Henry
Tigre Rojo de la Marina
18-12-2024, 10:15 AM
Día 1 de Invierno del Año 724
Luego de un caluroso y ocupado verano en el que el deber llamaba temprano por las mañanas, era hora de tomarse las cosas con calma y recordar a quienes protegemos. El suboficial Henry, conocido en el G-23 por sus hazañas propuso una iniciativa para colaborar con los pobladores de Rostock. Ya que el Invierno había comenzando, que mejor que ayudar a nuestros ciudadanos a afrontar semejante temporada? Esta fue la idea del joven suboficial.
Acompañado de un grupo de voluntarios, claramente permitido por el sargento Murray, Henry se marchó hacia Rostock con cajas que contenía recursos y herramientas para ayudar. Una vez allí los pueblerinos no pudieron evitar mostrar su gratitud hacia los marines. Pese a que algunos solían resentir al suboficial Henry por sus acciones pasadas en el viejo silo, estos también oyeron sobre sus otras hazañas, disculpándose con él y aceptando su ayuda.
Unos cuantos marines se ocupaban de limpiar las calles de la nieve, permitiendole a las carrozas de comerciantes y pobladores pasar de un lado al otro. Otro grupo de marines pasaba de casa en casa repartiendo alimentos duraderos, informando a los pueblerinos de como hacer para que estos duren buena parte del Invierno. El último grupo, encabezado por Henry, se encargó de construir una pequeña cosecha con techo y otros aparatos para dar las condiciones adecuadas para su crecimiento, estas plantas eran especiales, pudiendo crecer rápidamente en casi cualquier ambiente.
Una vez listo solo quedaba instruir a los pobladores de como usarlo y darle su mantenimiento diario. Viendo que aún tenían algo más de tiempo extra dado por Murray, Henry y su grupo de marines se ofrecieron a reparar varias de las casas del pueblo, cubriendo huecos tanto en los techos como en las paredes de algunas casas. La labor en el pueblo de Rostock había acabado, con una que otra visita semanal era más que suficiente para la supervivencia de nuestros pobladores.
Antes de poder abandonar Rostock Henry recibía una comunicación por su Den Den Mushi, se trataba de un oficial de la base. Este oficial les dejó saber que Murray los quería arreglando el faro de Rostock, para luego volver a la base y seguir con nuestra labor allí. Ciertamente era un montón de trabajo, tanto que casi hacía que uno se arrepienta de haber propuesto dicha cosa.
Pero el doble de trabajo no haría que el suboficial Henry se eche para atrás, este, en frente de sus hombres, les gritó con convicción, asegurándo que gracias a al esfuerzo que estarían por hacer las condiciones en Kilombo mejorarían para todos y cada uno en aquél lugar. El discurso de Henry era uno de motivación, uno en el que se valoraba el trabajo y determinación de sus hombres. Luego de aquella charla, el grupo de voluntarios se dirige hacia el Faro de Rostock, el cual aún tenía partes que ser reparadas después del asalto pirata en el verano pasado.
Todos se pusieron manos a la obra, reparando algún que otro agujero que quedaba del asalto. Henry observaban lo que fué el campo de batalla aquél día, este recordaba cada órden que daba por el Den Den Mushi, desplegando sus mejores habilidades como estratega. Pese a no haber sido el mejor estratega en la historia aquél fue un evento del cual aprendió mucho, cosa que le hizo empezar a aprender estrategia al grado de otros oficiales de la base, esperando a ser ascendido próximamente.
Pero no todo se trataba de subir la escalera de rangos, Henry se encontraba practicando un arte marcial bastante conocida entre los marines, un arte marcial con la capacidad de romper con las defensas del rival, garantizando un poderoso impacto contra los enemigos más robustos. Aquello era una forma de hacerse fuerte por si mismo y de tener un más amplio arsenal.
Su entrenamiento con sus poderes de lava también iba en buen camino, volviéndose este mucho más hábil usando sus habilidades con tremenda naturalidad. Luego de terminar con las últimas reparaciones del faro de Rostock eliminando grupo de voluntarios volvía al G-23, cada uno tenía una cara más larga que el siguiente, demostrando lo cansados que estos estaban. Henry, por su parte, este era el primeri en la fila, cargando más pesado y determinado a seguir trabajando en la base que le dió cobijo a tan joven edad.
Las noticias de que una empresaria había creado un nuevo mecanismo de viaje entre Blues se escuchaba por todos lados, se teorizaba de que era mucho más barato que en otras conpañias. Todo aquello sonaba bien, pues también se escuchaba en el G-23 que necesitaban más efectivos en el North Blue por la recién migración de piratas a la zona. Henry se mostraba motivado ante la noticia, esperando patear tanto tracero pirata como le sea posible.
