Lobo Jackson
Moonwalker
11-11-2024, 02:09 AM
Reino de Oykot
Día 28 de Verano del año 724, a las 09:00
En la plaza del anterior Cuartel de la Marina
Veinte balleneros hacían fila frente a la entrada de los vestuarios del antiguo cuartel de la Marina de Oykot. El edificio, que antes pertenecía a la fuerza del orden del Gobierno Mundial, habían sido desprendido de todos los emblemas de la gaviota azul para ser reemplazados por el águila dorada del Ejército Revolucionario. Los estandartes, banderas y uniformes fueron almacenados en cajas y guardados en un almacén del puerto, y todos los ficheros de registros criminales habían sido analizados y posteriormente clasificados para eliminar todos los que tuvieran relación con miembros de la Armada Revolucionaria.
Aquella mañana, muchas de las caras que antes encabezaban fichas criminales ahora posaban con orgullo, vistiendo el nuevo uniforme de la Guardia de Oykot. Todos ellos eran balleneros que lucharon contra la Guardia Real durante el levantamiento, una experiencia que reafirmó las convicciones revolucionarias de los veinte hombres que aguardaban tras haberse puesto el atuendo que serviría de insignia para la protección de la democracia.
Una de las preocupaciones más apremiantes de la recién nombrada alcaldesa de Oykot, la valiente Karina, era la protección del nuevo estatus quo de la isla. Todo el mundo estaba de acuerdo de que, incluso tras la destrucción de la presa y la explosión de la taberna, los daños causados por la revuelta habían sido mínimos. Por sorprendente que pueda parecer, ningún ballenero ni ciudadano de Oykot falleció durante la batalla a excepción de algún que otro Guarda Real.
Pero Karina no era tonta, y sabía que depender de la suerte era para los necios. En adelante, el deber del pueblo sería para, por y con la Democracia; un llamado al espíritu patriota de los hombres y mujeres que, nacidos en la isla, se empeñarían en defenderla con arpón y espada frente a todo invasor. Y el encargado de entrenarlos en aquella mañana no era otro que uno de los héroes de la Revolución, aquel símbolo de positividad frente a la adversidad, el adalid del cambio, el sonido de la esperanza y uno de los guerreros más emblemáticos (y a la par extraños) de hacía unos días: Lobo Jackson.
De pie en el centro del patio, el mink vestía una nueva armadura que brillaba bajo los primeros rayos de la mañana. Su aspecto estiloso a la par que robusto arrancó varios suspiros de admiración, muchos de ellos acompañados con asentimientos de cabeza. Aquella armadura, confeccionada por el propio lobo, tenía el nombre de "King of Style" porque si alguien valía el cumplido de rey del estilo, era él. Entendámosle, Lobo Jackson era un mink muy humilde, pero a veces pecaba de ser jodidamente vanidoso.
- ¡Escuchad-gara! Si los dioses hubieran querido que viviéramos de otra forma, no habrían inventado las armas-gara. ¡Yo soy un arma-gara! Si los dioses hubieran querido que la Guardia Real venciera... ¡No me habrían creado a mí-gara! - Exclamó con un tono autoritario que imponía disciplina, aunque saliendo de la boca de aquel mink cantante quedaba como una proclamación melódica que se asemejaba a las baladas de power metal.
- ¡Eso tenéis que ser vosotros-gara! ¡Las nuevas armas que defenderán la Democracia y la Libertad-gara! - El mink adoptó entonces un tono dramático, moviéndose con el cuerpo inclinado hacia adelante simulando a una serpiente escurridiza. - Los enemigos pueden estar en cualquier lado-gara... - Se acercó despacio hacia los balleneros, que observaban con curiosidad el estiloso movimiento zigzagueante del lobo.
Cuando el mink estuvo justo delante de ellos, levantó el morro y pegó un salto seguido de un grito. - ¡Pueden estar en tu casa-gara, esperando en el baño para saltar y decir... ¡BUM-gara! - La expresión de los nuevos reclutas fue de completa sorpresa, algunos hasta se echaron hacia atrás. - ¿Creéis que podréis sobrevivir-gara? ¡Pues pensadlo de nuevo-gara! -
Lobo Jackson dio un espectacular triple mortal con voltereta múltiple, posando siempre que su rostro enfocaba a los balleneros, hasta caer de nuevo en el punto exacto desde el que había comenzado su discurso. Su ágil y suave aterrizaje arrancó aplausos de los reclutas, a los que el mink respondió con una inclinación antes de volver a ponerse recto cual general frente a su ejército.
