Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Aventura] [A - Presente] Los susurros de las ratas
Muzen Kibutsuji
Raiden
Personaje


3 de Verano del 724


Grey Terminal un lugar que no es muy visitado despues de todo quien en su sano juicio le gustaria estar en una montaña de chatarra mal oliente que seguramente podria enfermar a todo el que estuviera en ese lugar, pero para un roto siempre hay un descocido y en este caso el descocido son los indigentes que no tienen donde caer muertos y buscan sobrevivir aparte de eso encontramos en estas zonas inquilinos menos agraciados criminales que se aprovechaban de la "libertad" que los desechos daban entre tanto caos se podia encontrar una especie de Terminal la cual esconde algunos secretos los cuales son accesibles solo a aquellos que se mueven en el bajo mundo.

Nuesto grupo de piratas se movia entre los montes de chatarra con una certeza prominente debido a que cuentan con un integrante del bajo mundo el cual ha estado ya en esta terminal con anterioridad el grupo se encontraria con una especie de edificio algo abandonado y degastado no parecia ser mantenido pero siempre se manteni igual manera en la entrada un anciano recostado en lo que era una especie de silla movil recostado con un rifle en su mano derecha y un perro descansando a sus pies el cual alzo sus orejas nada mas detectar el grupo persente. El hombre parecia estar ebrio ya que descansaba en su mano libre una botella de alcohol pero no hizo nada al verlos acercarse aunque tomaria su mano en el pulgar listo para disparar en caso que no le gustara las respuestas.

-Que vienen a buscar en un viejo vertedero.

El grupo podria saber que dentro habia vida, incluso podrian encontrar algo entretenido para hacer en el interior pero para todo eso era necesario que aquel anciano les dejara pasar y no les volara la cabeza en el proceso o algo mas ya que aquella escopeta prometia ser bastante peligrosa en caso de ser disparada, laa pregunta se la llevo en el aire.
#1
Anissa Marr
Nissa
Personaje

¿Cuántas noches habíamos pasado en el mar durmiendo de manera incomoda y haciendo relevos a mitad de la noche para no desviarnos o peor aún que otro navío nos sorprendiera con un ataque? Con la salida del sol finalizaba la segunda noche que pasábamos en tierra y esperaba que nos quedáramos mucho tiempo más en la isla, así que no rechisté cuando se me pidió que acompañara a Jack y Muzen al basurero a ponernos en contacto con un conocido suyo que probablemente tuviera algo de información sobre el mejor punto para asaltar Goa o algo así, realmente no le prestaba mucha atención a King o a Muzen cuando se ponían a formular planes; simplemente esperaba a que dieran una orden directa o se dignaran a hablar sobre temas realmente interesantes.

A medida que nos acercábamos a aquél lugar podía sentirse un fétido olor que realmente penetraba las fosas nasales y que hacía que hiciera un esfuerzo sobrehumano por aguantar las arcadas. –Oye Muzen, creo que el olor que despiden tus cigarros no es tan malo en comparación.- dije mientras me tapaba la nariz con la mano para ver si así lograba evitar inhalar toda la suciedad que había en el aire. –Entiendo porque nos mandaron a nosotros acá, si este olor llegara a impregnarse en el pelaje de aquellos tres no podrían quitárselo en al menos una semana. A menos te ofrezcas a darles un corte de pelo, Jack.- continué platicando esperando distraerme lo suficiente como para eventualmente acostumbrarme al olor.

Al adentrarnos en aquél basurero me dediqué simplemente a seguir a Muzen que parecía saber por dónde moverse y en tratar de evitar pisar cualquier cosa que pareciera pegajosa; tenía pocas cosas de valor en mi persona y mis botas eran una de ellas así que no planeaba ensuciarlas al punto de no poder limpiarlas. No sé si fue el olor, mi necesidad de ir esquivando en medida de lo posible la suciedad o incluso mi ansiedad al adentrarnos en un terreno desconocido donde la poca información que tenía es que estaba lleno de criminales, pero sentía que el ambiente se estaba volviendo más pesado. Tomé el rifle que estaba a mis espaldas con mis dos manos, lista para disparar a cualquiera que nos quisiera sorprender con una acción ofensiva; apuntando al suelo, claramente, para evitar herir alguno de mis compañeros de manera accidental en caso de que hiciera detonar el arma por algún descuido.

