[Común] [Comercio] Recomendado por un amigo

Loguetown

2 de Invierno del año 724

- Malditos marines -pensaba mientras me ocultaba de una patrulla de marines metiéndome en medio del gentío del mercado. No es que me hubieran detectado y me persiguieran, ni mucho menos, pero uno ya estaba acostumbrado a tener que pasar desapercibido y cualquier precaución es poca.

Había estado previamente en Loguetown, meses atrás y muy brevemente por desgracia. Pero ahora los marines habían vuelto a complicar todo y los nuevos carteles con sus recompensas actualizadas no hacían más que complicar las cosas. Sin embargo, si lo que decía mi compañero Drake era cierto el intercambio de hoy valdría mucho, mucho la pena el riesgo. 

Por lo visto el día anterior, a través de sus contactos, consiguió encontrar a una persona, no me quedó claro si era un doctor especializado en cirugías, un ingeniero de componentes cyborgs que últimamente estaba muy de moda o ambas cosas, pero eso no es lo importante ahora mismo. Lo realmente importante es que me comentó que tenía mejoras de sobra y hueco para hoy así que el muy sin vergüenza va y me pilla cita también para mí. 

No me iba a salir barato, pero viendo como se está poniendo la situación de intensa cualquier ventaja puede venir bien, por lo que tras una larga meditación la noche anterior y juntar todos los ahorros que había ido consiguiendo con el tiempo acabé por aceptar e ir al punto de encuentro.

El invierno estaba ya en Loguetown, y por suerte hacía el suficiente frío como para que ir con una capa negra con capucha no llamara tanto la atención como en otros momentos del año. Así que con la capa bien atada y la capucha por encima empecé a recorrer las calles de Loguetown, haciendo un camino extraño por si me seguía alguien conseguir hacer que me pierda la pista hasta finalmente llegar al punto de encuentro, un pequeño barco que según Drake fue el lugar donde tuvo su encuentro el día anterior.

Como precaución ante una trampa, activé mi haki de observación antes de poner un pie en la barca, pero sólo detecté a un individuo en ella, el doctor, suponía. Así que al quedarme más tranquilo finalmente subí a la barca. 

Sin hacer ningún movimiento ni explorar la cubierta golpeé con el talón el suelo de la barca, intentando llamar la atención de la persona a bordo. - ¿Alguien en casa? - Pregunté en voz alta por cortesía pese a saber que había alguien dentro - Un amigo me dijo ayer que tenía que venir aquí a por un recado -

 

El poco tiempo que habían pasado en Loguetown había resultado agotador. Al trabajo de realizar inventario el inventario y compra de suministros para el viaje al North Blue se le había sumado el de cirujano, con pacientes inesperados que acudían a él, recomendados quién sabe por quién. Esa misma mañana había terminado el tercer procedimiento, y se encontraba en la bodega, vigilando mientras el resto se ocupaba en la ciudad y limpiando el instrumental cuando escuchó una voz de algún recadero.

- Debe de ser el envío de comida - se dijo para sí mismo, antes de continuar en voz alta para que lo escuchara, y con un aburrido tono como si estuviese cansado de decir lo mismo todos los días- Déjelo por ahí. Y cuidado con las botellas, si rompe una de aceite no solo la pagará usted sino que tendrá que limpiarlo.

Salió de la enfermería, amenazando con una pinzas ensangrentadas, antes de notar el aspecto del recién llegado. 

- Tú no pareces de los que reparten comida. - lo examinó, receloso - ¿Quién dices que te manda a por qué recado? 

(Asumiendo que se explica mejor) 

- ¡Ah! ¡Haberlo dicho antes! - mudó su expresión de desconfianza a una cortés amabilidad - Pase, pase. Y, por favor, disculpe el estado en el que se encuentra todo. Acabo de llegar de un encargo y me encontraba limitando. ¿Le han explicado las condiciones? No importa, se las digo encantado. Pago por adelantado, incluye implantes e instalación. Necesitaré saber si padece de alguna enfermedad crónica, alergia a medicamentos, o adición a sustancias. O, por lo menos, si se encuentra bajo el efecto de alguna.

