[Diario] Investigación profunda

En la zona oeste del reino de Oykot muy cercas del mercado una chica hermosa de cabellera rubia estaba sentada en una banca unos árboles le hacían sombra y el clima era agradable, la joven escribía en un pequeño diario como había sido el motivo de que estuviera en esa isla tan particular.

-Aún recuerdo cómo llegué a la isla fue gracias a una misión en la que teníamos que robar un barco y llevarlo a un lugar donde el cliente se quedaría con la carga, pero no entraré en detalles- por unos breves momentos Hato observó a la nada y continuó escribiendo -Durante mi travesía pude notar que en este reino hay una gran desigualdad entre las zonas de la isla ¿Me preguntó estarán estafando a los pescadores? O ¿tal vez si les pagan lo justo por su trabajo? O ¿Ellos no sabrán cuánto vale su trabajo? No sé esas preguntas no me dejan dormir en las noches y sería mejor averiguarlo por mi misma-.

-Sería cuestión de vigilar a los pescadores y saber cuánto pescan en un día, luego ir a los muelles dónde les compran el pescado y observar cómo es que lo pesan hay muchas cosas que investigar, es peligroso andar por allí en la zona sur podrían tratar de asaltarme pero saber cómo consiguen sus recursos primarios en el reino de Oykot sería lo más conveniente en una investigación-.

La joven bajo su pequeña libreta ocupaba un respiro recordó uno de sus conversaciones con vendedores de los comercios y luego continuó escribiendo -Otra de las actividades del reino de Oykot es su empresa textil aquí hacen ropa como también velas para barcos y muchas cosas de más con tela, Y vasijas la alfarería es otro de sus mayores exponentes pero me preguntó estás serán familias que se dedican a estos negocios o serán compañías que contratan gente para esos labores, otra cosa más que investigar-.

-La realeza de Oykot sería difícil de espiar no dudó que no contraten a cualquiera para trabajar en sus palacios o en la central hidroeléctrica pero no sería mala idea buscar una forma de entrar- en ese momento Hato dejó de escribir cerró el libro y lo puso aún lado, se estiró un poco y cogió el pequeño diario para guardarlo en su gabardina -Bueno es hora de ir a vigilar- comentó Hato al aire mientras se dirigía a la costa.

Costa del Reino de Oykot temprano en la mañana todavía no salía el sol mientras que la joven Hato ya estaba investigando a los trabajadores del muelle haciendo apuntes con su diario, -Algunos pescadores salían de bares y cantinas otros ya estaban en el suelo afuera del establecimiento un poco más crudos mínimo ellos habían dormido o eso pienso, eran muy pocos los pescadores que salían de sus casas al parecer casi no tenían tiempo libre y menos tiempo para regresar a casa porque al siguiente día tenían que seguir trabajando o abordarían un barco para adentrarse en alta mar 

Otro grupo fascinante de pescadores eran lo que se adentraba al mar a cazar ballenas ellos eran los es que pasaban más tiempo alejado del reino podían pasar varias semanas en el mar abierto, cuando regresaban siempre traían arrastrando una ballenas con su barco al parecer se puede hacer muchas cosas con las partes del cetáceo, los marineros les costaba trabajo subir al mamífero muerto al muelle lo bueno es que hay grúas que los ayudan en esa tarea pero sigue siendo un trabajo en conjunto.

Los pescadores suben en varias embarcaciones medianas o pequeñas y no se alejan mucho de las costas al parecer deben cambiar de lugar de pesca durante el día porque las corrientes marinas cambian así que ellos también deben hacerlo, al final del día los pescadores reciben una paga dependiendo de la venta de lo pescado en el día, mientras que los balleneros les pagan encuentren una ballena o no por eso suelen ser seleccionados por el capitán valorando sus conocimientos en alta mar- gracias a un viejo pescador que con un par de botellas de licor le dijo a Hato todo lo suficiente sobre el negocio de la pesca así que su siguiente movimiento sería revisar a las personas que compran el pescado y demostrar su corrupción.

Era una mañana tranquila en el reino de Oykot Hato traba de mantener un perfil bajo en la isla en lo que sus investigaciones daban algún fruto pero todo este proceso es lento y hay que ver cada detalle, la Skypiean estaba sentada en la parte alta de una barda observado desde lejos las zonas pobres de la isla y como se mueve la venta y compra de pescados.