Muzen nos hizo llegar a un edificio cuya fachada gritaba a los cuatro vientos que se encontraba abandonado debido al mal estado del lugar, pero en medio de un basural como lo era Gray Terminal dudaba que un techo para dormir, aunque fuera en mal estado, fuera desaprovechado de esa manera. Bloqueando la entrada del edificio un hombre, aparentemente ebrio, con las manos sobre un arma y a sus pies un animal que también se había percatado de nuestra presencia. El hombre nos estaba cuestionado el porqué de nuestra presencia en ese lugar y no dudé en ser la primera en abrir la boca. – Oye googles, ¿este es tu conocido? – le dije a Muzen en un tono confiado y algo bromista, no quería que la tensión aumentara ya que el matar a uno de los habitantes del lugar podría hacer que nos enemistemos con los demás y mi propósito principal era salir de aquél lugar cuanto antes. De manera discreta puse mi dedo en el gatillo, sin dejar de apuntar hacia abajo para no alertar a aquél hombre y concentrando mi vista en sus manos para reaccionar de manera veloz en caso de que se decidiera por disparar a alguno de nosotros.
#2
Jack D. Agnis
Golden Eyes
Personaje


Como habíamos hablando en la taberna local, yo necesitaba un par de días para estar de flojo, pero esos dias ya habían terminado y mi ansias de aventura se habían incrementado hasta tal punto que había decidido acompañar a Muzen y a Anissa hacia el vertedero de aquella isla. Al parecer para hablar con vaya a saber quien, pero a mis oídos eso parecía una aventura divertida de ver y vivir.

El camino hacia el vertedero no se hizo muy largo. La isla no era tan grande como había supuesto, asique el olor y a mugre me llegó a mis fosas nasales tan solo pisar esa zona.
-Te aseguro que este olor es mucho mejor que sentir el olor a pelo mojado de aquellos 3. Asique disfruta mientras puedas. Siente el olor del verdadero mundo- Dije divertido a Anissa y refiriéndome que el mundo en si era un vertedero. Mientras decía aquello mis ojos no dejaban de mirar hacia todos lados, observando aquel lugar, el cual era un lugar donde cualquiera pirata se podría establecer. Aunque no lo decía por la mugre, sino mas bien porque aquello seguramente era una zona sin ley y que a los marines les importaba poco visitar.
“Supongo que hay que tener cuidado, no?” pensé, mientras me aseguraba que “Bella Dama” estuviera a mi alcance.

-Oye Muzen, yo quiero suponer que ellos son tus amigos, no? No tengo ganas de llegar a un lugar donde no soy bienvenido- le dije, mientras caminaba al mismo tiempo en que me metía el meñique en mi oreja y me sacaba un pedazo de cera que tenia, la cual olí y luego limpie en mi ropajes.
Realmente confiaba que no fuéramos bienvenidos, hacia tiempo que mi “Bella Dama” no probaba algo de sangre y posiblemente estaba ansiosa por mas.
-Por cierto, ya han estado en esta isla? Yo si, y veo que esto ha cambiado mucho desde la ultima vez que estuve por aquí. Hay mas mugre- exclamé divertido.

