¿Sabías que…?
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[Aventura] [T4] Contrabando en el faro
Raiga Gin Ebra
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El Den Den Mushi transmite la respuesta desde la base. La voz del oficial al otro lado es formal, pero su tono denota algo de tensión, aunque no entiendes por qué.

—Entendido, suboficial Henry. Enviaremos un pelotón para asegurar el faro y otro para encargarse de los heridos y los cuerpos. Llamaremos para que reparen el faro. Buen trabajo. Regrese a la base en cuanto sea posible para un informe completo.

Aunque el reconocimiento es evidente, el silencio que sigue revela la gravedad de la situación. Sabes que la celebración por la victoria será breve, y que las pérdidas pesan más que cualquier elogio. Pero podía haber sido peor, claro, podía haber caído el faro y todo sería mucho más dramático.



De vuelta en la base, el ambiente es sombrío. Los marines que quedaron en Kilombo observan en silencio cómo los heridos son trasladados y los cuerpos recuperados. La victoria no sabe dulce cuando el precio ha sido tan alto. Apenas tienes tiempo de asimilar la situación cuando el sargento Murray te llama a su oficina. Quiere verte, y sabes que seguramente te pida explicaciones.

Al entrar, lo encuentras visiblemente nervioso. Camina de un lado a otro, con su imponente figura casi agobiando la habitación. El oni se detiene un momento para mirarte, con los ojos reflejando una mezcla de preocupación y frustración.

—Henry… —comienza, con una voz más tensa de lo habitual— Tenemos un problema.

Murray está bastante afectado, y así te lo hace ver. Su nerviosismo, sus movimientos con las manos y su voz, son suficientes indicios para saber que ha ocurrido algo.

—Los piratas que escaparon… se han comunicado con nosotros. Tienen a un marine. Un soldado raso —hace una pausa, como si las palabras le costaran salir—. Ben.

El nombre cae como un peso sobre tus hombros. Recuerdas al joven marine, siempre dispuesto a darlo todo. Y ahí es donde seguramente entre en juego la culpabilidad.

—Han exigido un rescate —prosigue Murray—. Quieren que negociemos en alta mar o en una isla neutral, fuera de Kilombo. Dicen que, si no cumplimos, su vida correrá peligro.

El sargento vuelve a caminar, claramente agitado. Golpea suavemente la pared con el puño, frustrado.

—Esto no puede ser así, Henry. No podemos permitir que un marine caiga en manos enemigas, pero… si mandamos una fuerza, podrían emboscarnos. Si no hacemos nada, perderemos a Ben. —Se detiene frente a ti, mientras sus ojos buscan los tuyos.

—Quiero saber si estás dispuesto a participar en esta misión. —Su tono es serio, pero detrás de su firmeza se adivina una pizca de incertidumbre. La responsabilidad parece pesarle, y depende de ti decidir si estás listo para enfrentarte a esta nueva amenaza.

El silencio que sigue está cargado de tensión, mientras la decisión comienza a formarse en tu mente. La batalla ha terminado, pero la guerra con esos piratas parece que no.

Cosas
#21
Henry
Tigre Rojo de la Marina
El comunicado vía Den Den Mushi fué recibido de una forma clara y concisa por un oficial al otro lado del caracol. A pesar de aceptar los reclamos de Henry de mandar dos pelotones este podía notar un aire de incertidumbre y preocupación al otro lado, no dándole mucha importancia por el momento. El peso de nuestras bajas es tan grande como el de nuestra victoria y debíamos honrar a los caídos antes que nada.
 
Los marines qué se quedaron en el G-23 veían en silencio como los cuerpos de sus compañeros volvían del combate, sacándose sus gorras en señal de respeto. A pesar de sus heridas Henry se tomó el tiempo para supervisar el traslado de los cuerpos cuando se le informó que el sargento Murray le llamaba a su oficina.
 
Al entrar a su oficina Henry pudo observar el nerviosismo y preocupación de este, el cual caminaba de un lado de su oficina al otro hasta que se digna a ver al suboficial Henry. Luego de mencionar el nombre del suboficial lo siguiente en salir de su boca es la palabra "problema", olvidándose del trabajo inhumano que tuvo que hacer el joven marine con un solo pelotón.
 
Pero Henry ya estaba adaptado a ser tratado así, a que se olviden de su reconocimiento y valor solo para darle más trabajo. Al fin y al cabo, Henry no era más que un arma para la marina, un arma altamente destructiva. Esto era lo que pensaba Henry de si mismo, habiendo aceptado ya su destino hace tiempo. En cuanto al supuesto problema de Murray este dice un nombre, Ben.
 
Se refería al joven soldado que fué raptado por los piratas, pues al parecer ahora piden un rescate por este mismo. A decir verdad, Henry también sintió un apretón en el corazón cuando escuchó aquél nombre, este sabía que jamás había que abandonar a un compañero así como así. Gran parte de la responsabilidad ya estaba sobre los hombros de Henry quién no se negaría a dirigir una operación en rescate de Ben.
 
El sargento Murray se detiene frente a Henry, preguntándole si estaba dispuesto a participar en dicha misión. Henry, sin perder un segundo realiza un saludo marcial en frente del sargento. — ¡¡¡Cuente conmigo sargento!!! — Si estos piratas lograron coordinar un ataque así de caótico era obvio que no debían de ser tomados a la ligera y Henry lo sabía el cual recordó como aquellas espadas cortaban su torso.
 
Cosas
#22
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