Lemon Stone
MVP
17-11-2024, 04:01 PM
El calor en la Isla Rudra es abrasador, pero encontrar refugio bajo la sombra de una palmera resulta sorprendentemente reconfortante. La brisa templada que llega desde el océano también alivia un poco, especialmente en esas zonas más sensibles. Aquí, la mayoría de los isleños visten tangas decoradas con plumas exóticas. Si deciden sumarse a esta moda local, no seré yo quien se oponga; al menos estarán más frescos.
Las razones que los han traído a la Isla Rudra son suyas, aunque les aseguro que es un lugar maravilloso para relajarse y tomarse unas vacaciones. Bueno, lo sería de no ser por los constantes temblores que sacuden la isla varias veces al día. A veces, incluso se escuchan rugidos profundos, como si un gigante atrapado en el corazón de la isla luchara por liberarse. Hasta ahora, estos temblores no han causado mayores daños: las construcciones resisten y solo ha habido unos pocos lesionados. Pero nadie sabe cuánto más puede durar esta calma aparente.
Los isleños creen que Hinokami, una deidad volcánica, está enfurecido. Según ellos, han hecho algo para ofenderlo y necesitan usar el Artefacto Sagrado para calmar su ira. ¿Es esto real o simple superstición? Eso queda a su juicio. Lo que sí es cierto es que el Artefacto Sagrado es un objeto intrigante que bien podría ser... "tomado prestado" por un tiempo. Sin embargo, su ubicación exacta es un misterio que solo unos pocos conocen. Entre ellos están Makano, el líder de los Wandara, y Santana, un radical supremacista que desprecia a la humanidad, a la que llama "seres inferiores". Makano está demasiado ocupado para atenderlos, y Santana no es precisamente amigable.
Por si fuera poco, corren rumores de que Santana planea liderar un ataque contra la tribu del norte para quedarse con sus territorios. Sin embargo, para que esto ocurra, al menos ocho de los diez miembros de los Wandara tendrían que estar de acuerdo, y la mitad de ellos sigue leal a Makano, quien insiste en respetar el acuerdo territorial con los gatos monteses. Además, Maka, la líder de la tribu del norte, es considerada una especie de avatar de los dioses, y desafiarla podría agravar aún más la supuesta ira de Hinokami.
Dicho esto, ¿por qué deberían involucrarse en los problemas de los isleños? Podrían dedicar unos días a disfrutar de los paisajes únicos de la Isla Rudra: ríos de lava, pozas de agua turquesa escondidas en la selva, y la tranquilidad que tanto necesitan. Eso sí, tal vez no puedan ignorar la misteriosa luz incandescente que se ve en la cima del volcán cada noche...
Las razones que los han traído a la Isla Rudra son suyas, aunque les aseguro que es un lugar maravilloso para relajarse y tomarse unas vacaciones. Bueno, lo sería de no ser por los constantes temblores que sacuden la isla varias veces al día. A veces, incluso se escuchan rugidos profundos, como si un gigante atrapado en el corazón de la isla luchara por liberarse. Hasta ahora, estos temblores no han causado mayores daños: las construcciones resisten y solo ha habido unos pocos lesionados. Pero nadie sabe cuánto más puede durar esta calma aparente.
Los isleños creen que Hinokami, una deidad volcánica, está enfurecido. Según ellos, han hecho algo para ofenderlo y necesitan usar el Artefacto Sagrado para calmar su ira. ¿Es esto real o simple superstición? Eso queda a su juicio. Lo que sí es cierto es que el Artefacto Sagrado es un objeto intrigante que bien podría ser... "tomado prestado" por un tiempo. Sin embargo, su ubicación exacta es un misterio que solo unos pocos conocen. Entre ellos están Makano, el líder de los Wandara, y Santana, un radical supremacista que desprecia a la humanidad, a la que llama "seres inferiores". Makano está demasiado ocupado para atenderlos, y Santana no es precisamente amigable.
Por si fuera poco, corren rumores de que Santana planea liderar un ataque contra la tribu del norte para quedarse con sus territorios. Sin embargo, para que esto ocurra, al menos ocho de los diez miembros de los Wandara tendrían que estar de acuerdo, y la mitad de ellos sigue leal a Makano, quien insiste en respetar el acuerdo territorial con los gatos monteses. Además, Maka, la líder de la tribu del norte, es considerada una especie de avatar de los dioses, y desafiarla podría agravar aún más la supuesta ira de Hinokami.
Dicho esto, ¿por qué deberían involucrarse en los problemas de los isleños? Podrían dedicar unos días a disfrutar de los paisajes únicos de la Isla Rudra: ríos de lava, pozas de agua turquesa escondidas en la selva, y la tranquilidad que tanto necesitan. Eso sí, tal vez no puedan ignorar la misteriosa luz incandescente que se ve en la cima del volcán cada noche...