Acompañado de un grupo de voluntarios, claramente permitido por el sargento Murray, Henry se marchó hacia Rostock con cajas que contenía recursos y herramientas para ayudar. Una vez allí los pueblerinos no pudieron evitar mostrar su gratitud hacia los marines. Pese a que algunos solían resentir al suboficial Henry por sus acciones pasadas en el viejo silo, estos también oyeron sobre sus otras hazañas, disculpándose con él y aceptando su ayuda.
Unos cuantos marines se ocupaban de limpiar las calles de la nieve, permitiendole a las carrozas de comerciantes y pobladores pasar de un lado al otro. Otro grupo de marines pasaba de casa en casa repartiendo alimentos duraderos, informando a los pueblerinos de como hacer para que estos duren buena parte del Invierno. El último grupo, encabezado por Henry, se encargó de construir una pequeña cosecha con techo y otros aparatos para dar las condiciones adecuadas para su crecimiento, estas plantas eran especiales, pudiendo crecer rápidamente en casi cualquier ambiente.
Una vez listo solo quedaba instruir a los pobladores de como usarlo y darle su mantenimiento diario. Viendo que aún tenían algo más de tiempo extra dado por Murray, Henry y su grupo de marines se ofrecieron a reparar varias de las casas del pueblo, cubriendo huecos tanto en los techos como en las paredes de algunas casas. La labor en el pueblo de Rostock había acabado, con una que otra visita semanal era más que suficiente para la supervivencia de nuestros pobladores.
Antes de poder abandonar Rostock Henry recibía una comunicación por su Den Den Mushi, se trataba de un oficial de la base. Este oficial les dejó saber que Murray los quería arreglando el faro de Rostock, para luego volver a la base y seguir con nuestra labor allí. Ciertamente era un montón de trabajo, tanto que casi hacía que uno se arrepienta de haber propuesto dicha cosa.
Pero el doble de trabajo no haría que el suboficial Henry se eche para atrás, este, en frente de sus hombres, les gritó con convicción, asegurándo que gracias a al esfuerzo que estarían por hacer las condiciones en Kilombo mejorarían para todos y cada uno en aquél lugar. El discurso de Henry era uno de motivación, uno en el que se valoraba el trabajo y determinación de sus hombres. Luego de aquella charla, el grupo de voluntarios se dirige hacia el Faro de Rostock, el cual aún tenía partes que ser reparadas después del asalto pirata en el verano pasado.
Todos se pusieron manos a la obra, reparando algún que otro agujero que quedaba del asalto. Henry observaban lo que fué el campo de batalla aquél día, este recordaba cada órden que daba por el Den Den Mushi, desplegando sus mejores habilidades como estratega. Pese a no haber sido el mejor estratega en la historia aquél fue un evento del cual aprendió mucho, cosa que le hizo empezar a aprender estrategia al grado de otros oficiales de la base, esperando a ser ascendido próximamente.
Pero no todo se trataba de subir la escalera de rangos, Henry se encontraba practicando un arte marcial bastante conocida entre los marines, un arte marcial con la capacidad de romper con las defensas del rival, garantizando un poderoso impacto contra los enemigos más robustos. Aquello era una forma de hacerse fuerte por si mismo y de tener un más amplio arsenal.
Su entrenamiento con sus poderes de lava también iba en buen camino, volviéndose este mucho más hábil usando sus habilidades con tremenda naturalidad. Luego de terminar con las últimas reparaciones del faro de Rostock eliminando grupo de voluntarios volvía al G-23, cada uno tenía una cara más larga que el siguiente, demostrando lo cansados que estos estaban. Henry, por su parte, este era el primeri en la fila, cargando más pesado y determinado a seguir trabajando en la base que le dió cobijo a tan joven edad.
Las noticias de que una empresaria había creado un nuevo mecanismo de viaje entre Blues se escuchaba por todos lados, se teorizaba de que era mucho más barato que en otras conpañias. Todo aquello sonaba bien, pues también se escuchaba en el G-23 que necesitaban más efectivos en el North Blue por la recién migración de piratas a la zona. Henry se mostraba motivado ante la noticia, esperando patear tanto tracero pirata como le sea posible.
![[Imagen: 95fa77531754675c202aa20ac4047d602acade5e.gif]](https://64.media.tumblr.com/bf838d8a1dbfe5887cdb552b2929e81c/b96a408ed129b262-7e/s500x750/95fa77531754675c202aa20ac4047d602acade5e.gif)