Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
Tema cerrado 
[Aventura] [T4] Contrabando en el faro
Raiga Gin Ebra
-
Vaya tela, como son estos marines de poco agradecidos. Tú preocupándote por ellos y, sin embargo, ellos te cuestionan cada movimiento. En fin...

La atmósfera se siente cargada mientras tú y tus hombres os preparáis para una nueva ofensiva. Otra más. Las balas de cañón surcan el aire con su sonido característico, y el calor de tus brazos convertidos en magma envuelve la escena, un ataque que has repetido una y otra vez y, hasta la fecha, te ha ido a las mil maravillas. Los soldados del tercer pelotón, heridos pero determinados, responden a tu orden con un último esfuerzo para interceptar los proyectiles. Sus ataques, combinados logran partir una de las balas en pleno vuelo, lo que hace que se desvíe y termine por fallar su misión. Pero lo que ocurre después es algo que ninguno de vosotros había previsto.

El fragmento principal de la segunda bala, al entrar en contacto con la lava de tus brazos, no se desintegra como antes. En su lugar, se genera una explosión de grandes dimensiones, como si el interior del proyectil estuviera cargado con algo mucho más destructivo de lo que esperabas y de lo que te habían lanzado antes. El estruendo ensordecedor sacude todo a su alrededor y te hace escuchar un pitido durante unos segundos.

La onda expansiva es devastadora. El faro, que ya había resistido varios impactos previos, recibe el golpe directo de la explosión. Fragmentos de ladrillos vuelan en todas direcciones mientras una parte de su estructura superior se desploma. Un ladrillo te atraviesa el cuerpo, mientras que algunos otros están golpeando a los miembros del tercer pelotón. El suelo bajo tus pies vibra, y sientes cómo el calor de la explosión se mezcla con el de tu propia lava.

Como he mencionado antes, tus hombres no salen indemnes. El tercer pelotón, que estaba dispuesto en torno al faro, es alcanzado por la onda expansiva y el impacto de los fragmentos voladores. Gritos de dolor y el sonido de cuerpos golpeando el suelo llenan el aire. El caos es absoluto.

Mientras el humo comienza a disiparse, haces un esfuerzo por recuperar el control de la situación. Debes de hacerlo. El faro sigue en pie, pero está en las últimas. La estructura, ahora gravemente dañada, parece a punto de colapsar con cualquier nuevo ataque. A lo lejos, puedes escuchar los ecos de los cañones del barco enemigo mientras se recargan, como si se prepararan para lanzar otra ofensiva. Y francamente, no sé si el faro aguantará otra más.

El Den Den Mushi vibra de nuevo, sacándote momentáneamente del aturdimiento.

—¡Suboficial! —La voz al otro lado pertenece al segundo pelotón, y su tono está cargado de urgencia— Estamos llegando al faro, pero los piratas nos siguen de cerca. ¡No tenemos mucho tiempo!

Calculas rápidamente. Si el segundo pelotón está en camino, eso quiere decir que os dará apoyo, tanto al tercer pelotón como a ti mismo. Sin embargo, la llegada del segundo pelotón con los piratas en los talones puede complicar aún más la situación. Que por cierto, vaya situación. Hoy hubiera sido un día perfecto para librar.

Cuando cuelgues el Den Den Mushi, tendrás unos segundos que puedes usar en observas el estado del tercer pelotón. Algunos de los marines se levantan tambaleantes, con heridas visibles pero con sus armas aún en mano. La determinación en sus ojos sigue intacta, a pesar de la evidente desventaja. Tan solo hay uno que parece no poder levantarse, aunque respira.

El estado del faro es lamentable y está al borde del colapso. Las grietas en su estructura lo hacen parecer una sombra de lo que fue, y los escombros que lo rodean son un testimonio de la magnitud del daño. Aún así, se mantiene en pie... por ahora.

El tercer pelotón, reducido y herido, apenas tiene fuerzas para sostener su posición, pero no retroceden. El suelo quemado y agrietado por la lava sigue siendo un terreno hostil para cualquier enemigo que se acerque, pero sabes que eso no será suficiente para detener a los piratas que se aproximan. O al menos no debería serlo.

Justo en ese momento, el primer pelotón te llama, y te dice que se está quedando sin efectivos. Son cinco los que quedan en pie, por ocho enemigos. Están intentando recular, pero no pueden.

Todo son problemas... Es más, si miras al horizonte, el barco pirata sigue siendo una amenaza constante. Aunque no han disparado de nuevo, puedes ver actividad en la cubierta. Los cañones están listos, y sabes que es cuestión de tiempo antes de que lancen otra ofensiva. Cada segundo cuenta, y necesitas encontrar una manera de mantener la defensa sin permitir que el faro caiga.

