Hay rumores sobre…
... que en una isla del East Blue, hay un prometedor bardo tratando de forjarse una reputación. ¿Hasta dónde llegará?
Un tiquet que voló, voló y siguió volando
Illyasbabel
cuervo de lobos
Verano 2

Puesto el mediodía Illyasbabel había decidido desplegar sus alas y salir a dar una vuelta por los cielos de Isla Kilombo, nada mejor para hacer la digestión que una buena travesía aérea.- Esos mariscos estuvieron exquisitos - pensó, mientras volaba. Un mediodía muy tranquilo, sin demasiadas preocupaciones para el viejo cuervo que no tuvo mejor idea que disfrutar de aquel día, una vez cada tanto se tomaba un respiro de su labor para disfrutar la naturaleza en soledad.

- Oh, ¿Qué es esto? - Se preguntó mientras volaba por los cielos de la isla, un papel de extrañas características fue a parar a su rostro, impidiéndole la visión por unos segundo, al quitárselo de la cara vio que este brillaba, pero no entendía su función. ¿ Como fue a parar ese trozo de papel a los cielos del East Blue? ¿ Había caído del cielo? no importaba demasiado, después de inspeccionarlo mientras descendía hacia el suelo concluyo que no le serviría.

Sin más tiro el papel nuevamente a los aires esperando que este viajara hacia un destino más producente. - Adiós extraño papel - se despidió mientras encendía un cigarrillo. Era increíble la capacidad de vuelo de tan humilde retazo de papel, en pocos segundos se elevaba nuevamente por los aires hasta alcanzar una distancia lo suficientemente alta para perderlo de vista.

Aquel extraño papelito, que Illya no supo reconocer, siguió su vuelo por todo el East Blue, viajo y viajo, apoyado de las amables brisas marinas, hasta que por fin toco nuevo puerto, o mejor dicho, descendió a través de los cielos de una de las Islas de aquel inmenso océano hasta llegar a las manos de otro joven, probablemente más interesado que el viejo Lunarian, casi de igual forma, el papel encontró su nuevo dueño: Terence Blackmore.
#1
Terence Blackmore
Enigma del East Blue
Día 2 del Verano de 724

Estaba sentado en el muelle, disfrutando de la brisa marina. Para mí, esos momentos eran más que un simple escape; eran un refugio, un lugar donde podía ser yo mismo sin la sombra de mis hermanos mayores, imbéciles y carentes del sentido del gusto por la paz que yo profesaba.

De repente, algo en el cielo captó mi atención. Un papel, llevado por el viento, descendía en una danza errática. Extendí la mano y lo atrapé antes de que siguiera su vuelo. Al tocarlo, noté algo extraño: el papel brillaba, como si escondiera un secreto. No había nada escrito, pero su textura y ese brillo peculiar me dijeron que no era un simple trozo de basura.

-¿Qué eres tú?- murmuré casi para mis adentros, más intrigado que nunca. Sentí una conexión, una especie de llamada. Este papel había llegado a mí por alguna razón, y no era del tipo que se ignora. Recordé las historias que escuché de niño, sobre objetos misteriosos y aventuras inesperadas. Quizás esto era una señal, una oportunidad para vivir algo diferente, algo que me perteneciera solo a mí. 

Guardé el papel en el bolsillo de mi chaqueta. No sabía qué significaba ni de dónde venía, pero estaba decidido a descubrirlo. Mientras me levantaba del muelle y miraba al horizonte, supe que este era el momento de seguir mi propio camino, lejos de las expectativas que siempre me rodeaban.
-Veamos a dónde me lleva esto- pensé, mientras emprendía el camino de regreso a mi hotel. Tenía ciertas intrigas sobre si el destino había puesto tal documento en mi mano por algún tipo de fortuna o ventura desconocida y ciertamente me encontraba totalmente ávido de conocimiento por examinarlo en la seguridad de la intimidad.
#2


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