Alguien dijo una vez...
Crocodile
Los sueños son algo que solo las personas con poder pueden hacer realidad.
[Aventura] [T4] Control de plagas
Sowon
Luna Sangrienta
El golpe había resultado, la sangre de la bestia impregnaba su cuerpo como un dulce néctar que finalmente estaba consiguiendo, su espada ansiaba cortar y finalmente sentía que su voluntad le había permitido cumplir aquel capricho. Sin embargo, la batalla parecía estar prestada para un último golpe, la bestia no se había rendido y tal parecía que era el momento de darlo todo en vistas de que sus aliados no se atrevían a ayudar quizás por el miedo de que aquel bicho guardase algo de fuerzas pese a su demacrado estado. Sin embargo, parece no querer atacar, de momento se agazapa como puede y busca el momento para actuar, la Oni puede sentir como esa mirada le está llamando a un último choque, uno que demuestre verdaderamente las capacidades que hasta ese punto no había demostrado. Solo había una opción, terminarlo todo con un ataque frontal y que le demuestre a la bestia lo agradecida que estaba por el combate, esperaba poder arrancarle la cabeza sin necesidad de un segundo corte, aunque dudaba de darle siquiera una chance en caso de que cayese al suelo viva. Sus hemorragías parecían graves, incluso si lograba escapar, el tiempo de vida de la criatura estaba dictado desde el momento en que había perdido dos de sus extremidades. Ninguna criatura podría seguir viviendo sin ir a un veterinario y que le pusieran una pata de palo o al menos le suturasen aquella herida con algún hierro caliente para evitar que se desangrase de solo intentar caminar. Lamentablemente para ambos, aquel sería su primer y último combate, la rubia tomó su espada en una postura de desenfunde, el acero negro brillando ante la inmensidad del firmamento como si fuese a fundirse con la misma noche y la luna iluminando la solemne postura de esa mujer embadurnada en la sangre de la atroz bestia y la propia resultado de la explosión anterior.

— ¿Sabes chico? La verdad que me has hecho emocionar demasiado, es una pena que en el mundo no haya lugar para dos como nosotros, desde que chocamos la primera vez sabíamos que solo uno de los dos volvería con su gente. De cierta manera, estamos solos en este mar, las pocas personas que conozco son muy recientes como para llamarlas amigos. Sin embargo, te concederé una muerte digna de lo que me has mostrado, espero que algún día podamos volver a encontrarnos a lo mejor en eso que los humanos llaman infierno... ¡Este será el golpe más fuerte que voy a brindarte! Espero que no tengas miedo y vigila que no se te caiga esa pierna que tienes... —

Refuerzo III
BUSO601
BUSOSHOKU
Haki intermedio
Tier 6
19/11/2024
10
Costo de Haki por Turno
2
Enfriamiento
Permite al usuario recubrir medio cuerpo y múltiples armas con haki, tornándose estos de un color oscuro y brillante como el metal, siendo capaz de golpear los cuerpos de todo tipo de Akumas. Obteniendo un bono de +30 en los daños que aplique el Haki y +15 [Resistencia] ante daños y efectos. (En caso de querer recubrir solo pequeñas zonas del cuerpo, inferiores a la mitad del recubrimiento máximo el coste bajara a la mitad)
+30 en los daños físicos desde área afectada y +15 [Resistencia] ante daños y efectos en el área recubierta.

Desenfunde Rápido
SAM301
SAMURAI
Utilidad Activa
Tier 3
27/10/2024
36
Costo de Energía
1
Enfriamiento
Tomando la empuñadura de su arma sin desenfundar o realizando la misma pose aunque este desenfundada, el usuario tomará la postura para iniciar un duelo de espadachines. Concentrará sus fuerzas en un primer movimiento ofensivo, ya sea un básico o una técnica, junto al veloz desenfunde del arma obteniendo un incremento de [Destreza] y de daño a una ofensiva que se ejecute junto a esta postura.
+5 [Destreza] y +25 de [Daño]

