Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
[Común] [C - Pasado] Historia de cadenas y grilletes.
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Le agradaba aquella chica, parecía entender sus motivaciones y el motor que lo hacia moverse de la.manera en que lo hacia. Después de todo, el también estaba de acuerdo que no le podría importar en lo más mínimo lo que pensara la gente de el, aunque si le importaba las acciones de gente que podía afectar en cierta manera como  el mundo se movía alrededor de ellos, ya que en sus viajes había visto Humanos, Gyojin y todo tipo de razas utilizadas como si fuera solamente ganado, humillados y despojados de su humanidad por dragones celestiales o esclavistas que solamente les veia cono un tipo de mercancía con la cual comercial, algo absolutamente despreciables en el punto de vista que tenían sobre personas inocente que no eran capaces de decidir su propio destino.

Entendía bien la filosofía de aquella Oni, le hubiera gustado que su futuro fuese simplemente haver algo por la pura pasión de volverse mejor en algún oficio o.estiño de pelea, pero eso era algo que no podían hacer las personas marcadas como el, tal vez después de que cumpliera su objetivo podría buscar una razón de vida que decidiera por el mismo y que no fuera parte de loa designios de umaquella mujer que conoció ahogándose en los pantanos de Fantasmagoria.

Sowon escribió:¿Cómo deseo que el mundo me vea? Si te soy sincera, nunca he pensado en la atención ajena más que como un motor para lucirme, tengo algunos objetivos en mente y uno de ellos será entrenar duro hasta poder cortar un meteorito a la mitad. En mi tribu, se cuentan leyendas de un Oni tan grande, tan fuerte y tan rudo que incluso podía levantar toda la isla en su espalda y una vez derribó una montaña solo con el poder de su arma. Cortar una montaña, eso podría ser interesante si algún día tengo esa fuerza. ¿Cómo me vería el mundo entonces? Los humanos, seguramente pensarían que soy una amenaza, pero ¿Acaso importaría?


Bonez niega con la cabeza al escucharle, ya que no era acerca de importarte si alguien opinaba algo negativo o positivo de lo que hacias, sino dejar alguna marca en la historia. Seguramente aquella marca para Sowon sería superar a aquel Oni legendario. No sabía si alguien pudiera levantar toda una isla en su espalda o cortarla por la mitad pero sin duda era una meta bastante destacable de cumplir y seguramente seria algo que haria a mas de uno tenerle tanto miedo como respeto a Sowon. 

No importa lo que los demás piensen Sowon, lo importanre es que  sepas bien las metas que deseas superar y por lo visto las tienes muy claras. Así que si alguna vez decides llevar sobre tu espalda una isla, espero que sea una que tenga buenos bares y sitios de apuestas ¡Ewawawawa!.

Bonez ríe tan solo pensar en ver a Sowon lanzar una isla con solo su fuerza bruta o partir una montaña en dos, sería algo que incluso los shicibukai estarían  temiendo. Terminando por acariciarle las orejas al felino que se había acercado nuevamente a ellos y ronroneaba con suavidad, pidiendo un poco de caricias antes de recostarse sobre la mesa y comenzar  a limpiarse con la lengua como lo haría cualquier felino.

Sowon escribió:Convertirte en un arma para evitar ese destino, un sacrificio noble ya que por lo general las armas no matan si no los que las utilizan, por tu parte has decidido convertirte en la excepción a la regla y acabar con un negocio donde no podrás dormir tranquilo. Posiblemente los ojos se posen sobre tí tarde o temprano. ¿Liberaste a tu isla de esa bruja? O quizás ese sea tu piedra final, cortarle la cabeza a esos sectarios y liberar ese lugar de una vez por todas. El hijo maldito que regresa para romper las cadenas, no suena mal como objetivo de vida...—

Aún no saldo la deuda con la gente de mi pueblo, aquella despreciable anciana aún los tiene bajo un embrujo y seguramente esto podría extenderse a  otras islas si es  que no la detengo. Su voz se había apagado un poco, ya que recordarnos deber le hacia entender que pronto aquellos hombres de poder que financiarán las rutas de esclavistas tendrían sus ojos sobre el.
Aún así este camino que he elegido me lleva a enemistades con  gente poderosa, así que intentare aprovechar mi anonimato un poco más y disfrutar conocer gente como la ocurrido hoy contigo.

Dice sonriendole antes de dejar un billete que pagaba la cuenta de las bebidas al ver que aquellos piratas se levantaban de la mesa y comenzaban a dar partida hacia su guarida, haciendo que Bonez terminarse por sonreír por la manera en que la Oni se reía ante sus palabras de recibir ayuda por parte suya.

Sowon escribió:Protegerme eh? ¡Bwahahaha! Tienes agallas y me agrada, creer que necesito que me cuiden me hace verte con cierta ternura. Descuida, he pasado peores cosas que unos simples bandoleros y creo que deberemos comenzar a movernos. Si llega a darse el caso, podemos competir por ver quién acaba con más enemigos.


Heh, bueno. Solo ofecia ayuda por si los pasillos se hacían un problema que podrías solucionar con unas cuantas de mis cartas. Dice antes de acercarle una mano cerca de sus orejas haciendo como si sacara una moneda de oro en ellas en el truco mas tradicional para un "trickster" como el. Además, me dices tierno la chica que sonríe con esos colmillos gigantes y aun se ve adorable, más encima atraes a los gatos así que no me hables de ternura chica gigante. Dice en un claro tono de broma antes de sonreirle y hacer un ademan con la cabeza, primero veamos a donde se dirigen. Cuando ya veamos a donde tienen escondida la "mercancía con gusto acepto tu reto. Dice mientras guardaba sus manso en los bolsillos de su chaqueta mientras salían de aquel bar, mirando por última vez al felino que se quedaba mirándolos unos segundos por encima de unas cajas antes de dar un largo bostezo y recostarse sobre estas, dejando solo a ambos cazadores en la búsqueda de la guarida de aquellos piratas.
#11
Sowon
Luna Sangrienta
Las palabras de aquel chico eran bastante alentadoras, al parecer los sueños no tenían que tener una base lógica y cuanto más gigantes o lejanos se planteasen despertaban una mayor admiración por el resto del mundo. Su mirada bajó un rato a apreciar al dueño de aquellas palabras, ciertamente chocaba bastante con la idea tan lógica y funcional que tenía la rubia sobre la vida. En su pensamiento rodearse de fantasías que poco o nada tenían de cercano con la realidad eran herramientas que los humanos podían llegar a emplear para no creer que su vida era un ciclo, pero en este caso, el ciclo que proponía el muchacho tenía un destino claro que era dejar una marca imborrable en el mundo. Volverse una figura legendaria como esas que ella misma había admirado, ser la fuente de inspiración de posteriores generaciones y gracias a esto dejar en alto el apellido de su clan frente a los diferentes peligros que pudieran llegar a venir. El sueño de una estatua en su ciudad natal no sonaba mal, pero ¿Acaso era ese un sueño digno de arriesgar la vida y todo lo que llevaba? Todavía faltaba responder varias dudas en su interior antes de poder elegir algo, incluso ponerse a pensar en el más adecuado o el que más interés pudiera desbloquear en su alocada mente.

