[Aventura] [T3] Una mala idea...

Una mirada férrea entre esa majestuosidad, una complicidad entre ambos, se sentía... ese fervor, ese momento bello y cálido entre una hermosa bestia marina y un joven marinero de agua dulce, esa conexión más hermosa que nunca antes había conocido... mientras sostenía a su compañero, Picollo, entre sus brazos.

¿Qué? Era natural, la bestia tenía colmillos y Picollo era de carne y huesos, de seguro tenía hambre el pobrecito, o tal vez expresaba su amor de esa manera, no podia culparlo por haber atacado a su compañero hace tanto tiempo atrás, Goku sentía como si ese ataque desgarrador había sido un capitulo de un pasado tan distante que no podía odiar a esta bestia majestuosa por ello... Sus ojos brillantes y sus escamas resplandecían como el fuego en ese preciso momento, un movimiento grácil y una especie de despedida hacia el joven Goku. Él, con toda la alegría del mundo, respondió a la despedida, un par de dedos en la frente y un "hasta la próxima, querido amigo" fueron expresados en esa memorable escena.

Goku despidiéndose de Raa Di' tzz

Señor Picollo, creo que todo estará bien a partir de este momento - dijo, mientras sujetaba con fuerza las heridas de su compañero y miraba al horizonte - Se ha ido, ya no creo que le vuelva a darle otra mordidita - añadió Goku, con la esperanza en sus ojos y el corazón cálido por haber intercambiado esa mirada tan refrescante con un ser tan magnífico como lo era Raah Di' Tzz.

Ok, el barco no dio ni media resistencia, cada palabra del pobre Goku fue una falacia tras otra. Estaban jodidos. El ataque de Raah Di' Tzz había sido totalmente certero e imprevisto, como una bofetada de realidad en conjunto con una risa estúpida de parte de Goku mientras volaba por los aires, inconsciente todavía de que él... de hecho... no podía nadar. Volaron metros tras metros, surcaron los cielos hasta el infinito, sin un rumbo claro, sin saber qué les depararía el futuro, sin saber siquiera dónde iban a caer. ¿Sería el mar? ¿Una barcaza? ¿Una isla? ¡Qué importaba a estas alturas!
¡VOLAREEE OOOH! ¡CANTARE! ¡OOOHOOOH! - AAAAAAHHHHH!!! - Goku gritaba sin sentido entre risas mientras volaba por los cielos, inconsciente de lo que pasaría con su compañero, pero manteniéndolo lo más cerca posible si es que la misma gravedad e impulso se lo permitían, incapaz siquiera de sentir su cuerpo todo magullado y adolorido por el impacto, lejos de saber siquiera cuánto tiempo pasaría en los cielos y lejos de saber siquiera si estaba subiendo o cayendo, al borde de la inconsciencia este seguía riendo y animando a su compañero en condiciones tanto o más deplorables que la de el - ¡Creo que nos llegó la hora, señor Picollo!

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Se despertó con los gritos de su compañero que alentaban a la criatura marítima, apenas abrió uno de sus ojos para recordarse así mismo la situación en la que estaban, quiso hablar pero no pudo, en un súbito encuentro por ponerse en pie, se balanceo con la soga para luego dar un salto hacía lo que quedaba de la cubierta. El contexto era fatal, no había forma de confrontar la situación ni el dolor que este sentía.

Observó el escenario aterrador y la despreocupada actitud de Goku, la escena se tornaba delirante, no había nada más por hacer, Deamsy Dragon había encontrado su final. A su suerte anticipo la terrible e inminente ofensiva dirigida hacia ellos, la criatura no se detendría allí, por lo que concluyo, su única opción, era abandonar la nave. Corrió con todas sus fuerzas mientras el barco se inclinaba cada vez más, hasta alcanzarla parte trasera del bote, una vez allí, saltaría con todas sus fuerzas hacía la Mar procurando alejarse del barco y de la bestia.

No tuvo más remedio que aferrarse a uno de los barriles que había lanzado anteriormente, de no ser por este, su cuerpo se hubiera hundido como un bloque de piedra, con suma desesperación logro alcanzar el barril con su único brazo disponible, luego clavo sus garras en él para quedar lo más aferrado posible. A partir de entonces su destino quedaría a merced del mar y las olas.