Corte Fantasma
ASE401
ASESINO
Utilidad Activa
Tier 4
3/11/2024
52
Costo de Energía
2
Enfriamiento
Aprovechando su increíble destreza con las armas, el usuario hará unos juegos rápidos de manos haciendo danzar con velocidad su arma al mismo tiempo que busca realizar una ofensiva, ya sea un básico o una técnica. Contando dicha ofensiva con un aumento en su daño y siendo más difícil para el oponente reaccionar a esta, sufriendo una reducción en sus [Reflejos].
-10 [Reflejos] y +20 de [Daño]

Ira del Oni
131U601
ÚNICA
Ofensiva Activa
Tier 6
21/11/2024
75
Costo de Energía
3
Enfriamiento
Sowon carga contra su objetivo, haciendo que su espada adquiera una tonalidad carmesí mientras realiza un [Dash] en contra de su oponente de 15 metros, buscando descargar un poderoso corte descendente de gran brutalidad que busca causar un [Derribo] a su oponente.
Golpe básico + [FUEx3,5] de [Daño cortante]


Una sonrisa encumbró su rostro mientras su movimiento de pies, tal como lo había hecho ese espadachín hacía poco comenzó a marear a la bestia, su movimiento fue un desplazamiento casi parpadeante tan solo un parpadeo bastó para que ambos estuvieran frente a frente. La Oni había levantado su gigantesco acero, que ahora caía contra la criatura buscando acabar con todo de una vez. Era evidente que aquel despliegue de fuerza, destreza y poder le demandaba un enorme esfuerzo pero los rayos rojos resplandecían mientras la espada estaba envuelta en un aura rojiza que parecía acariciar la luna sobre ellos. A lo mejor, por cosas como esas a Sowon le apodaban como la "Luna Sangrienta", bastaba un segundo para que decidiera darlo todo en busca de una victoria total a lo mejor buscando que la bestia no tuviera tiempo en ejecutar lo que sea que hubiera querido hacer al haber cerrado distancias con tal velocidad y con una fuerza que generó un chirriante sonido al impactar como el peso de un barco que se incrustaba contra un Iceberg pero en esta ocasión el Iceberg era quien se abría paso por la piel de la bestia.

— ¡No creas que te dejaré seguir dañando a estas personas! ¡Siente la Ira del Oni! —

Rugió en una declaración de guerra mientras el impacto se volvía un corte sin precedentes que dejaba mella en el terreno y dado la fuerza, peso y tamaño de Sowon buscaba ser una gravedad artificial que mantuviera al enorme cocodrilo pegado al suelo. Un derribo pero uno mucho más devastador y significativo que aquel que se había presentado al inicio del combate. La hoja imbuida en negro descendió dos veces más, una buscando la cabeza nuevamente y la otra con intenciones de enterrarse en el pecho de lo que antaño fue un monstruo aterrador, siendo este golpe en el que Sowon utilizaría ambas manos sobre su empuñadura para evitar caer al suelo. Su respiración era agitada, a lo mejor se había pasado, pero no tendría otra oportunidad que esa, observó a su alrededor buscando a los hombres.

— Tengan cuidado, espero que no se levante, pero ya no aseguro nada... lo bueno es que tras esto, no creo que logre hacerle más daño a ninguno incluso si está vivo... —

Suspiró casi al borde del colapso, pero todavía conservaba un puñado de fuerzas, lo suficiente para que si de algún modo todo eso no bastaba pudiera seguir golpeando. Era increíble, que incluso tras un despliegue semejante de brutalidad, con todo lo que Sowon podría haber presumido de su fuerza la mujer seguía preocupada por la seguridad de los otros, siendo un bastión y un escudo que se levantaba nuevamente y buscaba retomar su postura. Era como si la Oni estuviera esperando al fantasma de aquel animal, si deseaba seguir luchando sin un brazo, sin una pierna y quizás sin cabeza no se detendría hasta cortar hasta la última parte.
Vida: 649 / 1125

Haki: 315 / 325

Energia: 173 / 526

Pasivas

Mates
#21
Octojin
El terror blanco
La bestia, incluso en su agonía, mantiene los ojos fijos en ti. Es como si también supiera que no hay hueco para los dos allí. Que uno de los dos debe caer para que el otro siga su camino... Y qué putada para él encontrarse con una Oni como tú. Puedes ver cómo sus movimientos se tornan erráticos y su respiración es bastante más pesada, pero hay algo en su mirada que sugiere una mezcla de desafío y resignación. Como era de esperar de una bestia así, no se rendirá fácilmente. Es como si entendiera que este enfrentamiento ha llegado a su clímax, como si aceptara que no hay escapatoria de la espiral de violencia que ambos habéis creado. Como si supiera que, en un simple golpe, se decidiría todo el combate. Y ese golpe está a punto de llegar.