—Comprendo, no creo que llevar una isla en mi espalda sea algo que quisiera hacer, no veo sentido en querer hacer eso ya que solo me limitaría a la hora de blandir mi arma. Pero si alguna vez corto una isla en dos, o incluso divido todo un continente en pequeñas islas, te invitaré con gusto para que veas mi obra.—

Bromeó con cierta ilusión, nada garantizaba que el mundo pudiera girar en ese sentido o que incluso ambos viviesen lo suficiente para presenciar semejante hazaña. Su mirada se volvió al cielo cuando el sujeto comentaba que todavía tenía pendientes, esa mujer parecía alguien poderosa y esperaba que algún día ambos pudieran reunirse cuando su isla estuviese finalmente liberada. No era que sintiese la necesidad de ayudar, incluso la idea de pelear contra una bruja no despertaba su lado guerrero ya que odiaba a quienes no se dignaban a pelear con algo de valor y las descripciones de hechiceros eran cobardes que gustaban de utilizar diferentes trucos para mantenerse en ventaja. Había luchado alguna vez con uno de estos magos, siendo uno de los combates más frustrantes y aburridos que recordaba, al pasarse la mitad del tiempo persiguiendo a su oponente.

—Las brujas son unas cobardes odiosas, cuando le cortes la cabeza brinda con ella en mi honor, cuanto menos de esas molestas personas abunden en el mundo más lugar habrá para los verdaderos guerreros. No me malentiendas, utilizar la distancia e incluso las armas de largo alcance son un medio efectivo y válido, pero cuando se abusa de trucos para intentar tomar una ventaja simplemente son cobardías que merecen ser purgadas... —

Su voz era más profunda, se notaba la rabia que su cuerpo contenía al pensar en tales enemigos y por suerte frente a ella había una banda de piratas que pronto se convertirían en el combustible para su arma. Acarició la empuñadura de su espadón para calmarse, mientras suspiraba una bocanada de aire tan caliente que un leve vapor se disperso al entrar en contacto con la fresca temperatura de la noche. Su sonrisa salvaje había regresado y sus ojos encerraban entre ceja y ceja al grupo que ahora no era más que otra presa de la cual alimentarse. La mujer asintió a las palabras, algo en estas le agradaba, no se consideraba tierna porque muchas veces se veía como una guerrera indomable.

—¡Ja! Los humanos tienen un sentido de la ternura muy extraño, otra hormiga me dijo algo similar y yo creí que se estaba burlando pero ahora veo que tienen la vista algo dañada. No te preocupes, entiendo tu idea y nunca rechazaría la ayuda en combate de otro cazador, ya sabes en un mundo donde abundan las presas dos cazadores hacen mejor trabajo que aquel que quiere lucirse... parece que hemos llegado. —

Guardó silencio al detenerse, los piratas comenzaban a despejar algunas ramas y troncos para revelar un pequeño campamento y más atrás de la colina una cueva tenuemente iluminada con antorchas. El capitán había empezado a ordenar la movilización desde el campamento, sacando a un grupo de desnutridos encadenados a los cuales arrastraban por la colina, seguramente en aquella cueva se encontraba el resto de esclavos y frente a ellos el campamento donde los piratas se dedicaban a comerciar y venderlos.

—¿Entonces cuál es tu plan? Prefiero escucharte antes de lanzarme a despedazar a esos tontos...—

Preguntó en un susurro mientras desenvainaba su espadón, haciendo que el rocío y la luz de la luna impregnasen el filo que parecía sudar en la emoción de una inminente batalla. Sowon por el contrario estaba expectante, emocionada pero extrañamente serena, como una bestia que está esperando el momento exacto para saltar a la yugular con toda su furia interna. La luna blanca pronto se teñiría de sangre, era el escenario perfecto para el ataque de la Luna Sangrienta de Onigashima.
#12
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Entendía bien la razón por la cual Sowon no le gustaría demasiado la idea de llevar una montaña e la espalda, ya que aunque sabía bien que podría ser una manera de demostrar su fuerza a su tribu y una manera de resaltar lo arduo de su entrenamiento, tampoco lo veía como algo que podría necesitar en algún momento. Despues e todo, Bonez tenía un pensamiento mucho más estratégico en cuanto a sus habilidades al contrario de la chica que parecía estar centrada en mejorar su fuerza y resistencia a través de batallas y entrenamiento. 

Parecía aún no estar segura de lo que realmente quería conseguir, pero aquello era natural para una persona con la libertad de elegir sus sueños. A veces se permitía soñar que es lo que hsroa si es que alguna vez se deshacía de Baba-Yagga y de su maldición, volviendo a tener control de su destino. Para ser sincero, el tampoco en esos momentos sabria  exactamente que desearía hacer, pero por lo me os tener la libertad de pensarlo era algo que Bonez realmente envidiaba.

Era por eso que el chico de piel ceniza respetaba su determinación para alcanzar aquellos objetivos, así que no era algo que pensara que fuera negativo. Después de todo, siempre era necesario el equilibrio entre la fuerza y la astucia, cosa que para su beneficio se habían juntado en el momento para poder encargarse de aquellos esclavistas que havia vigilado ya por unas cuantas semanas.

