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[Comercio] Primeros clientes - Marvolath - 03-12-2024 Demontooth
~49 de Verano
El calor había llegado pronto aquella mañana. No es que pudieras quejarte, estando en pleno Verano, pero sin duda no era agradable estar en las calles. La tripulación del Hope se había reunido en una de las tabernas del puerto, buscando refugio del calor y bebidas frías. A juzgar por lo abarrotado de la taberna, no eran los únicos con la misma idea. Tuvieron la fortuna de conseguir una mesa, aunque con tanta gente a su alrededor no les llegaba ni una triste brisa de aire. Marvolath y Silver hablaban de los nuevos diseños en los que el médico ingeniero había estado desde su aprendizaje en Loguetown. Durante la travesía había trabajado duramente en mejorar los implantes que había visto en el taller del mecanicista, y si bien aún no eran perfectos, sabía que eran mejores que la mayoría. Ojos con capacidad de ver en el espectro infrarrojo, discretas mejoras auditivas, un implante en la base del cuello que potenciaba la respuesta del sistema nervioso,... la imaginación era el límite, y la emoción de estar entrando en un mundo con tantas posibilidades suponía un verdadero desafío para la entonación monótona. Sin embargo, algo no iba bien. Una extraña sensación, como un hormigueo en la nuca y un cosquilleo en la oreja, lo distraían; y un calor cada vez más notable empezaba a bañarle la espalda en sudor. Se giró, buscando la causa de su malestar, encontrando un mink que le doblaba en tamaño observándole muy de cerca. - ¿Puedo ayudarle en algo? - consiguió preguntar, ciertamente confundido RE: [Comercio] Primeros clientes - Silver D. Syxel - 07-12-2024 Isla DemonTooth
Día 49, Verano del año 724 El calor de aquella mañana no daba tregua, incluso dentro de la abarrotada taberna del puerto donde la tripulación del Hope se había refugiado. Las paredes de madera crujían bajo el peso del bullicio, mientras las jarras chocaban y el aire denso se llenaba de risas y gritos. En una mesa cerca del fondo, Syxel se recostaba con una expresión tranquila, aunque su mente estaba lejos de las conversaciones que les rodeaban. Frente a él, Marvolath explicaba con calma sus avances más recientes, sus palabras entrelazadas con los murmullos de los clientes y el tintineo de vasos al chocar contra la madera. Silver escuchaba con interés, tamborileando los dedos contra la mesa. Los planos, bocetos y pequeñas piezas que Marvolath había mostrado durante sus semanas de trabajo habían despertado algo más que curiosidad en el capitán. Ojos capaces de percibir espectros invisibles al ojo humano, implantes que amplificaban la capacidad auditiva, o incluso dispositivos para optimizar los reflejos... Era evidente que Marvolath no estaba construyendo simples prótesis. Estaba creando una nueva frontera para los humanos y otras razas. El capitán, siempre pragmático —y temerario, no nos engañemos—, había aceptado probar algunos de esos implantes. No solo por la evidente utilidad en combate, sino también como una inversión en el futuro del negocio. Si esto funcionaba, abriría puertas que no había considerado antes, mercados enteros para explotar. —Entonces —murmuró Syxel con una sonrisa de medio lado mientras giraba el vaso en sus manos—, ¿estás listo para demostrar de qué tus teorías son más que tan solo eso? Marvolath asintió lentamente. Pero antes de que pudiera responder, un cosquilleo incómodo le recorrió la nuca, seguido de una sensación de calor que se le hacía imposible ignorar. Sus ojos se entrecerraron mientras se giraba, buscando la causa de aquella sensación inesperada. Fue entonces cuando lo vio: un mink enorme observándoles fijamente desde apenas unos pasos de distancia. El silencio momentáneo entre ellos contrastó con el ruido caótico del resto de la taberna. Silver alzó una ceja y sonrió ante lo que parecía ser el inicio de otra inesperada pero interesante conversación. RE: [Comercio] Primeros clientes - Panda - 07-12-2024 Panda, el mink navegante, volvía a Demonthooth, luego de hacer unos negocios en Momobambi. El viaje fue por demás tranquilo, con un clima soleado y viento favorable el oso no tardo en llegar a la isla con su rápida embarcación la "cumbancha". Al llegar al puerto, Panda se dirigió a la taberna para saborear algo fresco en aquellos días de tan intenso calor, mientras como siempre llevaba unas cuantas provisiones de Bambu consigo para ir masticando mientras bebía. Panda estaba completamente absorto en sus pensamientos, pensando de que manera podía hacerse más fuerte además de entrenar. Buscaba habilidades nuevas, que lo volvieran un luchador asombroso e increíble, cuando en eso escucha una conversación cautivantemente interesante. Un sujeto petizo de