El humo, las llamas y los gritos crean un paisaje de caos absoluto, pero no puedes permitirte dudar. El faro, tus hombres y la misión dependen de ti. ¿Qué harás ahora?

Cosas

Daños en el faro

Contenido Oculto
#11
Henry
Tigre Rojo de la Marina
Al intentar parar aquellas dos balas de cañón que volaban directamente hacia el faro una de ellas chocó contra la ardiente lava del suboficial, explotando con una fuerza fuera de lo normal, logrando dañar parte del faro. El faro aún aguantaba pero no le faltaría mucho para caer, en cuanto al tercer pelotón, sus miembros sufrieron de gran manera por aquella explosión, dejando a uno de ellos en el piso sin poderse levantar.
 
El resto del pelotón no podía evitar soltar alguno que otro grito de puro dolor. El panorama era uno de puro caos y Henry lo estaba experimentando de primera mano, como un espectador que no puede ser herido y esto también le dolía, le dolía no poder sufrir como sus compañeros y a su vez tener que quedarse allí parado protegiendo el faro. Desde lejos se podía escuchar como los piratas en el barco cargaban otra ronda de cañonazos, la cual podrían disparar en cualquier momento.
 
Entonces el Den Den Mushi empezó a sonar, se trataba del segundo pelotón. Este anunciaba que se estaban acercando pero que los piratas le estaban pisando los talones y que no tenían mucho tiempo. Tener el apoyo del segundo pelotón era todo un alivio y Henry tenía en mente la mejor forma de darles uso. — ¡Segundo escuadrón, sigan corriendo hacia el faro, una vez allí únanse al tercer pelotón y protejan el faro, olvídense del primer pelotón por ahora! — anunció al segundo pelotón via Den Den Mushi. 
 
Rápidamente, justo después de terminar la llamada con el segundo pelotón Henry es interrumpido con un comunicado del primer pelotón, el cual reportaba la pérdida de dos efectivos. El suboficial Henry tenía un plan en mente para resistir aún más, pese que a este le hubiera gustado retirar al tercer pelotón a la base. Henry se lleva el micrófono del Den Den Mushi a la altura de la boca nuevamente. — Primer pelotón, retírese al faro y únase con los demás pelotones aquí, ustedes serán la última línea de defensa, corto.
 
Ya era hora de sacar a todos los pelotones del campo de batalla, pues estos cunplieron de forma valerosa con su misión de detener a los piratas. En el caso de Henry este podía ver algunos segundo pelotón correr hacia su dirección, siendo perseguido por un grupo de piratas. Sabiendo que el segundo pelotón ayudaría a proteger el faro Henry deja de producir lava y vuelve a su estado normal, empezando a correr hacia el segundo pelotón.
 
Cuando solo quedaban pocos metros entre el suboficial y el pelotón, este último se dividió en dos, dejando pasar a Henry el cual cargaba contra los piratas. — ¡No dejen que caiga el faro! — gritaba Henry mientras pasaba por medio de sus hombres mirando a los enemigos con determinación. Cuando este estuviese lo suficientemente lejos del pelotón activó sus poderes nuevamente, aunque esta vez usaría algo para acabar con sus enemigos en nada de tiempo.
 
Titanic Limb
161U301
ÚNICA
Ofensiva Mantenida
Tier 3
11/11/2024
40
Costo de Energía
29
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Convierte cualquier extremidad en una versión gigante de 3 metros de largo de magma el cual mantiene las propiedades pasivas de la Magu Magu. Con el que puede atacar a los enemigos o chocar otras ofensivas en su contra con un +30 de [Colisión], manteniendo el brazo transformado siempre y cuando no se vea sobrepasado el daño de este por una ofensiva enemiga, en cuyo caso se desactivara y entrara en enfriamiento. Siempre que este brazo impacte contra algo liberara su daño en un área de 3 metros de radio de la zona de impacto.
Golpe básico + [CAx2.5] de [Daño de Fuego]


Henry da un salto de unos pocos metros para impactar en el justo medio del grupo pirata, desatando el poder caótico de su puño de lava.

Gasto de Energía
#12
Raiga Gin Ebra
-
El caos que rodea al faro no parece tener fin. No te quiero decir que lo creas tú, pero vamos... En parte sí. Los gritos de los marines heridos mezclados con el estruendo de los cañones del barco pirata crean una banda sonora infernal a la que me imagino que ya estás acostumbrado. Allá por donde pasas, el caos y los llantos irrumpen. A lo lejos, el segundo pelotón aparece, corriendo desesperadamente hacia tu posición mientras los piratas los persiguen de cerca intentando acabar con ellos. Su llegada parece traer un rayo de esperanza a tu plan, pero la visión que sigue a tu propia esperanza, te hiela el alma.

