Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Común] [C - Pasado] ¡Una cálida bienvenida a la Revolución!
Lemon Stone
MVP
Así que esa era a la fragilidad del hombre, ¿eh?
 
Al final sí que se había pasado un poco… Por un momento, pensó que Plumas conseguiría protegerse de la ofensiva que había realizado, pero no. ¡Y eso que se había contenido! Sin embargo, los Stone siempre habían golpeado muy duro por lo que era de esperarse que su gran camarada no hubiera soportado tanto daño.
 
-Supongo que mañana saldremos a comer, ¿no? ¡Ya iremos por unas cervezas, compañero! ¡Jajajaja! -le respondió Lemon, sonriendo de oreja a oreja. Había sido un gran combate, un tanto corto, pero emocionante.
 
Notó que las heridas de su camarada eran un poco serias, tampoco se iba a morir por eso, pero tampoco podría continuar peleando y dudaba de que estuviera listo para hacerlo el otro día. En fin, la vida es delicada. Lemon dejó sus armas a un costado y tomó el botiquín que ya tenía preparado de antemano, pues sabía que tarde o temprano se excedería; era un hombre que no sabía mucho de límites. Entonces, se acercó hacia su compañero y comenzó a tratar sus heridas como mejor se le ocurría. ¿Sabía de medicina? No mucho, lo suficiente para entender que las pastillas frenan el dolor y que la silicona va en las tetas o en el culo, conceptos básicos que cualquier persona maneja.
 
-Listo. He vendado tus heridas para que no mueras desangrado -le comentó a Plumas tras haberlo convertido en una especie de momia andante-. Espero no haberte roto ningún hueso, sino tendremos que ir al hospital. Como sea, nos vemos mañana. Tú ahora preocúpate de dormir.
 
Y dicho lo dicho, Lemon se aseguró de que Plumas descansara en una cama y no en un trozo de cartón como lo haría un vagabundo.
#11
Moderadora Lola
La Despechada
Alistair vs Lemon
Cita:El orden de las notas de cada uno irá en el siguiente orden: Alistair / Lemon
  • Rol Descriptivo (Hasta 3 puntos):  3/3
La manera de describir el entorno y todo lo que rodea a vuestros personajes no tiene pega ninguna.
  • Calidad del Rol: (Hasta 3) 1.5/2.5
Ha sido divertido leer según que partes. Ambos tenéis defectos que tenéis que tener en cuenta un poco más en vuestros roles, ya que si nos los ponemos es por algo.
-Lemon: Has cumplido con tu vicio de fumar, pero en los 3 primeros post de un tema estaría bien recalcar de alguna manera en alguno de ellos, como afecta tu somnolencia, es verdad que no siempre los roles son nada más levantarse, pero si no se especifica lo contrario, lo serán, y por lo tanto aquí la somnolencia llega al combate, hay que tener en cuenta los defectos, solo eso, por el resto, tu rol es ameno y gracioso.
-Alistair: No has hecho caso de ninguno de tus defectos, no has comido en todo el tema, lo que provocaría bajadas de voluntad que afectan al posible devenir del combate, no me ha parecido verte muy ignorante del funcionamiento del mundo, al contrario, te he visto muy enterado de todo, con la somnolencia lo mismo que tu compañero Lemon. 
  • Estrategia: (Hasta 3) 2.5/2
Si vuestros cálculos numéricos son correctos y no habéis tenido debate que requiera de una moderación del combate exhaustivo, doy por hecho que todo está bien, debido al fallo de algún defecto, no ha sido todo lo justo que tendría que ser, asique paso solo a comentar:
-Que a mi me ha gustado la pelea de ambos, como uno no se rendía ante un muro infranqueable, arremetiendo una y otra vez y como el otro ha hecho su trabajo que era el de enseñar, aunque casi haya matado al aprendiz...
  • Resultado del combate: (Hasta 1) 0/1
El entrenamiento termina con una victoria de Lemon. ¿Habrá sido por la diferencia de nivel? Eso que lo juzguen los dioses.
  • Resultados de puntuación: Alistair recibe 7 puntos, mientras que Lemon recibe 8.5 puntos.
  • Recompensas:
Alistair: 56 EXP / 7 Nikas / -2 REP (-5% de rep por perder de 25 que tienes)
Lemon: 42.5 EXP / 5 Nikas / +3 REP (+10% de 25 de rep de tu adversario por ganar)

