¿Sabías que…?
... Eiichiro Oda empezó la serie con la idea de terminarla en 5 años, pero se dio cuenta de que en esos 5 años que la trama ni siquiera llegaba al 50%.
[Evento] Ecos sordos
Zath Elion Vhal
Zev el Fiero
Personaje

Inventario


El viento helado golpeó el rostro de Zev con la fuerza de un azote, arrastrando consigo voces que parecían surgir del mismísimo corazón de las montañas. Se encontraba de pie en un terreno rocoso, las piedras bajo sus pies crujían como si no hubieran sido pisadas en siglos. A su alrededor, una vasta cordillera dominaba el horizonte, con picos afilados que se alzaban hacia el cielo, tocando las nubes grises que amenazaban con desatar una tormenta en cualquier momento.

La sensación de déjà vu lo invadió de nuevo, como si una vez más hubiera sido arrastrado a este lugar por una fuerza desconocida. Llevó la mano instintivamente a su cintura, donde una pequeña bolsita colgaba. El peso ligero de la bolsa le resultaba familiar, pero cuando la abrió y vio la chapa en su interior, sus recuerdos seguían siendo un enigma. La chapa era simple, desgastada por el tiempo, pero sentía que tenía un significado que aún no podía comprender.

Los templos antiguos esparcidos en las laderas de las montañas parecían observarlo, como si los espíritus de tiempos pasados lo estuvieran juzgando desde lo alto. Los caminos serpenteantes que conducían hacia las cumbres le recordaban las interminables pruebas que había enfrentado durante su vida, aunque el propósito de esta nueva prueba se le escapaba.

El río, naciendo de los glaciares en las alturas, corría impetuoso a lo lejos, su caudal llevando consigo el frío glacial de las montañas. El rugido del agua se mezclaba con los aullidos del viento, creando una sinfonía inquietante que resonaba en lo más profundo de su ser. Cada paso que daba hacia adelante era un desafío, pero Zev no retrocedió. La cordillera, con sus secretos y peligros, lo llamaba, y aunque no sabía qué esperaba encontrar en esos senderos traicioneros, sabía que debía seguir adelante.

Zev miró a su alrededor, las voces en el viento susurraban historias de quienes habían caído en esos senderos, pero él se mantuvo firme. La chapa en su bolsa pesaba más en su mente que en su cintura, y aunque no podía recordar cómo había llegado hasta allí o qué significaba, algo en su interior le decía que debía encontrar la respuesta en estas montañas vivas.

Con determinación, Zev comenzó a ascender por uno de los caminos, sus pasos resonando en la piedra mientras se adentraba más en la cordillera. Cada templo, cada roca, cada lamento del viento parecía ser una pieza de un rompecabezas que aún no podía ver en su totalidad, pero sabía que la clave para resolverlo estaba en este lugar inhóspito y misterioso.

El viaje sería largo y lleno de peligros, pero para Zev, la incertidumbre era solo otro desafío que enfrentaría con la misma voluntad de hierro que lo había llevado hasta aquí.
#1


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