Desde su posición agazapada, intenta reaccionar al movimiento que preparas. El cocodrilo, con las pocas fuerzas que le quedan, busca aprovechar cualquier oportunidad para invertir el curso del combate. Su musculosa cola se mueve de un lado a otro, levantando polvo y pequeñas rocas, mientras prepara un golpe ascendente con sus fauces abiertas. Sin embargo, no se espera lo que sucede a continuación.

Tu velocidad es abrumadora. En un abrir y cerrar de ojos, has cerrado la distancia que os separa, dejando a la criatura apenas tiempo para intentar una defensa. Sus dos patas delanteras se cruzan frente a su cuerpo en un intento desesperado por bloquear el golpe que se avecina. Pero el esfuerzo es completamente inútil. La fuerza y precisión con las que desciende tu espada cortan el aire como un relámpago, superando la resistencia de sus extremidades y rompiendo su defensa de una manera mucho más sencilla de lo que cabría esperar, y con un sonido seco y desgarrador puedes notar como también consigues penetrar su piel, dejando una visible herida en su cuerpo.

El impacto de tu siguiente ataque deja a la bestia tambaleándose. Y puedes notar que con su equilibrio perdido y su cuerpo vulnerable, ya no es un rival para ti, ni realmente para casi nadie. Sin embargo, decides no perder ni un momento. ¿Qué pasaría si todo fuese una teatralidad de la bestia? Parece poco lógico, pero quién sabe. Así que con una fluidez que solo se consigue tras años de entrenamiento y combates, sigues con un segundo golpe que encuentra su marca con aún más ferocidad. La hoja oscura de tu espada corta profundamente en el flanco de la criatura, arrancando un rugido de dolor que reverbera en el aire como un eco ensordecedor y que poco a poco hace que el propio grito vaya quedándose más seco.

El enorme cuerpo del cocodrilo, herido de gravedad, pierde toda su fuerza. Su masa colapsa contra el suelo, levantando una nube de polvo y escombros a su alrededor. Un intenso charco rojizo comienza a extenderse bajo su cuerpo, y el hedor acre de sangre mezclada con el sudor de la criatura invade el ambiente, haciendo que el aire se torne casi irrespirable. La criatura exhala un último resoplido débil, y su luz, esa intensidad feroz que ardía en sus ojos, finalmente se apaga. Ha caído, y lo ha hecho a manos de una excelente guerrera. Me imagino que eso, de alguna manera, habrá sido positivo.

Por un momento, el silencio reina. El viento acaricia suavemente la escena del combate, moviendo el polvo y las hojas caídas con una lentitud digna de aquél que mima algo, como si el mundo respirara tras el frenesí de la batalla. Entonces, de repente, un grito de júbilo rompe la quietud.

Los trabajadores, que hasta entonces habían observado con nerviosismo desde la distancia, sin atreverse a participar en la pelea, emergen de sus trincheras y refugios, corriendo hacia ti con expresiones de asombro y admiración. Pero no te preocupes por ellos, han esperado unos segundos a que la nube se levante un poco y se vea al cocodrilo totalmente vencido. Lo primero es la seguridad, claro... No son listos ni nada... Los primeros en llegar se lanzan hacia ti en abrazos apresurados, y sus palabras están llenas de agradecimientos y elogios.

—¡Eres increíble! ¡No hemos visto nada igual en toda nuestra vida! —grita uno de ellos mientras te rodea con entusiasmo.

—¡Esta historia hay que contarla! ¡Todos en la taberna deben saber lo que has hecho aquí! —añade otro, con los ojos brillando de emoción.