Uno de los marines del segundo pelotón, un joven que apenas lleva el uniforme de la Marina con orgullo y que, seguramente, lleve poco en el cuerpo, corre hacia ti, buscando refugio. Entonces, un destello metálico atraviesa su espalda en un abrir y cerrar de ojos. Una katana empujada por el brazo de un pirata lo atraviesa de parte a parte, arrancándole un grito de agonía antes de que su cuerpo caiga al suelo, inmóvil. La sangre tiñe el terreno mientras el pirata retira el arma y lanza una carcajada burlona hacia ti, como si de una amenaza se tratase. Lo que no sabe es que tú no eres un cualquiera.

No tienes tiempo para procesar lo que acaba de ocurrir. El grupo de piratas, confiado y sin descanso, avanza hacia el faro con toda su furia. Sus gritos de guerra llenan el aire, pero tú ya has tomado una decisión.

Tu determinación es inquebrantable. En un instante, canalizas el poder de la Magu Magu no Mi, transformando tu puño en magma hirviente. El calor es abrumador, y las brasas que caen de tu extremidad incendian pequeñas porciones del suelo a medida que avanzas.

Los piratas apenas tienen tiempo para reaccionar cuando llegas al centro de su formación. Con un grito feroz, levantas tu brazo transformado y lo dejas caer sobre ellos con una fuerza aplastante. El impacto es devastador. La explosión de lava que sigue envuelve a todos los piratas en un radio de tres metros, destruyendo sus armas y acabando con ellos en un instante. Sus gritos se apagan rápidamente, dejando tras de sí solo el crepitar de la lava enfriándose. Una venganza quizá excesiva, pero venganza al fin y al cabo.

Cuando el humo se disipa, el terreno a tu alrededor está marcado por el caos. El grupo de piratas ha sido neutralizado, y no queda rastro alguno de resistencia. El calor alrededor de ti es casi insoportable, y el olor a ceniza y metal quemado llena el aire. Los cuerpos de los caídos empiezan a hervir, fruto de la lava, y pronto no serán más que polvo de hueso. El joven marine incluido.

Apenas has tenido tiempo de asimilar la victoria cuando tus ojos se dirigen al horizonte. El primer pelotón, que sigue luchando en la distancia, está visiblemente agotado. Y cuando digo visiblemente agotado, es que apenas pueden correr. Puedes verlos tambalearse mientras intentan resistir a los piratas que aún los hostigan. Algunos te hacen señales desesperadas de auxilio, agitando las manos en el aire mientras retroceden lentamente.

Pero entonces, el familiar rugido de los cañones rompe el aire una vez más. Joder, desde luego si tiran el faro es a base de insistencia, ¿verdad? Desde el barco pirata, una nueva andanada de diez balas de cañón surca el cielo. Las trayectorias se dividen, algunas dirigidas hacia el faro y otras algo desviadas. El sonido de las explosiones anteriores aún resuena en tu mente, y sabes que cualquier error podría ser catastrófico.

El faro está al borde del colapso, y no tiene pinta de poder resistir mucho más. Tus hombres están heridos, exhaustos, y ahora enfrentan una ofensiva implacable para la que parece que no están preparados. El tiempo parece detenerse mientras observas las balas acercándose, intentando decidir cuál será tu próximo movimiento.

La batalla no ha terminado.
#13
Henry
Tigre Rojo de la Marina
El caos ya era tal que Henry empezaba a preguntarse a si mismo si todo aquello era su culpa, si el hecho de que sus compañeros estuvieran así de mal heridos recaía únicamente en él. A decir verdad no era que el caos y el ruido abrumaran al suboficial, pues este ya tenía algo de experiencia sobre aquél tema cuando tuvo su misión en el ya extinto viejo silo.
 
Tras presenciar la muerte de aquél joven marine en frente de sus ojos Henry no dudó en usar sus poderes, mostrando aún más control sobre la Magu Magu de lo que había hecho hasta el momento. Con una furia ardiente el suboficial Henry salta hasta el centro de la formación del grupo pirata para desatar un poderoso impacto en este mismo, usando su gran brazo de magma.