La joven anotó en su diario -Los pescadores y sus compradores no parecen tener ningún inconveniente con los precios al parecer sigue todo igual- dejo de escribir para continuar observando, a lo lejos se pudo escuchar una discusión sobre precios, Hato bajo de aquella barda y se acercó a escuchar más de cerca.

Al parecer estaba bajando el precio de compra por las partes de las ballenas algo extraño porque es unos de los principales exportaciones de la isla, el comprador solo se limitó a contestar que ya no era tan valioso el producto y que aceptará el precio mientras que el capitán solo se quejo de lo difícil que es atrapar una ballena y traerlo a la isla.

La joven se apartó antes de que se dieran cuenta de su presencia pensado sobre lo que habían hablado los marineros, rápidamente apunto ese suceso en su diario -esto será normal? Bueno al fin y al cabo los monarcas deben saber que hacen o perderán recursos y dinero- pensó la joven mientras caminaba Hato jugaba con su Dial de Viento era útil porque quitaba el calor momentáneamente aunque revolvía un poco su cabello con las fuertes ráfagas de Viento que soplaba -Podría crear una Jetboard sólo ocuparía una tabla y este dial o un Jetsky son prácticos pero solo tengo un Dial de Viento entonces no podría ocupo otro, también podría crear un ondulador papá ya había hecho varios cuando yo era niña no parecía difícil-.

-No creo ocuparía un taller para guardar esas cosas y no pienso quedarme a vivir aquí, tal vez una pistola arpón el viento producido por el Dial podría funcionar o tal vez crear una patineta de Viento bueno luego se me ocurrirá algo- la joven continuó investigado durante el día el extraño caso.

Narro/ Pienso/ hablo/ escribo

Cómo todas las mañanas Hato investigaba sobre la pobreza del reino de Oykot y sus habitantes del lado sur de la isla, entre las cosas que pudo averiguar fue que el precio de las piezas de las ballenas estaban perdiendo su valor -Eso es extraño se le puede sacar muchas cosas a una ballena en especial su aceite lo puedes volver maquillaje o para hacer velas, también aceite para lámparas y lubricantes para darle mantenimiento a las máquinas tiene muchas cosas buenas ¿no se porque baja el precio?- pensó la joven.

Pero fisgonear tanto en una zona como esa le trajo unas pequeñas consecuencias a la joven, rápidamente un trabajador del muelle la noto y la encaró preguntándole qué hacía en este lugar y que no era la primera vez que la miraba en las cercanías -Estoy buscando a mi padre, él trabaja como pescador y lleva desaparecido varios meses- eso fue lo primero que se le ocurrió a la joven.

El trabajador no creyó lo que había contado la rubia porque conocía a muchas personas en las cercanías y no había reportes de desaparecidos, el trabajador se acercó más a la peli rubia cada vez menos opciones tenía la joven así que tenía que pelear, de su gabardina saco dos pedazos de madera y al juntarlos se volvía un Bo el arma que ella sabía usar -No quiero hacerle daño- el trabajador se río y luego silbó con fuerza para llamar a sus demás compañeros.

Hato no tuvo opción que ir hacia adelante rápidamente se barrió por la izquierda del trabajador y darse la media vuelta para golpearlo en su nuca para dejarlo inconsciente en el suelo en ese momento la pelirubia se puso de pie y empezó a correr lejos de la zona, volvió ligeramente mientras corría para ver qué sucedía a lo lejos se pudo notar como los compañeros del trabajador lo atendían y otro solo pudo correr a la calle y ver cómo se alejaba a revolucionaria.

-Para la siguiente seré más cuidadosa-.

Ya hace unos días que Hato estaba en Oykot ella se hospedaba en un pequeña habitación en renta en los barrios pobres de la isla, el lugar no era tan higiénico que digamos o seguro la inventora tuvo que reforzar las seguridad de puertas y ventanas para evitar que se metiera a robar a la habitación.

Su día a día era comer, lavar su ropa, vigilar que no se la roben sus ropajes mientras se seca, realizar pequeños trabajos para conseguir algo de dinero extra para pagar el alquiler y volver a casa para continuar inventando.

Mientras creaba un pequeña turbina que aprovechaba el viento y lo convertía en electricidad utilizando unos cables que se conectaba a un foco logró iluminar su habitación, Hato se percató de otro problema -No tengo donde almacenar la energía eléctrica solo la estaré desperdiciando- en un ataque de ira tomó tu invento y lo arrojó al piso dañando ligeramente el invento -Es muy difícil crear cosas aquí, faltan químicos, me faltan metales o mínimo una fundidora decente y conseguir piezas es muy difícil y costosas-.

