Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Autonarrada] [Tier 2 - Alistair] Médico infiltrado.
Takahiro
La saeta verde
La mirada del anciano te hace ver que no va a necesitar tu ayuda, pero no dudó en sonreír y darte una respuesta con un tono de voz calmada.

—No te preocupes. Pero lo tendré en cuenta —dice, levantándose y abriéndote la puerta—. Aunque deberías mirar más por ti. No debes olvidar de dónde vienes y cómo funciona el mundo.

Eso que te dice puede hacerte sentir cierto desconcierto, sin embargo, también pueden ser los delirios de un anciano. Aunque puede estar en lo cierto. El sentimiento de supremacía racial por parte de los humanos que gobiernan el mundo está intrínseco en la ideología de muchas personas. Es raro ver a una persona alada, sobre todo de gran envergadura como tú.

Cuando vas camino al bosque eres capaz de escuchar un murmullo que proviene de la lejanía, aunque no distingues lo que dicen. Si continúas avanzando por el camino te toparás de frente con el joven de mirada maliciosa y los cuerpos de sus compañeros de albañilería en el suelo, desangrados y en muy mal estado.

—No servís para nada —le escuchas decir, golpeando la cabeza de otro de ellos—. Maldita escoria. Teníamos que encontrar el mapa en casa de ese anciano. Si yo caigo vosotros caéis conmigo, ¿entendéis? —Y vuelve a golpear la cabeza del hombre.

El malicioso parece que no te ha visto, así que tienes varias opciones: ir de frente e impedir que cometa un terrible crimen. Dar media vuelta y marcharte o atacar sin que te vea.

¿Qué haces joven revolucionario?
#11
Alistair
Mochuelo
El recordatorio del veterano caló profundo en su cabeza por un instante. Una realidad innegable en el mundo que vivían, una que ninguna cantidad de ruegos o idealismos cambiaría de un momento a otro. Era cierto que el mundo no era justo, que funcionaba favoreciendo a los humanos mientras que el resto de las razas -en especial las que se consideraban más exóticas- acababan por debajo o con un cepo en el cuello. Era un orden cruel, injusto e implacable.

Pero aun así, la única gesticulación que hubo en el rostro del Lunarian fue la de una sonrisa, una mueca que esta vez bordaba lo desafiante. De sus labios no escapó palabra alguna, no porque no quisiera decirle nada de vuelta al hombre, sino porque no tenía necesidad de convertir esos pensamientos en palabras más de lo que necesitaba convertirlos en acciones. "Por eso peleo todos los días. Para desmontar el mundo y rearmarlo como un lugar mejor". Un lugar donde ninguna característica diferente a la de un humano fuese suficiente para cohibirlo de llegar a lo mas alto en lo que sea que quisiera desempeñarse. Un sueño que, incluso si sonaba a primeras como los idealismos de un soñador, sabía que podía conseguir si empleaba la suficiente paciencia y dedicación. 

Su caminar hacia el bosque se detuvo en el momento que un pequeño zumbido, pronto convertido en murmullos distantes, llegó a sus oídos y le hizo reaccionar al momento. Retrocedió intentando no hacer ruido alguno, colocándose detrás del primer obstáculo que pudo encontrar: Un árbol de tronco generosamente grueso, suficiente para esconder la figura del chico siempre que recordara plegar las alas lo más cerca a su cuerpo que podía. Y justamente hizo eso, intentando no revelar su posición en caso de que se tratara de algún equipo de seguridad; tenía por seguro que se quedarían con su cara si le encontraban vagando por el sitio. Así, empezó a avanzar poco a poco cambiando constantemente de cobertura, procurando evitar cualquier cosa que pudiera delatar su presencia en el lugar como partir ramas con sus pasos.

La escena que le dio la bienvenida fue una desagradable, sangrienta. Violenta, y con los invitados más inesperados así como recurrentes del día. El hombre que había visto por la ventana, junto al equipo de albañilería habían... ¿Qué exactamente había pasado? ¿Una pelea entre ellos? Lo único que tenía claro de la escena es que los albañiles habían recibido una paliza mayor, y la resolución de la situación sería pésima si no intervenía ahora mismo. 

Aunque sabía que sería mas efectivo aguardar un segundo en busca de armas ocultas que el hombre pudiera llevar -el cuchillo militar que había exhibido antes en público, por ejemplo-, esperar ponía en potencial riesgo a los hombres que ya se encontraban lo suficientemente malheridos. Y por las líneas de diálogo que llevaba la conversación, no era para nada difícil asumir lo peor: Prefería lidiar con el cuchillo u otro artefacto problemático en un cuerpo a cuerpo que sacarlo del pecho de uno de los albañiles. 