Con una diligencia fruto de la experiencia terminó de limpiar el instrumental y adecentar la enfermería. Se apoyó al otro lado de la mesa de operaciones, disponiendo sobre ella algunos modelos recientes de implantes en los que había trabajado. 

- ¿Qué le pongo? 

Resumen

La inesperada visita es recibida con confusión y desconfianza. 
Cuando se aclara la situación, Marvolath adopta la actitud de un vendedor, ofreciendo sus servicios y productos.

Disculpa errores de formato, pero el móvil es un dolor para escribir XD

Tras unos segundos esperando, una figura apareció de entre las sombras. Un hombre, más bajito de lo que esperaba aunque era cierto que Drake nunca me llegó a hablar de la apariencia de la persona, de aspecto cansado por las horas que eran con una bata. Su mirada, sin embargo, parecía más despierta que lo que mostraba su aspecto. No me sorprendió que fuera el cirujano del que me había hablado Drake, y si tenía razón en lo que decía, la fama de sus habilidades era algo que merecía la pena dejarse una buena cantidad de Berries.

- Tú no pareces de los que reparten comida. - lo examinó, receloso - ¿Quién dices que te manda a por qué recado?

Asentí, manteniendo la postura erguida. No podía permitirme mostrar debilidad o intimidarme, especialmente cuando me amenazaba con... ¿unas pinzas sangrientas?.

- Drake me envió. Me dijo que aquí podría encontrarme con usted -respondí, intentando mantener la conversación en un tono neutral. No quería dar motivos para que mis intenciones fueran malinterpretadas- Me dijo que si necesitaba alguna prótesis no dudara en lo más mínimo en venir.

El doctor me miró de arriba a abajo, como si estuviera evaluando no solo mi apariencia, sino también la veracidad de mi historia. Después de un momento su expresión cambió a una más relajada. Seguí al doctor hasta la sala de operaciones, bastante más amplia y limpia de lo que me esperaba pese a las condiciones del encuentro. Observé la sala y me acerqué a la mesa donde el doctor iba mostrando las diferentes partes con las que contaba para proceder a la operación.

- Si, Drake me había comentado lo del pago -le comenté mientras de mi capa sacaba una bolsa y la ponía sobre la mesa- Creo... -dije mirando las prótesis- que igual esto -digo señalándome el parche en el ojo- ha llegado el momento de avanzar y hay que ir solucionándolo cuanto antes. Y... -dije mirando un aparato que no identificaba hasta que me acerqué y vi el nombre debajo- Creo que esto también me podrá venir bastante bien -dije sacando otra bolsa y poniéndola sobre la mesa.- No, si te lo preguntas el brazo de momento no me corre prisa, dejemoslo en que tengo maneras de compensarlo de momento, pero mostrárselo podría romper la limpieza de la sala y creo que ambos no queremos eso.

Me tumbé sobre la mesa de operaciones y comenté seguido: - No tengo alergias, enfermedades o adicciones. Tampoco estoy bajo ninguna medicación ni sustancias actualmente-.

Cualquiera con al menos un ojo sano habría notado sin mucho esfuerzo el parche que con toda seguridad cubría la ausencia de un ojo y el muñón envuelto en telas que tenía por brazo. Y cualquiera habría dicho que no hacía falta saber sumar dos más dos para aventurar que aquel pirata había acudido en busca de los miembros que le faltaban. Y se habría equivocado, pues para sorpresa de Marvolath, el paciente prefería mantener la ausencia del brazo.

- Mmm... - meditó unos instantes, observando el muñón sin estar convencido -. ¿Acaso sangra o supura? ¿Cuánto hace de la amputación? Me preocupa que pueda suponer una pérdida de sangre, o una fuente de infección. El cuerpo quedará algo debilitado durante un tiempo, y si eso - dijo señalando vagamente con la mano - puede suponer un problema será mejor que le eche un vistazo. Puedes estar tranquilo, no te cobraré un extra por la revisión. Considéralo una garantía por mi parte para que no me denuncies.

Una ligera sonrisa resultado de la pequeña tontería que había dicho apareció en el habitual rostro neutral mientras se acercaba con cierta cautela para inspeccionar el brazo. Con su consentimiento, desharía el nudo, revisaría y limpiaría la herida antes de volver a vendarla.