Sowon escribió:—Comprendo, no creo que llevar una isla en mi espalda sea algo que quisiera hacer, no veo sentido en querer hacer eso ya que solo me limitaría a la hora de blandir mi arma. Pero si alguna vez corto una isla en dos, o incluso divido todo un continente en pequeñas islas, te invitaré con gusto para que veas mi obra.—


Bonez solo asiente suavemente estando de acuerdo con lo que ha dicho, ya que le gustaría ver aquel espectáculo de observar a aquella chica de 4 metros romper una montaña con solo un movimiento de su espada, lo cual era algo que realmente le gustaría ver en primera fila, ya que sinceramente sería algo digno de ver.

Pues espero que haya otra oportunidad para que crucemos caminos y me puedas mostrar lo que has mejorado en el futuro, después de todo, nunca se sabe cuando loa caminos del destino pueden cruzarse nuevamente, así que espero que luches para que cada día que pase estés más cerca de tu meta.

Dice con honestidad, ya que podía ver la determinación y el deseo de hacerse más fuerte en la voluntad de aquella Oni, la cual parecía estar bastante entusiasmada de poder llegar a alcanzar aquellas leyendas de su pueblo. Después de todo ¿Quién no desea ser inmortalizado en la historia? Era lo que muchos querían, dejar su huella para nuevas generaciones y que su nombre quede grabado en los historiales del tiempo. Dijo Bonez sabiendo bien que ese sueño era compartido por millones de personas, incluso si fuera en metas y logros de diferente índole, pero aun así era refrescante escuchar la manera con la que Sowon parecía desear romper sus propios límites, después de todo, ese es el primer paso para poder quedar inmortalizado en esta época.

Sowon escribió: —Las brujas son unas cobardes odiosas, cuando le cortes la cabeza brinda con ella en mi honor, cuanto menos de esas molestas personas abunden en el mundo más lugar habrá para los verdaderos guerreros. No me malentiendas, utilizar la distancia e incluso las armas de largo alcance son un medio efectivo y válido, pero cuando se abusa de trucos para intentar tomar una ventaja simplemente son cobardías que merecen ser purgadas... —


Bonez asintió mientras que cuidaba de mantenerse al margen de los piratas, los cuales parecían estar lo suficientemente lejos y algo ebrios por el alcohol para no darse cuenta que estaban siendo observados por una Oni de 4 metros y un hombre como el que destacaba sobre el resto de los civiles por su piel y vestimenta.

Puede que tengas razón en cuanto a aquellos que utilizan trucos para defenderse, pero ella es peor. Usa el miedo, las creencias y su carisma para convencer a inocentes que ella lucha por una causa justa, es de esas personas que siempre tienen un plan extra bajo la manga, lo cual hace que sea tan difícil de localizar. Aún así es una mujer egocéntrica y ambiciosa, pronto ese deseo de poder le hará cometer un error y te aseguro que estaré ahí para cortarle la cabeza y brindar contigo cuando haya dejado este mundo.

Dice con una sonrisa a esa chica de gran estatura antes de llegar por fin  al escondite en donde parecían tener a los rehenes, en donde parecían mantener parte de la guarida escondida con ramas y troncos, de donde sacaron a un grupo de personas claramente al borde de la desnutrición, haciendo que Bonez levemente apretarse los dientes al ver aquella horrible forma en la.que estaban apresados por aquellos piratas, dándose cuenta que unos cuantos piratas más salían de la cueva.

Sowon escribió:—¿Entonces cuál es tu plan? Prefiero escucharte antes de lanzarme a despedazar a esos tontos...—


Bonez se quedó pensativo por unos momentos, no podían arriesgar que aquellas personas estuvieran en medio de la pelea con el riego de que pudieran salir heridas. Así que con la astucia que le caracterizaba terminó por girarse hacia Sowon con rapidez. Podía verla expectante para saltar a la accion, pero antes debía limpiar el camino para que ella pudiera alimentar su espada con la sangre de aquellos esclavistas.

Yo los distraere por unos momentos, tu encargate de noquear al tipo que tiene a los esclavos de manera sutil, yo me encargare de quitarles la llave pero de momento necesito que los esclavos estén fuera de peligro ¿ De acuerdo?

Pregunto a su compañera antes de sonreirle y picarle una mejilla aprovechando que estaba agachada para cubrirse de que amboanpudierna ser vistos.

Después de eso podrás descuartizarlos como te plazca. Dice guiñandole un ojo antes de caminar por ente los troncos para quedar cerca d ellos piratas, saliendo de su escondite haciéndose el ebrio. El chico de piel ceniza se acerco a ellos caminando trastabillando mientras que los piratas que se encontraban afuera le quedaban mirando con mala cara e impresionados de que alguien les siguiera a aquel lugar
#13
Sowon
Luna Sangrienta
La promesa de un reencuentro y la emoción de encontrar un objetivo seguían presentes, golpeándole con fuerzas a cada paso que daban, escuchaba la historia sobre la peligrosa bruja y su gran poder, una magia que ella nunca había presenciado. No podía discernir si el joven piel de cenizas estaba exagerando, si eran maquinaciones de una mente atormentada a temprana edad, ante lo que un niño solo podía explicar como una barrera inalcanzable. Pero si algo tenía la mujer gigante de gran corazón, era que también era alguien que se creía todo al primer bocado, lejos de juzgarle con la mirada parecía inmersa en la historia. Imaginaba a esa vieja bruja como un ser realmente aterrador, con poderes incluso más exagerados de los que en un principio le habían contado y que sin dudas sería un oponente digno si no fuese porque sus estilo de pelea estaban tan alejados. Incluso si ella lograba asestarle un golpe, nada garantizaba que la bruja pudiese reaparecer, revivir o simplemente ser un señuelo que terminase por destruir a la Oni hasta que no quedase más que polvo.

