Broco Lee
El Maestro Vegano
31-08-2024, 01:19 PM
(Última modificación: 31-08-2024, 01:21 PM por Broco Lee.)
La resistencia de Kael era envidiable; a pesar de no tener un físico robusto, su Akuma no Mi del lodo le permitía amortiguar todo tipo de golpes transformando su cuerpo. Sin duda alguna, era una habilidad increíble. Broco estaba plenamente consciente de que había estado extendiendo su barro por la cubierta. Había aceptado lidiar con ello, ya que se sentía seguro de poder combatir sus efectos. No obstante, no esperaba lo que ocurrió a continuación. Aquel líquido, que a priori parecía inofensivo, aumentó su densidad y la corriente que ejercía apretaba con fuerza lo que tenía agarrado. Kael afincó su tren inferior en el suelo para resistir el tirón, ralentizando notablemente este. Los tres muchachos de la tripulación que veían el espectáculo desde bajo cubierta no corrieron la misma suerte. No eran tan resistentes como su líder, por lo que la "resaca" del barro comenzó a arrastrarlos. Los jóvenes gritaron mientras el resto de los presentes observaba en silencio, sorprendidos por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos.
Kael aprovechó su situación ventajosa para comenzar un discurso. Fue escuchado con atención al principio, pero cuando subió el tono de voz y comenzó a dar un discurso más egoísta y agresivo, no fue tan bien recibido por los presentes. Valorar sus capacidades bélicas y aceptarlo como a un igual era una cosa; autoproclamarse como la representación de la madre naturaleza era otra muy diferente. A pesar de esto, logró convencer a algunos rezagados. Broco le permitió acabar su discurso, consideró que había superado la prueba y, por ende, merecía una recompensa. Un Logia, ¿quién se lo iba a decir a Broco?, y un Logia que sabía utilizar su fruta adecuadamente. Sin duda, aquello era sorprendente.
¡MODO AYUNAS!
El grito se escuchó en todo el barco. Los músculos faciales de Broco se tensaron, sus venas se hincharon y el tamaño de sus músculos aumentó notablemente. Lo último que se esperaba hoy era tener que recurrir a una de sus técnicas más avanzadas para zanjar una demostración. Su fuerza aumentó, lo que le permitió moverse con algo más de soltura, a pesar de que sus brazos ya estaban libres.
¡APERTURA DE LECHUGA!
Con un nuevo grito, Broco utilizó su fuerza para girar sobre sí mismo a toda velocidad, creando una especie de falso tornado de dos metros de diámetro a su alrededor, despejando la zona de barro.
—Es suficiente —dijo al acabar de girar, levantando la palma de su mano en dirección a Kael y haciendo el gesto de detenerse. Después sonrió y, mirando al pirata, asintió con la cabeza en señal de confirmación—. Kael T. Draven, te has ganado mi respeto y el de mi tripulación. Lamento haberte traído hasta aquí por confusión, aunque, si no me equivoco, también debes agradecer a Vina y Greta por el cambio en tu agenda —hizo una breve pausa—. Los míos y yo estamos buscando a un tipo. A un tipo con un solo ojo, una sola pierna y un solo brazo. ¿Quieres unirte a nosotros en esta búsqueda? Nuestra próxima parada es Isla Kilombo; han llegado rumores de que quien buscamos podría esconderse en su faro. Te recompensaré por ello —otra pausa—. Puedes unirte más tarde, o si no deseas participar, te dejaremos en una isla cercana. Respecto a esa espada. — Dijo Broco señalando el arma que Kael sostenía. — Acéptala como un regalo por habernos cruzado en nuestros caminos. Es tuya.
Broco asintió nuevamente con un semblante serio que transmitía veracidad en sus palabras.
Kael aprovechó su situación ventajosa para comenzar un discurso. Fue escuchado con atención al principio, pero cuando subió el tono de voz y comenzó a dar un discurso más egoísta y agresivo, no fue tan bien recibido por los presentes. Valorar sus capacidades bélicas y aceptarlo como a un igual era una cosa; autoproclamarse como la representación de la madre naturaleza era otra muy diferente. A pesar de esto, logró convencer a algunos rezagados. Broco le permitió acabar su discurso, consideró que había superado la prueba y, por ende, merecía una recompensa. Un Logia, ¿quién se lo iba a decir a Broco?, y un Logia que sabía utilizar su fruta adecuadamente. Sin duda, aquello era sorprendente.
¡MODO AYUNAS!
El grito se escuchó en todo el barco. Los músculos faciales de Broco se tensaron, sus venas se hincharon y el tamaño de sus músculos aumentó notablemente. Lo último que se esperaba hoy era tener que recurrir a una de sus técnicas más avanzadas para zanjar una demostración. Su fuerza aumentó, lo que le permitió moverse con algo más de soltura, a pesar de que sus brazos ya estaban libres.
¡APERTURA DE LECHUGA!
Con un nuevo grito, Broco utilizó su fuerza para girar sobre sí mismo a toda velocidad, creando una especie de falso tornado de dos metros de diámetro a su alrededor, despejando la zona de barro.
—Es suficiente —dijo al acabar de girar, levantando la palma de su mano en dirección a Kael y haciendo el gesto de detenerse. Después sonrió y, mirando al pirata, asintió con la cabeza en señal de confirmación—. Kael T. Draven, te has ganado mi respeto y el de mi tripulación. Lamento haberte traído hasta aquí por confusión, aunque, si no me equivoco, también debes agradecer a Vina y Greta por el cambio en tu agenda —hizo una breve pausa—. Los míos y yo estamos buscando a un tipo. A un tipo con un solo ojo, una sola pierna y un solo brazo. ¿Quieres unirte a nosotros en esta búsqueda? Nuestra próxima parada es Isla Kilombo; han llegado rumores de que quien buscamos podría esconderse en su faro. Te recompensaré por ello —otra pausa—. Puedes unirte más tarde, o si no deseas participar, te dejaremos en una isla cercana. Respecto a esa espada. — Dijo Broco señalando el arma que Kael sostenía. — Acéptala como un regalo por habernos cruzado en nuestros caminos. Es tuya.
Broco asintió nuevamente con un semblante serio que transmitía veracidad en sus palabras.