John Joestar
Jojo
06-11-2024, 03:19 AM
76 de Primavera de 724
Era un dia...malo, malisimo, horrible...una lluvia torrencial habia empezado a caer cuando salí del hostal, como no tenia paragüas, usé mis propias alas para taparme lo más que pudiera. Me dispuse a caminar hacia una tiendecita del norte, donde me habian recomendado comprar un par de productos lacteos cojonudos, de la maxima calidad y un precio muy muy competitivo. Saqué mi cuaderno de notas de mi bolsillo y lo abrí por la última página que habia escrito y empecé a revisar los apuntes.
Caminaba tranquilamente por la calle, vi un par de piratas intentando ligarse a una mujer apostada cerca de una taberna mientras fumaba, pero lo gracioso es que esa mujer iba a cobrarles un buen dineral por estar con ellos, lo cierto es que no eran muy avispados.
La plazoleta donde se encontraba la tienda no estaba mucho mas lejos de mi posición, pero me quedé observando la pelea entre dos borrachos; sinceramente no era el espectaculo del año, pero era divertidoobservar al decadencia de dos hombres, antaño posibles buenos hombres, marchitados por el acohol y las malas experiencias.
-Dame...mi !Hip¡, mi mula, hip, cachooggh cabrón- he de decir que es lo poco que pude entenderles, el resto eran balbuceos, gritos sin vocalizar y...palabras inteligibles, pero lo divertido era ver como lanzaban puñetazos y patadas pateticamente al aire, sin sentido, lo que llevó a más de una caida al suelo de ambos hombres. Preferí no darle más vueltas y continué mi camino hacia mi objetivo, seguí revisando mis notas mientras caminaba, sin darle importancia a mi alrededor.
Tras unos minutos de paseo, llegué a la plazoleta y busqué con la mirada, no habia nadie, todos los locales estaban cerrados, aunque se veia alguna luz dentro. Mi intuición empezaba a despertarse a indicar que algo iba mal, allí ocurria algo.
-UN LUNARIAN DAMAS Y CABALLEROS, UNO DE ESOS PAJARRACOS EN MIIIII TERRITORIO- gritó alguien desde las sombras de un porche, un hombre de unos dos metros salió por sorpresa, llevaba una casaca y un largo chaquetón, hasta el suelo, de color negro mate, con adornos de oro y plata desde el cuello hasta los bajos, llevaba unos pantalones anchos azul marinos y unas botas altas, casi le llegaban a la rodilla. Detrás de él salieron un grupo de personas riendo y aplaudiendo, parecian...¿fans? o algo del estilo.
-Si señor, Lunarian, pero solo vengo a comprar un par de cosas y me voy, si me disculpais- dijé mientras me recolocaba la gorra.
-Nooo no no no no no no, perdonanos tu a nosotros, porque me temo, que no vas a salir de aqui...comod ecirlo, por las buenas. VAS A LUCHAR CONMIGO, EL GRAN LORENZO DE ENTRERRIOS, LUCHADOR PROFESIONAL Y FUTURO GOBERNADOR DEL MUNDO- Se lo que pensais, este tio era un payaso.
-Eres consciente de que podria salir volando de aqui en este instante, ¿Verdad?-
-Oh, claro que si, pero se da la casualidad que aqui, mi compadre, te pegará un tiro entre los ojos si lo intentas. Venga coño, una peleilla rapida, seguro que puedo dejarte KO en pocos segundos-
-Mira, solo venia a comprar pero, eso me suena a reto, y me encantan los retos, asi que venga, porque no, pero rapidito, no tengo tiempo que perder.
El hombre se quitó el chaquetón y se lo ofreció a una de las mujeres que allí estaban, se abrochó la casaca y se la arremangó hasta el codo; por mi parte, me quité la chaqueta y la apoyé en un banco cercano, encima de este dejé mi gorra y guarde en el bolsillo el block de notas que llevaba en la mano. Lorenzo se crujió los nudillos y se puso en posición de combate, era una posición firme y profesional, ese tio no mentia en eso, parecia ser un luchador de artes marciales, al menos de momento. Yo hice lo propio, me estiré la camiseta y, para amedrentar al contrario, cubrí mis brazos de Haki, suspiré mientras miraba hacia abajo, y me lancé raudo hacia Lorenzo. Este tio llevaba mucho sin enfrentarse a nadie, o le habian dado muchas palizas, o era un fanfarrón más del montón, seguramente lo segundo. El tio no esquivó mi primer puñetazo a la mandibula, escuché un crujido al impactar, seguramente le habia roto el hueso, al menos lo habia fracturado; se desestabilizó, su postura firme se habia roto, y el grito de dolor fue ahogado, la boca de Lorenzo habia quedado colgando, si la movia seguramente notaria un dolor terrible. Se agarró la boca con ambas manos, y mientras lo hacia, le golpeé en el pecho con otra fuerte descarga, y esta vez, le mandé al suelo directamente, sus ojos se pusieron blancos y solo lograba escucharse un ligero murmullo de agonia.
-Pero, ¿Quien cojones eres?- preguntó uno de los miembros del grupo que, boquiabiertos, observaban el espectaculo.
-Me llamo John Joestar, no lo olvideis, ahora, si me disculpais, me retiro, tengo cosas que hacer-
Como habia observado que la tienda estaba cerrada, supuse que ese lugar llevaba un tiempo con la persiana bajada, asi que no perdí más el tiempo, cogí mis cosas, empapadas ahora por la lluvia que todavia seguia cayendo, y me marché volando del lugar, camino a una taberna donde secar mi ropa y tomar un cuenco de sopa caliente.
