Hay rumores sobre…
... una isla que aparece y desaparece en el horizonte, muchos la han intentado buscar atraídos por rumores y mitos sobre riquezas ocultas en ella, pero nunca nadie ha estado en ella, o ha vuelto para contarlo...
[Autonarrada] [A - T1] La Sombra del Gobierno
William Hardgore
Agente Hardgore
Verano del Año 724
Día 38
Como miembro del CP2 ya no era un simple recluta de la agencia. Ahora, mi labor era una más seria y de la cual se esperaba un gran rendimiento por mi parte. Aquel día, en mi caminata y lectura matutina por las instalaciones del G-39, me topé con una conversación rara e intrigante que provenía del cuarto de comunicaciones de Den Den Mushi. Al acercarme un poco solo pude escuchar el final de sicha conversación, en la cual se hablaba de ser cauto con los agentes del gobierno alrededor.
 
Aquello era suficiente información para mi, pues era verdad que algo muchos marines no les caía bien tenernos a sus espaldas, pero mi rango me exigían el no dejaría pasar cosas así por muy insignificantes que puedan lucir. Justo antes de que aquél marine pudiera colgar la llamada ya yo había retomado mi caminata por aquél pasillo. Una vez en una esquina perpendicular al pasillo dónde se encontraba el cuarto de comunicaciones, esperé a que aquél marine saliera de allí.
 
Una vez vi que este tomase su rumbo fuera de aquél cuarto le seguí con total cautela. Luego de unos minutos de darle a los pies este marine frenó de repente en una esquina del cuartel, donde no había ni un solo alma, a lo que yo respondí ocultándome en una esquina en el otro extremo. Aquél marine miró hacia atrás, asegurándose de no haber sido seguido por nadie.
 
Una vez este estuviese seguro de ello, tocó unas cuantas veces en la parte superior de una gran caja, parecía una especie de código. Luego de unos segundos la caja se abre, revelando que había un hombre dentro de aquella caja. "Esto si que es nuevo" Pensé, pues como diría la gente, lo encontraba algo gracioso. Luego de que estos se dijeran un par de cosas el marine le dió al sujeto un papel doblado.
 
Aquello sería suficiente prueba para arrestar a aquellos dos, por lo que debía de apurarme. Salí de aquella esquina y corrí hacia ellos a toda velocidad. Ya solo quedaban dos metros entre nosotros cuando estos recién pudieron girar la mirada. — ¡¿Pero que?! — Esto fue lo último que pudo decir aquél marine antes de ser lanzado unos cuatro metros hacia atrás por un poderoso puñetazo.
 
El otro sujeto, intentando librarse de mi sacado un cuchillo, con el que intentó apuñalarme. Al ver aquél cuchillo venir, pude esquivarlo con algo de dificultad, respondiendo con otro poderoso puñetazo en la cara del tipo en la caja. Este parecía haber caído inconsciente, pero el primero de ellos ya se había levantado y buscaba conectarme un jab. Ante esto, subí mi guardia, quedando en posición defensiva. Gracias a esto, su ataque básicamente no hico nada.
 
Luego de bloquear aquél último ataque, decidí terminar aquél combate con una combinación de dos golpes, uno en su plexo solar y el otro en su nuez de adán, incapacitando al marine. Luego de alegrarme de que ninguno de los dos tuviese las fuerzas para seguir tomé aquél papel doblado que estos se habían intercambiado. Para el bien de mis sospechas, se trataba de un intento de filtración de información, pero no de la marina, si no que del Gobierno Mundial.
 
Aquello le agradaría a mis superiores, por lo que me guardé aquél papel y tomé a aquellos dos tipos por la parte tracera de sus camisas, arrastrandolos por los pasillos del cuartel. Una vez los entregué al encargado de la prisión del cuartel me dirigí a la oficina de mi superior, tanto para justificar el arresto como para darle aquella piesa de información.
 
Ya en la oficina de mi superior, el agente Rodri, este me invitó a sentarme. Una vez ambos estuviéramos seguros de que no había nadie escuchando proseguimos con el tema de importancia. — ¿Y? ¿Que me traes? Si atacaste y llevaste a prisión a dos marines fue por algo importante — Ante esto yo solo proseguí a sacara aquél papel de mi saco. No lo había leído aún, pero la cara y sonrisa del superior Rodri lo decía todo — Buen trabajo agente Hardgore, siga así — .
 
"Sin lugar a dudas el Gobierno quiere tener a esta base gobernada con puño de hierro" Pensé, pues las pruebas eran algo obvias. Tras aquél día de acción y encarcelamientos me dirigí a mi dormitorio, donde empezaría a escribir unas cartas en respuesta a las que había recibido, pues se trataba de un agradecimiento por tan importante información. Luego de unos minutos de escritura decidí hacer lo que más amaba hacer desde mi adolescencia, leer aquél oscuro libro perteneciente a la familia Hardgore.
Los días pasaban y los trabajos para el gobierno se hacían cada vez más pesado, aquello era una señal de que debía de estar a la altura.
#1


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