Takezo D. Ryuu
Musashi Miyamoto
26-01-2025, 08:12 AM
13 De Invierno
Año 424
Fríos, los mares del norte son fríos, dueños de un viento que solo arropa con el más frío miedo, siendo capaz de inmolar a los más grandes navegantes sin reparo ni perdón. Los barcos entran a la frialdad de sus aguas, paran en su islas, disfrutan de su gente y pocas veces son vistos nuevamente. Niños sin padres, sin hermanos, sin familia pues su sangre fue totalmente arrebatada y borrada de la tierra por la impureza de estas aguas.Año 424
Skjoldheim; un cementerio lleno de valientes. Oculta entre grandes montañas y extensos bosques nevados se ve capaz de ocultar todos aquellos grandes sacrificios y terrores que los ojos pudiesen ver. Su grandes iceberg alimentan ríos de cristal capaces de reflejar el alma y hacerte creer que es una isla ideal, un lugar para el retiro tal vez tener una granja pero sin duda aquella en donde puedes aprovechar de la "paz", una paz que pronto que se verá interrumpida.
El cielo oscuro y sin estrellas ni luna que conecte a los navegantes con el mar y los miedos de sus almas era solo iluminado por los destellos de fuertes rayos seguidos de estruendosos truenos que parecían casi partir el cielo a la mitad. El ambiente con esas características era completamente desolador pero desde la “La playa de los escudos” la perspectiva podía verse esperanzadora para los más pesimistas y aterradora para aquellos con un espíritu nato de optimismo. La arena mojada ahora ya como barro hacían engorroso el caminar mientras podías sentir como el impacto de las olas con la orilla lograba despejar fuertes gotas que en comparación a la constante metralleta acuática del cielo no eran más que solo trámite.
A tu alrededor podías observar los escudos, lanzas y armaduras de guerreros que constantemente son honrados en esa tierra en señal de respeto. Los fuertes vientos terminaban por agitar con fuerza las banderas colgadas en la zona, casi desgarrando totalmente a las mismas debido a su potencia.
Momentos antes de la tormenta aunque ya siendo avisado por los celosos truenos se encuentran dentro de una taberna. El olor de sudor y cerveza entraban a sus narices como una extraña combinación única, aunque contrario a la que se podía esperar de un lugar como ese una una isla como esa no existía los cantos y las sonrisas sino que había tensión, mucha, para ser sincero; no había ni una sola risa, solo vikingos tomando con incertidumbre.
— Nos encontraron no es así? — Preguntaba uno de los presentes a su compañero en la mesa, sus aspectos eran como polos opuestos ya que uno apenas y podía llenar su pesada armadura mientras el otro se notaba que le apretaba — Eso parece... — Respondió el más grande y pesado dando un largo y tenso trago a su jarra — Tu crees que podamos... Vencer? — Replicaba el más escuálido, no hubo respuesta más que aquel silencio abrumador.
La tensión ahoga y si lograban poner más atención se podía escuchar entre susurros — El cuerpo de Ymir nos encontró — que era Ymir? En una buena pregunta, pero solo podrán obtener esa respuesta si optan por buscarla, dentro de poco parece que va a llover y no solo agua, un derramamiento de sangre parece inevitable pero no conocen de razones. Sus opciones son variadas podrían preguntar a los aterrados locales dentro de la taberna, sin embargo y a excepción de aquellos últimos sujetos los demás solo parecen hablar con el terror de sus miradas. La siguiente opción es preguntar al tabernero, un anciano que de lejos se ve que es de la madera más difícil de roer aunque parecía ansioso, no dejaba de limpiar una de sus jarras incluso después de que ya relucían. Existe una tercera opción, aquellos primeros muchachos, sin embargo y junto con el llanto del cielo habían salido de la taberna, si eran rápidos podrían ver que su dirección era nada más y nada menos que "La playa de los escudos". Que estaba sucediendo en la isla? Debían averiguarlo rápido pues cada momento que pasaba un reloj de arena que desembocaba en la sangre de inocentes de llenaba al paso de la tiranía de la lluvia.