[Autonarrada] [A - T1] Una Bestia Enjaulada

Día   de Verano del Año 724

La espera para ser asignando a una misión era algo infernal, por lo que de vez en cuando me dirigía a los sectores más bajos de la ciudad en busca de algo de interés. Lamentablemente lo que las calles ofrecían no era de mi interés, pues un montón de drogas, borrachos, señoritas y asesinos tampoco harían mi día, aunque la última opción sería muy interesante, malo que potencialmente abriría un caso en contra mía. 
 
Una vez terminé de visitar las últimas calles de la ciudad, rompiendo algunos brazos y costillas de aquellos que intentaron tocarme me dirigí a las cloacas, donde hace tiempo llevé a cabo un asesinato que me daría mi ascenso en el gobierno. Al llegar al borde de la ciudad empecé a buscar alguna entrada a las cloacas. Luego de unos minutos de búsqueda encontré una tapa de alcantarilla abierta, pues si había alguna entrada "oficial" parecía ser aquella.

 

Aparté aquella tapa de metal y bajé hasta lo más profundo, a donde a penas llegaba algo de luz. El ambiente allí abajo era bastante tétrico, las aguas verdes seguían su flujo mientras que murciélagos dormían en el techo y ratas peleaban en los bordes de la cloaca donde uno podía caminar. Aunque a primera vista no pareciera que hubiera alguien allí abajo la realidad era otra, pues esa era la razón por la que está gente había seleccionado este lugar como su "base" de operaciones.

 

Luego de unos minutos de caminar por toda aquél lugar llegué a ver señales de antorchas al final de uno de aquellos pasillos. Al llegar al final del dicha esquina y doblar a la derecha fuí apuntado con pistolas por unos tres tipos encapuchados — ¿Quien eres y que quieres? — no parecían querer muchas visitas en aquél lugar, cosa que dejaban claro con aquellas armas.

 

 — Me dicen el "Sabueso", he venido a ver a Brokey — al decir el nombre de Brokey rápidamente esconden sus armas dejándome pasar. El del medio me guiaba por el resto del camino, por el cual se veían personas en las esquinas drogándose, apostando o vendiendo cosas. Parecía un buen ambiente, sobre todo para los negocios. 

 

Luego de una pequeña caminata llegamos a una zona muy abierta, pues esta era una especie de balcón que rodeaba las cuatro paredes y en el medio había un desnivel de unos 3 metros con una especie de ring en medio. El guía insistía que le siguiese llevándome a una de las puertas de aquél balcón. — ¡¡Joven Hard... digo Sabueso, que bueno verte por aquí!! ¡Veo que recibiste mi mensaje que bueno! ¿¡Mira, no te parece increíble!? — 

 

Decía Brokey mientras me mostraba aquél ring en medio de todo aquél lugar. — ¡Aquí apostamos toda clase de gente por toda clase de luchadores! ¿¡¡No te parece increíble!!? — Ya todo tenía mucho más sentido, pues aquél era el propósito de ese lugar, hacer ganancias a base de apuestas y ventas ilegales. — Si que lo es, solo que lo veo muy vacío últimamente. — 

 

 — ¡Claro Claro Claro! ¡El problema es que hoy es un día especial! Hoy es mi día para ver que luchadores me representarán en el próximo torneo, el cual puede empezar ahora mismo si quieres... — Brokey parecía emocionado por tenerme luchando por el ahí mismo y en ese mismo momento. — Que pongan las apuestas, peleo ahora mismo. — Esto hizo a Brokey saltar de la alegría, el cual corrió hacia varias de las demás puertas en los balcones gritando que su peleador lucharía.

 

Sabía que Brokey pretendía ganar buena pasta conmigo hoy, pero ya será un favor que me regresará tarde o temprano, era algo de lo que yo mismo me aseguraría. Entré rápidamente en la puerta de donde salió Brokey para dejar parte de mi ropa, pues esta solo me haría mas lento en ese ring. Con solo mis pantalones puestos di un salto hacia aquél ring, cayendo en el mismo medio.

 

Las cosas ya parecían estar muy agitadas, pues había alrededor de unas 30 personas en las barandas de aquél balcón mirando hacia el ring, haciéndo sus apuestas mientras me miraban. Brokey sonreía mientras tomaba el dinero de cada apostador y tomaba cuenta de ello, al parecer mi constitución algo delgada hacía que los demás apuesten en mi contra. Mientras que todo aquello pasaba yo no hacía más que calentar.

 

Luego de que se hicieran las apuestas Brokey empezó hablar desde aquél balcón. — ¡¡¡Damas y caballeros, hoy os presento a mi luchador!!! ¡¡Esta maquina de matar os demostrará lo capaz que soy de conseguir buenos luchadores jajaja!! — La gente se reía a la par de Brokey. — !Ahora, mi luchador tendrá que verselas con el de la señorita Scarlet! — Muchos aplaudian cuando este mencionó su nombre, al parecer esta tal "Scarlet" tenía cierta fluencia en el bajo mundo.

 

De repente se escucharon unos pasos venir desde un pasillo en aquél desnivel, al parecer se trataba del luchador de Scarlet. Este era bastante grande, midiendo 2 metros y 30 centímetros, con gran musculatura y lo que parecía ser... branquias?! Pues si, se trataba de mas ni menos que de un gyojin bastante robusto. Todo el mundo parecía emocionado por la pelea, tanto así que no se esperó casi nada después de que mi contrincante pisara el ring, activando una especie de celda que cubría todo aquél ring.

 

Eso era algo de lo que Brokey no me había avisado, pues era un combate a muerte. Al tocar la campana aquél gyojins me lanzó un poderoso golpe el cual pude esquivar a penas ya que este no solo era fuerte, si no que también era rápido. Luego de un buen rato esquivando e intentando contraatacar decidí acabar con ello rápido. Mi cuerpo empezaba a cambiar rápidamente, desarrollando una gran musculatura y tamaño, llegando a medir poco mas de tres metros y medio, dejando pequeño a aquél hombre pez.

 

Luego de esto la pelea no duró más de 5 segundos antes de que pudiera atravesar su torso con mi brazo entero, haciéndo una poderosa lanza con mis afilados dedos. Aquél fué un combate interesante aunque no esperé ni un segundo más para largarme de la zona, pues tenía cosas que atender en otro lado.