Vio con sus propios ojos como la nave era despedazada por los aires tras un fuerte impacto de cola, nada por hacer más que presenciar la lluvia de madera y agua que caía a su alrededor. Con algo de suerte el mar lo arrastrarían a alguna costa cercana, siendo muy optimistas lograría ser visto por otra embarcación. Mientras flotaba se preguntaba si Goku se había quedado en la Nave, dedico unas miradas en el horizonte para ver si había seguido su idea ¿ Acaso se quede en el barco? se preguntaba.

La bestia había destruído el ahora pecio sin ningún tipo de piedad, quizá fruto de la ira o llevada por algún giro del destino aún mayor que le alentó a actuar de tan errática manera.

Ambos héroes encontraron la situación de una manera distinta, pues Goku, sabiendo de sus últimos momentos, pero con un extraño sentimiento aun de complicidad en su corazón, abrazó su destino como si fuera la mismísima llama de su corazón. La vorágine de agua que se cernía sobre él y el impacto que lo llevó durante unos interminables segundos a visitar los cielos con una sensación de sobrecogimiento en su estómago, parecían fatales, y cierto fue que el golpe le dejó malherido, mientras su cuerpo a duras penas conseguía mantener la respiración en una caída eterna.

Por su lado, Picollo literalmente vio con sus propios ojos como la nave era despedazada por los aires tras un fuerte impacto de cola sin nada por hacer más que presenciar la lluvia de madera y agua que caía a su alrededor, mientras una ola derivada del tremendo impacto arrasaba toda el área en el que el navío había encontrado su final, al igual que el valiente guerrero que había osado navegar los peligrosos mares sin rumbo, sin conocimientos, y sin más que una idea vaga de sus objetivos. 
El humanoide de verde tez, sonrió ajeno a su gracia, mientras saltaba con ímpetu, pero no con suficiente fuerza debido a la extenuación derivada de la enorme pérdida de sangre, y quedaba a medio camino, llevándose la totalidad de la tromba. En su caso, los segundos se hicieron breves, hasta que dio cuenta de como el agua que caía a su alrededor, así como la lluvia de madera, era un mero reflejo de su humilde deseo de salvación.  Su cuerpo salió volando por el aire, mientras de forma furtiva,
Raah Di' Tzz, asomaba sus fauces y le agarraba el cuerpo entero, en dirección a su tumba submarina, en una dolorosa digestión que podía durar días.
 

Daños Sufridos

Daños de Picollo: 86 de Vida - 137 de daño de Aqua (Mitigación total de 23)= -48 Puntos de Vida (Equivalente a 4.8 veces tu resistencia). Estás muerto.

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...

-¿Dónde estás? - habló la conciencia como algo extracorpóreo, resonando con un tono familiar a Goku por toda la oscuridad de la nada.

...

-Despierta... no ha llegado tu hora de morir... ha llegado tu comienzo- sonó nuevamente desde todas las perspectivas alrededor de la cabeza del moreno y a la vez desde ninguna.

...

- ¿Cuál es tu sueño Goku? ¿Por qué queremos vivir?- continuó el eco rumiante, increpándole por su debilidad, pero al mismo tiempo animándole a enfrentarse a la adversidad.

...

Los ojos del muchacho se hicieron a la oscuridad y fueron testigos de una realidad que no se le hizo tan lejana, pero que los empapó en lágrimas.

Frente a él, la oscuridad se transformó en océano, uno en el que podía nadar, en el que su cuerpo no se sentía pesado, uno acorde a la realidad de su infancia cuando no había obtenido la maldición de no poder nadar.
Su cuerpo se encontraba libre, joven, casi desnudo, salvo por una mortaja negra que le rodeaba el cuerpo a modo de toga, pero fabricada en una tela misteriosa que apenas se sentía como un paño y parecía fabricada en la misma oscuridad que había experimentado con anterioridad.
Al mismo tiempo, su yo consciente era apenas una pequeña luz en forma de infante que nadaba persiguiéndolo, sin llegar a alcanzarlo.

