Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Aventura] [Autonarrada] Alfombra roja en Loguetown
Suzuka D. Hanami
Dragón Floreciente
La brisa suave del mar acariciaba suavemente las calles de Loguetown, como un susurro de sueños y promesas. Era un día especial para el sector de la moda, uno en el que la ciudad se adornaba con coloridos carteles y luces brillantes en anticipación el que para algunos era el evento de la temporada; el desfile de moda. Desde muy temprano, los habitantes se congregaban en la plaza principal, ansiosos por presenciar las últimas tendencias y espectaculares atuendos que se revelarían en la pasarela. Pero este año, había algo aún más de interés. Una invitada muy especial había sido convocada para hacer su debut en el desfile, uno que prometía ser inolvidable.

Suzuka D. Hanami, conocida por su belleza sobrenatural y su presencia hipnótica, había capturado recientemente la atención de la sociedad de moda de la ciudad, apareciendo en la portada de una prestigiosa revista de diseño. Su mezcla de rasgos de Oni y su elegancia natural atrajeron miradas admirativas y murmullos de asombro. Se decía que la capacidad de Hanami para combinar su herencia demoníaca con la gracia de una modelo de pasarela desafiaba todas las normas de la belleza convencional. Sus brillantes cuernos de Oni se erguían majestuosamente, reflejando los rayos del sol, mientras que su cola escamada ondulaba con un movimiento fluido, como si danzara con la música del viento, siendo un rasgo tan exótico y atípico que aun la hacían destacar más.

Por la mañana, mientras la ciudad se despertaba, Hanami se preparaba para la gran ocasión en el cuarto de la posada en el que estaba. Las paredes estaban decoradas con telas de colores variados y maniquíes que mostraban ropa que había diseñado diversos estilistas. La habitación estaba impregnada de esencia, un aroma fresco que evocaba flores de cerezo y mar. Incluso le proporcionaron los encargados del evento una asistente - ¡Hoy será inolvidable! - Exclamo la misma, la cual estaba deslumbrada por la belleza de Hanami.

Mientras su mirada recorría el vestuario, se decidió por un vestido hecho a medida, confeccionado con finos hilos de seda y adornos de piedras preciosas que resaltaban su tonalidad de piel. Era un vestido que oportunamente cuadraba con sus propios rasgos, con patrones sutiles que imitaban la escama de su cola, creando un brillo que capturaría la luz de los focos de la pasarela.

Las horas pasaron volando mientras se arreglaba meticulosamente. Cuando finalmente se miró en el espejo, se sintió como una diosa. Su melena brillante caía como una cascada de oro blanco sobre sus hombros, enmarcando un rostro que resplandecía de confianza y belleza. Con los cuernos elegantemente decorados con pequeñas flores, y su cola brillando con cada movimiento, parecía lista para conquistar el mundo.

Una vez que llegó a la plaza, el bullicio de la multitud la envolvió. El ambiente estaba cargado de energía. Un mar de colores y texturas la rodeaba mientras los asistentes tomaban sus lugares. Los flashes de las cámaras iluminaban el escenario, y Hanami se sintió invadida por una mezcla de nervios y emoción. Apenas llevaba unos días Loguetown y ya era una gran modelo que desfilaba, todo se sentía surrealista. Las modelos comenzaron a desfilar, cada una proyectando su propio estilo y personalidad. Hanami observaba con fascinación, sintiéndose más segura. Cuando llegó su turno, el corazón le latió con fuerza. Caminó despacio hacia el centro de la pasarela, y en el momento en que sus pies tocaron el escenario, el mundo exterior desapareció.

Sus cuernos brillaban bajo las luces escénicas, aumentando la intensidad de su presencia. La multitud guardó silencio mientras admiraban la figura de la Oni que, con una gracia etérea, se deslizaba por la pasarela. Cada paso estaba lleno de confianza, y su cola escamada se movía con ritmo, creando una danza hipnótica que deslumbraba a todos los presentes. Con cada vuelta y giro, Hanami sentía que su magia se apoderaba del ambiente. Cada destello de los flashes era un recordatorio del viaje que había comenzado, la aceptación de su herencia Oni y su belleza única. Los murmullos de la multitud se transformaron en aplausos ensordecedores, y la emoción inundó su corazón.

Mientras avanzaba, notó a un joven de cabello dorado entre el público, mirando con asombro. Era un rostro que le pareció familiar, pero en aquel momento no podía concentrarse en nada más que en su actuación, aunque dicho joven era Jean Pierre, el fotógrafo que la descubrió en la moda. Con una última vuelta, se posó en una pose dramática, mostrando su vestido, sus cuernos y su cola con orgullo. La ovación fue apoteósica y su corazón se llenó de alegría.

Regresó entre bastidores después de su deslumbrante paseo por la pasarela, sintiéndose en la cima del mundo. La verdad es que nunca se sintió tan viva, tan auténtica. Una voz intervino. Era uno de los organizadores del evento, un hombre de cabello canoso y porte elegante, que se acercó con una gran sonrisa - Hanami, fue un placer tenerte en nuestro desfile. Tu presencia ha traído una energía única y especial. Veremos cómo podemos llevar esto aún más lejos - Hanami sonrió, sintiéndose honrada. Con la carrera de la moda en auge y una carrera estelar a su alcance, la idea de hacer de esta experiencia el inicio de algo más grande parecía cada vez más probable, pero el futuro de ella era incierto en realidad.

A medida que el desfile avanzaba, Hanami observó a otros modelos mientras se preparaban para sus turnos en la pasarela. La teatralidad, la emoción y la belleza que llenaban el ambiente la rodeaban y le provocaron sentir una conexión especial con cada una de ellas. Sin embargo, la ronda inaugural estaba lejos de ser el final.

Los eventos posteriores incluyeron sesiones de fotos, entrevistas en medios y encuentros con diseñadores. La popularidad de Hanami crecía exponencialmente. Su nombre se convirtió en sinónimo de elegancia y originalidad. A medida que las luces brillaban sobre ella y los flashes destellaban, empezó a creer que quizás sí podía ser parte de un mundo donde su singularidad fuera celebrada en lugar de ocultada.

Sin embargo, no todo era perfecto. Como toda estrella, sus éxitos atrajeron la mirada de la envidia y el juicio. Durante uno de los eventos posteriores al desfile, Hanami escuchó comentarios a sus espaldas, susurros llenos de celos acerca de su belleza Oni y la atención que había capturado. Pero lejos de sentirse afectada, decidió que esos comentarios solo eran un reflejo de la inseguridad de quienes los emitían. Con cada momento, la fuerza de su carácter se volvió más clara.

Al final de la noche, mientras las luces se apagaban y Loguetown se sumía en un suave silencio, Hanami se retiró a su alojamiento temporal, su corazón rebosante de gratitud y firmeza. Había encontrado su lugar bajo el sol, y estaba lista para enfrentarse a lo que viniera. Su belleza, era solo el comienzo; su verdadera esencia, su luz interior, brillaba aún más intensamente.

Mientras se acomodaba en su cama, en su mente retumbaban los vítores de la multitud. Eran más que justos, era única, y ese desfile de moda simplemente había sido el principio de un hermoso viaje hacia la aceptación y la celebración de quienes eran, dentro y fuera de la pasarela. Loguetown no había sido solo el escenario de su debut como modelo; había sido el lugar donde Suzuka D. Hanami se convirtió en la obra maestra que siempre había estado destinada a ser. Aunque la moda había sido una pequeña experiencia que improviso en su reciente estada en la ciudad, ella quería descubrir más del mundo.
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