Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Autonarrada] [Tier 2] Efecto Mariposa
Rose D. Hestia
Vesta
El sol comenzaba a ponerse en Loguetown, bañando la ciudad portuaria con una luz dorada que reflejaba las aguas tranquilas del East Blue. Hestia, una joven de cabellos rojizos y ojos plateados, llegó finalmente al puerto después de un largo viaje en barco. Con una mochila ligera y una sonrisa en el rostro, miraba la bulliciosa ciudad que parecía estar activa con mucha energía. Hestia no había planeado quedarse mucho tiempo, pero sentía que la vida en Loguetown sería una buena oportunidad para disfrutar de su libertad antes de continuar su aventura. Su destino era incierto, pero, por ahora, solo quería experimentar lo que el puerto tenía para ofrecer.

A medida que caminaba por las concurridas calles, las tiendas de todo tipo le llamaban la atención. Estaba fascinada por la diversidad de mercaderes, los colores vibrantes de los productos y la mezcla de culturas que se respiraba en el aire. Unas cuantas calles más adelante, mientras se adentraba en un mercado abarrotado, una sensación extraña comenzó a recorrerle el cuerpo. Sin saber por qué, Hestia sintió que algo no estaba bien.

El aire estaba cargado de tensión y Hestia, al ser una persona algo distraída, no pudo evitar toparse con un puesto lleno de frutas exóticas. Tropezó torpemente, y el vendaje que usaba para sujetar su cabello se soltó, dejando caer su melena desordenada. Rió suavemente mientras se agachaba a recoger las frutas caídas, pero en ese preciso momento, el primer estornudo llegó - ¡Achoo! - De inmediato, algo en su ser cambió. Su rostro, que hasta hacía un momento había estado lleno de calma, se endureció y su postura se volvió rígida. Sus ojos, que antes eran brillantes y tranquilos, se oscurecieron con una intensidad poco común. Hestia, o más bien, la versión alterada de ella misma conocida como Vesta, había tomado el control.

Con su mente alterada y su temperamento irascible, Vesta no pudo evitar mirar alrededor con desdén. Su percepción del mundo se volvió más rápida, más afilada, y una furia subyacente comenzó a hervir dentro de ella. La primera víctima de su repentino cambio de actitud fue un marinero que se acercó demasiado a ella, curiosamente observando el alboroto que había causado con su pequeño accidente - ¡Disculpe pero no necesito ayuda! -  Vesta ordenó, aproximandose de forma muy repentina y brusca, con una cierta agresividad al hombre.

El marinero, sorprendido por la agresividad de la joven, tropezó hacia atrás y cayó, pero logró levantarse rápidamente, llamando a sus compañeros de la Marina. Sin embargo, lo que ninguno de ellos sabía era que este simple incidente desencadenaría una cadena de eventos que cambiaría el curso de la tarde de manera irreversible.

Hestia, aún bajo la influencia de Vesta, no se percató del peligro inminente. Desprendida de sus inhibiciones, se adentró en una zona cercana al puerto donde había un barco de la Marina anclado. El barco estaba preparando su partida, pero antes de que pudiera alejase, uno de los oficiales le pidió una identificación, como era costumbre con los pasajeros de la isla.

Vesta, como una tormenta imparable, decidió ignorar las reglas y, en lugar de mostrar su documentos, lanzó una mirada fria a los marines, puesto que ella por su pasado no contaba con documentación. Los oficiales, confundidos por su comportamiento y la negativa, comenzaron a acercarse con más firmeza. Al verlos acercarse, Vesta les restaba importancia, puesto que su yo de ese momento quería un barco y lo tenia muy claro.

Pero desistió al ver tantos Marines, así que simplemente se comenzo a retirar dando una patada a una caja empujandola, creando entonces un curioso suceso. La caja fue empujada contra la base de una pila de ellas, que estaban a punto de ser cargadas en el barco, causando que el monton se cayera sobre la manilla de una grua de carga que subia las cajas, haciendo que unas cajas colgando para ser depositadas en el barco y las mismas comenzaron a se sacudidas sin control contra el mastil del barco, con la mala suerte que tenian explosivos, lo cual detono contra el mástil. CAusando un ruido ensordecedor resonó en el aire, y en ese preciso momento, el poder de su golpe hizo que el mástil del barco de la Marina se desprendiera, cayendo hacia el agua en un ángulo peligroso.

El impacto del mástil rompió varias cuerdas y cables del barco, y en un segundo, una serie de explosiones menores comenzaron a ocurrir dentro de la embarcación debido a la fricción y la reacción en cadena de las piezas rotas. Todo sucedió tan rápidamente que los marines no pudieron reaccionar a tiempo - ¡Emergencia! - Uno de los oficiales gritó mientras comenzaban a sonar las alarmas del barco, indicando que la nave había sido dañada de forma crítica.

El caos se desató en un abrir y cerrar de ojos. El barco, que había estado por zarpar en cuestión de minutos, se vio envuelto en una explosión menor, mientras algunos marines trataban de evitar una catástrofe mayor. Las llamas comenzaron a propagarse, y el humo cubrió la zona con rapidez. La tensión en el aire era palpable, y la ciudad entera comenzó a sobresaltarse ante el inesperado ataque.

Vesta, ajena a la magnitud de su acción, simplemente observó a su alrededor con una sonrisa satisfecha, como si hubiese ganado una batalla mientras se retiraba del lugar aprovechando que los Marines intentaban apagar el fuego. Sin embargo, la situación era mucho más grave de lo que podía comprender en ese momento.

- ¡Achoo! - Hizo de golpe Vesta, regresando en ese momento a su otro yo. Fue solo en ese momento que Hestia, volviendo a su ser, comprendió lo que había sucedido. Miró preocupada el barco en llamas y los Marines que comenzaban a llegar a la zona, y una sensación de pánico la invadió. Tenía que escapar.

Desesperada, corrió por el puerto, buscando una salida. En el caos, vio un barco de carga a punto de zarpar. Sin pensarlo, se subió rápidamente a bordo y se ocultó entre las cajas de mercancías. Los marines no la habían visto. Un par de minutos después, el barco comenzó a alejarse lentamente de Loguetown, dejando atrás el desastre causado por su accidente.

Mientras el barco navegaba lejos de la isla, Hestia se tumbó entre las cajas, respirando pesadamente. ¿Qué acababa de hacer? ¿Había destruido un barco de la Marina por accidente? A pesar del miedo que sentía, una extraña sensación de alivio la embargó al pensar que, por ahora, había escapado de los marines. Pero no sabía cuánto tiempo podría esconderse de ellos.

- Parece que mi llegada a Loguetown no fue como esperaba, y sobre todo muy breve - Pensó Hestia mientras observaba el horizonte desde la cubierta del barco - A partir de ahora, será mejor que tenga mucho cuidado - Sabía que su destino estaba más incierto que nunca, y que lo peor aún estaba por llegar. Pero por ahora, al menos, podía relajarse, al menos hasta que el próximo estornudo de Vesta ocurriera. Y por culpa de este suceso, dentro de pocos días saldria un Wanted de la muchacha.
#1


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