Julius Basileus
El Ogro
17-02-2025, 02:38 AM
Día 33 de Invierno del Año 724
Recién había obtenido los poderes de una akuma no Mi la cual me había otorgado la capacidad de producir y manipular la mantequilla a mi antojo. Cualquiera diría que este no es más que un poder absurdo hasta el momento en el que se vean ahogados por dicha mantequilla. La capacidad de generar dos tipos de mantequilla, una pegajosa y otra resbaladiza aumentaba mi arsenal de chances cuando se trataba de luchar de forma inteligente.
Este poder también me ha servido para destrozar cosas sin tener que hacer uso de mis músculos, lo que facilita todo. Pero todavía es muy temprano como para decir todo lo que puedo o no hacer, pues aún queda mucho por aprender entre esta fruta y yo. Afortunadamente con este poder podré hacerme un nombre en la piratería, representando un poder a tener en cuenta en el mar del este.
Por el momento quedaba garantizar mi presencia en la isla Syrup, donde sus residentes deberán de aprender a respetarme y a tomarme en cuenta cuando se trata de negocios. A decir verdad, con los poderes de la mantequilla también se me ocurrió generar grandes cantidades de esta y venderlas al por mayor, pero siendo sincero no quisiera que mi nombre y fama se haga a base de vender mantequilla en cubitos.
Ya había comprado que mis poderes son altamente útiles cuando se trata de extorsionar y hacer un caos allá a donde vaya, así podré convencer a otros miembros de la élite de Syrup de contratar mis servicios como mercenario, guardaespaldas o encargado de operaciones clandestinos. Todo ello dependía de como me vendería ante mis potenciales clientes. Asistir a fiestas y eventos de las élites de Syrup parecía ser mi mayor oportunidad para hacer contactos y así ganarme la vida en el futuro cercano.
Este poder también me ha servido para destrozar cosas sin tener que hacer uso de mis músculos, lo que facilita todo. Pero todavía es muy temprano como para decir todo lo que puedo o no hacer, pues aún queda mucho por aprender entre esta fruta y yo. Afortunadamente con este poder podré hacerme un nombre en la piratería, representando un poder a tener en cuenta en el mar del este.
Por el momento quedaba garantizar mi presencia en la isla Syrup, donde sus residentes deberán de aprender a respetarme y a tomarme en cuenta cuando se trata de negocios. A decir verdad, con los poderes de la mantequilla también se me ocurrió generar grandes cantidades de esta y venderlas al por mayor, pero siendo sincero no quisiera que mi nombre y fama se haga a base de vender mantequilla en cubitos.
Ya había comprado que mis poderes son altamente útiles cuando se trata de extorsionar y hacer un caos allá a donde vaya, así podré convencer a otros miembros de la élite de Syrup de contratar mis servicios como mercenario, guardaespaldas o encargado de operaciones clandestinos. Todo ello dependía de como me vendería ante mis potenciales clientes. Asistir a fiestas y eventos de las élites de Syrup parecía ser mi mayor oportunidad para hacer contactos y así ganarme la vida en el futuro cercano.