Nuestra caminata no duró mucho tiempo, ya que llegamos a una especie de edifico algo derruido y abandonado, el cual se mimetizaba con aquel lugar, custodiado por un viejo borracho con un arma entre sus manos.
Si bien el arma podía causar algo de impresión y era llamativa, lo que me llamó la atención era que en aquel lugar que parecía abandonado se oía ruido, por lo que supuse muy abandonado no estaba.
-Ey viejo. Venimos a buscar al amigo de este peliblanco. No sabemos como se llama, pero si te podemos decir cuanto le mide el pen… pie- dije divertido y sonriente, mientras me apoyaba sobre los hombros de Muzen.
#3
Muzen Kibutsuji
Raiden
Muzen iba encaminado al grupo de tres piratas que estaban avanzado por lo que era aquel basurero ya que realmente apestaba, sonrió levemente de lado cuando escucho el comentario de la chica ya que era fácil tener un olor mejor que aquellas cosas, no solo los pelajes sino se imaginaba a los perros sufriendo por el olor que se estaba sintiendo seguramente esto le afectaría un poco más, por lo tanto, volteo levemente orando de reojo a la joven.

-No solo el pelaje, sino que tendríamos que soportar el hecho de que se estén quejando por el olor, seguramente esos perros terminan en coma por estar expuestos a esta peste... 
 
Alzaría la vista ligeramente mirando hacia arriba viendo a lo lejos las fábricas grandes construcciones que dejaban salir humo negro constantemente la mayoría de los desechos de esos lugares terminaba en este lugar asegurando que las montañas siguiera subiendo sin parar y sin limitaciones, escucharía el comentario del otro chico rechistando levemente con una leve sonrisa en los labios, ya que no creía que fuera tan así podría conocer algunas personas pero más de uno le encantaba meterse en problemas.

-Si todos fueran buenos amigos, no tendría gracia debo decir siempre hay un idiota que quiere creerse mejor que los demás, nos haremos cargo de todo lo que aparezca contra nosotros, aunque todos están contra aquello más que nada.
 
Al decir que era señalo la fábrica, para luego avanzar hasta aquel edificio abandonado con el viejo viendo cómo les estaba hablando Muzen mantenía en sus bolsillos sus manos tranquilamente vendo como amputado se encontraba apoyado en el ahora y la joven tenía su arma lista para el combate negó levemente dando un par de pasos por delante de ellos mirando al anciano.

-Raiden... vengo a tener un poco de diversión y hacer correr la sangre este tipo tiene muchos de hierros, aunque no tenga mucho cerebro como te imaginas...
 
Diría casi burlándose de Jack frente aquel hombre mientras señalaba con la mano que él no tenía al tipo para luego ver como el anciano bajo el arma y se perdió por un momento la tensión por lo tanto podrían entrar los tres, cuando estuvo cerca del anciano dejaría una moneda a los pies del perro como pagando la entrada, al ingresar verían como una vieja terminal de tren que tenía una escalera. Por donde Muzen se movería sin dudarlo bajando encontrarían que el olor quedaba un poco afuera y había vida allí bastantes personas contra los rincones, todos clara varón a mirada sobre los cuatro antes de terminar de bajar el miro de reojo a la joven.

-Sera mejor que guardes el arma, se pondrán nerviosos contigo a punto de jalar el gatillo, es mejor que tengamos cuidado con eso, aquí son gatillo fácil y ellos tienen las de ganar.
 
Refiriéndose que se encaminaban por un camino donde era difícil ver a los que estaban escondidos, ya que seguramente alguien podría bajarlos desde cualquier rincón o agujero que había en ese lugar, caminar era darse cuenta que estaban siendo vigilados por unos cuantos par de ojos puesto sobre ellos, Muzen los guiara por los caminos sin mirar mucho a los alrededores hacia una zona donde había un ring de combate, varios matones estaban entrenando y dos se estaban peleando el albino se recostó contra la pared y señalo uno de ellos que estaba peleando y ganando un moreno bastante robusto.

-Puños rojos, es un tipo que trabaja en una de las fábricas del reino de Goa, quizás nos pueda decir que tal van las cosas por allí más de una fábrica suele pelear entre ella aparte de que la mayoría de las personas no les tienen cariño a estas, sobre todo desde que están devorando no solo la isla sino a las personas, si no sirves para la fábrica terminas viviendo en el mejor de los casos en la villa.
 