―Es una mujer aterradora, la verdad tienes un sueño que parece demasiado complicado y ahora puedo comprender que no tendrían sentido si fueran fáciles. De momento, tenemos un objetivo entre manos y en lo que a mí me respecta será pan comido comparado con esa tal babosa con yagas.―

La Oni soltó una leve risa mientras llegaban, aunque el plan parecía muy eficaz dejarle la "sutileza" a ella no le parecía la mejor opción. En primer lugar era una gigantesca mole de carne de cuatro metros, en segundo lugar era ruidosa por naturaleza y un paso de ella muchas veces había hecho temblar levemente la tierra y en tercer lugar era Sowon, una mujer que si por algo se destacaba era por ser lo contrario a sutil. Dirigió su mirada a su lado para intentar reclamar un cambio de planes, pero el enano había desaparecido, entonces miró al frente y a la escena de distracción que estaba montando aquel muchacho. Exhaló un suspiro de resignación, ya era tarde para cambiar los planes, ahora debía pensar una manera sigilosa de hacer su trabajo. A veces no le pagaban lo suficiente, pero comenzó a avanzar deslizando sus pies por el suelo e intentando no despegarlos del césped. Esa acción evitaría el temblor y la mayor parte del sonido, mientras los otros se distraían con el cazador, la rubia se había escabullido siguiendo la línea de los matorrales hasta una posición donde su gran espadón podía descender sobre el sujeto que jalaba de las cadenas.

―Eres mío...―

Murmuró, los esclavos solo pudieron ver como un enorme trozo de hierro caía sobre la cabeza de su captor, aplastando la misma como si fuese un peluche contra el frío césped. Al principio pensaron que era un trozo de escombro, pero luego pudieron ver el filo que se levantaba y volvía a esconderse entre los matorrales. Una vez sin nadie que les contuviese la mujer se aproximó a los esclavos, estos primero se mostraban horrorizados al creer que aquella era la misma muerte que venía a buscarlos. Sin embargo, la mujer levantó una mano para indicar que no hicieran ruido y se ocultasen tras los matorrales mientras ella se encargaba del resto. Una vez puestos a salvo los esclavos, la Oni se aproximó por la espalda de los piratas y se colocó en una posición de desenvainado. Estaba lista a solo unos cinco metros para arremeter al campamento por la espalda en cuanto le diesen la señal.

―Todo listo, solo dime cuando deba utilizar mi espada...―

Murmuró levantando su pulgar antes de colocar su segunda mano en la empuñadura de su espada, todo estaba listo para que la luna se tiñese de sangre y dos cazadores se sirviesen un festín. Los pobres piratas no conocían lo que les esperaba, lentamente todo comenzaría a girar para su mundo, el reloj natural de las cosas había determinado un fin de ciclo y la Oni no dudaría en hacer cumplir sus leyes en cuanto todo el show de su compañero hubiera terminado.
#14
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Bonez sabía que no podía distraer a aquellos pandilleros por mucho tiempo, aún así seguramente seria suficiente para que estuvieran demasiados distraídos para que las miradas no se dieran cuenta de aquella mujer oni de sobre de más de 4 metros que se escurría por entre las arboledas para poder liberar a aquellos esclavos que se encontraban unidos por aquellos grilletes que les imposibilitaba poder moverse con facilidad. Bonez pudo observar la figura de la Oni escabullirse a donde se encontraban los esclavos mientras que el por su parte comenzaba su actuación llegando a donde se encontraban yun grupo de guardias que se encontraban en la parte exterior de aquella base  mientras que trastabillaba y se acercaba a ellos balbuceando y personificando su actuar en la manera con la cual parecia estar hasta el tope de alcohol.

Mira, este tipo parece estar perdido. ¿Que hacemos con el? Pregunta uno de los esclavistas que parecía ser de complexión delgada y una actitud algo más tranquila que la del hombre regordete y barbon  que parecía estar bastante molesto de la interrupción de aquel hombre, aunque no podía quedarse demasiado gracias a  que estaba bastante ebrio, haciendo que su nivel de claridad mental no estuviera en muy buenas condiciones. Aquel hombre de complexión robusta y barba, decidió acercarse al tipo ebrio al ver que caminaba con dificultad y parecia que no seria un problema mayor, tomándole por la camisa y levantándolo haciendo que Baltazar moviera la cabeza con ojos perdidos, antes de responder con una voz trastabillada.

B-buenas noches caba- *hic* caballeros. Al parecer me perdí cuando fui a orinar afuera de el bar y ahora no se donde estoy.. ¿podrian decirme donde es-esta la tarverna mas cercana? pregunta mientras que los dos tipos se miraban extrañados antes de que el tipo regordete lo azotara en la pared. 

¿Que carajo eres? pregunta el tipo mirándolo de arriba a abajo al ver esa piel negra y los ojos rojizos, mostrando una cara de desprecio y extrañeza por lo particular de su apariencia, haciendo que Bonez, aun manteniendo su actuación de borracho terminara por levantar su sombrero en forma de saludo. Soy solo un hombre con habilidades mágicas. dice antes de que ahora el tipo de complexión delgada se acercara con cierto brillo en sus ojos.

Habilidades magicas o no, te has metido en el lugaar equivocado fenomeno. Dice sacando el cuchillo que tenia en su cinto y se lo ponía a Bonez cerca de su garganta, sintiendo este el frio filo en su piel. ¡E-espera!  te puedo mostrar que *hic* q-que es verdad. Dice al esclavista, mientras que con movimientos lentos, tomaba su sombrero y haciendo un gesto como si sacara algo de su sombrero de copa alto, hiciera aparecer suna botella de sake cual mago hiciera aparecer un conejo.
La botella es entregada a uno de los piratas que estaban junto a aquell hombre robusto que lo tenia inmovilizado entre aquel cuchillo y la pared. El tipo que habia recibido aquella botella de alcohol, miro la botella desconfiado antes de descorcharla y darle un breve trago para ver si de verdad se trataba de alcohol.
¡Hey! de verdad es sake. dijo el tipo con un rostro de grata sorpresa.

¡Dame eso! dice otro de los esclavistas que le arrebata la botella de las manos antes de darle un gran trago. Pues si es sake de verdad ¿Cómo le cabe esta botella en ese sobrero? pregunta ahora verdaderamente impresionado a lo cual Baltazar  simplemente sonríe mientras que muestras sus manos con las palmas abiertas antes de que en un rápido movimiento salieran un abanico de cartas en cada una de ellas que tomaba con  sus dedos. 

Eso es el secreto de la *hic* magia caballeros. dice mientras que el tipo delgado aplaudía con fervor, a su vez que el tipo gordo aun algo desconfiado, pero aun asi maravillado por las habilidades del pirata, termina por alzar una ceja ¿Qué carajos? que tipo mas extraño, no me gusta nada.

