Sparrow D. Cynthia
Spirit Blossom
12-10-2024, 01:51 AM
Cynthia miraba hacia el horizonte, donde las olas del mar susurraban canticos marinos trayendo consigo la fresca brisa marina que venia con un ligero aroma a sal. Con su uniforme de la Marina bien ajustado, se sentía algo incomoda porque no era precisamente la ropa que más le gustara tener la verdad, pero debía estar preparada para cualquier imprevisto. Era una tarde nublada, y la sombra del antiguo faro destruido se alzaba como un recordatorio de la reciente batalla que había tenido lugar en esas aguas.
Su superior le había ordenado la patrulla en la zona del faro destruido, y Cynthia sabía que había que estar atenta. Había oído rumores de que algunos piratas habían logrado sobrevivir al enfrentamiento. Con esa misión en mente, comenzó su recorrido por las rocas y los escombros, manteniéndose alerta a cualquier movimiento sospechoso. Mientras caminaba, sus pensamientos eran interrumpidos por el sonido del viento que movía los restos de madera y metal esparcidos. Un parpadeo en la distancia le llamó la atención. Sus sentidos de mink se agudizaron, identificando rápidamente sonidos provenientes de esas ruinas. Sigilosamente, se acercó a observar la escena. Allí, detrás de un trozo de casco destrozado, cuatro figuras se agachaban y cuchicheaban, con la desesperación de quienes intentan ocultarse para sobrevivir.
Cynthia reconoció en los andrajos que os sujetos llevaban por ropa, los insignias de la tripulación que había derrotado, los veganos. Sus instintos le decían que debía actuar con rapidez. Con un movimiento suave de su dedo, una luz se formo en el extremo de este concentrándose en la punta de su uña. Para salir de entre las sombras y apuntar a los forajidos - ¡Salgan con las manos en alto! No os haré daño si se entregan - Gritó, su voz resonando por el desierto de ruinas.
Los piratas se miraron entre sí con miedo y estaban a punto de responder cuando Cynthia, con un movimiento elegante, liberó un rayo de luz que iluminó la oscuridad y deslumbró a dos de ellos. Una viajera de antaño diría que la luz era la espada del justicia. En segundos, dos de los tres piratas cayeron al suelo incapaces de ver, pero uno logro escabullirse de la luz cegadora, pero Cynthia estaba lista. Con saltos ágiles que recordaban el movimiento animal de su raza, dio un giro y se posicionó frente a los supervivientes restantes.
- No puedo creer que aún estén aquí - Dijo con desdén, observando cómo el único en pie de ellos avanzaba, empuñando una espada. Era más viejo que los demás, intentó su suerte corriendo en dirección contraria, pero Cynthia, rápido como un destello, se puso en medio de su camino - ¡Es inútil huir! No tienen escapatoria - Las palabras de Cynthia, firmes y decididas, resonaron en el aire. Con un giro de muñeca, desató un látigo radiante que envolvió al pirata con su espada.
El hombre, paralizado por la luz, fue incapaz de moverse. A su alrededor, el brillo cálido de la luz de Cynthia crecía hasta convertirse en un resplandor casi cegador. Después de unos breves segundos que parecieron una eternidad, el último pirata quedó rendido y cayó de rodillas.
Con destreza, se acercó a las figuras cegadas en el suelo. Los dos que había deslumbrado intentaron levantarse, pero se dieron cuenta de que su resistencia era en vano. Los ojos de Cynthia brillaban con satisfacción mientras revisaba a los piratas. Así ceñidos, eran solo sombras de lo que habían sido en la batalla. Eran dolorosamente humanos, al igual que los que se dedicaban a la piratería. Y los ato a todos con n lazo de luz.
- ¿Tienen algo que decir antes de que los lleve a la base? - Preguntó, moviendo el tono entre el profesionalismo y un ligero sarcasmo. Los piratas intercambiaron miradas nerviosas, sintiendo que no había forma de escapar de la Marina que se cernía sobre ellos - No hay necesidad - Dijo el de mayor edad, levantando la voz en un intento de apelar a la racionalidad - Solo queríamos sobrevivir, no queríamos dañar a nadie. Después de la batalla, hubo caos y... - La soldado Sparrow no dudo ni un segundo en responder - Y eso no justifica su elección de convertirse en piratas y no borra los crimenes cometidos - Cynthia lo interrumpió con firmeza - Ya no tienen que tener miedo. Esta vez, sólo serán prisioneros, el cuartel no es tan malo como parece.
Mientras avanzaba, tiraba del látigo para llevárselos. Llevando a cabo aquella tarea, sus pensamientos navegaron hacia el futuro. La batalla en el faro había dejado una marca no solo física, sino emocional en quienes vivían en esa región del mar. Ahora, los sobrevivientes tendrían otra oportunidad de reconocer el valor de una vida en paz, alejada del mar de violencia y ruinas.