- Os voy a dar una lección de combate-gara, una que no olvidaréis jamás-gara. - Explicó el lobo. - Si luchar la batalla asegura la victoria, ¡entonces debéis luchar-gara! Por eso, este ejercicio tratará de que luchéis contra mí-gara, ¡de que intentéis ganar-gara! Demostradme de que estáis hechos-gara. -
Los balleneros se miraron entre ellos, extrañados, ¿acaso debían ir todos a por el mink? Intercambiaron señales, miradas, susurros y por fin se decidieron, pues eso era lo que iban a hacer. Todos a una salieron en estampida contra el mink, quien sorprendido, abrió los ojos de par en par frente a la repentina carga militar.
- ¡Un momento-gara! ¡La cosa era venir de uno en uno-gara! - Exclamó alarmado.
Pero los reclutas no escuchaban. La mecha de la Libertad había prendido la mecha de su determinación, impulsando sus cuerpos con el fuerte viento de la voluntad y la admiración. En su interior, sentían que todos juntos podrían ser un rival digno de aquel maravilloso y peludo héroe. Pero para Lobo Jackson, aquella lección se había convertido muy rápido en una lucha por su propia supervivencia.
Concentrándose, recordó las palabras de su camarada Hato of Peace. Le había explicado cómo funcionaba el Mantra, esa misteriosa energía espiritual que permitía predecir los ataques de su adversario si sabía utilizarla. Cerró los ojos, dejando relajados su cuerpo y mente durante unos segundos. Los gritos de batalla de los balleneros pronto quedaron relegados a un segundo plano.
El suelo retumbaba bajo los apresurados pasos de los reclutas, que se lanzaron al unísono contra el mink. Aquel discurso los había motivado en sobremanera y ahora, era cuestión de ver si la agilidad y habilidad de Lobo Jackson estaban a la altura del desafío. Por suerte para éste, el aura de los balleneros se reflejaba en su mente, permitiéndole ver las intenciones que cada uno tenía a la hora de atacar.
- Hato, te vas a sentir bien orgullosa de mí. - Pensó el mink mientras se ponía en guardia.
Alzando sus brazos para proteger su bonito rostro lupino, el mink empezó a encajar los golpes de las rudas manos endurecidas por el salitre, el trabajo manual y el lanzamiento de arpón. Golpes que chocaban contra la bella armadura que resguardaba al lobo, desviando parte de la energía y protegiéndole de la mayor parte del daño. Con cada golpe, el mink se movía algunos pasos hacia atrás para equilibrar el cuerpo, intentando no dejar el rostro descubierto ni tampoco los laterales.
- ¡Muy bien-gara! - Exclamó con orgullo frente a la ofensiva ballenera. - ¡Seguid así-gara! -
Podía ver que los reclutas, aunque aguerridos, se movían sin coordinación. Se entorpecían el paso entre ellos, a veces se colocaban unos frente a otros y más de una vez se escapó un codazo que magulló la cara de alguno. Pero no por ello carecían de ganas, eso estaba seguro. Por lo que el mink decidió que su siguiente paso sería el de preparar su ofensiva, buscando un lugar seguro para ello.
Giró sobre sí mismo con gran velocidad, como una peonza lanzada con mucha energía por el niño más cuadrado del patio del colegio. Rotó hacia la derecha de los balleneros, que tropezaron entre sí al intentar darse la vuelta con la misma velocidad, siguiendo el movimiento del lobo con la mirada y parte de sus cuerpos.
El mink había logrado su propósito: colocarse en la guardia de los balleneros. Entonces, moviendo su mano derecha hacia su pierna izquierda, apretó con fuerza el punto de presión adecuado para contraer y tensar con fuerza descomunal los músculos de su pierna izquierda. Una sonrisa lupina de dientes afilados y brillantes adornó su rostro de manera aterradora, un gesto que no consiguió desmoralizar a los balleneros que ya habían conseguido reorganizarse y cargar de nuevo contra el mink.
Pero antes de que cualquiera pudiera alcanzarle, el lobo apartó la mano de la pierna izquierda y lanzó una patada con la misma, creando una onda de choque que propulsó el aire hacia el frente y que impactó contra los reclutas con la fuerza de un vendaval.