El grupo de piratas que se encontraban en las afueras de la guardia comenzaban a discutir si es que debían llevárselo al resto de la tripulación, mientras que algunos cuantos de ellos decían que preferían ver alguna que otra magia más. Asi fue como entre la conversación entre ese grupo que comenzaba a desorganizarse, Bonez hace como si por movimientos torpes de su parte terminara por botar las cartas. Haciendo que este se quejara renegando con esa voz de borracho mientras que negaba con la cabeza.

J-joder, se me han caído las cartas...¿No puede alguien ayudarme a recogerlas?. dice mientras que hace un leve movimiento con la mano, haciendo que fuera el momento en el que estaban distraídos para que  Sowon pudiera entrar en acción, después de todo, no tendrían otro oportunidad de poder desviar la atención de aquellos piratas.
#15
Sowon
Luna Sangrienta
La mujer aguardó en la orilla de la soledad, su espada se relamía con el olor al alcohol que muchas veces se interpretaba como señal de sangre fácil, su compañero estaba montando un gran show acaparando la atención de todos esos piratas. Un paso, dos pasos, la Oni se acercaba poco a poco al lugar perfecto para su embestida, como un bateador que prepara el mejor golpe para sacar la esfera fuera del campo. Los recuerdos de los esclavos seguían en su mente, ella no volvería a obedecer a nadie y ahora tocaba mostrarle a los esclavos como defender su libertad adquirida. Las armas estaban para tomarlas, las cartas y los trucos de Bonez resultaban hipnotizar a los piratas a su alrededor, haciendo que una gigantesca sombra de cuatro metros resultase invisible para los alcoholizados malhechores que ahora reclamaban ante un supuesto truco fallido. Inclinó su cuerpo, la espada cruzada detrás de su espada y sus manos aferradas en el mango, era la señal que estaba buscando y ahora la sutil seña de su compañero le hizo deslizar el filo por el viento. El sonido del metal cortó el silencio, pero el arma ya había realizado su corte lateral, la sangre estaba fluyendo como lágrimas por el filo de la espada que ahora se elevaba hasta el el cielo en una curvatura elegante pero violenta en su gran brutalidad que se complementaba gracias a aquella sonrisa de muerte.

— Yo no haré muchos trucos de magia, pero no creo que muchas personas puedan cortar a la mitad a diez personas de un solo movimiento... —

Bromeó clavando su enorme espadón en el suelo, sobre el pecho del único pirata que había presenciado el descomunal corte, y se había agachado a recoger las cartas del mago. Se preguntaba si aquellos ojos brillaban de terror por el hecho de morir, estaba maravillado por semejante escena o no terminaba de procesar el amargo sabor de sentirse inferior en tamaño, poder y capacidades frente a esos dos desconocidos que habían llegado al campamento para darle fin a su negocio. Sacudió los cuerpos mientras tomaba las llaves que caían de cada uno, alguna serviría para los esclavos y otras seguramente tendrían como finalidad desbloquear los tesoros de aquellos malvivientes.

— Bueno, ya que estamos, será mejor limpiar esta zona para que ninguno de ellos pueda seguir con el negocio. Mi espada va a disfrutar cortando a todos los que estén por aquí en las afueras, en la cueva debe estar todo lo que buscamos, parece que esos esclavos eran simplemente los nuevos que cayeron en sus garras. ¡Vamos a mostrarles lo que hacemos los verdaderos piratas! Un verdadero lobo de mar, no necesita tener a otros bajo sus pies porque la libertad es lo único que existe sobre la voluntad de los hombres...—

Rugió mientras se lanzaba contra los desprevenidos piratas, el campamento se sumió en gritos y caos mientras el enorme espadón actuaba como una gigantesca escoba cortando todo lo que se atrevía a pasear por su filo. Otros espadachines buscarían la elegancia, la destreza, quizás la delicadeza del corte pero Sowon era diferente. Disfrutaba los cortes bruscos, las extremidades que se convertían en parte del filo por unos segundos y el sonido de los huesos al partirse por el peso de su arma. Las bajas del campamento se contaban por decenas, mientras la figura demoníaca de la rubia se alzaba como una grotesca representación de la muerte que había salido del infierno a cobrar venganza por las acciones que consideraba injustas. Sus ojos verdes, brillaban por la enorme emoción, buscaban ver a Bonez y cubrirle las espaldas en aquella escaramuza no se olvidaba de que tenían un trato y que cayese en batalla simplemente arruinaría toda la emoción.

— ¿Encontraste algo? Puedes dejarme a estos a mí, sigue adelante... —

Comentó saltando delante de su compañero, blandiendo la gigantesca mole de hierro sobre su cabeza y rompiendo la tierra con un brutal arrastre que mandó a volar a los pequeños piratas. Cada segundo que pasaba, la mujer se encargaba de reducir sus movimientos y de llevarse consigo a la mayor cantidad de enemigos, lo más impactante es que no se había dignado a utilizar ninguna de sus temibles técnicas. Nadie se esperaba luchar contra alguien de su magnitud, en el campamento, los pocos que no huían no lo hacían por valentía si no por el enorme terror que recorría cada fibra de su cuerpo. No comprendían como una hermosa mujer, ocultaba en su interior y casi sin percibirlo, a una bestia de semejante brutalidad que no parecía saciarse hasta arrasar todo lo que sus ojos llegaban a apreciar.
#16
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Bonez sonríe de medio lado al momento en el que siente aquel retumbo en el piso ante el golpe de la gigantesca espada de Sowon, saliendo esta de su escondite para poder desencadenar la furia de su espada, manchando el acero de esta con la sangre de aquellos piratas que no tuvieron oportunidad para saber lo que ocurría antes de que  el torso cercenado de estos cayeran al piso de manera inmediata ya sin vida. Por su parte, el tipo que tenia agarrado por la camisa a Bonez, se giro inmediatamente al sentir como un liquido rojo manchaba sus brazos y espada, haciendo que este se girara lentamente mientras miraba a aquella chica de casi 4 metros con absoluto terror. No obstante, este ni siquiera pudo gritar ante la sorpresa que tenia ante sus ojos, ya que sin tener en cuenta en ese momento la presencia de Bonez, no se dio cuenta cuando el chico que tenia agarrado con su mano derecha sacando un abanico de cartas afiladas, con las cuales dio un corte vertical directo hacia su garganta, haciendo que no pudiera responder ante su sorpresa, tomándose el cuello mientras gruñía y luchaba por tomar algo de aire. No fue hasta unos segundos después que termino por quedar quieto en el suelo, mientras que Bonez daba una fuerte agitada de sus cartas hacia el piso para limpiar la sangre que habían quedado en estas.
 
