[Diario] [D - Pasado] De cómo un conejo deliraba por la fiebre

Una vez enviada la carta se sintió más... Ligero. No físicamente, pero sí que era como quitarse un peso que llevaba cargando mucho tiempo sobre sus hombros. Resultaba increíble cómo algo que ignoramos puede estar influyéndonos tanto. Y es que el mink conejo realmente nunca había estado prestando mucha atención a esos pensamientos acerca de su familia, pero siempre estuvieron ahí, ocupando un espacio que ahora podía ser utilizado por otras cosas, permitiéndole relajarse un poco. La carta técnicamente seguía en la oficina postal, todavía no había partido y podría recuperarla si quisiera e impedir que se entregase. O un desastre natural podría asolar el pueblo y destruir el correo o matar a las gaviotas, o extraviarse... Pero él ya había hecho su parte, ahora el destino decidiría si esa carta debía llegar a la persona a la que se enviaba o no.

Dejó la oficina postal atrás, sin detenerse ni un segundo a dirigirle una mirada más. No quería volver a sentir otro peso en sus hombros tan pronto, así que lo mejor era desechar todos los pensamientos sobre sus padres en ese momento. Sin prisa, pero sin pausa, el joven conejo recorrió el pueblo para salir de él por el lado contrario al que había entrado. Era hora de emprender su viaje de nuevo. En aquel pueblo no era bien recibido, pero él ya había conseguido del lugar todo lo que podía necesitar... y gratis, al menos en su mayor parte. Un plato de comida caliente, comida de viaje, una mochila, un saco de dormir, una olla, una lección de humildad para alguna persona. Tal vez al ver todo lo que King le había sustraído, comenzaría a preguntarse cómo podía haber evitado esa situación, y saludar a un mink en lugar de mirarlo con odio debía ser una de las causas, ¿no?