Por la mente de la Skypiean pensó en abandonar la isla podría tener sus problemas como una gran desigualdad entre personas pero la falta de recursos la estaba volviendo loca -Nada me sale bien, todo lo que puedo hacer son armas pero eso no es muy ético que digamos, además sólo podría crear pistolas me hace falta una forja- Hato se sentó en una silla ella se encontraba deprimida.

-Si invento algo no serviría de nada, si apoyo a las revueltas muchas personas morirán, si trato de evitar las revueltas la gente podría quedar doblegada, comprimida en su propia vida- la joven se puso de pie con una idea en mente -Talvez no pueda almacenar energía eléctrica, pero puedo crear compresores y llenar cilindros con aire, claro y puedo utilizar esta turbina en conjunto con mi dial de aire para darle energía al compresor- la joven levantó la turbina de suelo para tratar de repararla después empezó a dibujar bocetos del compresor para empezar con su proyecto.

Los días pasaban en el reino de Oykot la joven de Skypiea trabajaba en pequeños proyectos para crear armas no letales y comprimir aire en cilindros pero era difícil con la falta de metales como de herreros en la isla, los herreros ya consolidados en el lugar podrían revelar quién mandó a fabricar ciertos artículos que podrían ser difíciles de encontrar así que debía mantener la fabricación de objetos por debajo del radar.

Otro de los inconvenientes era la marina aunque eran pocos los marinos era difícil pasear por ciertas áreas principalmente las más altas dónde los más acaudalados vivían y hacían de la suya, una de las ideas de Hato era comprar una tartana y modificarla para convertirla en un globo no era tan difícil ya con varios cilindros de aire caliente podría hacerlo flotar pero un tartana voladora podría ser muy obvio así que esa idea fue descartada.

Para entrar podría ser a través de la servidumbre Hato podría ser contratada para limpiar y gracias a eso podría entrar y conocer mejor a la alta sociedad de Oykot pero eso tomaría años y eso es lo último que quería perder la joven años trabajando para los opulentos pelmazos de Oykot.

La mejor opción era apoyar a los balleneros para seguir con sus planes de revueltas y así tendría una oportunidad de colarse mientras la guardia y la marina están ocupados con los habitantes molestos, pero sería lo mismo que ella les disparara a los pobres civiles de Oykot no sería muy ético.

Lastimosamente las opción se acababan no importa que hiciera alguien tendría que sufrir las consecuencias de esta revolución, así que pronto Hato tomaría una decisión sobre qué debía hacer con la isla principalmente con su hidroeléctrica que podría ser su mayor beneficio para la isla o talvez su perdición su objetivo era visitarla y investigar más a fondo.

Hace un par de días atrás Hato había logrado fabricar un compresor de pedales para lograr comprimir aire en cilindros algo difícil de hacer sin otra máquina que hiciera de motor para hacer el bombeo más fácil, el trabajo era difícil pero daba sus resultados las libras de presión acumuladas podrían hacer grandes cosas para la joven.

Uno de los planes era comprar dos botes de remos estándar debía salir más barato que comprar una tartana o eso pensaba Hato, también comprar velas para un mástil mayor, grasa de ballena o brea que la utilizaría para sellar fugas, el proceso era fácil debía sentar un bote sobre el otro para crear una cabina de madera agregar ruedas soportes y cortar una ventana por dónde podría mirar, luego debía pesar la cabina ya modificada para hacer los cálculos exactos.

La vela que debía ser muy grande sería recortada para darle forma de esferoide alargado casi igual al bote solo que los principios de flotación era la verdadera ciencia detrás del proyecto, se trataba de igualar la masa del pequeño dirigible con la de aire caliente de los cilindros, al ser más liviano que el aire común podría hacer flotar la embarcación pero había muchas variantes, como mantener la temperatura del aire a qué horas era mejor inflar el globo, la resistencia de la cabina al viento y a la elevación.

Pero aún faltaba mucho para llegar a esas pruebas, apenas tenía todo plasmado en papel y Hato aún seguía calculando las variantes como los costos del material, otra cosa que preocupaba a la joven era el salario tan miserable que le daban a los trabajadores si seguía así no podría crear ese globo y menos pagar la renta de aquel lugar que no era muy ostentoso pero mínimo servía como vivienda temporal de la joven.