orejas y bastón hablaba de avances tecnológicos increíbles que permitían mejorar desde la audición hasta los reflejos y adquirir habilidades increíbles que era justo lo que Panda buscaba, unas mejoras de calidad!. Justo el otro muchacho moreno lo vio y le pregunto si podia ayudarlo en algo. -Disculpen caballeros, no pude evitar escuchar vuestra conversación. ¿Cómo les va? Mi nombre es panda, soy un Mink mercader que va de aquí para allá haciendo encargos.. nunca me quedo en un solo lugar y a donde voy siempre me meto en ... bueno asuntos problemáticos. En fin, me interesa adquirir algunos de esos.. como le dicen implantes o mejoras para ser un mejor luchador y poder defenderme mejor ante cualquier eventualidad. Ya saben a futuro planeo ir al Grand Line y tengo entendido que solo los más rudos logran sobrevivir esos mares y debo estar preparado para entonces. Así que Yendo al grano, tengo unos cuantos Berris ahorrados por mis negocios y además algunos materiales que sin duda pueden serles útiles a cambio de que experimenten un poco conmigo jeje.- Tras comentar sus intenciones, dio una mordida a su ramita de bambu mientras observaba atento a ver si le aceptaban su oferta, aquellos misteriosos sujetos. RE: [Comercio] Primeros clientes - Marvolath - 09-12-2024 La expresión de sorpresa mudó a una sonrisa educada, encantadora incluso. Al menos para los ojos menos entrenados, que la reconocerían como una sonrisa de vendedor. No es que esto sea malo, claro. La principal diferencia es que la encantadora puede ocultar una malicia embaucadora pero la del vendedor sólo oculta interés comercial. - Vaya, que inesperada sorpresa. Venga, siéntese con nosotros. - invitó con un tono más ameno de lo habitual, mientras se hacía a un lado para dejar sitio para el mink y le acercaba un vaso que llenó - Parece que es cierto el dicho de que el mar nos cría y nosotros nos juntamos. Fíjese que mi capitán aquí presente también es mercador y aficionado a meterse en asuntos problemáticos; y un servidor también sigo el estilo del cuerpo a cuerpo para la defensa. Y sí, su oído no le engaña: hablábamos sobre los nuevos modelos de implantes que preparé en nuestro viaje desde Loguetown, cuna de esta tecnología y que puede disfrutar ahora en su madurez gracias a mejoras de mi propia cosecha. El capitán iba a tener el privilegio de ser el primero en disfrutar de los avances, pero él me seguirá teniendo cuando zarpemos, y una casualidad como la que hoy nos ha reunido quién sabe si se volverá a dar. Hablaba con fluidez y rapidez, como si recitara frases que ya tenía preparadas -y, de hecho, en su mayoría lo eran- mientras gesticulaba con los brazos para dar vida a sus palabras. En uno de los gestos, deslizó unas hojas hasta delante del panda. Las hojas presentaban figuras humanoides bosquejadas, con algunas partes detalladas y acompañadas de breves anotaciones. Ojos, oídos, brazos, piernas,... entre todos los diseños prácticamente no quedaba una parte sin opción de mejora. - ¿Tenía algo en mente? Veo que sus garras son difícilmente reemplazables, pero quizá... ¿un ojo con visión térmica? ¿Un mejor sistema digestivo o respiratorio? - lo analizó superficialmente, buscando qué podría querer mejorar. Sin duda, los minks partían de una buena base - ¿O quizá unas alas? Rematar con una broma solía funcionar. Proporcionaba un respiro después de tanta información que los clientes agradecían, y prepara la mesa para las decisiones y negociación. Tras acordar las necesidades del nuevo cliente y el asunto del pago, pidió a sus próximos pacientes que lo acompañaran hasta el barco. Aunque aún no estaban todos los detalles terminados, Marvolath había acondicionado una de los camarotes del barco como una enfermería que serviría como quirófano. Dejó al mink en compañía del capitán, y pocos minutos más tarde regresó con una caja tan grande como él y otra del tamaño de una manzana. - Aquí los tiene. Unas alas con las que incluso alguien que nació sin ellas podría volar. Y... - tras dejar la caja grande sobre una mesa, abrió la pequeña - esta maravilla optimiza las conexiones del sistema nervioso. Cuando lo active parecerá que el mundo se ralentiza. Si me hace el favor y se tumba boca abajo en la camilla, podemos empezar. RE: [Comercio] Primeros clientes - Panda - 09-12-2024 El vendedor se notaba que sabia lo que hacia, Panda reconocía en el los mismos recursos de compra venta que el usaba a menudo, para brindarle confianza al comprador de que el producto es de fiar y que no se lo dude un segundo. Igualmente Panda no tenia nada que perder, aquel sujeto continuaba gesticulando en exceso y lanzando sus propios papeles de la emoción, que panda ayudaba a levantar mientras leia con cierta curiosidad un montón de bosquejos que no