...

-Alcánzame Goku... juntos podemos cumplir nuestros sueños- susurraba en su mente el cadáver huidizo por la marea del océano.

Información Importante

A partir de ahora estás solo Goku. Nadando en un océano vacío de una tonalidad oscura, brillando como una simple conciencia, persiguiendo tu cuerpo maduro desde tu alma infantil. Puedes nadar, alcánzalo.

Los ojos de Goku pesaban, estaba acongojado. Se sentía cada vez más rígido y el peso sobre sus hombros se había esfumado. Solo estaba ese sueño etéreo y esa voz en su mente. Apenas podía ver, no sabía bien qué era. Se recompuso como pudo, tratando de sentarse en la nada, tan absorto en su movimiento que no se dio cuenta siquiera de dónde realmente estaba parado... o mejor dicho, dónde realmente el no estaba.

¿Dónde estás? - preguntó algo extraño.

¿Eh? ¿Pero qué clase de pregunta es esa? Estoy aquí - dijo inútilmente, mientras intentaba mirar a su alrededor, notando su falta de cuerpo, su alma libre y su espíritu renovado.

Despierta... no ha llegado tu hora de morir... ha llegado tu comienzo.

¿Eh? ¿Pero de qué estás hablando? Aún no he muerto, creo —dijo sonriendo el niño de pelo arrebatado. Empezó a girar hábilmente en círculos dentro de ese espacio mientras observaba a todos lados sin un cuerpo ni ojos que comandar - Mi camino comenzó cuando me contrataron, ¿recuerdas? - Eh... ¿recuerdas? ¿Por qué preguntó eso? - Espera, ¿con quién hablo?

¿Cuál es tu sueño, Goku? ¿Por qué queremos vivir? - preguntó de nuevo esa voz irritante.

¿Que cuál es mi sueño? ¡LO SABES BIEN! ¿Has estado ahí para mí, verdad? - dijo irritado, hablando casi fuera de sí - Sabes bien... que yo no tengo un sueño - diría, con esa sonrisa de nuevo, de oreja a oreja - Sabes bien lo que somos, sabes bien a qué nos dedicamos, pero más que todo, sabes... tu lo sabes... sabes que no sueño con nada - la mirada sin emoción se escondía por debajo de una sonrisa falsa, adoptada y adoctrinada por otros. No sabe con quién habla, pero se habla a sí mismo. Está viviendo ahora, o no lo está, en el momento de incertidumbre entre quién es, quién quiso ser, quién quiere ser, y quién cree que será - Mi familia... quiero que estén bien... ese es mi sueño - se dijo a sí mismo, como si ese fuese su sueño real, mintiéndose de nuevo.

Sus lágrimas se asomaron por sus ojos y su sonrisa cada vez era más apagada. Sus ojos solo veían el más allá, lo que él sabía, podía ser una visión. Repentinamente, miró para atrás, en busca de algo... sabía que su cuerpo no existía, pero de repente, estaba ahí, ese cuerpo de ese niño, nadando con aquel tocado negro, en ese mar negro y oscuro. De repente, era su vista la de ese niño, ese niño se convirtió en el mismo, nadando con fuerzas, pues siempre fue él, siempre era él el que nadaba, tratando de alcanzar lo inalcanzable.

Alcánzame, Goku... juntos podemos cumplir nuestros sueños - volvió a hablar esa voz infernal.

Pero... ya somos libres... - dijo, sin parar de nadar una y otra vez, avanzando a toda velocidad y tratando de alcanzarse a sí mismo ante la penumbra de la oscuridad - Ya... me siento libre... pero... - dijo, mientras recordaba ese ultimo momento - me sentía más libre cuando volábamos por el cielo - dijo, pero esta vez, alegre y feliz... ambos sonrieron, pero más genuinos que nunca... más libres que nunca.