Los hombres en primera línea se vieron impulsados hacia atrás, empujando a los hombres que tenían tras ellos. Como un efecto mariposa, los reclutas se tropezaron y cayeron de culo cuales pines de bolera. Y frente a ellos, un orgulloso Lobo Jackson les sonreía con la misma determinación con la que ellos le habían atacado.
- ¡Tenéis un gran espíritu-gara! ¡Me gusta-gara! De ahora en adelante practicaremos los ataques conjuntos, la organización y la coordinación-gara, ¡así seréis imparables-gara! - Exclamó el mink con una voluntad tan poderosa que los balleneros alzaron sus brazos y exclamaron a gran voz, dejándose llevar por la adrenalina que bombeaba por sus venas.
Aquella mañana, Lobo Jackson enseñaría a los reclutas las bases del Jiyuumura Kenpo, el estilo de combate del Ejército Revolucionario. Nada ensalza una pelea como luchar junto a los camaradas, quienes son la fuerza del cambio, la marea imparable de la Revolución. Ese día, pensó Jackson, plantaría las semillas del estilo reglamentario de la Nueva Guardia de Oykot.
- ¡De nuevo-gara! ¡Venid a por mí-gara! - Exclamó, el brillo de sus ojos tan fuerte como el de las estrellas del firmamento.
Día 28 de Verano del año 724, a las 09:00
En la plaza del anterior Cuartel de la Marina
Veinte balleneros hacían fila frente a la entrada de los vestuarios del antiguo cuartel de la Marina de Oykot. El edificio, que antes pertenecía a la fuerza del orden del Gobierno Mundial, habían sido desprendido de todos los emblemas de la gaviota azul para ser reemplazados por el águila dorada del Ejército Revolucionario. Los estandartes, banderas y uniformes fueron almacenados en cajas y guardados en un almacén del puerto, y todos los ficheros de registros criminales habían sido analizados y posteriormente clasificados para eliminar todos los que tuvieran relación con miembros de la Armada Revolucionaria.
Aquella mañana, muchas de las caras que antes encabezaban fichas criminales ahora posaban con orgullo, vistiendo el nuevo uniforme de la Guardia de Oykot. Todos ellos eran balleneros que lucharon contra la Guardia Real durante el levantamiento, una experiencia que reafirmó las convicciones revolucionarias de los veinte hombres que aguardaban tras haberse puesto el atuendo que serviría de insignia para la protección de la democracia.
Una de las preocupaciones más apremiantes de la recién nombrada alcaldesa de Oykot, la valiente Karina, era la protección del nuevo estatus quo de la isla. Todo el mundo estaba de acuerdo de que, incluso tras la destrucción de la presa y la explosión de la taberna, los daños causados por la revuelta habían sido mínimos. Por sorprendente que pueda parecer, ningún ballenero ni ciudadano de Oykot falleció durante la batalla a excepción de algún que otro Guarda Real.
Pero Karina no era tonta, y sabía que depender de la suerte era para los necios. En adelante, el deber del pueblo sería para, por y con la Democracia; un llamado al espíritu patriota de los hombres y mujeres que, nacidos en la isla, se empeñarían en defenderla con arpón y espada frente a todo invasor. Y el encargado de entrenarlos en aquella mañana no era otro que uno de los héroes de la Revolución, aquel símbolo de positividad frente a la adversidad, el adalid del cambio, el sonido de la esperanza y uno de los guerreros más emblemáticos (y a la par extraños) de hacía unos días: Lobo Jackson.
De pie en el centro del patio, el mink vestía una nueva armadura que brillaba bajo los primeros rayos de la mañana. Su aspecto estiloso a la par que robusto arrancó varios suspiros de admiración, muchos de ellos acompañados con asentimientos de cabeza. Aquella armadura, confeccionada por el propio lobo, tenía el nombre de "King of Style" porque si alguien valía el cumplido de rey del estilo, era él. Entendámosle, Lobo Jackson era un mink muy humilde, pero a veces pecaba de ser jodidamente vanidoso.
- ¡Escuchad-gara! Si los dioses hubieran querido que viviéramos de otra forma, no habrían inventado las armas-gara. ¡Yo soy un arma-gara! Si los dioses hubieran querido que la Guardia Real venciera... ¡No me habrían creado a mí-gara! - Exclamó con un tono autoritario que imponía disciplina, aunque saliendo de la boca de aquel mink cantante quedaba como una proclamación melódica que se asemejaba a las baladas de power metal.
