Rahel
The Creature
18-01-2025, 04:08 AM
Últimamente estoy aprendiendo a aceptar que no todos los humanos son responsables por mi sufrimiento ni mucho menos, con el objetivo de tomar venganza debo de recordar los rostros de aquellos encargados de hacerme sufrir y hacerles probar de su propia medicina. Actualmente existen varios lugares a los cuales me gustaría ir a cobrar venganza, uno, o mejor dicho, varios de ellos son los laboratorios del gobierno, puesto que se lo que se siente vivir en uno de ellos por años sin tener a nadie con quie hablar. Por cosas como esas es que juré venganza y no me rendiré hasta tenerla.
Por el momento no tengo la fuerza necesaria pero estoy seguro de que en un futuro la tendré, siendo capaz de destruir esta clase de lugares con mi presencia y nada más. Hace tiempo, mientras seguía siendo parte de la tribu garuda solía escuchar las historias del anciano de la tribu, el que nos decía que nuestro más grande poder era el uso de nuestra fuerza espiritual y mantra, los cuales nos proporcionaban increíbles habilidades. El viejo nos solía decir que el mantra nos podía ayudar a ocultar nuestra presencia de los enemigos, así como la fuerza espiritual puede recubrir todo nuestro cuerpo, evitando así grandes cantidades de daño.
Pero haber sido una rata de laboratorio para los humanos no había sido toda mi historia. Antes de ser trasladado a dicho laboratorio fui un trofeo y una montura para los mayores nobles mundiales, los cuales me humillabas cada vez que podían haciéndome el centro de sus burlas. Por esa entre otras razones juré vengarme de estos tipos, guardando el resentimiento desde lo más profundo de mi ser. Ya poco a poco me hacía más fuerte y decidido de mis objetivos, solo necesitaba a más lunarian para la formación de mi reino en DemonTooth.
Por el momento no tengo la fuerza necesaria pero estoy seguro de que en un futuro la tendré, siendo capaz de destruir esta clase de lugares con mi presencia y nada más. Hace tiempo, mientras seguía siendo parte de la tribu garuda solía escuchar las historias del anciano de la tribu, el que nos decía que nuestro más grande poder era el uso de nuestra fuerza espiritual y mantra, los cuales nos proporcionaban increíbles habilidades. El viejo nos solía decir que el mantra nos podía ayudar a ocultar nuestra presencia de los enemigos, así como la fuerza espiritual puede recubrir todo nuestro cuerpo, evitando así grandes cantidades de daño.
Pero haber sido una rata de laboratorio para los humanos no había sido toda mi historia. Antes de ser trasladado a dicho laboratorio fui un trofeo y una montura para los mayores nobles mundiales, los cuales me humillabas cada vez que podían haciéndome el centro de sus burlas. Por esa entre otras razones juré vengarme de estos tipos, guardando el resentimiento desde lo más profundo de mi ser. Ya poco a poco me hacía más fuerte y decidido de mis objetivos, solo necesitaba a más lunarian para la formación de mi reino en DemonTooth.