Diría el albino sonriendo levemente, ya que seguramente que el moreno tuviera algo para ellos o incluso quien pudiera darles información sobre lo que se pudiera estar cociendo en alguna de las fábricas, buscar por cuenta propia podría ser muy demorado. El combate en el que se encontraba Puños de rojos estaba ya casi por terminar.
#4
Jack D. Agnis
Golden Eyes
-Entonces de amigo no tiene nada. Es un conocido. - le dije a Muzen divertido, mientras continuaba caminando, como si no me importara nada, aunque realmente no me importaba.
Avanzamos hasta una vieja estructura, la cual parecía vacía, pero en su interior se podía oír que había una gran jolgorio.

Tras pasar al viejo, nos metimos a lo que parecía ser una vieja y abandonada estación de tren. El lugar estaba hecho una mierda y no era muy grande, pero si había algo curioso y era que tenia unas escaleras que bajaban a lo que seria por debajo la tierra.
“Esto si es curioso” pensé, mientras comenzaba a bajar por aquellas escaleras siguiendo a Muzen, quien era el que conocía aquel lugar, o al menos eso aparentaba.

-Y donde quieres que me la guarde? Dudo que me entre en el culo… bah, nunca lo he intentado- dije divertido, mientras continuaba bajando.
-Lo que mas puedo hacer es cambiármelo de lado. De esa manera creerán que con el muñón no puedo sacar mi arma, pero no sé que tan convincente puede ser eso- dije, mientras me acomodaba el arma en el otro lado de la cintura.
-Por cierto, ¿Que es este lugar? Yo pensé que no había nada bajo la tierra- pregunté curioso.

No tardamos mucho en llegar a lo que parecía ser un ring de pelea, donde puntualmente estaban compitiendo, o al menos eso parecía desde mi lugar.
“Vaya, esto si es mas entretenido que la taberna de Fosha” pensé, mientras observaba como se  peleaban esos sujetos y sintiendo en mi cuerpo cada golpe que ellos recibían.
-Uuhh …. ahhh… eso estuvo bien… creo que le falta técnica- mascullé entre dientes, antes de girar hacia Muzen, quien comenzó a hablar.
Ahora entendía el porque estábamos aquí. Si bien no era de mi agrado buscar información para dar un golpe planificado, sino mas bien prefería ir a la antigua, yo no era quien estaba a cargo de esta tripulación, era mejor seguir sus ideas.
-Pues supongo que habrá que esperar a que termine y mientras eso pase, supongo que aquí venden ron, no? Podríamos divertirnos un poco - dije sonriente y divertido. Al parecer estaba en mi ecosistema preferido.
#5
Anissa Marr
Nissa
Nunca hacía daño el reírse a costa de nuestros peludos amigos, de buena fe, claro. Mientras las risas provinieran de nosotros no existía la necesidad de quebrar un par de huesos a los desubicados que quisieran insultar a nuestros compañeros. Lo importante era que nosotros estábamos a aquí para obtener la información del contacto de Muzen, que aparentemente era sólo un contacto y no una amistad como en un inicio pensaba. ~Hmm, igual no hubiera sido tan mala idea el que nos acompañaran todos los peludos si eso nos otorgaba más seguridad al encontrarnos en esa zona~ pensaba en nuestro avance.

Como si de un ritual se tratara Muzen dejó una moneda a los pies del animal que acompañaba al hombre en la entrada. Tal vez ya que terminara de pagar mi deuda pudiera pagarle a Muzen para aprender las costumbres del submundo o algo por el estilo. De momento tenía que colocar mi rifle a mis espaldas por petición de Muzen, todo en mi interior me pedía no seguir con sus instrucciones ya que el adentrarnos en un territorio desconocido en donde cualquiera podría sorprendernos sin tener mi arma a la mano me dejaba totalmente desprotegida si alguien nos atacaba. –Muy bien, pero si me matan será tu culpa.- alcancé a decirle a Muzen en voz baja después de “enfundar” mi arma.

