Hay rumores sobre…
... un algún lugar del East Blue los Revolucionarios han establecido una base de operaciones, aunque nadie la ha encontrado aun.
[Autonarrada] [A-T1] Croquetas de Sirius a la Patata
Kuro D. Zirko
Payaza D. Zirko
23 de verano

Hoy escribiremos una historia particular, algo diferente y fuera de lo común. Tal vez no sea épica ni fantástica, pero para mí, es simplemente una historia hecha para sonreír y despejar la mente.

No todas las aventuras necesitan ser relatos donde un personaje arriesga su vida enfrentándose al mal o imponiendo su voluntad sobre otros. A veces, una aventura comienza con una simple curiosidad, un pequeño destello en la mente que despierta una ambición o una duda. Un momento peculiar que lleva a una cadena de eventos inesperados.

Así fue como una joven, vivaz y a menudo ingenua, inició su peculiar travesía. Zirko, una niña gigante con una mente infantil y un corazón lleno de entusiasmo, no entendía del todo el mundo que la rodeaba. Pero había algo que la intrigaba profundamente, el sargento Sirius Herald. Aunque apenas lo conocía, él la trataba como su "hija", y esa relación, aunque extraña, despertó en ella una mezcla de emoción y curiosidad, pues, sinceramente creía que el era su padre.

Con su desbordante energía, Zirko comenzó a investigar. Se paseó por la base, preguntando a todo aquel que se cruzara en su camino. Había interrogado a novatos, civiles, e incluso a sus compañeros de equipo. Pero nadie parecía saber mucho sobre Sirius. Los civiles lo llamaban “Padre” con respeto, pero su conocimiento sobre él era limitado. Los reclutas tampoco eran de gran ayuda. Su búsqueda parecía un callejón sin salida.

Zirko, sin embargo, no se daba por vencida fácilmente. Con su peculiar combinación de ingenuidad y determinación, siguió buscando pistas hasta que uno de sus compañeros, un joven recluta llamado Lior, le entregó un libro que había encontrado en la biblioteca de la base.

No sé si esto te ayudará - dijo Lior, mientras le pasaba el pesado tomo - pero tiene su nombre escrito por todas partes, literal y metafóricamente.

El libro era viejo, con las páginas amarillentas y una caligrafía diminuta que parecía un desafío para cualquiera que intentara leerlo. Zirko, con sus enormes manos, apenas podía sostenerlo sin que las hojas crujieran bajo su peso. Y para empeorar las cosas, las letras eran tan pequeñas que tuvo que buscar una lupa en el almacén de la base y un vidrio más grande todavía para poder ver a través de la lupa.

¿De verdad escribían tan pequeño en el pasado? - se quejó, mientras sujetaba la lupa con cuidado y trataba de enfocar las palabras.

El título del libro, "Delicias Espontaneas: Recetas para el Alma", no parecía tener relación alguna con Sirius Herald, pero Zirko no se desanimó. Si había algo que podía aprender de este libro, lo haría.

Al leer con paciencia, descubrió una receta que llamó su atención, unas croquetas de carne envueltas de patatas molidas y fritas. La descripción decía que el platillo era ideal para compartir entre amigos y que, si se seguían las instrucciones al pie de la letra, podría despertar sonrisas incluso en los días más oscuros. Zirko no necesitaba más razones. Decidió que prepararía esa receta, aunque no tenía experiencia alguna en la cocina.

[Imagen: Lorraine-TV-show-London-UK-15-Aug-2017.jpg]

Primero, reunió los ingredientes, carne de cerdo, intestinos para envolverla, especias específicas, cebollas, harina, huevos y, por supuesto, patatas. Las instrucciones eran claras, pero el proceso no fue tan sencillo como parecía.

Cortar las cebollas fue un desafío. Aunque intentó seguir las indicaciones del libro y hacer trozos pequeños, sus manos de gigante no estaban hechas para trabajos tan delicados. Los trozos resultantes eran más grandes de lo esperado, pero Zirko los consideró aceptables. Luego, amasó la carne con las especias y la envolvió en los intestinos, un paso que le resultó particularmente complicado debido a la textura resbaladiza de los ingredientes.

Cuando llegó el momento de freír las croquetas, el caldero con aceite caliente se convirtió en el centro de atención. Sus compañeros de equipo, curiosos y divertidos, se reunieron a su alrededor para observar su progreso. Las primeras croquetas salieron quemadas; otras se desmoronaron al intentar sacarlas del aceite. Pero Zirko no se dio por vencida.

Entre risas y comentarios, uno de sus compañeros, una joven llamada Mira, se acercó con una sonrisa y le entregó una patata entera que Zirko había frito sin darse cuenta.

Mira, Zirko, creo que esto es más tu estilo - bromeó, sosteniendo la patata como si fuera un trofeo. Zirko aceptó el gesto con una carcajada, aunque insistió en seguir con su receta - No te preocupes, Mira. ¡Voy a dominar esto!

Con renovado entusiasmo, continuó trabajando en las croquetas fritas. Aunque no todas salieron perfectas, logró completar el platillo. Cuando finalmente lo sirvió, los comentarios no se hicieron esperar - Zirko, estas cebollas son del tamaño de mi mano - ¡Se te quemó esta croqueta! - Creo que hay más harina que croqueta aquí - Cariño, como cocinera... sigue siendo payasa mejor. - Hey, ¡esta croqueta es del tamaño de mi cabeza!

A pesar de las críticas, las risas llenaron la sala. Zirko, con su entusiasmo intacto, no pudo evitar reír también. Aunque las croquetas no resultaron como esperaba, el verdadero premio fue el momento compartido con sus compañeros.

Cuando todo terminó, alguien se dio cuenta de que el autor del libro no era Sirius Herald, sino un renombrado chef llamado Zirius Blak. Zirko, al principio, se sintió un poco decepcionada, pero pronto dejó de preocuparse.

¡Al menos aprendí a hacer croquetas de Sirius a la Patata! —dijo, levantando una de sus creaciones y riendo a carcajadas.

Sus compañeros rieron y aplaudieron, reconociendo su esfuerzo y determinación. Zirko, aún riendo, decidió que dejaría la búsqueda de Sirius para otro día. Por ahora, lo importante era disfrutar de las pequeñas alegrías que encontraba en el camino.

Así, su curiosidad la había llevado, una vez más, a una aventura inesperada. No resolvió el misterio de Sirius Herald, pero aprendió algo valioso, a veces, lo más importante no es el destino, sino las risas y los momentos compartidos en el trayecto.
#1
Moderador Doflamingo
Joker
¡RECOMPENSAS POR AUTONARRADA T1 ENTREGADAS!


Usuario Kullona D. Zirko
  • Berries: 350.000 -> 550.000 (+200.000)
  • Experiencia: 674.19 -> 694.19 (+20)
  • Nikas: 22 -> 23 (+1)
  • Reputación: +5 Reputación Positiva


[Imagen: 95fa77531754675c202aa20ac4047d602acade5e.gif]
#2


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 2 invitado(s)