El ambiente se llena rápidamente de voces celebrando tu victoria, con una emoción desbordante mientras comparten el relato entre ellos, asegurándose de recordar cada detalle para narrarlo más tarde. Por momentos, casi puedes sentir que eres la heroína de una de esas canciones épicas que los bardos cuentan en los puertos y tabernas. Quizá hasta tengas la tuya propia.

Uno de los hombres, más tranquilo que los demás, se acerca y te da una palmada en el brazo. Lleva consigo una sonrisa que será difícil que se le borre. Y puedes notar que está completamente aliviado al ver cómo has acabado con la bestia.

—Por favor, ven con nosotros a la taberna. Necesitas un descanso. Te trataremos las heridas y nos aseguraremos de que estés bien. Esto es algo que recordaremos siempre, pero no queremos que te quedes así, cubierta de sangre y agotada. —puedes notar que su tono es cálido y lleno de respeto.

Es evidente que, para esta gente, no eres solo alguien que les ha salvado de una amenaza. Eres un símbolo de esperanza y fortaleza, una leyenda nacida en medio de su humilde vida cotidiana. Te invitan a caminar con ellos, prometiendo agua caliente para una ducha, atenciones médicas y un merecido descanso. No está nada mal, ¿no? Yo que tú me aprovechaba de la generosidad de esta gente. No es fácil encontrar algo así.

Mientras te acompañan —si es que decides ir con ellos—, algunas miradas se vuelven hacia el cuerpo inmóvil del cocodrilo gigante. Uno de los hombres se detiene y comenta en voz baja que es increíble que hayas podido con algo así y que la gente hablará de eso durante generaciones. De la cazadora que derrotó a la bestia imposible.

Parece que, a partir de ahora, tu nombre estará ligado a esta isla y a esta historia. Una cazadora, una guerrera, una leyenda viviente. Mientras el camino hacia la taberna se abre ante ti, te das cuenta de que esta victoria es más que una simple batalla ganada. Es un recordatorio de la fuerza que llevas dentro y del impacto que puedes tener en el mundo que te rodea.
Cosas

Matematicas

Estado de la bestia
#22
Sowon
Luna Sangrienta
Los minutos finales de la bestia fueron como un parpadeo para la gigantesca Oni, sus sentidos se habían adaptado a tal punto que en un abrir y cerrar de ojos todo había terminado. La defensa, el choque e  incluso el sonido de la sangre al impregnar su espada antes del brutal descenlace. Se acercó para ver como la luz se extinguía de sus ojos, relajando su cuerpo y envainando el espadón al cruzar una última mirada con su oponente que ahora yacía en el suelo con un hedor desagradable. Suspiró mientras exhalaba liberando su cuerpo de todo el peso acumulado, la batalla había terminado aunque de cierto modo era triste pensar que una vida se había extinguido en el camino. Esa bestia resultó ser más humana que otras personas, incluso en su desesperación nunca había retrocedido y había intentado chocar hasta el final en lugar de huir. Eso era lo que buscaba en un oponente, que no retrocediera y se mantuviera con la cabeza en alto hasta el final. Juntó sus manos en una solemne reverencia al cuerpo de la bestia, un ritual que duró apenas unos segundos, como agradeciendo el combate y tomando parte de su enseñanza para el progreso venidero tras una cruenta lucha. Esperaba que no hubiera crias de esa cosa cerca, si las había esperaba que sobreviviesen para enfrentarse nuevamente y a lo mejor quedarse alguna de mascota.

— ¿Eh? Solo hacía el trabajo es todo, tampoco es que fuera a dejar que esa cosa escapase con todo lo que trabajamos ustedes también se lucieron con las trampas. ¡Bwahahaha! ¿Están todos bien? —

Los gritos y el júbilo le trajeron a la realidad mientras se cruzaba de brazos aparentando estar fresca como una lechuga aunque lo cierto era que ese combate le había demandado un esfuerzo considerable. Pero en su familia no se debía mostrar debilidad, ella era un símbolo, la portadora de un apellido de renombre entre los guerreros y una inspiración para aquellos que contrataban su espada. Era una tarea dura, pero que si se hacía con el corazón siempre brindaba una recompensa, sus ojos volvieron al verde habitual mientras toda la tensión parecía haber desaparecido del ambiente. La vida volvía a girar para esa gente, una voz mucho más calma se acercó, era curioso como había alcanzado su brazo pese a la diferencia de alturas pero el gesto ayudó a localizarlo entre tanto vitoreo.

