[Autonarrada] [T1] Un café para un viejo marine - Versión para impresión +- One Piece Gaiden - Foro Rol One Piece (https://onepiecegaiden.com) +-- Foro: El mundo (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=10) +--- Foro: East Blue (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=16) +---- Foro: Loguetown (https://onepiecegaiden.com/forumdisplay.php?fid=48) +---- Tema: [Autonarrada] [T1] Un café para un viejo marine (/showthread.php?tid=3002) |
[T1] Un café para un viejo marine - Hardo - 08-01-2025 Día 2 de invierno a las 11:37 de la mañana,
Isla de Loguetown, East Blue.
El día anterior había sido un completo fiasco. No solo me había comido doscientos mil berries por accidente, sino que no había conseguido recuperar ni siquiera una cuarta parte de esa cantidad. A duras penas había conseguido negociar dormir bajo el techo a cambio de mantener a la gente entretenida. Sin embargo, esa noche se había levantado viento y todo apuntaba a que próximamente habría una tormenta como pocas veces se vería, aunque no sería en el East Blue, sino en el mar contiguo. El problema era que el rumor de que una nueva empresa de transporte con pulpos gigantes llevaría a la gente hasta el North Blue el día siguiente. Muchos se habían quedado en sus casas preparándose para el gran viaje. Naturalmente, yo habría acudido también de no haberme tragado todos los ahorros. Todavía podía sentir el sabor a ceniza descendiendo por el esófago. Fui a por algo de agua; la garganta se me había secado de repente y podía sentir el sabor en la lengua como si acabase de darle otro bocado. Repugnante. El viento tampoco jugó en mi beneficio, pues aún los que permaneceríamos en el East Blue un poco más de tiempo, lo hicimos a resguardo, sin salir después de nuestras obligaciones. Así pues a pesar de contar una historias sobre bestias marinas que quitaban el hipo y hacer una de mis más brillantes interpretaciones, los beneficios de la noche fueron escasos. Por suerte mi sonrisa encantadora y buena mano para la negociación me permitieron salvar la noche y dormir calentito en lugar de encima de la fría piedra de las calles de Loguetown.
-Aquí tiene, su café. -Muchas gracias, jovencito. Miré a la taberna. No había nadie más. Tan solo ese anciano que había llegado temprano y tras leer todo el periódico, había pedido un café. Había puesto especial interés en los carteles de recompensa. Tenía los ojos casi cerrados, era calvo con una cola de caballo en el cogote. Su complexión era achaparrada y enjuta, su estatura corta incluso para su edad y sus cabellos grises como la ceniza seca y fría. Vestía una prenda similar a una chilaba, pero más ceñida, de color azul oscuro y bordes rojos. Fumaba una pipa de cazo ancho y caña larga, muy bonita por cierto, que desprendía un humo del mismo color de sus cabellos. -Me falta el azúcar, por favor. -Claro. Voy a por él. Parte del trato había sido atender los desayunos. Por suerte para mí, esa mañana tan solo estaba el anciano, por lo que estaba siendo tranquila la mañana. -¿Algo interesante en el mundo? A parte de esos pulpos gigantes de los que habla todo el mundo… -No demasiado. Me senté en la mesa junto al anciano. Alguien con sus años tendría muchas vivencias que compartir y yo siempre estaba dispuesto a escuchar. -Aquí tiene – añadí tendiéndole el sobre de azúcar – Me llamo Hardo. Encantado. – en se momento vi un pequeño distintivo de la marina - ¿Es marine? – pregunté intrigado. -Lo fui. Ahora ya estoy jubilado. Dejo esos menesteres a los jóvenes. ¿No has pensado en hacerte marine? Siempre se necesita gente dispuesta a impartir justicia y velar por los más débiles. -No se ofenda, pero no creo que eso sea para mí. Prefiero ganarme la vida como pueda. -Claro… Entiendo. Varias motas de polvo se me metieron en la nariz, provocándome un gran picor. Preparé el estornudo, pues pocas cosas había más placenteras que estornudar a gusto. Naturalmente lo haría de manera contenida para lanzarle todos los virus, bacterias y demás porquería al anciano en la cara, sin embargo lejos de reprimir la necesidad, dejé que el picor inundara las fosas nasales y alcanzara lo más profundo de mi ser. Me llevé la mano derecha a la cara para taparme la nariz y evitar que le diera un moco en todo el ojo, cerrado, al viejo y… -¡Achus! Estornudé conteniendo el aire en la boca. Sin embargo, cual no sería mi sorpresa cuando la fuerza del estornudo provocó que la habitación comenzara a dar vueltas. Vi mi cuerpo sentado en la mesa, erguido y plantado, pero mi cabeza se alejaba cada vez más. Antes de poder darme cuenta, el cráneo impactó contra la pared, haciendo que me marease y los ojos quedasen como dos espirales girando sin parar. No veía más que las sillas y mesas como si estuviera tumbado en el suelo de costado. Era la primera vez que estornudaba con tantísima fuerza. ¿Qué demonios acababa de ocurrir? -Así que eres un usuario, ¡eh! -¿Un qué? El anciano se había levantado y ahora llevaba ¡mi cabeza! Llevaba mi puta cabeza entre sus manos. Allí estaba mi cuerpo, inmóvil y erguido, pero impoluto. El anciano colocó de nuevo la cabeza sobre el cuello ¡y pude volver a mover el cuerpo como si nada de aquello hubiera ocurrido! -Me llamo Gennai, por cierto. Gennai me contó acerca de las frutas del diablo. -¡Pero son un mito! ¡No existen en realidad! -¡Oh, claro que existen! Estuvimos un rato más hablando. El viejo me estuvo contando acerca de tiempos en los que servía y como su primera reacción al ver a un usuario de Akuma no mi había sido la misma que la mía. Le conté lo ocurrido el día anterior y como sucedieron los acontecimientos. El tiempo fue corriendo cual adolescente en busca de su amada, rápido y ligero, sin dejar que nada ni nadie lo atrapara. -Toma – el viejo marine estiró sus cortos brazos para darme algo que tenía - Percibo el ansia de aventura y en ti. Estoy seguro que no este será el primero, o el segundo en tu caso – rio de manera cómplice haciendo alusión a la fruta del día anterior – secreto que encontrarás a lo largo de tu vida. Recuerda, el mundo está lleno de misterios, peligros y objetos únicos y especiales. Algunos de tiempos pasados, otros de tiempos futuros y otros, simplemente, que no son de este mundo. ¡Que nada, ni nadie te detenga! RE: [T1] Un café para un viejo marine - Moderador Doflamingo - 10-01-2025 ¡RECOMPENSAS POR AUTONARRADA T1 ENTREGADAS!
Usuario Hardo
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