Era un dia...malo, malisimo, horrible...una lluvia torrencial habia empezado a caer cuando salí del hostal, como no tenia paragüas, usé mis propias alas para taparme lo más que pudiera. Me dispuse a caminar hacia una tiendecita del norte, donde me habian recomendado comprar un par de productos lacteos cojonudos, de la maxima calidad y un precio muy muy competitivo. Saqué mi cuaderno de notas de mi bolsillo y lo abrí por la última página que habia escrito y empecé a revisar los apuntes.
Caminaba tranquilamente por la calle, vi un par de piratas intentando ligarse a una mujer apostada cerca de una taberna mientras fumaba, pero lo gracioso es que esa mujer iba a cobrarles un buen dineral por estar con ellos, lo cierto es que no eran muy avispados.
La plazoleta donde se encontraba la tienda no estaba mucho mas lejos de mi posición, pero me quedé observando la pelea entre dos borrachos; sinceramente no era el espectaculo del año, pero era divertidoobservar al decadencia de dos hombres, antaño posibles buenos hombres, marchitados por el acohol y las malas experiencias.
-Dame...mi !Hip¡, mi mula, hip, cachooggh cabrón- he de decir que es lo poco que pude entenderles, el resto eran balbuceos, gritos sin vocalizar y...palabras inteligibles, pero lo divertido era ver como lanzaban puñetazos y patadas pateticamente al aire, sin sentido, lo que llevó a más de una caida al suelo de ambos hombres. Preferí no darle más vueltas y continué mi camino hacia mi objetivo, seguí revisando mis notas mientras caminaba, sin darle importancia a mi alrededor.
Tras unos minutos de paseo, llegué a la plazoleta y busqué con la mirada, no habia nadie, todos los locales estaban cerrados, aunque se veia alguna luz dentro. Mi intuición empezaba a despertarse a indicar que algo iba mal, allí ocurria algo.
-UN LUNARIAN DAMAS Y CABALLEROS, UNO DE ESOS PAJARRACOS EN MIIIII TERRITORIO- gritó alguien desde las sombras de un porche, un hombre de unos dos metros salió por sorpresa, llevaba una casaca y un largo chaquetón, hasta el suelo, de color negro mate, con adornos de oro y plata desde el cuello hasta los bajos, llevaba unos pantalones anchos azul marinos y unas botas altas, casi le llegaban a la rodilla. Detrás de él salieron un grupo de personas riendo y aplaudiendo, parecian...¿fans? o algo del estilo.
-Si señor, Lunarian, pero solo vengo a comprar un par de cosas y me voy, si me disculpais- dijé mientras me recolocaba la gorra.
-Nooo no no no no no no, perdonanos tu a nosotros, porque me temo, que no vas a salir de aqui...comod ecirlo, por las buenas. VAS A LUCHAR CONMIGO, EL GRAN LORENZO DE ENTRERRIOS, LUCHADOR PROFESIONAL Y FUTURO GOBERNADOR DEL MUNDO- Se lo que pensais, este tio era un payaso.
-Eres consciente de que podria salir volando de aqui en este instante, ¿Verdad?-
-Oh, claro que si, pero se da la casualidad que aqui, mi compadre, te pegará un tiro entre los ojos si lo intentas. Venga coño, una peleilla rapida, seguro que puedo dejarte KO en pocos segundos-
-Mira, solo venia a comprar pero, eso me suena a reto, y me encantan los retos, asi que venga, porque no, pero rapidito, no tengo tiempo que perder.
El hombre se quitó el chaquetón y se lo ofreció a una de las mujeres que allí estaban, se abrochó la casaca y se la arremangó hasta el codo; por mi parte, me quité la chaqueta y la apoyé en un banco cercano, encima de este dejé mi gorra y guarde en el bolsillo el block de notas que llevaba en la mano. Lorenzo se crujió los nudillos y se puso en posición de combate, era una posición firme y profesional, ese tio no mentia en eso, parecia ser un luchador de artes marciales, al menos de momento. Yo hice lo propio, me estiré la camiseta y, para amedrentar al contrario, cubrí mis brazos de Haki, suspiré mientras miraba hacia abajo, y me lancé raudo hacia Lorenzo. Este tio llevaba mucho sin enfrentarse a nadie, o le habian dado muchas palizas, o era un fanfarrón más del montón, seguramente lo segundo. El tio no esquivó mi primer puñetazo a la mandibula, escuché un crujido al impactar, seguramente le habia roto el hueso, al menos lo habia fracturado; se desestabilizó, su postura firme se habia roto, y el grito de dolor fue ahogado, la boca de Lorenzo habia quedado colgando, si la movia seguramente notaria un dolor terrible. Se agarró la boca con ambas manos, y mientras lo hacia, le golpeé en el pecho con otra fuerte descarga, y esta vez, le mandé al suelo directamente, sus ojos se pusieron blancos y solo lograba escucharse un ligero murmullo de agonia.
-Pero, ¿Quien cojones eres?- preguntó uno de los miembros del grupo que, boquiabiertos, observaban el espectaculo.
-Me llamo John Joestar, no lo olvideis, ahora, si me disculpais, me retiro, tengo cosas que hacer-
Como habia observado que la tienda estaba cerrada, supuse que ese lugar llevaba un tiempo con la persiana bajada, asi que no perdí más el tiempo, cogí mis cosas, empapadas ahora por la lluvia que todavia seguia cayendo, y me marché volando del lugar, camino a una taberna donde secar mi ropa y tomar un cuenco de sopa caliente.