El cadáver envuelto en la mortaja negra se giró ligeramente, dejando que sus ojos vacíos y apagados se encontraran con los de Goku, que nadaba frenéticamente detrás de él. Una sonrisa débil y sin vida se formó en el rostro del cadáver mientras continuaba desplazándose a través de la penumbra marina. Cada movimiento suyo parecía un susurro de la eternidad, un recordatorio constante de la fragilidad de la vida.
-¿Realmente crees que eres libre, Goku?- preguntó la figura, su voz resonando en el vacío como el eco de una caverna oscura. -Libertad no es solo volar por el cielo, ni nadar en este océano de sombras. La verdadera libertad está en aceptar quién eres, sin miedo, sin máscaras-
...
El amortajado asintió lentamente, como si comprendiera lo que pasaba por la mente del moreno -Eso es lo que te han enseñado. Proteger, luchar, ser el héroe. Pero, ¿qué hay de tus propios sueños, Goku? ¿Qué hay de lo que realmente deseas en tu corazón, más allá de las expectativas y responsabilidades?-
...
...
La cadavérica figura extendió una mano pálida hacia Goku, su expresión más compasiva ahora. -Para encontrar la verdadera libertad, debes dejar atrás las sombras de las expectativas. Debes enfrentar el vacío y llenarlo con tu propia luz. No nades solo para alcanzarme, Goku. Nada para encontrar tu propia verdad-
...
La figura del cadáver sonrió, una sonrisa triste pero alentadora, invitándolo a su seno como una vieja conocida.
-Solo entonces encontrarás la verdadera libertad. No huyas de tus deseos. Enfréntalos,  abrázalos y deja que te guíen hacia la luz- musitó con eco por la profundidad.
Y con esas palabras, el cadáver le desafiaba a alcanzarlo, a nadar como si cada brazada apartara un océano de dudas y le arrojara más a la luz, conforme cada metro era avanzado, la oscuridad marítima se hacía menos densa, ganando poco a poco una inmensidad de colores derivados de los detritos y animales oceánicos que los acompañaban.

“¿Realmente crees que eres libre, Goku?” - preguntó nuevamente esa voz en su cabeza.

No, nunca lo he creído - dijo el sonriente Goku - Siempre he sabido que soy preso de las órdenes de otros - continuó, sin parar de nadar.

Libertad no es solo volar por el cielo, ni nadar en este océano de sombras. La verdadera libertad está en aceptar quién eres, sin miedo, sin máscaras - la elocuente voz hablaba, resonando con los pensamientos más profundos de Goku. Mudo ante esas palabras, cambió su sonrisa genuina por otra fingida, avanzando a toda velocidad mientras hablaba sin problemas, a pesar de nadar con vigor - Pero una máscara sirve para ocultar quién eres... aunque no soy bueno para eso, no sé mentir realmente. - contesto, consiente de su propia falencia.

“Eso es lo que te han enseñado. Proteger, luchar, ser el héroe. Pero, ¿qué hay de tus propios sueños, Goku? ¿Qué hay de lo que realmente deseas en tu corazón, más allá de las expectativas y responsabilidades?”

¿Ser un héroe?... Sí, apoyar al gobierno es ser bueno y fuerte, ser un héroe y mancharse las manos... - Sus ojos no paraban de llorar en este punto, desesperado, observando su cuerpo flotante - No tengo nada más en este mundo... solo sirvo para esto, para hacer caso a los demás...

“Para encontrar la verdadera libertad, debes dejar atrás las sombras de las expectativas. Debes enfrentar el vacío y llenarlo con tu propia luz. No nades solo para alcanzarme, Goku. Nada para encontrar tu propia verdad”.

Yo... nado porque tú me lo pides - dijo sonriente, sabiendo en parte que quien se lo pedía era él mismo - Y mi verdad... no... no sé cuál es, y realmente no te comprendo, nada de lo que dices, solo quiero llegar a ti... - Dijo, con una imagen de sí mismo en los cielos... Sí... quería volver a sentirse así... quería volar y surcar los cielos, quería alejarse de las ataduras del mundo terrenal, quería despegarse de todo y llegar a ser lo que nunca sería, alguien libre capaz de tomar sus propias decisiones.

