Hay rumores sobre…
... una isla que aparece y desaparece en el horizonte, muchos la han intentado buscar atraídos por rumores y mitos sobre riquezas ocultas en ella, pero nunca nadie ha estado en ella, o ha vuelto para contarlo...
[Común][Pasado] Una historia para contar
Octojin
El terror blanco
Las palabras de Bonez calaron hondo en Octojin. Había algo en su forma de hablar, en la serenidad con la que abordaba temas tan oscuros, que le hizo reflexionar profundamente. Mientras escuchaba la historia de aquel tal Kuger Hanselmann, un odio primitivo y familiar surgió en su interior. Esclavistas y tiranos, hombres que rompían vidas y espíritu, aquellos eran los verdaderos monstruos del mundo. La historia del pirata convertía su sangre en un río de furia contenida, mientras su mandíbula se tensaba, sus pensamientos volaban hacia los recuerdos de su propia gente en la isla Gyojin. Habían sufrido tantas injusticias que aquello le resultaba demasiado cercano, como si una cicatriz antigua fuera nuevamente abierta.

Aquello era, sin duda, su principal temor. Volver siempre a la misma historia, una en la que los gyojins son oprimidos por gente como aquél tal Kuger. Daba igual si ahora usaba solo a niños, pronto se expandiría y empezaría con otras razas, otras edades y, en definitiva, otros seres que verían coartadas sus aspiraciones y sueños. Una bola de nieve que rara vez se frenaba. Aunque, por fortuna, aquella vez se estaban topando con, al menos, un tipo sumamente cabezón y concienzudo como el tiburón, que si se lo proponía entre ceja y ceja, acabaría con aquél tipo.

El habitante del mar miró la fotografía que Bonez le había colocado frente a él. Observó los ojos fríos y vacíos de Kuger, ese semblante curtido y tosco que parecía hecho para la guerra. En esos momentos, sintió el peso de la responsabilidad caer sobre él como un ancla que arrastraba todo su ser hacia las profundidades del océano. Sabía que había cosas en la vida que uno debía enfrentar, no porque quisiera, sino porque, si no lo hacía, nadie más lo haría. Bonez tenía razón; ese hombre no era solo un peligro, era una plaga que tenía que ser detenida. Algo que no merecía ni ser considerado un humano, ni siquiera vivir.

Sin embargo, Octojin también era consciente de que no se podía lanzar ciegamente a la caza de un monstruo como aquél. Kuger no estaba en la isla, y su tripulación seguramente sería peligrosa. Cualquier movimiento debía ser fríamente calculado, pensado con detenimiento y cuidado con mimo, todo para que nada saliera mal. La caza requería paciencia y estrategia, y si iba a involucrarse, tenía que hacerlo de la forma correcta, sin dejar pistas sobre quién había interferido en sus planes. Solo así podrían acabar con él.

Respirando hondo, alzó la mirada hacia Bonez, viendo en él un reflejo de su propia lucha. Alguien que había sobrevivido a las garras de esos desalmados y ahora cazaba para evitar que otros cayeran en la misma oscuridad. Quién sabe si aquellas sospechas del gyojin fuesen ciertas. Quizá era un simple justiciero sin ninguna historia de superación detrás. Pero, en cualquier caso, era lo que necesitaba en ese momento.

—Está bien, Bonez. Te ayudaré con esto —dijo finalmente, con su voz resonando con una determinación que venía desde lo más profundo de su ser—. Pero necesitamos un plan claro. Si Kuger está fuera de la isla, eso nos da tiempo. ¿Sabes dónde están parte de los suyos ahora mismo? Hay que aprovechar su ausencia.

Pensó por un momento mientras sus ojos miraban hacia un punto indefinido y las ideas se entrelazaban en su mente. Estaba contemplando varios caminos, varias opciones. Pero finalmente se quedó con una, la que le pareció más sencilla y efectiva, y esa fue la que compartió con el humano.

—Podríamos ir al muelle —dijo, esbozando la idea vencedora que rondaba su cabeza—. Y hundir su barco. Si logramos hundir su medio de escape, tarde o temprano alguien tendrá que ir a por él. Y si se enteran de lo que hemos hecho, vendrán ellos mismos. Así, no solo evitamos que huyan, sino que los forzamos a actuar.

