los animales que habían matado y con su encendedor encendió una hoguera para calentarla y compartirla con el oso, tras una abundante cena ya era hora de dormir aunque practicamente estaba a punto de amanecer, Klaus fue a coger su estropeada bolsa de viaje para irse pero el oso aun tenia guardado un ultimo gesto de agradecimiento, este le había dejado hueco en el agujero del árbol y Klaus sin poder rechazarlo durmió junto al animal hasta la mañana siguiente.
Klaus se despertó antes que el oso por la diferencia de horarios, ya que los osos duermen mas que los humanos, y como despedida tratando de de volverle la calidez al animal dejo la dichosa manzana ocn el oso como desayuno para marcharse en búsqueda de otro refugio temporal, lo iba a necesitar ya que por ahora la isla no le había dado cancha.