Cada brazada era más alentadora, cada avance más profundo, pero sus últimas palabras... no pudo contestar. Simplemente le dieron a entender algo... aún no entendía nada. Su nado se detuvo un instante, pero recobró fuerza y arremetió contra todas sus dudas y molestias. No, no debía entenderlo, solo debía despejar sus dudas y seguir adelante, solo debía aceptarlo y llegar a ser lo que realmente debía ser.

La figura envuelta en sombras flotaba serena en la inmensidad acuática. Sus ojos, como dos pozos sin fondo, parecían mirar más allá de la realidad. A su lado, Goku nadaba con determinación, la luz de la superficie cada vez más distante.
...
La voz de la figura cadavérica, suave como la seda, resonó en su mente, -No busques respuestas inmediatas, Goku. La verdad se revela en el viaje, no en el destino-. 
...
Cada brazada era un paso hacia lo desconocido. La oscuridad estaba cediendo paso ante el color, pero al mismo tiempo, lo envolvía en un manto de seguridad en una sensación familiar y cálida. Era como si estuviera siendo purificado por las aguas, liberado de las ataduras que lo habían mantenido prisionero durante tanto tiempo.
La figura, a medida que Goku se acercaba, parecía crecer, convirtiéndose en una presencia omnipresente. 
Y entonces, la voz volvió a susurrar con ternura, casi como si fuera una madre -Cuando me alcances, no será el final, sino el comienzo. Juntos exploraremos las profundidades de tu ser-.
...
...
-Siempre hemos estado juntos- asintió la voz desde el cadáver amortajado -Tú y yo somos dos caras de la misma moneda. La luz y la oscuridad, la vida y la muerte. Somos parte de un todo- esto último, reverberó por toda la etérea figura del moreno, produciéndole un escalofrío.
...
Se sentía una conexión profunda con la figura. Era como si estuvieran hablando el mismo idioma, un lenguaje que trascendía las palabras. Y mientras continuaba nadando, hacia la luz que se vislumbraba al final del túnel, podías avistar finalmente la paz interior.
...
La luz, al principio un tenue resplandor, se intensificó a medida que ascendía. El agua se volvió más clara, y los rayos del sol comenzaron a filtrarse, creando un espectáculo de colores y sombras que orquestaban con cada latido que la vida ofrecía a su alrededor. Una vida que él sentía alejada, pero al mismo tiempo, alcanzable.

Previo a tocar superficie, la sombría figura de su antiguo yo le tomó de la mano con firmeza y ternura, en una sensación de absoluta comprensión y lucidez que jamás Goku había conocido.

Los ojos de Goku pronto comenzaron a ver algo... un par de gaviotas sobrevolando el cielo, y una canción pegadiza de fondo. Sintió el tacto de una madera a su espalda, pero no encontraba la manera de moverse... aún.

Directrices

Puedes rolear ahora mismo hasta lo que percibes. No podrás percibir qué se encuentra a tu alrededor nada más que lo que aquí se expone. Esto será revelado en la siguiente ronda. Sé todo lo introspectivo y descriptivo que puedas. Siéntete libre.

Nadar… no… no es que fuera una afición suya, pero por alguna razón, la añoranza o el subconsciente le decía que era algo que en algún momento de su vida extrañaría. La conversación entre lo subconsciente, entre el cadáver y el niño, se volvía cada vez más compleja, cada vez más hermosa y a la vez, más peliaguda. La sensación de familiaridad, el confort de una madre, el calor del mundo estaba ahí, para él… su madre, un ser que jamás conoció, su padre, alguien a quien admiró pero a su vez, nunca quiso preguntar nada sobre su linaje. Todo en su mundo era así, un rompecabezas, cosas que no completaba, pero a su vez, que él mismo no quería completar...

Goku al no comprender nada

La mano gentil de aquel hombre que era él mismo, la figura de la luz… todo encajaba en ese momento… - No… ustedes hablan de cosas muy complicadas… no los entiendo, ¿saben? - dijo, refiriéndose a ambas entidades como si fueran otro ser, incluyéndose a sí mismo dentro de la ecuación, dejando de hablar como uno, dejando de ser más que un mero observador. - Mejor… lo dejamos hasta aquí - dijo, tristemente, al recordar lo que nunca pudo tener - yo... me marcho de acá... pero entiendan algo... quiero ser como ustedes...