Hacerlo sería arriesgado, pero tenía un buen presentimiento. De alguna forma, sentía que ese era el camino adecuado. Solo hacía falta identificar su barco, que seguramente no fuera complicado teniendo en cuenta que todos los piratas usaban jolly rogers, y que en el muelle no habría una enorme cantidad de barcos estacionados. Así que, en un principio, no era una idea muy descabellada. Aunque quizá el humano hubiese pensado ya en algo, en cullo caso seguiría escuchando y evaluando cualquier cosa qeu tuviera que compartir.
#11
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
El personalmente seria una conexión con el Gyojin, después de todo sabia de la lucha por aquella raza de buscar la libertad. No hay nadie que sepa más de libertad que aquellos que han tenido que batallar contra  " El Yugo del Esclavo." Que era la forma de llamarle a la lucha de liberación por la abolición de la esclavitud, sabia que tanto un valiente pirata de leyendas y un Marine Gyojin eran conocidos en los mares por tener los mismos ideales por romper las cadenas de las monarquías. 

El tono era denso, pero no de una mala forma. Era hora de tomarse en serio su búsqueda y eso significaba cazar a aquellos que buscaban de la inocencia y la buena voluntad de gente inocente,  el no se tomaba este tema a la ligera, así que cuando el gyojin suspiro  y acepta en ayudarle, el chico de piel ceniza termina por amplíar una sonrisa.

Es tiempo de que nuevas generaciones traigan cambios a los mares de este mundo Octojin, dice con un aire de respeto por el el gigantesco gyojin que, a pesar de su tamaño, era noble en su espíritu, sabía que era un tópico  complejo, sobretodo para un gyojin, pero esta falsa idolatría por los dragones celestiales y la corrupción de las supuestas fuerzas de justicia tienen que terminar, ya fuera por la razón o la fuerza.

Me alegra que aceptaras compañero, pocos saben de los cazadores llamado "La orden de la medianoche" a la cual pertenezco, pero es mi deber seguir este trabajo hasta eliminar a todo esclavista de este mundo. Dice explicando en un poco más lujo de detalle sobre aquel grupo, el cual casi termina extinto, pero aun estaba escondido; observando y cazando desde el anonimato y las sombras.

Ahora...Kuger no es un pandillero de poca monta, ewa. Es un genio cruel y sin escrúpulos, que piensa siempre dos veces las cosas, siempre intentando estar a un paso más adelante del promedio.

Dice antes de sacar un plano de bolsillo en donde se encontraban la zonas de la ciudad, habiendo bastantes marcas en esta que habia hecho Bonez en búsqueda de aquel hombre.

Nadie sabe donde se encuentran las bases de operación de Kuger, es alguien que sabe como esconder prisioneros y contrabando, se que esta dentro de la zona portuaria, pero por suerte conozco a sus compañeros y tripulantes, solo necesitamos al eslabón más débil de la cadena, ya sea emborrachandolo o amenazandolo podríamos sacarles algo de información. Dice con una sonrisa de medio lado ya que cuando se trataba de quitarle información de la boca a esclavistas  no había límites para esos piratas sin código alguno.
#12
Octojin
El terror blanco
Octojin asintió lentamente ante las palabras de Bonez. El tema de la libertad resonaba profundamente en su ser, y francamente, sabía a qué se refería con ello. Como gyojin, había sentido en carne propia el peso del prejuicio y la opresión por parte de los humanos. Había crecido en un entorno con miedo a ellos, con historias de absoluto terror sobre cómo una serie de caprichosos humanos cazaban sirenas simplemente porque tenían un gran valor económico.

El escualo sabía lo que era luchar para cambiar esa realidad. Aunque las palabras del humano llevaban consigo una intensidad que reconocía, Octojin prefería una acción directa, sin tantas vueltas filosóficas. Sin embargo, entendía que compartían un objetivo común: acabar con aquellos que abusaban del poder, en este caso, los esclavistas como Kuger.

—Entiendo, Bonez. No puedo quedarme al margen si se trata de algo tan sucio como la esclavitud. No tolero a los que juegan con la vida de otros. Hagamos esto —dijo, su voz grave y firme, con una mirada de resolución.

El tiburón salió del bar con energía, sabiendo a dónde se deberían dirigir tras las palabras de Bonez. Caminó por las calles ojeando a la gente que pasaba a su alrededor, y dirigió el rumbo hacia la zona de los muelles.

La idea de infiltrarse en la zona portuaria y buscar al eslabón débil resonaba con su enfoque. Pasar desapercibido no era fácil para alguien de su tamaño, pero Octojin había aprendido a usar su presencia a su favor. Podía intimidar si era necesario, pero también sabía que en ocasiones el mejor ataque era observar y esperar el momento adecuado. Y así solía pasarse la mayoría del tiempo, acechando desde su posición hasta que su presa diese un paso en falso.