El tipo que se había agachado para recoger las castas y que aun tenia la botella de alcohol en la mano, termino cayendo al suelo mientras se arrastraba hacia atrás con las piernas, quedando en un estado de shock al ver aquella figura gigantesca cerca de ellos. No, por favor...yo, Su suplica fue inmediatamente interrumpida por una de las cartas de Bonez  la cual se queda clavada hasta la mitad de esta en la frente del contrario, asesinándole de inmediato.
 
Por su parte, Bonez estaba impresionado por la manera en la que Sowon movía aquella gigantesca espada con tal gracia y técnica que parecía ser tan pesada como una pluma, aunque esto no quitaba que se pudiera ver claramente que los golpes de aquellos movimientos fueran verdaderamente devastadores, viendo sangre y extremidades volar de aquí para allá con cada uno de sus impactos.  Por su lado, Bonez comenzaba a lanzar cartas de manera potente y precisa como si fueran balas directas hacia el cuerpo de aquellos piratas que aun quedaban en pie e intentaban encargarse de eliminarlo. Uno a uno caía ante la velocidad y destreza que tenia en sus manos para lanzar con precisión y sutileza aquellas cartas que cortaban y perforaban a aquellos que se acercaban al chico de piel ceniza. 
 
Sowon escribió:— Bueno, ya que estamos, será mejor limpiar esta zona para que ninguno de ellos pueda seguir con el negocio. Mi espada va a disfrutar cortando a todos los que estén por aquí en las afueras, en la cueva debe estar todo lo que buscamos, parece que esos esclavos eran simplemente los nuevos que cayeron en sus garras. ¡Vamos a mostrarles lo que hacemos los verdaderos piratas! Un verdadero lobo de mar, no necesita tener a otros bajo sus pies porque la libertad es lo único que existe sobre la voluntad de los hombres...— 

Vaya, no sabia que además de saber como mover aquella espada gigante además pudieras dar discursos tan buenos, Ewawawawawa!!!!. Bonez soltó una risotada mientras que  ya cayendo el ultimo de aquellos tipos, volvió a aquel hombre que le habia tomado por la camisa, ya que se habia fijado en una llave que tenia colgando del cinto, la cual era mucho mas grande que las demás que habia sacado Sowon de los piratas que habia destajado en partes.  Bonez se quedo unos segundos admirando la llave por unos segundos, aun no sabia siquiera de donde era aquella llave, pero si era tan especial para que estuviera siendo ciudad por el vicecapitán, seguramente tenia que tener una buena importancia para aquellos piratas.
Sowon escribió: — ¿Encontraste algo? Puedes dejarme a estos a mí, sigue adelante... —

Parece que encontré algo bastante interesante. responde antes de que se pudieran escuchar mas voces acercándose hacia donde se encontraban ellos ya que seguramente aquellos gritos y el ruido de los cuerpos siendo cortados por aquella arma habían alertado a mas gente de aquel grupo de esclavistas, sintiendo que cada vez se acercaban mas y mas hacia su posición.
¡Sowon! Iré a ver lo que tienen dentro de la cueva, intenta que no se acerquen mientras estoy ahí, solo intenta que no dañen o se lleven a la gente que hemos  liberado. dice antes de girarse y correr a toda prisa a la guarida en donde parecían tener aun mas gente apresada. La zona tenia una iluminación bastante baja, ya que las antorchas que estaban colocadas en la pared parecían no ser muy buenas. Aun así, era suficiente luz para que Bonez pudiera ver el camino  de esa cueva que terminaba abriéndose después de un largo pasillo.  
Una vez que por fin vio que la iluminación parecia hacerse mas fuerte y podía ver claramente aquella cueva que parecia ser una gran fortaleza subterránea, pudo divisar como habia un grupo de piratas en el centro de aquel lugar ordenando a los esclavos por raza y fuerza, con los cuales utilizaban violencia y látigos para apurar su paso.  Se podía ver que hacían a chicos jóvenes trabajar en lo que parecía ser una  zona de producción de un tipo de polvo en grandes moledoras  que  los chicos movían a través de fuerza bruta. Los esclavos ya mas adultos se utilizaban para transportar carga pesada, viendo cómo  eran presionados a través de golpes y empujones a no retrasarse con el movimientos de grandes cajas de madera que transportaban hacia una gran bodega.
Dios mío, están utilizando a los esclavos para mano de obra, necesitare acercarme un poco más a donde están ellos. dice muy susurrado para su mismo mirando desde arriba aquella base de operaciones que parecía estar trabajando a toda máquina. Bonez por su parte miro de reojo a la cueva antes de envalentonarse a bajar un poco mas hacia donde se encontraba aquella zona de producción, sabiendo que Sowon seguramente estaría en control en lo que se refería de mantener a aquellos piratas a raya.
#17
Sowon
Luna Sangrienta
La mujer levantó el pulgar mientras se posicionaba frente a la entrada de la cueva, su sonrisa iluminaba la sangrienta noche mientras clavaba la espada en el suelo, su mirada esmeralda advertía que aquel hueco en la tierra era el límite que no toleraría cruzar. No le importaba quienes fueran aquellos piratas, sentía que lo correcto era liberar a quienes perdiesen su libertad y además los criminales como aquellos no merecían piedad. Podrían adentrarse en el pueblo y secuestrar personas, incluso intimar a los vendedores de maneras barbáricas solo por el hecho de ejercer un poder sobre los otros, actos tan ruines resultaban imperdonables para la rubia. Los primeros piratas no parecieron hacer caso y al intentar cruzar el desenlace no se hizo esperar, una lluvia de sangre tras un poderoso corte lateral, era impresionante la terquedad de las hormigas para intentar mantener el orgullo. Cosas sin importancia para la Oni, quien luego de demostrar que iba enserio había logrado un punto muerto durante un tiempo, los piratas se organizaban para intentar rodearle aunque era inútil ingresar a la cueva con un muro bloqueando esta. Sowon suspiró, no parecía haber un acuerdo total para que se rindiesen y entregasen las armas. Aquel momento de paz momentánea se rompió cuando un grupo de esos bandidos intentó encadenarle, la mujer sonrió al ver la cadena envolverse en su muñeca izquierda, algo que perturbó a los piratas quienes habían creído tener una oportunidad.

