Día 13 de Invierno del Año 724
 

Últimamente se han abierto varios crímenes que atender por toda la isla Swallow. Varios de estos crímenes se debe ya sea a la presencia de Peter D. Parker o de los secuestros de los News Coo. Yo personalmente ya me había encargado de rescatar unas seis de esas aves de manos de unos torpes secuestradores. Ya me estaba haciendo un nombre en el North Blue y eso significaba una sola cosa, que me llegarían aún más misiones y de mayor dificultad que rescatar a unos pájaros de unos borrachos. 
 
Los días transcurrian con calma en el G-17, nuevos reclutas se unían a nuestras fuerzas mientras que yo ya había enviado una carta para cinsiderar mi ascenso a oficoal de la marina, pues ya se les estaba haciendo algo tarde, o ese me imaginaba yo. Pero no era tiempo de pensar en ascensos estúpidos cuando el North Blue me necesitaba. Aquella mañana había recibido una carta por parte de un soldado el cual aseguraba que venía de parte de los altos cargos del G-17, lo que cautivó mi interés rápidamente. 
 
Abrí aquella carta y me senté en una silla qué había en mi dormitorio. La carta estaba orientada para mi preparación, esta pedía que estuviese lo suficientemente listo y armado como para llevar a cabo una serie de operaciones de alto peligro en la isla Kuen, una isla gobernada por piratas. Aparentemente ya estaban empezando a reconocer mi valía en aquél lugar, lo que dibujaba una sonrisa en mi rostro. Últimamente había leído en el periódico que inventores marines en el North Blue estaban fabricando prótesis de capacidad militar las cuales brindaban gran ventaja en el campo de batalla.
 
Sabía que debía de conseguir una de estas prótesis antes de marcharme a Kuen, solo así obtendría una ventaja conaiderable contra aquellos piratas en caso de que la cosa escale dramáticamente. Afortunadamente hace poco ha habido un boom de gente queriendo venir a Swallow buscando aquellas oportunidades de negocios que no encontraron en ningún otro lado del North Blue, todo parte de la seguridad que proporciona ser el bastión de la justicia y el orden en todo el North Blue.

 

Solo qiedaba ser pacientes y ver como todo resultaba, había dejado a mis compañeras a cargo de sus misiones tras haber completado la mía, solo me quedaba demostrar de lo que estaba hecho contra lo que sea que me encuentre en Kuen. Sentándome en una silla me puse a observar el campo de entrenamiento, donde tanto nuevos reclutas siendo gritados por sus sargentos como oficiales de la marina estaban entrenando para así estar en forma y listos para impartir justicia.

 

Ver que la marina siempre tenía un futuro creándose me daba un gran alivio, cosa de lo que disfrutaba. Mirando mi mano me daba cuenta de que no estaba al cien por ciento seguro de aquella misión, pues sabía que me estaban probando como el arma que era, mandándome solo hacia una isla infestada y gobernada por piratas para hacer de esta parte del Gobierno Mundial. Aún tenía muchas dudas sobre lo que pasaría una vez allí pero sabía que mi única chance de sobrevivir era completando cualquiera misión que se me de y preparándome como nunca antes.

 

Viendo aquello se me ocurrió la idea de visitar la armería, a la cual caminé buscando todo tipo de utilidades como granadas y suministros para cualquier situación. Las órdenes dadas en aquella carta daban a entender que no recibiría refuerzos hasta más tarde, lo que me ponía contra una pared si me enfrentaba a alguien poderoso. De la nada sentí como mi corazón ardía en llamas y mi orgullo me decía que viviría porque era fuerte y lo sería aún más una vez ponga pie en Kuen. Ya estaba motivado y listo para cualquier obstáculo por lo que me dirigí a la cocina para ayudar con los almuerzos del día.

 

El G-17 no era en nada como el G-23 en Kilombo, aquí habían MUCHAS bocas que alimentar y eso se veía en la cocina, donde mi ayuda se agradecía un montón. Afortunadamente para mi eso no era más que un entrenamiento, algo para pulir mis habilidades de chef. Gracias a eso he podido ahorrar un buen dinero con el cual compraré las prótesis, su combustible y la operación. Afortunadamente la marina tenía tantos inventores como cirujanos listos para hacer de los marines un arma más afilidada de lo que estaban.

 

Gracias a esas alas tendría la habilidad de evitar caer en el agua, mi mayor debilidad. De esta forma también podría mantener una pelea de tú a tú contra seres alados que se creen intocables y rápidos en el aire. Solo faltaba esperar, esperar por esa gente en Isla Swallow.