Comentadme por privado, ticket o petición administrativa si estáis de acuerdo con esta moderación o queréis añadir algo y una vez esté todo conforme se os añadirá las recompensas.
Entregadas
#12
Alistair
Mochuelo
Asintió, o mas bien quería intentarlo pero su cuerpo no le obedecía de momento como para permitirselo. El daño que había recibido era severo, y su cuerpo clamaba a gritos quedarse en su sitio hasta que pudiera entender qué extremidades estaban en un estado crítico y cuales estaban marginalmente funcionales. Aun así, el emplumado no dejó que esto le detuviera de interactuar con su compañero de ninguna manera; había sido un entrenamiento divertido dentro de todo, y se rehusaba a dejar que unos cuantos "malestares menores y arañazos" arruinasen ese día idóneo. 

Una promesa es una promesa, y planeo cumplírtela. Yo te invito a lo que quieras, eres libre de escoger el lugar y lo que te apetezca de la carta. — Le respondió, levantando los pulgares con el puño cerrado débilmente, pero sintiendo cómo poco a poco su cuerpo empezaba a recuperar la movilidad. Resultaba ser -o al menos teorizaba- que no había descuadrado ni fracturado nada en su cuerpo, pero esa atroz sensación de entumecimiento en todo su cuerpo era tan incapacitante como para tenerle quieto un rato si se encontraba lo suficientemente debilitado. Tenía que anotarlo, no solo para futuros entrenamientos con Lemon sino también por cualquier ocasión en la que se encontrara de frente con un usuario de armas contundentes: Las condenadas golpeaban como un barco en tierra embistiéndote de frente, y comerse un golpe de frente de esa manera podía significar un problema mayor al desempeño restante del combate. 

Su compañero no tardó en acercarse a revisar su condición, y cuando pudo verificar de primera mano el estado físico de Alistair, el emplumado lo observaría sacar un botiquín que usaría para atender a las heridas presentes en él, lo suficiente para que su cuerpo pudiera empezar su recuperación y descansar del daño que había sustentado. Cuando llegara a casa, seguro se tomaría una sarta de analgésicos; su cuerpo se sentía pesado y a la vez ligero, además de manifestar una sensación que imitaba a un millar de agujas recorriendo los grupos musculares que habían sido comprometidos. Un día normal en la vida de un revolucionario; eran heridas que tomaría con orgullo. Y con una incomodidad infernal cada vez que estornudara, pero con orgullo de todas formas.

A ese punto, había mas vendaje cubriéndolo que cuerpo, algo que no fue capaz de notar por no contar con ninguna reflección para señalárselo. Seguro que habría soltado una buena carcajada si se hubiera visto en ese momento. — Descuida, creo que... — Pausó un momento, moviendo lentamente cada parte grande móvil de su cuerpo una a la vez, verificando si alguna reaccionaba de mala manera al movimiento. Culminó en el Lunarian levantándose de la pila de madera que había resultado del choque, aparentemente sin ningún problema. Esperaba que así fuera, y no se tratara de un subidón de adrenalina engañando a su sistema nervioso. — ... Me siento bien dentro de lo que cabe, así que me gustaría pensar que no tengo nada que amerite un hospital. De todas maneras, en un rato me haré un chequeo completo para asegurarme de que estoy bien. ¡Así que todo irá bien, pase lo que pase! — No quería confesar que los martillos de Lemon por un segundo le dejaron tan aturdido como para no moverse; no por orgullo -no le molestaba admitir un buen derechazo de un aliado-, sino por no preocupar de más al hombre con el que entrenó.

Acompañado por Lemon, el Lunarian entonces haría exactamente lo dicho: Una vez tuviese un momento para sí mismo, empezaría a examinarse a sí mismo con cuidado en busca de cualquier herida irregular, quizá una fractura o perforación oculta, y se recostaría a dormir tan pronto estuviese satisfecho de no haber dado con nada. 