- ¡Eso tenéis que ser vosotros-gara! ¡Las nuevas armas que defenderán la Democracia y la Libertad-gara! - El mink adoptó entonces un tono dramático, moviéndose con el cuerpo inclinado hacia adelante simulando a una serpiente escurridiza. - Los enemigos pueden estar en cualquier lado-gara... - Se acercó despacio hacia los balleneros, que observaban con curiosidad el estiloso movimiento zigzagueante del lobo.
Cuando el mink estuvo justo delante de ellos, levantó el morro y pegó un salto seguido de un grito. - ¡Pueden estar en tu casa-gara, esperando en el baño para saltar y decir... ¡BUM-gara! - La expresión de los nuevos reclutas fue de completa sorpresa, algunos hasta se echaron hacia atrás. - ¿Creéis que podréis sobrevivir-gara? ¡Pues pensadlo de nuevo-gara! -
Lobo Jackson dio un espectacular triple mortal con voltereta múltiple, posando siempre que su rostro enfocaba a los balleneros, hasta caer de nuevo en el punto exacto desde el que había comenzado su discurso. Su ágil y suave aterrizaje arrancó aplausos de los reclutas, a los que el mink respondió con una inclinación antes de volver a ponerse recto cual general frente a su ejército.
- Os voy a dar una lección de combate-gara, una que no olvidaréis jamás-gara. - Explicó el lobo. - Si luchar la batalla asegura la victoria, ¡entonces debéis luchar-gara! Por eso, este ejercicio tratará de que luchéis contra mí-gara, ¡de que intentéis ganar-gara! Demostradme de que estáis hechos-gara. -
Los balleneros se miraron entre ellos, extrañados, ¿acaso debían ir todos a por el mink? Intercambiaron señales, miradas, susurros y por fin se decidieron, pues eso era lo que iban a hacer. Todos a una salieron en estampida contra el mink, quien sorprendido, abrió los ojos de par en par frente a la repentina carga militar.
- ¡Un momento-gara! ¡La cosa era venir de uno en uno-gara! - Exclamó alarmado.
Pero los reclutas no escuchaban. La mecha de la Libertad había prendido la mecha de su determinación, impulsando sus cuerpos con el fuerte viento de la voluntad y la admiración. En su interior, sentían que todos juntos podrían ser un rival digno de aquel maravilloso y peludo héroe. Pero para Lobo Jackson, aquella lección se había convertido muy rápido en una lucha por su propia supervivencia.
Concentrándose, recordó las palabras de su camarada Hato of Peace. Le había explicado cómo funcionaba el Mantra, esa misteriosa energía espiritual que permitía predecir los ataques de su adversario si sabía utilizarla. Cerró los ojos, dejando relajados su cuerpo y mente durante unos segundos. Los gritos de batalla de los balleneros pronto quedaron relegados a un segundo plano.
KENB401
KENBUNSHOKU
Haki básico
Tier 4
10/11/2024
7
2
Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].
Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]
El suelo retumbaba bajo los apresurados pasos de los reclutas, que se lanzaron al unísono contra el mink. Aquel discurso los había motivado en sobremanera y ahora, era cuestión de ver si la agilidad y habilidad de Lobo Jackson estaban a la altura del desafío. Por suerte para éste, el aura de los balleneros se reflejaba en su mente, permitiéndole ver las intenciones que cada uno tenía a la hora de atacar.
- Hato, te vas a sentir bien orgullosa de mí. - Pensó el mink mientras se ponía en guardia.
COM102
COMBATIENTE
Defensiva Activa
Tier 1
9/9/2024
20
1
Cruzando los brazos mientras los eleva el usuario adquiere una postura defensiva para amortiguar un poco el siguiente daño buscando quedar erguido. Incrementa la [Defensa Pasiva] en +5 durante la ejecución.
Defensa Pasiva + [RESx2] de Daño Mitigado
Alzando sus brazos para proteger su bonito rostro lupino, el mink empezó a encajar los golpes de las rudas manos endurecidas por el salitre, el trabajo manual y el lanzamiento de arpón. Golpes que chocaban contra la bella armadura que resguardaba al lobo, desviando parte de la energía y protegiéndole de la mayor parte del daño. Con cada golpe, el mink se movía algunos pasos hacia atrás para equilibrar el cuerpo, intentando no dejar el rostro descubierto ni tampoco los laterales.