- Todo en regla entonces. Si el señor AmigoDeDrake es tan amable, necesitaré que se descubra de cintura para arriba y se incorpore en la camilla. ¿Querrá anestesia? ¿O es de la misma escuela que su amigo? Si tienes su mismo aguante y algo de estómago podría instalarte el ojo sin anestesia, dado que ya viene con medio trabajo hecho. El sistema de curación... bueno, digamos que es más complicado. Pero al menos no es la piel o el esqueleto, ¿verdad?

Nuevamente, una especie de sonrisa se dibujaba en su rostro, aunque era difícil saber si seguía bromeando. Con o sin anestesia, la experiencia en operaciones pasadas comenzaba a notarse, y contempló con satisfacción lo conseguido en tiempo récord.

Resumen

Marvolath muestra cierta preocupación por los peligros que pueda suponer una herida abierta, por lo que pide revisar el muñón del brazo antes de operar.
En cualquier caso, ofrece el uso de anestesia, y realiza la operación en tiempo record gracias a la práctica que va adquiriendo.

Desabroché mi capa tirando del cordón para acomodarme en el asiento y que quedara debajo de mí, y tras terminar el proceso y ver la cara del médico con la luz de la sala pude verle por primera vez el rostro. Estaba... ¿preocupado?. Seguí la dirección de su mirada y vi que estaba puesta en mi muñón vendado. No pude hacer otra cosa sino soltar la tensión que tenía dentro y reírme de la situación.

Por sus preguntas, parecía que realmente estuviera genuinamente preocupado por mí y mi situación pese a ser un completo desconocido hasta hacía menos de 5 minutos. Encontrar médicos así sin duda era muy extraño en esta zona, y más atendiendo en clandestinidad como era nuestro encuentro. Al menos la situación era muy distinta a la pesadilla que había tenido el día anterior con este tema y eso me animaba a continuar con el proceso.

- No hay de qué preocuparse, pero si te quieres quedar más tranquilo... -dije mientras ayudaba a des-aflojar las vendas para que revisara el brazo, y mientras él terminaba de quitar las vendas, me quité el parche del ojo. - Todo sucedió hace ya cinc... no, -dije empezando a mover los dedos de la mano- vaya, ya estamos en invierno es cierto, sucedió hace casi 6 años. Unos piratas... -dejé el tema unos segundos en el aire, manteniendo una pausa en la conversación que tendría que haber continuado de mil maneras diferentes pero acabé suspirando y comentando - unos piratas asaltaron el pueblo donde vivía y arrasaron con todo. Por suerte, o por desgracia, yo sobreviví a mis heridas. No todo el mundo tuvo tanta suerte. -para quitar hierro al asunto, continué- Lo más reciente son una cicatriz en el hombro del muñón, y otra en la espalda, pero fueron hacen ya medio año y el doctor de mi tripulación me las miraba cada cierto tiempo por si se volvían abrir, pero en teoría están sanas del todo. No creo que estén infectadas ni nada por el estilo, pero si lo quiere revisar...

Aproveché para inspeccionar el entorno en lo que él revisaba todo, limpiaba y volvía a vendarme. Sus preguntas llegaron en torrente, sacándome de la exploración de la sala. Era la primera vez que estaba en un cuarto de cirujano, y tener todo en un barco me parecía lo más útil e interesante que podía esperarme en el día de hoy.

- Oh cierto, no nos hemos presentado -dije acercando mi mano a mi camiseta para ir desabrochando los botones- Kael T. Draven, encantado. Paso tanto tiempo en ese manicomio que llaman por tripulación que se me olvida que existe gente "normal". ¿Cómo me tengo que referir a usted? -me reincorporé en ese momento para quitarme las mangas de la camiseta y dejar la camiseta a un lado para volver a recostarme sobre el asiento-. Me temo que en comparación con ese golem andante yo soy mucho más humano. Confío en sus habilidades, creo que la anestesia local en ambas zonas será más que suficiente, pero lo que decida me parecerá bien.