—Me encargaré de buscar entre los trabajadores del puerto. Hay siempre algún bocazas que dice más de lo que debería —añadió, mientras se preparaba mentalmente para lo que vendría.

Juntos, se dirigieron a la zona portuaria, una extensión enorme repleta de actividad. Octojin, con su porte imponente, se movió de manera calculada, tomando una de las cajas que estaban siendo descargadas de un barco mercante y llevándola consigo. Su objetivo era claro: mezclarse entre los trabajadores y escuchar. Lo cierto es que no solía haber un gran control en la zona, y dada su figura, colaba totalmente por alguien que trabajase moviendo cajas. La gente rara vez se daba cuenta de la amenaza que suponía alguien que simplemente "trabajaba" entre ellos, y eso le daba una ventaja bastante clara.

Sintiéndose incómodo pero determinado, comenzó a cargar cajas junto a otros hombres del puerto, que se sorprendieron ligeramente al verle pero pronto siguieron con su trabajo. Seguramente les pagasen por cajas movidas, y cuanto más se cuestionasen quién era él, más tiempo perdían. Las manos enormes y la fuerza descomunal del escualo hacían que realizase el trabajo casi sin esfuerzo, lo cual le daba margen para observar los alrededores. Cada vez que veía a alguien que parecía más nervioso o menos enfocado en su tarea, lo analizaba con detenimiento. No quería levantar sospechas, pero debía ser astuto. No se podía abalanzar sobre el primero que viera. Tendría que tener paciencia e ir a por el que creyese que era el más sencillo de tratar.

A medida que pasaba el tiempo, Octojin notó que algunos trabajadores se comportaban de manera errática, desviando la mirada y hablando en susurros, como si ocultasen algo. Los seguía con la vista, aunque no se acercaba demasiado, esperando el momento adecuado para actuar. Entre los movimientos de cajas y mercancías, escuchaba ciertos fragmentos de conversaciones y risas ahogadas, como si estuvieran hablando de algo más que simples negocios.

"Estos tipos saben más de lo que dicen", pensó Octojin mientras seguía con su tarea. Sabía que en algún momento, uno de esos "eslabones débiles" diría algo revelador.
#13
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
No sabia bien como se tomaria aquello aquel gran Gyojin, ya que si bien sabia que su pueblo habia tenido un pasado con una marcada cicatriz que provenia de el esclavismo, muchas veces no se podia saber quien tenia cierta interes por la ayuda a aquellas eprsonas con aquel destino tan horrible. Muchas veces la gente anteponia sus propios intereses antes de girar la cabeza y darse cuenta la desgracia en la que muchas personas caian por culpa de gente sin ningun tipo de escrupulos.  Por fortuna para Bonez, Octojin parecia abierto a ayudarle en su encrucijada, siendo alguien que parecia entender bien el nivel de misera que se debia tener para hacer negocio con la vida ajena.


Me parece excelente compañero, parece entonces que estamos en la misma sintonia. dijo el chico con piel negruzca antes de lanzar unas cuantas berrys que pagaban todo lo consumido mientras que ambos se dirigian hacia la salida de  aquel bar y en direccion hacia la zona porturia, lugar que ahora se encontraba solamente con algunos pescadores y trabajadaores de las construcciones. Claramente entre ellos se encontraban mercaderes clandestinos que disfrazaban las fachadas de sus negocios de manera sutil, Bonez lo sabia bien ya que al ser un hombre que conocia la vida de las calles ya estaba bastante curtido en aquel ambiente.  

Lo que si le preocupaba es que Octojin parecia ser muy grande y notorio en cuanto a su fisico, aunque tambien eso hacia que muchos no pudieran negarse en cuanto a la busqueda de informacion al ver a un Gyojin de aquel tamaño con dientes afilados que podrian arrancar trozos de carne con un solo mordistoc. Verdaderamente podia ser una herramienta util si es que se necesitaba sacar informacion a la fuerza. 

Bonez caminaba entre los trabajadores mientras que hablaba con su compañero, notando claramente las miradas huidizas de los trabajadores que parecian preguntarse quienes eran aquellos tipos que parecian caminar de manera tan calma entre ellos. Ciertamente no harian nada por el momento, aunque mas le preocupaba que los informantes pudieran darle una ventaja a Kuger de saber de su paradero sin es que intentaban
#14


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