- ¡Muy bien-gara! - Exclamó con orgullo frente a la ofensiva ballenera. - ¡Seguid así-gara! -
Podía ver que los reclutas, aunque aguerridos, se movían sin coordinación. Se entorpecían el paso entre ellos, a veces se colocaban unos frente a otros y más de una vez se escapó un codazo que magulló la cara de alguno. Pero no por ello carecían de ganas, eso estaba seguro. Por lo que el mink decidió que su siguiente paso sería el de preparar su ofensiva, buscando un lugar seguro para ello.
ACR301
ACRóBATA
Utilidad Activa
Tier 3
20/9/2024
37
2
El usuario realizará una voltereta rotando hacia cualquier dirección, en busca de evadir una ofensiva en su contra gracias al rápido y flexible movimiento. Dicho movimiento se realizara con mayores [Reflejos] y el usuario podra desplazarse 15 metros adicionales a su [Movilidad] durante el recorrido de la esquiva, adquiriendo un +4 en su [Tasa de Acierto] para la proxima ofensiva.
+10 [Reflejos]
Giró sobre sí mismo con gran velocidad, como una peonza lanzada con mucha energía por el niño más cuadrado del patio del colegio. Rotó hacia la derecha de los balleneros, que tropezaron entre sí al intentar darse la vuelta con la misma velocidad, siguiendo el movimiento del lobo con la mirada y parte de sus cuerpos.
El mink había logrado su propósito: colocarse en la guardia de los balleneros. Entonces, moviendo su mano derecha hacia su pierna izquierda, apretó con fuerza el punto de presión adecuado para contraer y tensar con fuerza descomunal los músculos de su pierna izquierda. Una sonrisa lupina de dientes afilados y brillantes adornó su rostro de manera aterradora, un gesto que no consiguió desmoralizar a los balleneros que ya habían conseguido reorganizarse y cargar de nuevo contra el mink.
Pero antes de que cualquiera pudiera alcanzarle, el lobo apartó la mano de la pierna izquierda y lanzó una patada con la misma, creando una onda de choque que propulsó el aire hacia el frente y que impactó contra los reclutas con la fuerza de un vendaval.
JIY402
JIYUUMURA KEMPO
Ofensiva activa
Tier 4
9/11/2024
49
2
Presionando unos determinados puntos de una de sus piernas con sus dedos, mientras comienza a contraer la pierna, todos los músculos de la misma se tensaran y enrojecen momentáneamente para entonces el usuario poder explotar toda la capacidad muscular de su pierna en una patada frontal y horizontal que liberará un pequeño estallido de aire a presión hacia el frente hasta 10 metros de distancia, dicho estallido será tan intenso que podrá aplicar [Derribo] a quien la reciba. Comites: Al usar esta técnica en grupo a parte de sumar el daño su alcance crece 5 metros por cada usuario y gana el efecto de [Empuje] de 5 metros por cada usuario.
Golpe Básico + [FUEx2,9] de [Daño contundente]
Los hombres en primera línea se vieron impulsados hacia atrás, empujando a los hombres que tenían tras ellos. Como un efecto mariposa, los reclutas se tropezaron y cayeron de culo cuales pines de bolera. Y frente a ellos, un orgulloso Lobo Jackson les sonreía con la misma determinación con la que ellos le habían atacado.
- ¡Tenéis un gran espíritu-gara! ¡Me gusta-gara! De ahora en adelante practicaremos los ataques conjuntos, la organización y la coordinación-gara, ¡así seréis imparables-gara! - Exclamó el mink con una voluntad tan poderosa que los balleneros alzaron sus brazos y exclamaron a gran voz, dejándose llevar por la adrenalina que bombeaba por sus venas.
Aquella mañana, Lobo Jackson enseñaría a los reclutas las bases del Jiyuumura Kenpo, el estilo de combate del Ejército Revolucionario. Nada ensalza una pelea como luchar junto a los camaradas, quienes son la fuerza del cambio, la marea imparable de la Revolución. Ese día, pensó Jackson, plantaría las semillas del estilo reglamentario de la Nueva Guardia de Oykot.
- ¡De nuevo-gara! ¡Venid a por mí-gara! - Exclamó, el brillo de sus ojos tan fuerte como el de las estrellas del firmamento.