El lugar parecía ser una estación de transporte abandonada, o al menos eso fue lo que inferí. Algo que claramente no esperaba al estarnos moviendo en una zona de máxima pobreza aunque tal vez antes de que la diferencia de clases estuviera tan marcada en la isla el transporte les servía de conexión entre las dos zonas; incluso, si estábamos de suerte, podríamos usar esa conexión para infiltrarnos en la ciudad sin llamar la atención. –Oye Muzen, ¿no podemos llegar a la ciudad por aquí abajo?- le pregunté en voz baja, para no quedarme con la duda, pero sin voltear a verle directamente ya que volteaba lentamente a la izquierda y la derecha tratando de buscar más información por ahí o cuando menos estar atenta si es que a alguien quería sorprendernos con un ataque.

Eventualmente llegamos a una zona en donde parecían estar llevándose a cabo peleas clandestinas, o tal vez solo eran peleas al estarse haciéndose en un lugar sin ley. –Tal vez deberías pelear tú, Jack. Siempre es divertido verte golpear gente.- dije con intención de incitarlo a soltar un par de golpes después de escuchar como renegaba de la técnica del peleador que era el contacto de Muzen. –Si hay descontento con las fábricas entonces es probable que un movimiento social se esté cocinando. Si eso lleva tiempo entonces es posible que algunos comiencen a levantar la voz y podemos lanzar una chispa al barril de pólvora para cubrir nuestro objetivo.- les dije a ambos ofreciendo una alternativa, que probablemente tomaría más tiempo, pero que implicaba el no ir de frente con todos los ojos sobre nosotros.

Apenas escuché la pregunta de Jack con respecto al ron y mi semblante cambió 180 grados, el planificar un golpe no podía importarme en lo más mínimo al caer en cuenta que Muzen y King podrían encargarse perfectamente de eso mientras yo me divertía un poco tomando licor y apretando el gatillo cuando fuera necesario. Me puse al lado de Jack y jalé la manga que tenía vacía como lo hace una infante con su padre –Préstame dinero Jack, yo también quiero beber.- le dije a sabiendas de que no tendría manera de pagarle hasta que asaltáramos la ciudad.
#6
Muzen Kibutsuji
Raiden
Muzen lideraba el grupo de piratas que había defendido a la parte interna de la grey terminal y como era de esperarse no todos conocían que allí abajo se cocinaban cosas como lo eran una zona de combates clandestinos algunos habitantes miraban con cara de asco o incluso de querer aprovecharse del trio que acaba de llegar hicieron bien en mantenerse juntos ya que más de uno oportunista había querido hacerse con alguna de las riquezas que llevaban puestos el arma guardada de Annisa hizo que las cosas se calmaran un poco nunca les gustaba gente nueva llegara armada al lugar el comentario del espadachín no hizo más que reír al albino que se encontraba delante de ellos ya que se imaginó que se lo metiera por el culo, eso seguramente le iba a doler bastante Muzen miraría de reojo al escuchar su comentario.

-Tranquila yo te cuidare...
 
Lo lanzo burlándose de ella en un tono sugestivo para luego encaminarse hasta donde estaba el campo de combate, estaba claro que no eran los mejores luchadores los que estaban allí en su gran mayoría se trataba de luchadores de las fábricas que no hacían otra cosa que ganarse algún dinero extra con los puños y era una forma también de liberar un poco de frustración rompiéndole la nariz a los que estaban allí. El combate como de esperar no duro mucho tiempo y el ganador fue quien haría de contacto con Muzen mientras que el trio esperaba para poder beber.

-Todas las ciudades tienen su mundo o mejor dicho su submundo un lugar donde las cosas realmente interesantes ocurren esto no es más que la punta del iceberg mi caro y quizás podamos encontrar si una manera de entrar por este lado sin la necesidad de tener que entrar por la puerta principal, en mi caso deberé entrar por este lado de la ciudad.