— ¿Creen haberme encadenado? Ustedes si que están muy equivocados... No pueden encadenar a una bestia, porque simplemente se han puesto en la boca del demonio. —

Rugió mientras tiraba de la cadena con su mano zurda y con la diestra solo debió colocar la gigantesca espada, el desenlace fue como un abrazo entre el metal y los pobres humanos, quienes fueron atravesados como si de mantequilla se tratasen. Tras aquella grotesca escena de poder, superioridad y cierta advertencia, la rubia volvió a saltar contra los desafortunados piratas. Cada uno de sus cortes podría sentirse desde el interior de la cueva, un trueno que retumbaba en la tierra y generaba ligeros temblores junto con una risa de éxtasis al finalmente poder divertirse tanto con unas hormigas tan escurridizas. La masacre, sin embargo, duró poco tiempo las estrellas ahora iluminaban una escena digna de la guerra. Las partes mutiladas junto con algunas cabezas rodaban por la colina, la sangre había teñido el prado de un rojo oscuro mientras que una figura imponente se alzaba frente a la cueva. Muchos podrían confundir la figura con una bestia, una especie de toro demoníaco o una sombra salida del infierno, sin embargo solo se trataba de Sowon quien ahora envainaba su espada en la espalda y se cruzaba de brazos frente a la entrada para esperar que su compañero hubiera finalizado con el interior.

— ¿Estaban ahí escondidos eh? Tomen estas llaves, puede que sirvan para los grilletes que no podían abrir... —

Lanzó a los anteriores esclavos las llaves pequeñas que había estado recolectando, antes de recostarse a esperar, su rostro seguía mostrando una sonrisa salvaje aunque su actitud era todo menos alterada. Parecía conforme, a lo mejor satisfecha de lo que había logrado cazar aquella noche, todo el campamento de los piratas o al menos la superficie del exterior se encontraba totalmente aniquilada. Dudaba que Bonez pudiera necesitar ayuda, después de todo, los combates en espacio reducido parecían su fuerte aunque si por algún motivo las cosas resultaban muy complicadas podría echar una mano. Observó al grupo de esclavos, todos sentados alrededor de la cueva, como si esperasen el retorno de quien se había adentrado a liberar a sus compañeros. Era una escena digna de ver, los piratas exterminados y la figura de los menos favorecidos que ahora se agrupaban como una unidad poderosa a la espera del retorno de alguien especial.

— No se preocupen, las cenizas no son tan fáciles de someter, tampoco creo que estas escorias le supongan demasiado problema... —

Declaró con gran confianza, no subestimaba nunca a sus aliados y aquel hombre no parecía una escoria tan sencilla de someter, esos piratas habían atraído a dos depredadores que les darían un final a la altura de sus crímenes.
#18
Baltazar Bonez
Dr.Bonez
Alguno de los piratas que se mantenían mas atras de aquellos que salieron a enfrentarse a Sowon, por el mero hecho de creer que terminarían venciéndola por la cantidad de hombres por sobre la habilidad de aquella chica oni, se dieron cuenta rápidamente que no tenían posibilidades de poder dañar a aquella mujer, eso sumado claramente a ver como aquella espada gigantesca se movía con bastante facilidad en sus manos, como si fuera un pluma llevada por el viento, mientras que los brazos destajados y la sangre se esparcía por el lugar, haciendo que después de que  la segunda lineal de piratas fuera arrasada con tal facilidad, hizo que  los que aun quedaban observando aquel espectáculo salieran huyendo despavoridos del lugar, algunos incluso dejando sus armas en medio de aquel pánico.

Por otra parte, los esclavos se encontraban agachados en donde se encontraban las llaves, buscando que alguna de ellas pudiera liberarlo de esos grilletes que los tenian apresados por los piens el uno con el otro.  De pronto, una chica de no mas de unos 13 años logro liberarse al encontrar la llave que hizo soltar sus cadenas, haciendo que la chica, sin pensarlo, fuera corriendo hacia Sowon, mientras que un hombre de apariencia desnutrida y con una larga barba levanto el brazo con miedo a que  fuera despellejada por aquella oni, lamentablemente aquel hombre no se habia desecho de sus cadenas así que lo único que pudo hacer fue gritar desde su posición.

¡Ginia, no. Espera! Grito a todo pulmon, pero ya era tarde. La chica logro llegar hasta donde se encontraba Sowon, haciendo que una vez que llego hacia donde se encontraba esta,  se aferrara a su pierna con aquellos brazos delgados producto de la mala alimentación. Sin poder aguantarse la chica rompio en llanto, apoyando la frente en la pierna de Sowon, haciendo que soltara breves sollozos  al haber estado sufriendo tanto tiempo sufriendo los abusos de aquellos esclavistas, Ginia era una maraña de emociones descontroladas, sus lagrimas corrían por sus mejillas antes de comenzar a hablar.

¡Gracias! te debo mi vida y la de mi padre. Nunca pensé, que podría ser libre nuevamente *snif* otra vez, g-gracias.  El llanto te mezclaba con la alegría y esos sentimientos que se habia guardado durante los meses de esclavitud, nunca siquiera pensó en la sangre y los cuerpos de los piratas esparcidos por el lugar, solo quería sacar de su pecho esa angustia que habia acumulado hacia meses.

- Interior de la cueva de los esclavistas/ Baltazar Bonez- 

Bonez se habia aprovechado de los espacios de la iluminación de aquella cueva para poder esconderse y movilizarse entre las sombras.  Debía elegir sabiamente como pelear en esos momentos,  ya que el lugar estaba  con bastante guardia. Por suerte, al estará alejado del ruido exterior por aquel largo pasillo subterráneo, los piratas del interior parecían no inmutarse de su presencia por estar ocupado organizando lo producido por los esclavos y asegurarse que estos mismos entregaran las pesadas cajas hacia las bodegas en donde parecían mantener todo resguardado.  

En eso, un silbato se escucho en el lugar, haciendo que Bonez observara como ante el sonido todos los esclavos parecían comenzar a girarse y marchar a una barraca de grandes puertas en donde se encontraban las celdas apretadas donde estos dormían, mientras que algunos guardias empujaban con sus armas a los esclavos entre risas y burlas, viéndolo como nada mas que animales para hacer aquel exhaustivo trabajo.  

