Hay rumores sobre…
... un algún lugar del East Blue los Revolucionarios han establecido una base de operaciones, aunque nadie la ha encontrado aun.
[Diario] [D-Pasado] Y soplaré y soplaré...
John Joestar
Jojo
2 de Primavera de 724 

Me encontraba en el Baratie, preparandome para ser atendido y acomodado en una de las mesas del restaurante; estaba hasta arriba, al parecer era algo común, y repleto de piratas, revolucionarios y marines por igual, todos ignorandose mutuamente como si no existiesen, los camareros cruzaban raudos entre mesas, tomando notas a los comensales y saliendo disparados a cocina; los gritos inundaban el ambiente, se mezclaban las ordenes a cocina y las conversaciones entre los clientes, reconozco que era un poco molesto encotnrarse alli, pero el sacrificio valia la pena, la recompensa podia ser muy grande, investigar el posible paradero del responsable del dia B, el bombardeo a mi hogar, para ser mas exactos. Cuando me atendieron mi atención se centraba en una mesa redonda, ocupada por seis hombres de gran tamaño, pero no precisamente por musculos, si no más bien por la buena vida de comidas y siestas por igual, llevaban unas ropas formales sin llegar a ser elegantes, aunque que la intención del sastre fuera crear ropa formal y elegante, las manchurrones de salsa y los lamparones de grasa no les hacian justicia, sobretodo en los cuellos de las camisas. La conversación parecia interesante, hablaban de las ``razas inferiores´´, de que algunas merecian estar extintas del planeta...francamente no habia escuchado semejante cantidad de gilipolleces por segundo desde hace muchos años.
-Pensandolo bien, me quedaré esta mesa- dije con un tono serio e intimidante, al menos fue mi intención
-Pero señor, esta mesa es de cuatro personas y usted está solo- contestó el camarero con un ligero temblor en la voz. Era un hombre joven, de mi edad aproximadamente, rubio y con una cicatriz en la frente, pequeña pero llamativa, sus ojos eran de azul claro, casi tanto como el blanco que tenian de fondo, apenas distinguibles, llevaba un esmoquin violeta oscuro con una camisa blanca, los zapatos eran marrones, no tengo muy claro si oscuros o claros, digamos que intermedio, del color puro del cuero, sin pigmentos especiales. 
-Me importa una mierda, yo soy el cliente, y yo mando- respondí mientras tomaba asiento en el sillón; me quité la gorra y la apoyé en la mesa, me recliné ligeramente hacia atrás y me dispuse a pedir la carta
-Como desee señor, ¿Le recomiendo el menú especial del Chef?-
-No, sencillamente traemelo, pero no te des mucha prisa, y traeme una cerveza mientras espero por la comida-
El camarero se limitó a asentir mientras se daba media vuelta, al menos, por un rato, no me molestaria mientras intentaba escuchar a la mesa de un poco más al fondo, la de los cerdos engrasados que deseaban la muerte de muchos seres vivos.
Según pude escuchar, se trataban de ``marines´´ de un grupo secreto, una rama submilitar, encargados de la limpieza de la sangre o algo asi; Sinceramente, se notaba a la legua que esos seis no se habian peleado con nadie en la vida, de hecho el arma más grande que han tenido nunca seria un cuchillo para mantequilla...patetico. 
Otra cosa que quedaba clara es que ni eran marines ni eran nada, solo unos farfullones poniendose las medallas que nadie les ha puesto nunca, lo más probable, es que fueran marines reclutas o del mas bajo rango, con pocas ganas de trabajar y mucho tiempo libre, de ellos, no iba a sacar nada en claro, solamente que son la prueba viviente de que en este mundo, tiene que haber de todo; puede que la proxima vez que me encuentre a unos tipos parecidos, golpee su mesa, les amenzace, y prenda el fuego a mi espalda, para poder reirme mirandoles a la cara mientras ponen ojos de corderito.
#1


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