A diferencia de sus compañeros el albino contaba con un ante interesante, por eso buscaba a veces pasar desapercibido aparte de tener también que ganarse un reputación y debía tener bastante cuidado como manejaba el bajo mundo con sus compañeros, aunque el hecho de aprovecharse nunca estaba demás aquel hombre termino acercándose cuando vio al albino entre las personas no tenía cara de estar muy contento de verlo cuando se acercó lo suficiente para no gritar acompañado de dos hombres más y sacándose la sangre del rostro el cual pertenecía a su rival sonriendo levemente aunque mal encarado.

-Mira que nos trajo el lodo, pero regresas por aquí de nuevo espero que listo a pagar lo que debes.
 
Si todas las personas tenían deudas no quizás tan altas como Anisa, pero en este caso Muzen estaba debiéndole una pelea a ese chico y no pudo evitar reírse ya que lo que iba hacer era bastante cruel señalo al manco y asintió levemente.

-Siempre cumplo, aquí tienes a tu luchador lo ves así de manco, pero seguro que te sorprende o por lo menos te valdrá unos cuantos miles por que apuesten en su contra. y termine con la cara rota eso seguramente que le gustara a tu público, pero enserio vengo aquí porque necesito saber qué onda, como va la cosa en la isla que podría aprovechar a un grupo que es amigo de lo ajeno.
 
El hombre analizaría por un momento al manco sin importarle que este le dijera algo o le hiciera muecas como viendo si era material para su circo o más bien era mejor buscar a otro para luego acariciarse el mentón sonriendo levemente como orquestando algo.

-Eso depende si tu luchador es bueno o no, quizás tu podrías subir al ring y divertirnos un poco mucho extrañan los puños del albino, seguramente que podemos sacar provecho y luego si las ganancias son buenas te dejare saber en qué pueden aprovecharse tu y tus amiguitos.
 
Cuando dio estas últimas palabras son ojos se posaron en la femea que estaba con el grupo Anissa la miraría también de arriba hasta abajo y detendría sus ojos en su arma, entendiendo que tipo de mujer era para luego darles la espalda dejando unos momentos para que el trio decidiera que hacer este se giraría señalando el ring, no habría más charla hasta que no hubiera una pelea digna de llevarse a cabo por el grupo.
#7
Jack D. Agnis
Golden Eyes
-Pelear a puño limpio?- le pregunté a Anissa, mientras volvía mi vista hacia ella, para luego volver a la pelea de aquellos sujetos, la cual no parecía tardar en terminar.
-Nah. Pelearse con puños es de salvajes y animales, como King o el Doc. Prefiero las habilidades con la espada, que sus movimientos son mas galante y finos. Ademas no te ensucias las manos con sangre indebida- exclamé divertido, sin importarme si alguien podía oírme o no.

-Y ese movimiento nos tiene que interesar? Digo, no somos de esta isla y estamos de paso. - pregunté algo curioso, mientras miraba hacia todos lados en busca de algún indicio de que aquí había algo para tomar. Afortunadamente pude encontrarlo, pero Anissa me detuvo de ir hacia allí.

-Prestarte? Pfff ya debes mucho dinero como para que lo haga. No soy estúpido, pero puedo invitarte. No me molesta darte algo de alcohol si después me ayudas a calmar mis ansias en alta mar.- le dije a Anissa mientras le sonreia de manera picara y tratando de generar algo tensión sexual. Ella era una mujer y yo un hombre, y a veces tenia necesidades físicas y mi mano a veces no bastaba.
-¿Que dices? Una pinta de cerveza por pulida de “mástil”. Al menos que quieras algo mas caro, en ese caso...- diría, mientras miraba sus pechos y bajaba hasta su cadera.
-… tendrás que ofrecer otra cosa. Algo mas… húmedo- exclamé mas que divertido. Anissa era muy agraciada físicamente y no iba a negar que poseerla me interesaba, y si lo lograba por un par de tragos, era ganancia pura.