Se abalanzó sobre el hombre sin pensarlo dos veces. Su intención era cortar cualquier posibilidad de acción que el hombre malintencionado pudiera realizar para herir todavía mas a los que para ese momento eran cuerpos ensangrentados. Desenvainó su katana conforme avanzaba para, cuando finalmente cerrara la distancia hasta el rango efectivo de su arma, golpear su costado con fuerza utilizando el reverso de la hoja en vez del filo, provocando un golpe contundente en vez de uno cortante y crear una distancia de 6 metros entre el grupo derribado y él. 

Rompecoraza
con101
CONTUNDENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
14/10/2024
17
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Dando un firme paso en el que el usuario buscará generar toda la potencia de impulso y una cierta inercia con la que golpeara con su arma sin compasión a su objetivo causando un [Empuje] de 5 metros.
Golpe Básico + [FUEx2] de [Daño contundente]


Su prioridad ahora mismo era mantener a los otros con vida, la poca que les quedara. Colocó su katana en frente de él, completamente vertical apuntando hacia arriba y con ligera inclinación hacia el frente, una postura defensiva de manual.

¿Alguno de ustedes está en condiciones de hablar o de caminar? — Preguntó mientras observó de reojo en varios lapsos de tiempo reducidos, procurando mantener entre su campo de visión al agresor la mayor cantidad de tiempo que le fuera posible. No podía permitirse quitarle la mirada de encima, por su seguridad y la de sus hombres malheridos. 

Debía despachar al líder pronto y revisar la condición de los otros, o podía perder a alguno en ese mismo bosque. Sus vidas estaban primero; ya podía encargarse de pensar cómo sacarles información de una manera u otra una vez estuvieran estables.

Resumen
#12
Takahiro
La saeta verde
El sujeto de ojos maliciosos ni tan siquiera se molesta en defenderse, clava sus ojos sobre los tuyos y parece tener dibujada una extraña sonrisa. Si te fijas bien su rostro es bastante extraño, como si no fuera real. Notas que algo extraño ha ocurrido, te lo dice tu instinto, pero no sabes el qué. Sin embargo, logras embestir con fuerza contra aquel sujeto, logrando escuchar un extraño crujido que no es normal que provenga de una persona, era similar a un trozo de madera antiguo y quebradizo que ha sido pisado con fuerza. Entonces, astillas por todas partes, mientras que el cuerpo sale despedido mucho más de seis metros.

Si te acercas a comprobar que ha ocurrido no sabrías decirlo, pero ves que estás frente a un muñeco de madera con un pequeño motor dentro que parece mover levemente sus brazos y piernas, algo así como un juguete extraño. No parece que vaya a moverse. ¿Qué diantres ha pasado?

Si te diriges hacia los hombres que están en el suelo, todos están completamente inconscientes y con bastantes daños físicos. Pero estan vivos. Nada reseñable con ellos. Te fijas que uno de ellos tiene una especie de tarjeta en la mano, con una inicial y un extraño logo. ¿De qué será? Si la coges puedes quedártela o dejarla por ahí tirada. 

Tarjeta

Sin embargo, lo que verdaderamente podría llamarte la atención es que escuchas un silbido extraño, como si algo muy pequeño y rápido hubiera pasado muy cerca de ti. Tras ocurrir eso, contemplas como en los cuellos de los dos hombres empiezan a emerger unas extrañas ronchas con una tonalidad violacea bastante extraña. Si haces por observar mejor los cuellos, observarás que hay dos agujas muy finas clavadas en ellos. Eres consciente de que si alguien quisiera haberte matado, quizá lo podría haber hecho. Sin embargo, una extraña calma envuelve el lugar.




Bien Alistair, aquí acaba tu aventura. Puedes narrar lo que quieras para enlazarlo con tu MT o cerrar el tema como mejor te plazca. Realmente ha sido un placer narrarte esta aventura, y espero que tambén te haya gustado la forma en la que lo he hecho. Sin embargo, me gustaría que me dijeras que mejorarías de mis narraciones por privado de cara a seguir mejorando.
#13
Alistair
Mochuelo
Todo era inusual desde el momento en que inició el ataque. La extraña expresión en su rostro que daba mal rollo sin importar desde qué ángulo lo abordara, su falta de reacción ante el Lunarian aproximándose hacia él con su arma desenfundada y finalmente, la sensación que se transmitió del cuerpo del hombre hasta su katana.

Crack.

Un crujido pasó primero a sus manos, luego a sus oídos, y finalmente llegó a su vista. ¿Estaba pegándole a un pedazo de madera? Exceptuando por la difícilmente perceptible diferencia de que ésta estaba claramente mas refinada que las usadas en sus prácticas con la katana, la sensación era marginalmente idéntica. Pero, ¿como era eso posible? Juraba que no se había equivocado, y que el lado romo de su katana había conectado con fuerza en el hombre, y aun así no sintió el contacto con tela, carne o tan siquiera hueso. Su ceño se frunció al instante, desconfiando de sus propios sentidos. Por un momento perdió completamente el hilo de los eventos en curso.