Al parecer era medianoche, la hora en la que los esclavos descansaban y los piratas iban a la casona  de gran tamaño dentro de aquella cueva a beber por algunas horas. Afuera se encontraba un grupo de piratas armados, los cuales se encontraban patrullando el sector y sobremodo las barracas de los esclavos, asegurándose que estos no intentaran escapar mientras que el resto de sus compañeros se llenaban el estomago de alcohol.


Joder, este lugar esta bien resguardado, no se como carajos hare para poder liberar a los esclavos sin llamar la atencion. 

Dijo en voz muy baja para si mismo antes de sorprenderse al ver como dos guardias se acercaban a su posición aun sin darse cuenta de su presencia al estar escondida en un lugar en donde la luz no le hacia ser descubierto, claro estaba también estaba la clara lógica que su color de piel hacia que se camuflara entre la oscuridad.  Bonez rápidamente se metió en una pequeño almacén que se encontraba cerca de su posición antes de que aquellos soldados se acercaran a donde estaba el, quedándose con la puerta semi abierta para poder espiarles, haciendo que después de unos minutos de estar ahi parados conversando, siguieran su patrullaje. 

Baltazar por su parte soltó un suspiro antes de girarse y utilizar su anillo/encendedor, colocándolo en llama alta para poder ver mejor sus alrededores, dándose cuenta que se encontraba en donde se encontraban diferentes herramientas de aquellos piratas,  mirando las cajas de reojo hasta que se encuentra con una caja de madera, la cual estaba sobre una de las repisas de la derecha, en donde habían un grupo de bengalas. Bonez tomo algunas mientras que su cabeza comenzaba a funcionar, haciendo que su cabeza maquinara una idea de como poder sacar a los esclavos distrayendo a los piratas y de paso joderle los planes.  

¡Bonez, hermoso bastardo eres un genio! se dijo a su mismo mientras que miraba aquellas bengalas como si hubiera encontrado agua en el medio del sahara. 

- Zona exterior del escondite/ Sowon.-


Mientras aquella chica sollozaba de alegría, el resto de los esclavos lograba zafarse de sus cadenas, haciendo que el padre de aquella chica terminara por acercarse a la Oni antes de esbozar una tímida sonrisa ya que de todas maneras los esclavos se sentían algo temerosos por el baño de sangre que habían visto por parte de aquella gigantesca guerrera. En el nombre de mi hija, mio y de seguro de todos nosotros que has liberado, te agradecemos que nos ayudáramos a escapar, no se como podríamos compensarte, pero ten por seguro que estamos eternamente en deuda contigo y tu compañero. dijo el hombre de barba sonriendo esperanzado antes de que esa sonrisa se borrara de su rostro cuando escucho una risotada familiar. 

BLOOOGOGOGO!!! Que desasatre has dejado aqui mujer, ciertamente me impresiona la habilidad que tienes para poder deshacerte de un puñado de piratas con tal facilidad. Lamentablemente no dejare que te escapes con esos esclavos, nos costo mucho hacernos con mano de obra que no desfalleciera con el trabajo que llevamos, asi que mas te vale correr de inmediato antes de que te vuele esos estupidos cuernos de tu cabeza de un solo bofeton. 
Golder Fishell



Frente a ellos se encontraba uno de los tripulantes mas fuertes, Golder Fishell un Gyojin de la especie "Pez Dorado". Su cabeza era regordeta y se podia ver su aleta sonbre su cabeza como si fuera una coleta, su piel escamosa era de un color anaranjado y era levemente mas bajo que la Oni, Midiendo 3,97cm.  Su mirada parecia confiada a pesar de la masacre que habia debajo de los pies de Sowon, mientras que sonreia y se hacia sonar los nudillos, pareciendo expectante por probar la fuerza de aquella chica.
#19
Sowon
Luna Sangrienta
La mujer observó a la niña, era curioso como parecía tener un imán para atraer a esas hormigas humanas, no era un secreto que detestaba a ciertos crios aunque en esa ocasión solo suspiró y le dio unas palmaditas en la cabeza. Esas personas había sufrido bastante, no necesitaba incorporar demasiada rudeza ya que sus vidas desde un primer momento habían sido miserables. Observó al hombre, su manera de hablar demostraba que nunca habían tenido una libertad que recuperar e incluso parecían someterse a su voluntad de manera casi instintiva.

— No soy dueña de su libertad ni tampoco me deben nada, de aquí en adelante estarán solos y harán con su vida lo que sientan que deban hacer. —

Pese a que sus palabras sonaron felices, una mueca salvaje pronto inundaría su rostro al escuchar una voz fanfarrona burlarse de sus cuernos. Su cuerpo se envolvió en una furia innata, tomando su enorme espadón de inmediato ante la provocación e indicando a la niña que volviese con su padre con una seña de su mano. Observó al pescado con gran disgusto mientras tomaba una postura típica de desenfunde, su cuerpo se inclinó ligeramente hacia delante, antes de saltar a la acción en un movimiento de asombrosa velocidad y abrumadora fuerza. No era un corte común, el peso de su espada cayó de lleno contra su oponente, obligando a que este no tuviera opción más que intentar bloquear el golpe pero la carga de la Oni no se detenía en un solo remate. Su mirada, de antiguo esmeralda ahora mostraba un carmesí intenso y el segundo corte, aquel que se elevó hacia el cielo pareció imbuido en una extraña energía que tiñó su espada de un negro azabache.

— No te permito que digas algo de mis cuernos escoria, creo que hoy esta gente cenará sushi en bandejas de oro. ¡Bwahahaha! No me digas que estás asustado, solo estamos calentando...  —

Y un golpe más, un salvaje corte descendente que hizo temblar la tierra cual meteorito que cae desde el mismo cielo, la fuerza de la rubia era impresionante e incluso parecía aumentar en cada movimiento. Pero lo más peligroso era la velocidad con la que movía ese enorme trozo de acero, una destreza que dejaría al común de la gente completamente abrumados. Algunos hombres que presenciaban aquel combare tragaron saliva, a lo mejor porque sobreestimaban al pescado o temerosos de que aquella bestia pudiera volverse en contra de lo que estaba protegiendo.

Off
#20


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