Después de días largos trabajando para las familias de clase media alta del reino de Oykot Hato podía volver a casa a seguir trabajando en sus inventos de bombeo y compresión de aire, pero la rubia estaba cansada de solo hacer estás tareas repetitivas ya llevaba varios días seguidos sin lograr descansar bien.

En sus sueños Hato vivió una experiencia extraña donde ella bajaba del cielo a una ciudad en ruinas, se encontró con una espadachína y un tirador donde se enfrentaron a un extraño monstruo el cual lograron derrotar y salió por un extraño portal para despertar nuevamente en su cama.

Aquella ensoñación despertó a la joven la dejó algo pensativa, los ojos de Hato estaban abiertos de par en par casi no parpadeaba, ella calentó agua para prepararse café caliente luego de tener su bebida salió fuera del departamento para beberlo.

El exterior esa fresco y agradable se podía ver la luna en el cielo iluminando los callejones y casa del barrio bajo de la isla, si volteaba hacia el otro podría ver las luces de las casas y castillos de la alta sociedad de Oykot quienes no apagaban sus lámparas talvez para presumir lo que podía hacer su dinero.

Hato mientras admiraba el cielo nocturno fue emboscada por tres hombres borrachos quienes llamaban atractiva a la joven -Muchachos yo no busco problemas y me gustaría tener una noche tranquila- ellos se acercaron sin mucho miedo a la joven, Hato les tiró su café caliente a los hombres y mientras estaban distraídos entró a la casa para tomar su Bo y enfrentarlos al parecer ser hermosa trae sus problemas.

Los hombres entraron a su departamento pero gracias a su entrenamiento como revolucionaria la rubia tenía el control sobre el ryusoken así que al primero que entró a la vivienda lo recibió con un golpe rápido con su mano en forma de garra de dragón directo al estómago del borracho, después del impacto retrocedió y cayó inconsciente.

Rápidamente Hato empuño su Bo dió un paso hacia adelante generando un fuerte impulso a la joven con el cual golpeó a su segundo agresor que salió disparado hacia atrás chocando brutalmente contra la pared dejándolo inconsciente, el tercer intruso estaba tembloroso por la demostración de fuerza de la joven pero no dudó en tratar de atacar a la rubia, rápidamente Hato estiró su mano logró detener el puño del agresor utilizando la característica garra del ryusoken su confianza era grande ella sabía que podía romper armas así que la mano del bandido no sería nada pero algo extraño sucedió ella sintió un extraño hormigueo y su mano se empezó a volver negra su gran fuerza de voluntad le había dado un regalo más y ese extraño recubrimiento oscuro se extendió hasta su codo fortaleciendo a la joven quien asombrada miro ese extraño recubrimiento -¿Mantra?- comentó la joven, después lanzó al hombre hacia atrás.

Después de ver la fuerza de la joven el tercer borracho ayudó a levantarse a sus amigos y los tres huyeron de allí, Hato cerró la puerta soltó su bastón y se deslizó por la puerta hasta sentarse en el suelo miró nuevamente su mano pero se había vuelto normal otra vez, la joven trató de imitar esa extraña sensación pero no pasaba nada, ella cerró los ojos recordó cuando era más joven apenas era una adolescente y su mamá le enseñaba a luchar ella habló sobre el Mantra un poder que todos tenemos pero debemos despertar, había dos tipos de Mantra uno de observación y otro de armadura. 

El de armadura le ayudaría a proteger su cuerpo y fortalecer sus músculos sólo comentó su madre que se trataba de un extraño hormigueo y pronto uno se puede acostumbrar a utilizarlo, Hato abrió sus ojos recordando ese extraño hormigueo para observar que lo había activado nuevamente -Poco a poco te iré dominando Mantra de armadura y seré más fuerte para salvar está isla- la joven se puso de pie y siguió practicando su nuevo poder.

Días de miseria de vivían en el reino de Oykot Hato trabajaba de lo que pudiera reparado maquinarias, electrodomésticos y juguetes complejos de los hijos de los acaudalados de la parte Oeste de la isla.

Fue en una casa de una familia de pudiente donde trabajaba la joven ella había reparado el calentador de agua de la casa de esos clientes al parecer tenían una jacuzzi pero no estaba calentado el agua de la tina, fue un trabajo fácil solo se había dañado la resistencia así que fue un ligero cambio y el trabajo estaba hecho pero como era de esperarse solo le pagaron poquito a Hato, eran ricos ganaban buen dinero pero la ambición de la clase alta los cegaba de la verdadera importancia del trabajo.