Cuando dos desconocidos comparten un espacio es común que exista cierta tensión, especialmente en un mundo donde las intenciones del otro no siempre están claras. Es por ello que aquellos que han aprendido a ser prudentes comienzan tanteando de forma discreta al otro, averiguar si piensan lo que dicen y si dicen lo que piensan. La naturalidad con la que el visitante había accedo a mostrar su cuerpo y dejarse explorar sólo podía significar que realmente quería operarse o que se sentía muy confiado en sus capacidades. Y, aunque Marvolath estaba curtido en traiciones, decidió confiar en que sería lo primero.

Estudió las heridas -o mejor dicho, cicatrices-, confirmando que habían sido correctamente tratadas. Se podía adivinar que había sido una herida grave -más de lo que ya suele ser una amputación- y que el médico había hecho un buen trabajo. El muñón parecía sano, y facilitaría la instalación de un implante si decidiese hacerlo en algún momento. Fuera como fuese, no sería ningún problema para la intervención que les ocupaba.

- Un placer, señor Draven. Dada la situación, doctor sería lo apropiado - dijo en respuesta a la pregunta de cómo referirse a él -. Fuera de esta situación, Marvolath será suficiente.

Realizadas las operaciones y las comprobaciones, sólo restaba la operación. Una vez la anestesia hizo efecto, el procedimiento se realizó con éxito y rapidez. Mientras el paciente se recuperaba de la anestesia, el médico aprovechó para poner a punto el resto del instrumental. Y una vez hubo despertado, lo ayudó a incorporarse.

- Con cuidado, eso es. La sutura es fuerte, pero no irrompible. No tardará en curar si le da algo de tiempo. ¿Puede ver? - preguntó tapándole con la mano el ojo biológico -. Pruebe a activarlo. La sensación será extraña, porque será como mover una extremidad que no había tenido nunca, pero le resultará tan intuitivo como mover un dedo. ¿Alguna molestia? ¿Mareos? ¿Visión borrosa o doble?

Fue guiando la prueba, a veces tapando un ojo, a veces el otro, a veces dejando que usase los dos a la vez. Él mismo había pasado por la operación, y sabía lo confusa que podía ser la experiencia de adaptarse a una nueva forma de percibir el mundo. Los colores y las formas cobraban un nuevo sentido, y transmitían una información para la que el cerebro no estaba preparada.

- Pruebe también el sistema de curación. Una ventaja de éste es que ayuda con el post-operatorio. Si le duele la incisión puede activarlo y notará una mejora. Pero no lo fuerce todavía. Los puntos empezarán a caer solos cuando el corte esté sanando, y esa será la señal de que puede ser tan irresponsable con su cuerpo como todos los que pasan por esta camilla.

Nuevamente una ligera sonrisa apareció en su rostro, que aunque seguía siendo más neutral de lo esperado, también mostraba algo de cansancio.

Resumen

Marvolath se asegura de que el paciente busca lo que dice, y que las heridas que traía no complicarían la intervención. Realiza la operación con rapidez, y ayuda en el post-operatorio a acostumbrarse a los implantes.

Me encontraba en una situación poco habitual, un entorno que, a pesar de lo clínico, era casi completamente ajeno a mí. Mis heridas anteriormente eran curadas en sitios más austeros que aquel quirofano. Mientras el médico, Marvolath, se ocupaba de mis heridas, no podía dejar de pensar de qué me sonaba el nombre. Marvolath... Marvolath... lo había leído en algún lado, estaba seguro. En mi cabeza empecé a relacionar conceptos. Vine por parte de Drake. Los contactos de Drake suelen ser de lo más variopintos, así que tiene que ser un civil, revolucionario u oto pirata. Pero en verano ví a muchos de los piratas prometedores de la zona y no estaba allí ni en los carteles de Se Busca... ¡Los carteles! ¡De ahí reconocía el nombre! ¡Es parte de la banda de Silver D. Syxel!. Si hubiera sabido que se convertiría en un supernova tan rápido le hubiera vendido el barco mucho más caro.