Había golpeado algo que distaba de lo humano, lo cual solo abría mas preguntas que respuestas.

Tan pronto el cuerpo salió despedido, Alistair levantó la mano en frente de su rostro para protegerlo de las astillas que habrían salido despedidas en el instante que su arma conectó con el... "objeto", intentando proteger principalmente sus ojos de que alguno de estos proyectiles errantes se clavara y acabara siendo un problema mayor. Incluso podía lidiar con astillas en las manos, suponiendo que tuvieran la fuerza para atravesar la fuerte piel del Lunarian. 

Confusión aparte, una vez el cuerpo que parecía humano dejó de rodar, se aproximó a él en busca de respuestas; la curiosidad le superaba, y en una de contadas ocasiones, priorizó responderlas por encima de las personas malheridas. Sentía que necesitaba saber lo que estaba sucediendo, arrojar luz en tan enrevesados acontecimientos que iniciaron con una simple cacería de rumores. 

Se aproximó al supuesto cuerpo y lo examinó de cerca, evitando tocarlo en todo momento. Su apariencia, esa sensación, incluso el aroma a pino húmedo que despedía -para algo tenía que servirle esa nariz mejorada-... Era un muñeco de madera en cada definición de la palabra. ¿Qué narices estaba pasando? Hasta hace momentos atrás, juraba que el hombre era de carne y hueso, y nada más ni nada menos que eso. Si tan solo le hubiese pillado un poco más con la guardia baja, estaba seguro que le dolería la cabeza de tan extraño giro de los acontecimientos. Alistair incluso intentó picarlo con la punta de la katana, en espera de que el extraño artefacto moviera alguna de sus artificiales extremidades. Nada. Era una maquinación simple en concepto, impulsada con un motor pero claramente  fabricada por manos capaces; incluso la versión mas rudimentaria y cruda de un autómata era una rareza sorprendente de ver en este mar. 

Ya se encargaría de unir las piezas del rompecabezas, pero por ahora, otra emergencia exigía su atención: Los hombres malheridos. Dejando de lado el muñeco, se acercaría a los hombres para examinarlos nuevamente, tal que pudiera asegurarse de su estado. Nada mayor, estaban magullados por cada sitio que los ojos pudieran recorrer pero no corrían peligro de muerte de momento. Un alivio, teniendo en cuenta que la gravedad de las heridas se veía mucho peor de lo que en realidad eran.

Un suspiro se le escapó, aliviado. Al menos hasta que escuchó un silbido extraño llegar hasta su oído, provocando que instintivamente se girara a ver a su espalda, pensando que el fugaz combate aún no finalizaba, encontrándose solo con la soledad del bosque y el sonido del viento moviendo las hojas. Parpadeó, completamente extrañado. — ¿Qué ha sido...? — Se giró nuevamente hacia los hombres, ahora observando la aparición de ronchas en sus cuellos y un brillo inusual cerca de la zona, pronto revelándose como unas finas agujas clavadas firmemente en la piel. Las cosas habían ido para peor; no tenía idea de qué les estaba ocurriendo. Incluso con la calma del sitio, sus sentidos se rehusaban a bajar la guardia. 

En las manos de los hombres, además, encontraría una especie de tarjeta cuya imagen desconocía completamente, y que solo ahondaba más el misterio. La tomaría y guardaría en uno de los bolsillos de su pantalón, dispuesto a investigar más a futuro. Por lo pronto, cargaría con dificultad a los dos hombres malheridos hasta las instalaciones médicas mas cercanas -procurando no agitarlos demasiado por su bienestar-, y cuando estuvieran en una condición mas estable, intentaría preguntar al personal si tenía algún detalle sobre la extraña aflicción, o a los propios trabajadores si sabían algo al respecto. Con suerte, sus conocimientos como médico le permitirían colaborar para mejorar la recuperación de los civiles, y además le darían una puja con el personal para sonsacar los rumores que buscaba en primer lugar. 

Pero de eso se preocuparía después. Por lo pronto: Asegurarse de que nadie la palmaría, o al menos hacer todo lo posible para ello. Los rumores podían esperar un día más.
#14
Moderador Yamato
Oden
Hola, aquí tenéis vuestras recompensas:

¡RECOMPENSAS POR T2 ENTREGADAS!


Alistair:
  • Berries: 205.000B + 1.000.000B -> 1.205.000B.
  • Experiencia: 1163,00 EXP + 60 EXP -> 1223,00 EXP.
  • Nikas: 5 + 10 -> 15 NIKAS.
  • Reputación: 23 + 20 Reputación Positiva -> 43 Reputación.

Takahiro (Narrador)
  • Berries: 11.650.000B + 500.000B -> 12.150.000BB.
  • Experiencia: 3592,97 EXP + 60 EXP -> 3652,97 EXP.
  • Nikas: 13 + 12 -> 25 NIKAS.
  • Cofre Gigante.
#15


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