Titanic Limb
161U301
ÚNICA
Ofensiva Mantenida
Tier 3
11/11/2024
40
Costo de Energía
29
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Convierte cualquier extremidad en una versión gigante de 3 metros de largo de magma el cual mantiene las propiedades pasivas de la Magu Magu. Con el que puede atacar a los enemigos o chocar otras ofensivas en su contra con un +30 de [Colisión], manteniendo el brazo transformado siempre y cuando no se vea sobrepasado el daño de este por una ofensiva enemiga, en cuyo caso se desactivara y entrara en enfriamiento. Siempre que este brazo impacte contra algo liberara su daño en un área de 3 metros de radio de la zona de impacto.
Golpe básico + [CAx2.5] de [Daño de Fuego]

 
Los gritos de agonía de aquellos piratas se apagaban poco a poco mientras que sus cuerpos eran reducidos a unas masas negras que se recogían como si fuesen un feto. Si una cosa ya estaba comprobada era que matar a un compañero marine era suficiente excusa para matar si le preguntas a Henry. El calor alrededor de Henry no paraba se hacerse cada vez más insoportable, sumado a grandes llamas y a muros de humo negro era la receta perfecta para recrear al mismo infierno en la tierra.
 
Al echar un vistazo nuevamente al campo de batalla Henry notó como el primer escuadrón intentaba retirarse sin mucha suerte, pues este estaba demasiado herido como para correr del último grupo pirata. Por otro lado, el ruido de los cañones se volvió a escuchar, cosa que levantó las alarmas internas de todos los marines en el lugar. Los dos pelotones en lo que quedaba del faro se preparaban para intentar parar los cañonazos.
 
Henry sabía que era poco probable que estos pudieran acabar con todos los cañonazos ellos mismo, así que este volvió a estirar sus brazos, formando dos columnas de magma para atrapar tantos cañonazos como era posible. Este también tenía en cuenta que las nuevas balas de cañón era más poderosas, así que decidió usar aquella habilidad una vez más a una buena distancia del faro antes que acercarse a este y ponerlo en riesgo.

Hands of the Damned
161U302
ÚNICA
Ofensiva Activa
Tier 3
19/11/2024
41
Costo de Energía
30
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Descripción: El usuario podrá introducir su magma en el suelo mediante un [Hide] hasta una distancia de 16 metros, sin moverse de su posición mientras ejecuta esta técnica. Llegado el momento el usuario podrá hacer emerger dos manos de lava por sorpresa desde debajo de un adversario para aplicarle un [Agarre] cuya comparativa se efectuara comparando el [Control de Akuma] del usuario contra la [Fuerza] de la victima, aplicando los efectos de la Magu Magu mientras se ejecuta. Este agarre tomara todo el cuerpo de la victima aplicándole [Asfixia] mientras dure.
+10 [Control de Akuma]

 
La batalla estaba acercándose cada vez más a su fin, pues ya solo quedaba un grupo pirata y su barco. Aunque de por si no es como si estuviera siendo una batalla fácil ya que el objetivo principal corre grave peligro y aún había otro pelotón marine ocupado en el frente. Henry se aseguraría de terminar con aquellas balas rápidamente para ir a por el último grupo pirata.

Energia: 378 / 528
#14
Raiga Gin Ebra
-
El estruendo de los cañonazos y el crepitar del magma te rodean mientras levantas tus brazos transformados en columnas ardientes, dispuestos a interceptar las balas enemigas como ya has hecho en varias ocasiones. He de decirte que, aunque es bastante monótono, es efectivo. Además, has aprendido de tus errores y ahora te encuentras en una posición lo suficientemente lejana como para no afectar al faro. El calor es abrumador para los marines que luchan detrás de ti, pero no puedes permitirte flaquear en este punto, no con tanto sacrificio que has hecho. Las balas vuelan hacia tu posición, cada una con una trayectoria mortalmente precisa, y sabes que cualquier error podría significar el colapso del faro.

Con un rugido de esfuerzo, tus brazos de magma alcanzan las balas de cañón en pleno vuelo. Los impactos son explosivos, y cada uno envía fragmentos de metralla volando en todas direcciones. A pesar de tu éxito en detenerlas, las explosiones alcanzan a varios soldados cercanos, que caen al suelo con heridas graves. Sus gritos de dolor resuenan, pero el faro permanece intacto. Ni una sola bala logra alcanzar su objetivo. Las pocas que pasaron tu defensa han sido anuladas por el pelotón de atrás, que sin duda está realizando una labor increíble, respondiendo rápidamente y disparando contra las balas restantes, logrando así partirlas en el aire antes de que puedan causar más daño. A pesar de las bajas, la defensa es un éxito. Por un momento, parece que la situación está bajo control.

Pero esa es una extraña sensación en una guerra. Cuando todo parece estar bajo control, siempre hay algo que lo estropea. O que te hace ver que realmente nada estaba bajo control. En este caso, aunque puedo decirte que el faro se encuentra bastante jodido, la sensación parece ser buena. Estratégicamente habéis conseguido tener una posición bastante buena para defender. Y me imagino que en algún momento se le agotará la munición a ese barco, ¿no? Quizá lo más inteligente hubiese sido ir a por él, pero en una batalla de desgaste, claramente ellos tienen las de perder.

