Hay rumores sobre…
... que existe una isla del East Blue donde una tribu rinde culto a un volcán.
[Común] [Pasado] Primeros días
Lionhart D. Cadmus
Tigre Blanco de la Marina
Era una mañana tranquila en la isla Kilombo. Cadmus, ahora un sargento de la Marina, caminaba por los pasillos del cuartel sin prisa alguna. El día prometía ser de lo más rutinario, lo cual no estaba nada mal, y realmente lo agradecía. Entre días agitados a veces dejar ver algunos días aburridos y rutinarios, era espacio para tener la mente libre

El cuartel bullía de actividad, pero no por ninguna emergencia. Los reclutas entrenaban en el patio, bajo la mirada atenta de algunos oficiales, mientras que otros marinos se ocupaban de tareas administrativas. Pasaría junto a la armería, donde algunos marinos conversaban sobre su próximo destino, Cadmus por ahora no tenía ningún destino específico. Por fortuna o desgracia de Cadmus, este día era simplemente uno más en la base, sin grandes sorpresas.

Pasaría por la cantina, donde el aroma del café fresco lo tentaría a por una breve parada. Taza en mano, se sentaría una taza en una mesa cerca de la ventana. Desde allí podía observar el puerto de la isla, tranquilo, sin señales de ningún barco pirata o conflicto en el horizonte. A veces, ese silencio le parecía engañoso. Sabía que el peligro siempre estaba al acecho, pero hoy parecía distante.

Después de terminar su café, continuó su paseo por los barracones. Los saludos formales de los reclutas al pasar lo hacían recordar sus primeros días en la Marina, cuando todo parecía nuevo y desafiante. Ahora, realmente apenas no muchos días después, la rutina se había asentado en su vida. Sabía lo que debía hacer, cómo comportarse y qué esperar de cada día.

Revisaría brevemente los informes de guardia, firmaría algunos documentos sin importancia y supervisaría el entrenamiento de los nuevos reclutas. Los gritos de los instructores resonaban por el patio, pero nada fuera de lo ordinario.

A medida que el sol avanzaba en el cielo, sentía una calma extraña. No había ninguna misión urgente ni órdenes que lo llevaran lejos de la base. Todo estaba en orden, y aunque apreciaba los días tranquilos, no podía evitar una leve sensación de insatisfacción. ¿Era esto todo lo que le esperaba? ¿La rutina, los mismos rostros y las mismas tareas?

Con un suspiro, Cadmus continuó su recorrido, sabiendo que el día terminaría igual que había comenzado: en paz, pero también una pequeña parte de él deseando que no fuese así.
#11


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