Al llegar al cuartel, con los piratas bajo su custodia, una mezcla de sentimientos la acompañaban. Y aunque dejaría a esos hombres entre rejas, había en ella un compromiso, y era que tuvieran un juicio justo, tal vez sus crímenes no ameritaban una condena muy larga.
Su superior le había ordenado la patrulla en la zona del faro destruido, y Cynthia sabía que había que estar atenta. Había oído rumores de que algunos piratas habían logrado sobrevivir al enfrentamiento. Con esa misión en mente, comenzó su recorrido por las rocas y los escombros, manteniéndose alerta a cualquier movimiento sospechoso. Mientras caminaba, sus pensamientos eran interrumpidos por el sonido del viento que movía los restos de madera y metal esparcidos. Un parpadeo en la distancia le llamó la atención. Sus sentidos de mink se agudizaron, identificando rápidamente sonidos provenientes de esas ruinas. Sigilosamente, se acercó a observar la escena. Allí, detrás de un trozo de casco destrozado, cuatro figuras se agachaban y cuchicheaban, con la desesperación de quienes intentan ocultarse para sobrevivir.
Cynthia reconoció en los andrajos que os sujetos llevaban por ropa, los insignias de la tripulación que había derrotado, los veganos. Sus instintos le decían que debía actuar con rapidez. Con un movimiento suave de su dedo, una luz se formo en el extremo de este concentrándose en la punta de su uña. Para salir de entre las sombras y apuntar a los forajidos - ¡Salgan con las manos en alto! No os haré daño si se entregan - Gritó, su voz resonando por el desierto de ruinas.
Los piratas se miraron entre sí con miedo y estaban a punto de responder cuando Cynthia, con un movimiento elegante, liberó un rayo de luz que iluminó la oscuridad y deslumbró a dos de ellos. Una viajera de antaño diría que la luz era la espada del justicia. En segundos, dos de los tres piratas cayeron al suelo incapaces de ver, pero uno logro escabullirse de la luz cegadora, pero Cynthia estaba lista. Con saltos ágiles que recordaban el movimiento animal de su raza, dio un giro y se posicionó frente a los supervivientes restantes.
- No puedo creer que aún estén aquí - Dijo con desdén, observando cómo el único en pie de ellos avanzaba, empuñando una espada. Era más viejo que los demás, intentó su suerte corriendo en dirección contraria, pero Cynthia, rápido como un destello, se puso en medio de su camino - ¡Es inútil huir! No tienen escapatoria - Las palabras de Cynthia, firmes y decididas, resonaron en el aire. Con un giro de muñeca, desató un látigo radiante que envolvió al pirata con su espada.
El hombre, paralizado por la luz, fue incapaz de moverse. A su alrededor, el brillo cálido de la luz de Cynthia crecía hasta convertirse en un resplandor casi cegador. Después de unos breves segundos que parecieron una eternidad, el último pirata quedó rendido y cayó de rodillas.
Con destreza, se acercó a las figuras cegadas en el suelo. Los dos que había deslumbrado intentaron levantarse, pero se dieron cuenta de que su resistencia era en vano. Los ojos de Cynthia brillaban con satisfacción mientras revisaba a los piratas. Así ceñidos, eran solo sombras de lo que habían sido en la batalla. Eran dolorosamente humanos, al igual que los que se dedicaban a la piratería. Y los ato a todos con n lazo de luz.
- ¿Tienen algo que decir antes de que los lleve a la base? - Preguntó, moviendo el tono entre el profesionalismo y un ligero sarcasmo. Los piratas intercambiaron miradas nerviosas, sintiendo que no había forma de escapar de la Marina que se cernía sobre ellos - No hay necesidad - Dijo el de mayor edad, levantando la voz en un intento de apelar a la racionalidad - Solo queríamos sobrevivir, no queríamos dañar a nadie. Después de la batalla, hubo caos y... - La soldado Sparrow no dudo ni un segundo en responder - Y eso no justifica su elección de convertirse en piratas y no borra los crimenes cometidos - Cynthia lo interrumpió con firmeza - Ya no tienen que tener miedo. Esta vez, sólo serán prisioneros, el cuartel no es tan malo como parece.
Mientras avanzaba, tiraba del látigo para llevárselos. Llevando a cabo aquella tarea, sus pensamientos navegaron hacia el futuro. La batalla en el faro había dejado una marca no solo física, sino emocional en quienes vivían en esa región del mar. Ahora, los sobrevivientes tendrían otra oportunidad de reconocer el valor de una vida en paz, alejada del mar de violencia y ruinas.
Al llegar al cuartel, con los piratas bajo su custodia, una mezcla de sentimientos la acompañaban. Y aunque dejaría a esos hombres entre rejas, había en ella un compromiso, y era que tuvieran un juicio justo, tal vez sus crímenes no ameritaban una condena muy larga.