Aún así, tu atención se desvía al ver cómo el primer pelotón, al otro lado del campo de batalla, se enfrenta a su propio destino. Desde tu posición, puedes distinguir sus movimientos: intentan retroceder, heridos y agotados, pero los piratas no les dan tregua. Pese a sus continuos avisos, has decidido ignorarlos y proteger el faro. En ese momento, uno de los marines, notablemente más alto, da la orden de detener la retirada, consciente de que sin ayuda, no llegarán hasta vosotros.

—¡No podemos llegar al faro! ¡Plantémonos aquí y luchemos hasta el final! —grita, algo que te puede llegar a pesar de la distancia. Su voz resuena en mitad del caos y hace que prácticamente todas las miradas de los marines cercanos se vayan hasta ese punto mientras recobran el aliento.

El pelotón obedece, formando una línea defensiva improvisada. Se enfrentan a los piratas con valentía, pero están claramente superados. Desde la distancia, observas cómo luchan ferozmente, derribando a varios enemigos antes de caer uno a uno bajo las espadas y balas de sus oponentes. Bueno, se podía haber evitado, pero quizá entonces el faro hubiese caído. Nunca lo sabremos.

Cuando el último miembro del primer pelotón cae, los siete piratas que los vencieron no pierden tiempo y avanzan hacia tu posición. De entre ellos, dos destacan claramente por sus ropajes menos desgastados y su postura autoritaria. Sin duda parecen llevar el peso del pelotón. Los cinco restantes, armados con pistolas, se quedan atrás, apuntándote con sus armas mientras los dos líderes corren hacia ti.

El primero, un hombre corpulento con una cicatriz en el rostro, alza su katana envuelta en una película negra brillante. Con un grito, lanza un tajo ascendente, buscando aprovechar cualquier apertura en tu defensa. El segundo, más ágil y con una sonrisa confiada, sigue inmediatamente con un corte diagonal, buscando desequilibrarte. Ambos gritan algo a la par, pero no logras entender qué es.

Sus ataques son rápidos y coordinados, evidenciando que no es la primera vez que luchan juntos. Pero tendrás que hacer valer tu experiencia aquí. A pesar de su destreza, sabes que subestiman lo que eres capaz de hacer. Sin embargo, no puedes ignorar a los cinco piratas que permanecen detrás, con sus armas apuntadas hacia ti como si esperasen una orden para disparar.

Daños

Contenido Oculto
#15
Henry
Tigre Rojo de la Marina
La estrategia de crear dos columnas de lava desde los brazos parecía funcionar pese a que algo de metralla logró hacerle daño al pelotón cerca del faro. A este punto Henry está acercándose a los límites de su poder, pues a pesar de haber estado entrenando, usar semejantes cantidades de lava de aquella forma era algo tremendamente desgastante. 
 
Tras evitar que el faro reciba algún tipo de daño todo parecía calmarse, tanto los marines en el faro como el mismísimo Henry sentían algo de paz y tranquilidad en aquél momento. Pero la paz, como dirían algunos, es una ilusión. Las estrategias tomadas hasta el momento fueron clave para aguantar tanto defendiendo el faro. Aquél barco había mostrado ser un dolor de cabeza desde el principio del cual debían de haber despachado hace ya, pero aquél sería un error del cual aprender.
 
Pero algo captura el interés del suboficial Henry, pues el primer pelotón decide parar de retirarse y plantar batalla contra los piratas de la forma más valerosa posible. Esto afectaba profundamente a Henry, el cual bajaba la mirada mientras apretaba los dientes. El primer pelotón iba cayendo poco a poco, con cada uno de sus miembros dando sus vidas por aquél faro, por la marina y por la justicia. Una lágrima de impotencia corría por la mejilla del sombrío rostro del suboficial Henry.
 
Los siete piratas que lograron eliminar al resto del primer pelotón no parecían querer perder más tiempo, lanzándose a por Henry. De los siete piratas resaltaban dos, los cuales parecían no haber recibido a penas daño y tenían unas sonrisas de pura confianza y gozo por la batalla. El resto parecían ser meros pistoleros, los cuales servían de apoyo, estos piratas habían cometido el error de sus vidas, pues estarían a punto de enfrentarse al ejecutar del infierno... Akaitora (Tigre Rojo).
 