La luz iluminaba su cara, sus ojos sin emoción se abrieron lentamente... no parecía realmente alguien vivo por dentro... estaba totalmente devastado... la conversación, todo lo había dejado mal… magullado. Su mirada estaba perdida… intentaba volver a ver... volverse a ver de nuevo… alguien más libre que antes… alguien que sí entendía... la melodía a su alrededor solo serbia para distraerlo de si mismo... de esa autocompasión que sentía por si mismo... el sonido inaudible poco a poco empezaba a sonar más claro... pero a su vez... solo sentía el dolor... sin ser capaz de entender nada de la melodía del diablo y la muerte...

Las gaviotas resonaban a su alrededor, la madera en su espalda crujía... su cuerpo no respondía… pero él mismo no quería responder... sus ojos empezaron a llorar de nuevo... lo había perdido todo, pero más que nada… había perdido esa capacidad… esa capacidad de pensar en algo más allá… ¿qué podría hacer? No fue más que un eslabón… el peón de otros...

Dicen que el diablo y la muerte suelen reírse de los vivos, dicen que bailan al son de una canción que nadie más puede oír, riéndose y bebiendo en la esquina de tu habitación, observándote cuando hablas, cuando cantas, cuando bailas… te observan dormir y te observan vivir, jugando con un cuchillo al borde de cortar la cuerda de tu vida… nunca estás solo, nunca lo estarás… eres solo un alma más para cosechar, pero a su vez, eres su verdugo, su monstruo, su creación. ¿Acaso el borrego que comiste antes de zarpar tenía la culpa de nacer en una granja? ¿Ese pez que pescaste no fue solamente en busca de una botana? Eres dador de vida, pero también de la muerte... tus manos están manchadas, no solo de lo que escribes, sino de lo que haces y sientes. Tú eres Goku, un simple trabajador que cumple órdenes de alguien que ni conoces... tú eres Goku, el que come, ríe y canta sobre el cadáver de lo que sirvieron en tu plato, y aun así, eres consciente de aquello y lo seguirías haciendo, lo seguirás haciendo por toda la eternidad… si el día de mañana, el gobierno quiere acabar con la vida de tu abuelito o tu padre… ¿quién eres para detenerlos? De seguro irás con una sonrisa frente a ellos y les dirás que no es su culpa, que no es la tuya, simplemente seguirás hasta el fondo de sus corazones y acabarás con ellos rápidamente…

¿En qué te has metido, Goku? ¿Es esto libertad? ... tienen razón... tú no piensas por ti mismo, no eres libre de elegir… pero… ¿hasta qué punto seguirás siendo un borrego? ... ¿por que? ... ¿por que tenia irse... sin despedirse?... el peso en tus ojos se siente... en que piensas... Goku... - Se... señor... Picollo...

mirada perdida...