— Puedo afirmar que me les uniré, un descanso no me vendría mal y un baño, tal vez una buena comida y algo de beber que luchar tanto me deja la boca seca. ¿Cantarán sobre mí? Espero escuchar alguna si vuelvo tras un tiempo, este mar es enorme y creo que emprenderé un viaje para conocer más cosas. Si esa bestia vino del mar, debe haber cientos incluso más fuertes y es un desafío que no puedo ignorar... —

Hizo tronar su cuello mientras se unía a los hombres que comenzaban a marchar a la taberna, era curioso la amabilidad que lograba despertar haciendo algo que a su forma de verlo era aquello para lo que nació. Tomar un trabajo, luchar, cobrar por ello y luego volver a buscar otra persona que necesitase ayuda. Sin embargo, para esa gente era algo similar a una heroína, como una solución inesperada a los problemas que escapasen de su comprensión. Se detuvo al ver al hombre perdido en el cuerpo inerte del cocodrilo, la mujer decidió darle un último vistazo, como si se despidiese de un viejo amigo que no volvería a tener el placer de encontrarse a futuro.

— Lo increíble es que pese a no tener un brazo y una pierna se aferró hasta el final a la batalla. Incluso cuando supo que moriría, eligió hacerlo bajo mi espada... era veloz, mucho más de lo que yo era incluso sin una pierna. Admiro su capacidad de no retroceder, creo que podemos aprender mucho del mundo que nos rodea... —

Meditó en respuesta a las palabras del hombre, volteando para seguir a la muchedumbre y despidiendo con aquellas palabras a su último rival. Aquella bestia que le impulsaba a mejorar a partir de ese momento, una criatura fuerte que lejos de amedrentarse decidió apostarlo todo en un último choque. Lamentablemente para este, su oponente era superior tan solo por un puñado de experiencia, se habían cruzado en el peor momento pero la Oni presentía que su muerte había sido satisfactoria y seguramente desde ahora estaría entrenando para que si se encontraban en la otra vida el combate no fuese tan desfavorable. Ella por su parte seguiría haciendo lo propio, mejorando y subiendo en la escalera de la vida para así poder tomar los trabajos sin que nadie dudase de su retorno.

— ¡Estoy de vuelta! ¡Bwahahaha! No se preocupen no es mi sangre, ehm no todo, vamos no pierdas esa sonrisa linda. —

Levantó su pulgar al ver a la chica tímida mientras ingresaba a la taberna en compañía de los hombres que comenzaban a contar las hazañas e incluso uno la imitaba con un trapo de piso para ilustrar su batalla a los presentes quienes dudaban de la veracidad hasta que alguno que otro enseñaba imágenes de la bestia ya derrotada que habrían tomado en el fulgor de los vitoreos. La muchacha por su parte se apresuró hacia ella para guiarla fuera de la muchedumbre y llamar a un doctor para examinarle, al parecer esa taberna podría considerarse un hogar mientras sus pies siguiesen en DemonTooth.

Final
#23
Moderador Doflamingo
Joker
¡RECOMPENSAS POR AVENTURA T4 ENTREGADAS!


Usuario Sowon
  • Berries: 48.700.000 -> 53.700.000 (+5.000.000)
  • Experiencia: 4372.71 -> 4492.71 (+120)
  • Nikas: 104 -> 124 (+20)
  • Reputación: +50 Reputación Positiva

Narrador Octojin (Narrador Ilustre)
  • Berries: 277.523.647 -> 281.023.647 (+3.500.000)
  • Experiencia: 8023.19 -> 8183.19 (+160)
  • Nikas: 11 -> 37 (+26)
  • Cofres: +Cofre Cobrizo
#24


Salto de foro:


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