Ya era de noche la ingeniera caminaba por las calles de la clase alta con pocos Berris en sus bolsillos suficientes para comer y vivir más o menos pero no lo suficiente para traer al mundo real sus sueños e ideas más locas, ella caminaba preguntando si esto es lo que la gente de Oykot vive todos los días solo algo de desesperación por sobrevivir en una isla tan corrupta.

De un restaurante salió una pareja adinerada la mujer se miraba molesta reclamando a su novio que era un pobretón y él se defendía diciendo que solo era una mala racha y que su fábrica de aceite volvería a vender como antes, ella indignada se dirigía a su carruaje para regresar a su casa cuando el hombre la sujeta del brazo para detenerla de su bolsillo saca una cajita negra se arrodilla y al abrirla muestra un hermoso anillo de diamante para proponerle matrimonio a la mujer.

Esa escena tan romántica se rompe cuando la chica él dice que sus pendientes valen más que ese miserable anillo de compromiso, para demostrarle al caballero que no le importa ser nada de él y que es pobre se acerca a Hato y le da sus pendientes, el hombre indignado le reclama por la ofensa y dice que su anillo es costoso pero a la chica no le importa aún lo ve como un pobretón, en un arranque de ira el caballero le da el anillo a Hato demostrándole a su chica que tenía más dinero que compraría otro mejor y que conseguiría una mujer más bella que ella.

Ambos ex enamorados se separaron el caballero regresó al restaurante mientras que la joven acaudalada se subió al carruaje y partió de allí Hato sin más que hacer corrió por las calles con los preciados objetos alejándose de aquel restaurante, después de recibir extraños objetos ella corría entre las calles buscando una casa de empeño.

Al entrar el lugar no dudaron en comprar los pendientes y el anillo de compromiso que les mostró la joven de Skypiea, al parecer tenía razón aquella joven los pendientes se vendieron en siete millones de Berris mientras que el anillo solo en tres millones lo que le daba la razón, Hato fue la más beneficiada ella había conseguido diez millones de Berris en una noche todo fue entregado en un maletín negro -Ya casi me podria comprar un barco- comentó hato mientras salía del local, pero también debía cuidar mucho ese maletín con dinero pero eso sera para otro día.

En la mañana en las playas del reino de Oykot la joven rubia de Skypiea buscaba mejorar su estilo del Ryusoken ya tenía dedos más duros gracias a su trabajo así que tenía que aprender a manejar mejor sus técnicas y aprender nuevas.

Hato golpeaba piedras enormes que estaban en la playa sus golpes producían un ligero estruendo, para los pescadores era algo extraño el ruido pero lo más raro para ellos era que la produjera una mujer con sus manos, la joven vestía un pantalón blanco y un top negro con blanco, cinturon verde y vendajes negros que la ayudaba a mantener las manos en forma de garra.

Atuendo

En el siguiente movimiento Hato expandió la garra de dragón que forma con una de sus manos buscando realizar un movimiento rápido y certero realizando un corte en lugar de un impacto, logrando que la presión de las garras corte la piedra la única marca que le dejó fue un ligero rasguño al exterior de la roca gigante, tal vez para algunas personas era poco pero para atravesar a un ser humano mínimo lo atravesaría dejándole una hemorragia leve.

La piedra aguantaba mucho si el agua del mar no lo destruía menos lo lograría los cortes de la joven así que tendría que incrementar su poder, Hato se concentro enfocó gran cantidades de una energía que había en su cuerpo le producían un hormigueo extraño pero en un par de segundos su mano se torno negra lentamente la mitad de su brazo se volvió del mismo color.

-Mantra de armadura- dijo la joven de Skypiea y en un movimiento rápido ella junto sus dedos como la garra de un dragón luego lanzando un poderoso golpe certero con dicha garra contra aquella piedra, al impactar sus dedos perforaron la piedra de repente la piedra se empezó a agrietar partiendo por la mitad pero sin derribarla -Veo que me falta más poder todavía, talvez mañana practique con mi Bo-.

Hato de puso unas sandalias y camino por la arena ella se retiró dejando atrás a la podré piedra que utilizo para entrenar, esperaba que nadie la buscará o la delatara por su poder que iba creciendo lento pero seguro.