Mientras coqueteaba con Anissa, logré oír las palabras de Muzen, quien al parecer me estaba ofreciendo como luchador en el ring, por lo que dirigí mi mirada hacia Muzen y hacia su interlocutor.
-Eso se puede arreglar. Si quieren que pierda, solo necesito un pago de 1 millón de berris o 5 barriles de buen ron después de la pelea. Ahora si quieren un espectáculo, no aseguro que vaya a perder- exclamé sonriente y con confiado en mis habilidades.
-Por cierto, si eligen la segunda opción. Sepan que no soy de jugar limpio, a menos que use mi espada. Uds. deciden que hacer. Obviamente no pelearé gratis. De todas maneras me tendrán que dar dinero o ron-
#8
Anissa Marr
Nissa
El saber que aún había posibilidad de que pudiéramos adentrarnos en la ciudad por el submundo me daba gusto, no sabía hasta qué punto podría a llegar a descontrolarse el saqueo que tenía planeado King y si por alguna razón u otra las autoridades competentes ponían precio a nuestras cabezas mi padre podría llegar a percatarse que me dedicaba a la piratería, tal vez ni siquiera llegara a importarle, pero eso me era irrelevante; mi deseo era acabar con él sin que lo vea venir, sin enterarse siquiera de quien ha sido el responsable, que su vida acabe de un instante a otro por un simple disparo, de la misma manera que había acabado con mi madre.

Jack no parecía estar interesado en ir a darse de golpes con la gente del lugar, argumentando que no era tan sofisticado como el arte de la espada; una respuesta que definitivamente no esperaba de él, pero uno nunca terminaba de conocer a sus allegados. –Bueno, es lo mínimo que esperaría.- le contesté a Muzen, ignorando el tono al decirme que él se encargaría de cuidarme. –No, no tiene que importarnos en absoluto el movimiento social, pero si apresuramos el inevitable conflicto entre la gente de dinero y los que no lo tienen podría ayudarnos a pasar un poco más desapercibidos a la hora de asaltar la ciudad.- le expliqué a Jack al ver que no había sido lo suficientemente clara con mi idea de usar el descontento de la gente a nuestro favor.

Parecía que pedirle dinero prestado a mis nakamas ya no tenía el efecto que al principio pues Jack no estaba dispuesto a ver por perdidas las pocas monedas que tenía. A cambio de un par de tragos quería que le ayudara a “desestrezarse” en alta mar, una propuesta que no estaba del todo mal ya que el pasar varios días en soledad escuchando el oleaje podrían volver loco a la mayoría de la gente y una mujer tenía necesidades; pero no estaba tan necesitada como para ofrecerme por una pinta de cerveza. –Ya, ya. Podré no saber de muchas cosas, pero estoy cien por ciento segura de que mis favores vales mucho más que una pinta de cerveza, así que no te hagas ilusiones.- le dije mientras le levantaba la barbilla con mi mano para que me viera a la cara.