Mente: (Desconcertada) ¿Dónde estoy? No... ¿quién soy?
Ojos: (Parpadeando con incredulidad) Luces doradas, reflejos en el agua. No es un sueño. No... es demasiado real. ¿Cómo hemos llegado aquí?
Corazón: (sin latido) ...
Pulmones: (Tomando una bocanada profunda) Sal. El aire huele a sal. Esto es el mar. Pero no como antes... algo ha cambiado. Es más nítido, más intenso. ¿Qué es este lugar?
Estómago: (Revuelo y hambre) ¿Y esa sensación? Vacío. Hambre. Algo... algo falta. ¿Cuánto tiempo ha pasado?
Consciencia Corporal: (Explorando) Estamos en movimiento. Un balanceo suave, como cuna de un gigante. Estamos en un barco. Pero no uno común. Cada rincón de este lugar es opulento, pero... pequeño. Lujoso, sí, pero... contenido.
Memoria Difusa: (Intentando recordar) Esto no tiene sentido. Recuerdo... algo. Mar, gritos, un dolor agudo. Luego, silencio. Y ahora... esto. ¿Por qué no puedo recordar más?
Oído: (Aguzando los sentidos) Escucha. Pasos en la cubierta superior. Conversaciones apagadas, risas suaves, el sonido del mar acariciando el casco. Pero... hay un ritmo constante, un tamborileo lejano. ¿Es... una melodía?
Instinto de Supervivencia: (Alerta y calculador) Esto no es una fiesta. Al menos, no para nosotros. Cada segundo que pasa, alguien o algo se acerca. Mantén la calma, evalúa. No podemos ser vistos como presa fácil.
Mente: (Perpleja) Necesitamos respuestas. Primero, ¿quién soy? ¿Por qué estoy aquí? Y lo más importante... ¿cómo salgo de esto?
Espíritu de Aventura: (Con un brillo nuevo) El mar. Siempre ha sido el mar, ¿verdad? No podemos quedarnos aquí, atrapados en este pecio. Algo nos llama. Un destino en las olas. Pero primero... hay que sobrevivir.
Ojos: (Enfocándose con determinación) Hay detalles que aún no entendemos. ¿Qué hacemos en un barco? 
Corazón: (Con un latido ausente) ...
Mente: (Asumiendo control) Un paso a la vez. Aún no entendemos lo que somos, pero ya no importa lo que fuimos. Es hora de descubrir la verdad... y reclamar nuestro lugar en este mundo.

***

Tras esta ensoñación y final disertación con sus sentidos, Goku se levantó lentamente del suelo de madera pulido y barnizado, y recuperó la presencia de sí mismo. Estaba bien, pero recordaba un gran dolor que extrañamente había desaparecido. 
Acostumbrándose de nuevo al medio no acuático, pestañeó un par de veces antes de diferenciarse en el reflejo de un cristal cercano que cubría una especie de timón. 
¿Dónde estaba? ¿Por qué se encontraba sin camiseta y sin aparentes heridas? 
Su ropa se encontraba en un claro mal estado,  pero había vuelto a su fase adulta, y extrañamente se encontraba pletórico.

Los silbidos musicales que acompañaban a la situación cesaron, y entonces Goku recordó la extraña musiquila que escuchó antes de cerrar los ojos hasta ahora.

-¿Pero qué co...?- dijo una voz femenina en un tono suave, algo malhumorado y lleno de incredulidad que le sorprendió por detrás.

A veces se sentía... como si él mismo no fuera quien comandara sus pensamientos... como si una mano oscura estuviera pensando por él, llevándolo a la cordura y locura simultáneamente... como si se encendiera un computador, el reinicio de las funciones empezaba a activarse, un pensamiento tras otro... Mente, check. Ojos, check. Corazón, not check. Estómago, comería una vaca. Memoria... mejor no pensemos en eso. Instintos, activos por alguna razón. Espíritu de aventura, adelante. Corazón, espera, ¿por qué aún no lates? Mente, me tienes loco... vamos paso a paso...

Su cuerpo apenas respondía, pero extrañamente, no le costaba realmente moverlo... sus músculos no eran los que movían su cuerpo, era su espíritu, lo pudo notar. La falta de contracción del bíceps braquial y el deltoides, su tardía respuesta al movimiento que hacía su brazo... no era normal... su color de piel palidecía en un tono verdoso, no tan fuerte como para ser relevante, pero sí perceptible para ojos médicos como los suyos, como si tuviera un moretón extendido por todo el cuerpo. Una acumulación de sangre estática que no se apelotonaba en ninguna parte... su piel magullada simplemente denotaba que en algún momento algo pudo impactar contra ella, algún detalle debía tener, pero parecía tierna y lisa, como si las células blancas no hubieran atacado con prontitud la zona ni inflamaran los sectores dolidos para trabajarlos mejor...

Se sentó, y rápidamente, tras haber recobrado lentamente su postura, con brusquedad y abruptedad posó su índice y dedo medio en su propia tráquea y músculo adyacente para buscar su pulso. Con una cara de sorpresa e ignorando dónde estaba, lo que veían sus ojos y quiénes estuvieran a su alrededor, el sorprendido Goku simplemente gritó sin pensarlo dos veces - ¡Aaaaah!!! ¡Estoy muerto!! ¿¡Qué está pasando!?!