La anestesia hizo efecto y el procedimiento fue rápido. Al despertar, sentía una mezcla de confusión, mareo y claridad al mismo tiempo. El mundo parecía haber cambiado de alguna manera; los colores eran más brillantes, las formas más definidas, había recuperado una perspectiva que había perdido hace mucho y mi cabeza estaba luchando por volver a recordar cómo funcionaba la vista con dos ojos. El doctor estaba allí, guiándome, ayudándome a adaptarme a esta nueva forma de ver el mundo. - Pruebe a activar su ojo- , me dijo aún aturdido, y seguí las instrucciones.

-¿Puede ver? -preguntó Marvolath, tapándome un ojo. Asentí, sintiendo una nueva percepción en la mente. Era extraña esta sensación. Era familiar pero al mismo tiempo como si fuera un viejo recuerdo. Nunca pensé que la falta de un ojo podría hacerme sentir tan... diferente, o al menos la costumbre a no tenerlo pasó a ser eso, costumbre. - ¡Vamos, concéntrate! Necesito calibrarlo. - Me dije a mi mismo-

Primero, respira. Inhalo, exhalo. Empiezo con los colores. Miro a la pared sólo con el nuevo ojo y siento como si el color fuera más intenso de lo que había visto anteriormente al entrar. ¿Siempre fue así? Tal vez debería ajustar la sensibilidad. Después miré a la mesa de cirujano y sin darme cuenta activé la habilidad del ojo, viento todo en unos patrones azules y negros hasta que miré al doctor y de repente vi tonos verdosos, amarillos e incluso rojos a medida que le observaba la cara. Pensaba que había encargado un ojo normal y resultó que podía ver el.. ¿calor? Me miré mi propio brazo y confirmé que así era. 

Después probé el campo de visión. Moví la cabeza de un lado a otro. Todo se siente tan... fluido. Había un flanco que había perdido completamente y que ahora sentía que lo recuperaba, como si no tuviera límites. Seguí con la distancia. Me había acostumbrado poco a poco a acertar más y más lejos, pero ahora podía ver "dos veces" al objetivo y sentía que podría acertar más fácilmente gracias a ello. Miré hacia arriba y vi la luz. La luz. Desactivé la funcionalidad del ojo y bajé la vista para evitar quedarme ciego. Sentía como en mi cabeza tenía pequeños zumbidos, del ojo ajustándose y adaptándose allá a donde véia para intentar ofrecerme una visión nítida en todo momento. 

Cuando terminamos con las pruebas Marvolath me explicó sobre el sistema de curación que me había instalado, una ventaja que podría ayudarme a manejar el dolor y facilitar mi recuperación. Por instinto iba a activarlo pero antes de apretar el botón me recomendó no hacerlo, al menos no de momento. Las heridas todavía eran recientes y la anestesia seguía ayudando de fondo, por lo que no me hacía falta pulsarlo todavía. Sonreí ante la advertencia, controlando el impulso que tenía por activarlo sólo por ver cómo funcionaba y alejé la mano de la zona.

Para cuando terminaron las pruebas volví a abrocharme la camiseta muy tentado en decirle de ponerme un segundo brazo y facilitar mi vida bastante, pero luego recordé que no hacía falta. - No se asuste doctor, no voy a manchar nada, tendré cuidado. - Dije mientras creaba desde mi muñón un brazo de lodo para sujetar mi camiseta y poder abrochar los botones.

Cuando terminé me incorporé poco a poco de pie, y previniendo su atención le hice un gesto con la mano confirmándole que estaba bien y que no tenía que preocuparse. Cogí mi capa y me la eché por encima.

-Creo que ha sido un día muy largo para todos - dije a Marvolath, viendo su expresión cansada después del largo día y sabiendo que el día anterior estuvo con Drake también- Va siendo hora de despedirnos por hoy. Muchas gracias por la intervención, doctor. - Me despedí de él y avancé hasta la puerta hasta que me apoyé en ella y me giré- Recordaré este buen acto Marvolath, estoy muy agradecido por lo de hoy. Si necesitáis tu tripulación o en especial tú, ayuda en lo que sea, no dudes en contactar conmigo. 

Di un golpecito en el marco de la puerta y salí de la habitación colocándome la capa para que no me pudieran reconocer desde lejos.