[Diario] Diario de Kael: Numa Numa no mi

Día 5 - Verano - 20:00 PM

El viento del Reino de Oykot soplaba fuerte esa noche, llevando consigo el eco de las olas que rompían contra la costa. Kael, su rostro marcado por el dolor y la furia, se tambaleaba mientras regresaba a su hogar. La amargura de la derrota y las heridas físicas aún no habían sanado, y cada paso se sentía como una carga insostenible. No había logrado su objetivo.

Al abrir la puerta de su pequeña casa, o más bien los restos de lo que un día fue su casa, la oscuridad lo envolvió. Las sombras parecían consumirlo mientras sus pensamientos vagaban. La habitación estaba desordenada, un reflejo de su mente resquebrajada. El suelo estaba cubierto de algunos sacos de frutas y verduras que él había recolectado o comprado con lo poco que conseguía, la única fuente de sustento que le quedaba. Una explosión de rabia y desesperación burbujeó en su interior. Se había preparado para lo inevitable, había luchado con un fuego en su pecho, pero a pesar de todo, no podía hacer nada.

Con un grito desgarrador, Kael tomó lo primero que pudo encontrar y lo lanzó contra la pared. Los cristales se rompieron y la madera crujió, resonando como su corazón roto. -¿Por qué? ¿Por qué no puedo cambiar nada? -su voz resonó en el vacío del hogar que una vez había compartido con su esposa. Se dejó caer apoyado en la pared hasta tocar el suelo, sintiendo la impotencia inundarlo.

Fue en ese momento de desesperación que notó algo peculiar. En medio del caos de sillas rotas, platos rotos y de frutas y hortalizas caídas, una de ellas brillaba débilmente. Una fruta extraña, que nunca había visto antes.

-Pero... es imposible, recolecté esas frutas hace varios días, es imposible que.... -dijo recortando e incrédulo ante lo que tenía delante-

Al acercarse, su corazón latió más rápido; esa fruta parecía pulsar con una energía desconocida. Sin pensarlo dos veces, la recogió y, en su estado de furia y desesperación, se la llevó a la boca. El sabor era intenso, extraño y a la vez asqueroso.

No pasó mucho tiempo antes de que su cuerpo comenzara a convulsionar. Dolor punzante recorrió su torso y sus extremidades, como si mil agujas lo atravesaran. Kael gritó, arrasado por la sensación. De repente, todo se detuvo. Un silencio profundo lo envolvió, y en ese momento de paz, algo extraordinario ocurrió.

Frente a él, manifestándose entre la penumbra de su hogar, apareció Lira. Su imagen etérea iluminó la habitación con una luz suave y vibrante. Sus ojos, aquellos ojos que había amado tanto, estaban llenos de comprensión y tristeza.

- Kael, amor mío - su voz resonó como un eco esperanzador. -No puedes seguir así.-

El único ojo que le quedaba a Kael se le llenó de lágrimas. -Lira… ¿es realmente tú?... me... ¿me he vuelto loco? ¿Esa fruta me está haciendo alucinar?-Dijo levantándose de golpe y acercándose con su brazo extendido a ella-

-Soy solo un susurro de lo que fui, un eco de lo que aún eres. Tu dolor me ha alcanzado y quiero que sepas que la venganza no te llevará a la paz que buscas. 

- Ellos me lo quitaron todo. ¡Salazar Stone me arrebató la vida que construimos juntos!. -Su respiración se volvió pesada-

- Lo sé. Pero la oscuridad solo engendra más oscuridad. Te veo consumido por el odio, destruyendo todo lo que has amado, incluso a ti mismo. Debes encontrar una manera de sanar, de ser mejor. -

Desesperado, Kael cayó de rodillas. - ¿Cómo? ¿Cómo puedo cambiar? He hecho tanto mal en busca del bien que no sé si tengo redención -

-Nosotros buscaremos la manera, juntos. Un camino por el que vivir. No le perdonaré a Salazar, pero no serás prisionero de tu rencor. Serás más que un hombre consumido por la venganza.-

En ese instante, Lira comenzó a caminar lentamente hacia mí, su rostro brillando de determinación y amor. - No tomarás venganza a ciegas. Protegerás a los débiles. No buscarás la destrucción, sino la justicia. Y siempre recordarás que la vida tiene matices de luz, incluso en la oscuridad más profunda.-

Kael escuchó cada palabra formándose en su mente como un mantra que lo llevaría hacia su nueva existencia. A medida que absorbía las enseñanzas de Lira, la luz en su imagen fue disminuyendo lentamente, y él se sintió más ligero, como si partes de su dolor comenzarán a desvanecerse.

-Recuerda, Kael-, susurró su amor en un tono casi inaudible. -No te aferres al rencor, porque eso solo te quitará la humanidad. Avanza por la vida con compasión, y tendrás el poder de cambiar el mundo.-

Con esas palabras resonando en su mente, el mundo a su alrededor comenzó a oscurecerse, y Kael se sintió caer en un profundo sueño, pero esta vez, no estaba solo. Llevaría consigo esas palabras y el amor de Lira, una guía hacia un propósito mayor.

Al despertar, el sol brillaba a través de la ventana. Miró a su alrededor y un nuevo brillo le iluminó el alma. Con las enseñanzas de Lira grabadas en su corazón, y la Akuma no Mi que comenzaba a manifestarse dentro de él, Kael se levantó. Sentía por primera vez  algo que no tenía desde hace mucho tiempo. Un mezcla entre amor y esperanza empezaban a crecer poco a poco en su pecho, como la luz de una vela en medio de la oscuridad más absoluta.

-Es como si el demonio de la fruta haya devorado parte del demonio que tenía -se dijo a sí mismo, incrédulo- 

No olvidaría lo que pasó, no perdonaría a Salazar Stone, pero ya no sería un hombre sólo consumido por la oscuridad. Se prepararía para enfrentar su destino, no sólo como un cazador de sombras, sino como un faro de esperanza para aquellos que, como él, habían perdido todo.

- El camino no será fácil - Comentó- Pero alguien tiene que comenzarlo.

No sería un proceso fácil, ni conseguiría hacerlo de la noche a la mañana. Seguramente toda una vida tampoco sería suficiente. Pero tenía que intentarlo, se lo debía a Lira. Se lo debía así mismo.