entendía y escapaban su comprensión. Aunque las ofertas de Marvolath eran buenas, Panda sabia lo que buscaba, unas Alas para volar bien alto y porque no un sistema nervioso mejorado para poder ir Bium Bium! a todos lados. El hombre petiso acepto la oferta sin dudar y Panda desembolso una gran cantidad de berris, unos 40 millones para ser más precisos y los puso sobre la mesa, junto con sus dos kits de inventos. Tras acordar el precio y los implantes Marvolath le pidió que se acueste para comenzar la operación. -Excelente, ehh ¿hay anestesia?. Preguntaría panda algo preocupado, aunque muy entusiasmado por ver sus nuevos juguetes en acción. Acostó su enorme cuerpo en la camilla y espero ansioso a que comenzaran a operarlo. RE: [Comercio] Primeros clientes - Marvolath - 11-12-2024 El médico se lo quedó mirando fijamente unos instantes, como si no comprendiese la pregunta que le había hecho. Finalmente parpadeo, y su expresión pasó a una mezcla de sorpresa y decepción. - Cierto. La anestesia. - sacó de un pequeño armario una jeringuilla a la que acopló una aguja, y una botellita con un líquido transparente que usó para llenar la jeringuilla - Disculpe, a veces olvido que hay quien la necesita incluso para operaciones menores. Sólo notará un pinchaz... No será usted alérgico a medicamentos, ¿verdad? Olvídelo, tengo antihistamínicos. Hablaba de prisa, sin dar tiempo a responder, replicar, o intervenir, deseoso de aplicar por fin sus conocimientos de medicina e implantes a un caso real. Quizá fuera la actitud relajada del panda, o quizá el haber usado el doble de la dosis de anestesia necesaria; pero en cualquier caso el paciente no tardó en quedar totalmente inconsciente y listo para la operación. Tras afeitar, rasurar, y desinfectar parte de la espalda comenzó la operación propiamente dicha. Como hay lectores más sensibles que otros, no entraremos en los detalles más viscerales. Baste decir que, pasadas unas horas, Marvolath limpiaba con satisfacción el quirófano, observando las alas erguidas en la espalda del paciente. Viendo su envergadura, consideró oportuno guardar aquellos elementos frágiles, en previsión del desastre que pudiera causar alguien de tal tamaño con extremidades que no sabe usar. Dejó pasar a Silver cuando estuvo todo listo, dejando que admirase el resultado mientras esperaban a que el panda despertase. - ¿Estás seguro de que no quieres unas? No te costaría ni la mitad que a él hacerte a ellas... - dijo con cierta delicadeza, imaginando que era un tema complicado para el capitán. RE: [Comercio] Primeros clientes - Silver D. Syxel - 26-12-2024 Isla DemonTooth
Día 49, Verano del año 724 El capitán Syxel observaba en silencio desde un rincón del improvisado quirófano mientras Marvolath trabajaba con una eficiencia casi mecánica. La transformación del camarote en una sala de operaciones funcional era impresionante, aunque el ambiente tenía un aire lúgubre. Las herramientas quirúrgicas estaban dispuestas meticulosamente sobre bandejas metálicas, y el leve aroma a desinfectante impregnaba cada rincón. En la camilla, el mink panda yacía inconsciente, con las recién instaladas alas reposando plegadas sobre su espalda. El resultado destacaba por su perfección, pero el verdadero desafío aguardaba más adelante: aprender a controlar esas nuevas extremidades. Marvolath había ejecutado cada paso con precisión, aunque el éxito total dependería de la determinación del paciente. Mientras limpiaba los restos de la operación, el médico dejó escapar un juguetón comentario persuasivo: —¿Estás seguro de que no quieres unas? No te costaría ni la mitad que a él hacerte a ellas... Syxel respondió con una sonrisa ligera, ladeando la cabeza mientras cruzaba los brazos. La pregunta tocaba una fibra que prefería evitar, un tema que dejaba enterrado bajo su porte despreocupado. Las alas ausentes eran una parte de su historia que, aunque no se mencionara, siempre lo acompañaba. —Ya deberías saber que no son mi estilo —respondió con un tono calmado, aunque firme—. Pero me intriga comprobar lo que puedes hacer. ¿Qué dices? ¿Listo para demostrarme que he hecho bien al confiar en ti? La conversación quedó suspendida en el aire, mientras el capitán se aproximaba a la camilla vacía. Ajustándose la chaqueta con tranquilidad, se tumbó sobre ella con esa confianza que parecía inquebrantable, como si estuviera a punto de aceptar un desafío más que someterse a un procedimiento médico. La expectación brillaba en su mirada, un reflejo de la curiosidad que siempre lo llevaba a probar los límites. —Vamos, doc. Muéstrame tu mejor trabajo. Pero si me despierto sin un trago a mi lado, esto no terminará bien para ti —bromeó, cerrando los ojos mientras dejaba que el médico se preparase para la operación. |