Al tener a aquellos dos piratas correr con semejante confianza, Henry no se lo pensó dos veces, este golpearía cada uno de sus ataques con todo lo que tenía, lanzando un grito que se asemejaba a un rugido. Al lanzar su puño de magma este ardía de una forma inusual, pues parecía que Henry había dominado un nuevo uso de sus poderes. A pesar de estar confiado, Henry no se pudo haber esperado lo que pasaría, pues a pesar de poder chocar contra uno de los ataques, cosa que era raro, no pudo con el segundo, recibiendo un gran daño que jamás había sentido.

Recubrimiento Piro
PIR301
ELEMENTALES
Utilidad Mantenida
Tier 3
4/12/2024
31
Costo de Energía
22
Costo de Energía por Turno
2
Enfriamiento
Técnica mediante la cual el usuario recubrirá las armas que empuñe o sus extremidades en elemento Piro con el fin de potenciar con abrasadoras llamas el daño de sus habilidades y básicos, haciendo que las mismas apliquen [Quemadura leve].
+25 de [Daño de Fuego]

 
Bélico
#16
Raiga Gin Ebra
-
El aire parece vibrar con la tensión de la batalla. Los dos piratas que lideran el grupo se detienen por un momento, evaluándote con sonrisas confiadas. Tras sus ataques, es normal que hayan sentido confiados, la verdad. Son los primeros que te consiguen tocar, al menos en el día de hoy. Uno de ellos, el corpulento de cicatriz en el rostro, alza su katana envuelta en esa inquietante película negra. El otro, más ágil y de ojos afilados, se posiciona a su lado, con una postura que denota años de experiencia en combate.

—¡Ahora! —grita el más corpulento, señalándote con la katana.

Los cinco tiradores detrás de ellos obedecen al instante. Levantan sus pistolas en perfecta sincronía y aprietan los gatillos. La lluvia de balas que salen de sus armas surcan el aire, rápidas y precisas, pero sin el refuerzo de Haki. Aunque en un primer instante parezca que las balas van hacia ti, nada más lejos de la realidad. Van hacia los marines que se encuentran detrás de ti, a lo lejos, donde el faro.

En cualquier caso, lleguen o no las balas a los marines, su intención claramente es distraerte, además, la coordinación en sus disparos demuestra que este grupo sabe trabajar en equipo. Las balas buscan mantenerte ocupado, obligándote a reaccionar mientras los líderes se preparan para atacar.

—No te creas tan intocable, marine —añade el segundo pirata, con un tono cargado de burla.

Sin dar tiempo a una pausa, ambos piratas cargan hacia ti. Con unos movimientos más que fluidos y sincronizados, se desplazan como si hubieran entrenado juntos durante años. El corpulento lanza el primer ataque, un tajo directo y cargado de fuerza que busca desequilibrarte. Su katana corta el aire con un silbido ominoso, y la intensidad de su ataque deja claro que no está conteniéndose, lo está dando todo, quizá con la intensidad que merece vuestro combate.

El segundo pirata aprovecha el momentum del ataque de su compañero para ejecutar su propio movimiento. Con una velocidad impresionante, lanza un tajo diagonal, buscando un punto débil en tu defensa. Su katana parece extenderse por un instante, como si la película negra que la cubre amplificara su alcance.

—¡Caerás como los demás! —ruge el corpulento mientras ambos se lanzan a por ti con todo lo que tienen.

Mientras tanto, los cinco tiradores permanecen en posición, con las armas aún en alto, posición que solo quiebran cuando recargan. Parecen estar esperando una nueva orden para intervenir, como si supieran que su papel en esta batalla es más estratégico que ofensivo. Sus ojos no se apartan de la escena, listos para actuar en cualquier momento.

Daños
#17
Henry
Tigre Rojo de la Marina
Aquél grupo pirata no parecía ser uno común ni mucho menos, pues estos sabían moverse en equipo, aprovechando cada ventaja que tuvieran y llevando a cabo estrategias sin haberlas hablado en el momento. La sangre de Henry se combinaba con la lava tras aquellos dos dolorosos cortes. Este en parte estaba agradecido de poder sufrir como lo hicieron sus compañeros caídos previamente, pero con él el resultado sería muy diferente.
 
A la órden del grandullón los otros cinco tiradores prepararon sus armas y dispararon. Al principio Henry no le dió mucha importancia pero luego se dió cuenta de que aquellas balas apuntaban hacia el pelotón en el faro. Gracias a su cuerpo de lava la mayoría de balas fueron fundidas por este pero el suboficial Henry no contaba con que se trataba de una distracción.
 
El pirata más pequeño se burlaba de Henry, dejándole saber que no era tan intocable como pensaba, el otro también dijo su parte, asegurándo que el suboficial caería de la misma forma en la que lo hicieron los demás marines. Estaba claro que de todos los enemigos que enfrentó Henry estos eran los primeros en tener una verdadera chance de ganarle.
 