...

Dejando de lado los punzones que recorrían su cuerpo a momentos irregulares, ¡se sentía de maravilla! Los Lunarians siempre habían sido una raza tozuda y resistente, era muy difícil tener a uno de esos pollos genuinamente tumbado por demasiado tiempo. O al menos así era el caso de Alistair; tener tan solo una referencia fiable -él mismo- hacía en extremo difícil entender qué en él era parte de su raza y qué era de él mismo. 

Atípico de alguien que hasta hace un momento tenía dificultad para moverse, la energía desbordante del joven le hizo estar de pie temprano por la mañana, por lo que saldría a dar una vuelta por la ciudad en lo que llegaba la hora de encuentro pactada a por esas cervezas que su compañero había propuesto. ¡Lo prometido era deuda! Y nunca rechazaría una merecida bebida con un compañero de armas. 

Por lo pronto, se dirigió al lugar que Lemon quería visita, esperándolo allí en caso de que fuera el primero en llegar o saludando a su compañero a la distancia si conseguía encontrarlo a la distancia.
#13
Lemon Stone
MVP
Había escuchado que el restaurante de la esquina del hotel era bastante bueno. Vendían pescado frito, pollo frito, carne frita, camarones fritos, ¡incluso vendían agua frita! ¿Siquiera era posible? Ya sabía Lemon que no, no era ningún tonto como muchos lo pensaban. Da igual lo que vendieran, tenía pensado reventar la billetera de Plumas. Si le había regalado un par de espadas con la excusa de que había sido la Armada, se sentía un poco con el derecho de pedir lo que quisiera, como tomates fritos. Por otro lado, y debido a que sus padres eran restrictivos a la hora de elegir comidas, en su infancia nunca había podido disfrutar de las frituras como los pobres. Se debía conformar con filetes de la mejor calidad, langostas y especias rebuscadas que solo se encuentran en lugares muy específicos del Nuevo Mundo.
 
Tomó asiento en la mesa de la esquina, la que tenía vistas a la calle, y se acomodó el pañuelo para no mancharse la camisa. Le gustaban mucho las camisas blancas, de hecho, tenía unas veinticinco (así al ojo). Llamó al mesero unas tres veces, diciéndole que ya llegaría su compañero, pero a la tercera el pobre muchacho se hartó de las insistencias de Lemon y decidió no atenderle. Qué maleducado. Por consiguiente, una jovencita de corpulencia robusta y piernas cortas tomó la complicada misión de atender a Lemon. Era horrorosa, pero el revolucionario era un hombre respetuoso y para nada directo que sabía guardarse sus comentarios inapropiados.
 
-Eres bastante fea, ¿no? Mamá pagó la operación facial de una de sus trabajadoras porque no soportaba ver esa nariz tan grande que tenía. Si quieres, te dejo una buena propina y el número del cirujano. Bueno, en realidad Plumas te dejará la propina.
 
-Eres un idiota, ¿lo sabías? -respondió la muchacha, las lágrimas asomándose en sus ojos-. Soy la hija del dueño de este lugar y te pediré que…
 
-Ten -la interrumpió, dándole uno de los billetes grandes-. Para que te seques las lágrimas.
 
-¿Quién te crees que eres? ¿Acaso…?
 
-Ten otro, parece que eres de las lloronas -la volvió a interrumpir, pasándole otro billete de los grandes-. Y tráeme un poco de agua, se me seca la garganta de tanto hablar.
 
La muchacha, al ver que estaba ganando dinero fácil, decidió ignorar los insultos de su cliente y se limitó a obedecer sus órdenes.
 
Lemon vio a Plumas a la distancia y se levantó de su asiento, saludándolo escandalosamente como lo debería hacer un revolucionario. Nada de etiquetas ni normas sociales, eso para los normies. Lemon es un rebelde, alguien que va contra el sistema.
 
-¡Plumas! ¡Camarada! ¡Qué bueno verte aquí! Pensé que no ibas a llegar, pero ya veo que eres un hombre de palabra -lo saludó, la máscara imitando su sonrisa-. ¿Y bien? ¿Qué vamos a pedir?
#14


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