Muzen, por su parte, estaba hablando con uno de los peleadores, quien parecía haber sido el ganador del combate anterior. Por lo que alcanzaba a escuchar Muzen le debía un combate a aquél hombre y ahora estaba proponiendo a Jack en su lugar vendiéndolo como alguien que al menos dará un espectáculo decente. Suponía que Jack no iba a estar tan de acuerdo con la idea, por lo que había mencionado anteriormente pero no dudó en ponerle precio a su derrota. –Tal vez sería más rentable que ganes. Imagino que la mayoría de la gente al ver que eres manco apostaría en tu contra y con bastante seguridad. Algunos incluso podrían apostar poco más de lo usual. Si gana la casa nosotros estamos felices ¿no es así?.- comenté mientras jugaba con mi cabello, sin mirar a ninguno a los ojos y con un tono desinteresado. Realmente no me interesaba en lo absoluto si Jack ganaba o no, o si decidían pagarle lo que pedía. Mi único interés ahora era el cómo conseguir una cerveza gratis.
#9
Muzen Kibutsuji
Raiden
El albino escucharía lo que estaba pasando y asentiría levemente al comentario que había hecho la joven era cierto que aprovecharse de los descontentos siempre era bastante bueno, poder de esa forma quizás venderse al mejor postor o hacer alguna locura y luego echarle la culpa aquellos que se encontraban metidos en el problema siempre las empresas creerían que los problemáticos habían generado ese daño a sus estructuras y la piratería seria feliz con esos problemas y según había estado escuchado Muzen el descontento en la isla iba cada vez en más aumento, más que nada por el hecho de que le estaban substituyendo los trabajos más normales y destruyendo la isla aunque los marico dirían que la estaban modernizando el comentario y la charla entre los dos nakamas ocurría mientras el albino intentaba negociar alguna información.

-Es bueno, aunque parece un inútil manco puedes hacer parecer que será un perdedor y seguramente que logra sorprender a tus apostadores, ganas dinero por que apuesten en su contra y nos das la información que necesitamos para poder obtener algo interesante nuestro capitán tiene interés de bañarse en oro y no necesariamente tener que aguantar a este sujeto

Señalado hacia el chico manco que estaba con él, riendo levemente para luego esperar tranquilamente las palabras del hombre que tenía delante no era la gran cosa, ya que era uno de los apostadores más bajos pero seguramente hasta alguien como el podría tener alguna información que pudiera ser útil al grupo pirata por lo tanto no quedaba otra que ver al manco en acción aprovechando el impulso que este estaba dando le dio un golpe en el hombre al manco para reírse levemente y moverlo hacia el ring del campo de batalla.

-Quien será el rival de nuestro nakamas, seguramente se trate de algún tipo con las dos manos mínimo que le podrá darle una paliza si se descuida demasiado imagínalo manejándolo una espada, por ese motivo creo que deberías dejarlo luchar tipo batalla libre eso podría ser interesante...

Raiden intenta ganarle un poco de ventaja al manco ya que seguramente el sería capaz de poder lidiar con cualquier cosa que le pusiera en ese momento más aún si pudiera utilizar su arma habitual para luego suspiro levemente encaminando tranquilamente al campo de batalla el hombre miro al luchador y sonrió levemente como sacando algo de su nariz.

-Hare algo mejor si este chico logra divertir a los espectadores les daré la información que están buscando después de todo hay muchos dispuestos a ver como explotan las fábricas y claramente si desaparecer algunos millones o cosas de allí no es problema nuestro, por eso vamos a hacer lo siguiente aguanta unos cuantos rounds en lo vale todo y de esa forma si sigues vivo al final les daré lo que están buscando sino me quedare con tu cabeza chico.

Dijo con una leve sonrisa en los labios para luego invitar al trio acercarse a la jaula la cual era una gran armazón de metal cerrado por todos lados se podrían ver manchas de sangre secas en el metal que encerraba parecía una prisión para bestias las cuales serían los luchadores. Se giro hacia el grupo.

-Buenos piratas están dispuestos a hacer lo necesario para ganarse esa información, mis invitados están por llegar y no tenía nada interesante para ofrecer es hasta ahora.

Aunque los ojos estaban puestos en Muzen él tenía una fama que mantener en ese momento prefiero jugar sucio con su compañero y dejarlo a él expuesto al combate, pero al menos tendría para poder usar su arma, ya que era un combate libre de los que se vale todo hasta hacer trampa. De a poco se iba notando que aquel lugar iba llegando grupos de personas, algunos con cara de perros salvajes seguramente serían los rivales que tendría Jack que lidiar si querían ganarse esa recompensa. No falto más de uno que estuviera de ojo en Anissa y en el arma que estaba usando en ese lugar, por que seguramente las armas de fuego los pondrían nerviosos.
#10


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