Pese a ello estos dos aún no conocían el verdadero poder del marine de magma, el cual hervía con rabia y deseos de venganza, tanto por aquellos cortes como por las vidas de sus compañeros caídos. Los dos piratas parecían prepararse para volver a atacar de diferentes formas desde diferentes ángulos mientras sus espadas reflejaban un filo negro, casi azabache.
 
Fue cuando, posiblemente provocado por la rabia, Henry alza su brazo derecho al cielo, desde el cual sale una gigantesco cantidad de lava llegando hasta lo 10 metros o más de alto. Aquella acción pasó en un lapso de tiempo tan corto que no había alma en aquél lugar que no se detuviera por un instante. Esta masa de lava ardiente empezaba a tonar forma, pasando de un cono, a un mazo y de un mazo a finalmente un gigantesco martillo.
 
 — Ratas... MUERAAAANNN!!!!! — El suboficial, o lo que quedaba mentalmente de él gritaba mientras bajaba aquél colosal martillo de lava a gran velocidad. El sonido del impacto y el calor de este se pudo sentir desde el mismísimo G-23. El ataque Fué tal que dejó un cráter lleno de lava, fuego y columnas de humo negro alrededor. En medio de este cráter se encontraba un monstruo... un monstruo con figura humana y cuerpo de lava mirando al suelo para luego subir la mirada con un único objetivo en mente, aquél barco.
 

 
[tecnicainvalida=U161401]
Energia: 247 / 528

 
Resúmen
#18
Raiga Gin Ebra
-
El campo de batalla queda en silencio por un breve instante tras el impacto de tu colosal ataque. La temperatura empieza a subir y el calor se hace palpable. El martillo de lava se disipa lentamente, dejando un cráter humeante donde antes estaban los piratas. Sus cuerpos, envueltos en el calor abrasador, comienzan a fundirse, transformándose en formas irreconocibles bajo la fuerza de tu ira desatada. Has conseguido vengar a todos los caídos en batalla. Los gritos de los tiradores y los dos líderes se extinguen rápidamente, sofocados por el rugir de la lava y el calor insoportable.

El olor acre de carne y metal quemados impregna el aire. Un olor típico en batallas de mayor calibre y dimensión. Las llamas alrededor del cráter parpadean con violencia mientras el humo negro se eleva hacia el cielo, oscureciendo momentáneamente la vista. En medio de todo esto, te quedas inmóvil, observando los restos del combate. Tus hombros suben y bajan con cada respiración pesada, mientras la tensión en tu cuerpo comienza a disiparse lentamente. Creo que ya tienes motivos para sonreír. No queda ningún enemigo en pie. Al menos de los que desembarcaron.

A lo lejos, el sonido de las olas rompe el silencio. Miras hacia el barco pirata y notas algo inesperado: las velas se despliegan, y la embarcación comienza a virar, alejándose de la isla. Los piratas que quedan en el barco han tomado su decisión: Han perdido. Y abandonan su idea con el rabo entre las piernas.

El barco pirata se mueve lentamente al principio, como si aún dudaran de su retirada. Pero al ver el estado del campo de batalla, y especialmente el destino de sus compañeros en tierra, aumentan la velocidad. Las velas se llenan con el viento, y el casco comienza a cortar las olas con mayor ímpetu. Un ímpetu del que busca huir de una zona en la que han sido vencidos con relativa facilidad. Aunque no a cualquier precio, ya que han conseguido llevarse más vidas de las que probablemente deberían haberse llevado.

Desde la distancia, puedes distinguir a algunos hombres en cubierta, corriendo frenéticamente mientras preparan los últimos detalles para huir. Uno de ellos, probablemente el capitán, mira hacia la isla por unos segundos más antes de girarse y desaparecer en la cubierta inferior. El barco se convierte en una silueta cada vez más pequeña en el horizonte, hasta que finalmente solo queda el humo negro que dejó su ataque.

Aunque han huido, el costo de esta victoria es evidente. Y ahora te tocará pensar la peor parte. ¿Cómo justificarás todas las bajas en el informe? ¿Qué motivos tendrían esos piratas para atacar el faro? Lamentablemente no has dejado a ninguno vivo, así que me temo que eso es algo que no sabremos jamás.

El campo de batalla, ahora quieto salvo por las brasas y el humo, comienza a llenarse de murmullos. Los marines que aún quedan en pie, algunos heridos y otros simplemente agotados, empiezan a reagruparse. Un grupo de ellos se dirige hacia ti, con sus expresiones siendo una mezcla de cansancio y gratitud.

—¡Lo conseguimos! —exclama uno de ellos, con la voz quebrada por la emoción.

Otro marine, con el uniforme rasgado y un vendaje improvisado en el brazo, se acerca a ti directamente. Sus ojos están llenos de admiración mientras coloca una mano temblorosa sobre tu hombro.

—Suboficial… lo logramos gracias a usted. Si no fuera por su defensa, ese faro habría caído.

Algunos marines se abrazan entre ellos, celebrando la supervivencia y el esfuerzo colectivo. Pero incluso en medio de la victoria, el ambiente está cargado de una tristeza palpable. La tristeza que, lamentablemente, suele llegar tras cada batalla. La del recuerdo a los caídos. Muchos de sus compañeros han caído en batalla, y sus cuerpos yacen aún dispersos por el campo. Es un recordatorio constante del precio que han pagado. Algunos no podrán tener ni un reconocimiento digno puesto que sus cuerpos están fundidos con la lava de cierto suboficial.

Pero bueno, a pesar de los estragos de la batalla, el faro aún se mantiene en pie, aunque con grietas profundas y partes de su estructura superior dañadas. Es un símbolo de la resistencia que todos mostraron en este enfrentamiento, pero también un recordatorio de lo cerca que estuvieron del fracaso.

El humo comienza a disiparse, y las primeras luces del amanecer tiñen el horizonte, como si la isla misma tratara de dar un respiro a los supervivientes. Algunos marines, visiblemente agotados, se sientan en el suelo, mientras otros comienzan a recoger los cuerpos de los caídos. Todos están terriblemente agotados.

Aunque la victoria es vuestra, el precio ha sido muy elevado. Y mientras miras a tu alrededor, sabes que las decisiones que tomaste en esta batalla quedarán grabadas en la memoria de todos los que participaron. Y quizá muchos no las compartan.
#19
Henry
Tigre Rojo de la Marina
La paz finalmente había llegado al campo de batalla gracias al infierno que el suboficial Henry había desatado en el mismo. El sonido y el chasqueo de las llamas se sentían como una bendición a oídos de Henry, el cual estaba rodeado por los cuerpos quemados de sus víctimas. El cansancio invadía el cuerpo del joven estratega el cual miraba al cielo mientras rezaba por las almas de sus compañeros caídos.
 
A lo lejos este pudo ver al barco pirata huir poco a poco, como si este dudara de su decisión. Pero esto no duró mucho, luego de contemplar el campo de batalla estos sabían que sus compañeros ya estaban en el más allá. El caos en la cubierta de aquél barco era visible, aunque Henry pudo notar a quién parecía ser su capitán observar la isla una última vez antes de darse vuelta.
 
La batalla por el faro de Rostock había finalizado y con ella el sufrimiento que costó su defensa. En un conteo rápido Henry pudo determinar que alrededor de la mitad del pelotón que se le había asignado ha muerto en combate, sacrificando sus vidas por el bien de la misión y de lo que significaba ser un marine.
 
El suboficial Henry estaba contento de que la misión fuese un éxito y de que tantos hombres sobrevivieron pero nada opacaría las vidas que ya no están. Henry salía del campo de batalla para reunirse con sus hombres, no sin antes absorber todo el magma posible y luego anular su cuerpo de lava. Los marines en el foro se agrupaban, celebrando su victoria ante aquél asalto pirata.
 
Henry caminaba hacia ellos con el puño derecho en alto y una sonrisa en la cara, en este era visible aquellos dos cortes que le fueron hechos sin saber que tal cosa era posible. De repente, aquél mareo volvía una vez más pero esta vez era como si las voces de sus hombres resonaran en su cabeza, gritando de alegría. Henry decidió ignorar esto y girarse para disfrutar del momento con sus compañeros.
 
Luego de un rato todos sabían que era hora de volver a la base y de recoger los cuerpos de los caídos. — Henry a base, aquí el suboficial Henry. La misión fué un éxito, hemos logrado defender el faro del asalto pirata. — Los gritos de alegría y celebración al otro lado del Den Den Mushi eran tremendos, cosa que seguramente esperaban hacer desde que salimos de la base.
 
 — Necesitamos un pelotón de reemplazo que proteja el faro mientras lo reparan y otro que ayude con los heridos y los cuerpos de los caídos. — Al decir lo último los gritos de alegría dejaron de existir, como si todos se estuvieran castigando por haber pensado que sería una batalla tan fácil. Henry, aunque había cumplido con la misión valerosamente también era responsable de la muerte de muchos de sus hombre aunque también contaba con la admiración de aquellos que habían sobrevivido bajo su mando.
#20
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