¿Sabías que…?
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[Aventura] [T4] Fear The Ripper
Arthur Soriz
Gramps
La palabra "información" que sale por tu boca queda haciendo eco en el aire. Es como si esa oferta fuera tan etérea, tan abstracta y vacía en el contexto de este oscuro lugar que se siente como un gesto ridículo. ¿Cómo podría algo tan intangible como la información ser considerado un tributo digno? Estamos hablando de piratas aquí... y no piratas comunes y corrientes. Si se habían logrado ocultar tanto tiempo, ni siquiera los locales de Tortuga se dignaban a mencionar la existencia de los Tribulantes, es que lo habían hecho justamente porque no habían optado por recibir información... porque esta siempre va y viene, y siempre existe algún boca floja que deja salir de más.

Y es entonces cuando la risa se escucha nuevamente... ahora casi una carcajada como si viniera de los mismísimos abismos. Su eco reverbera en la niebla espesa que te rodea. El agua sigue ascendiendo con lentitud, recordándote que el tiempo sigue corriendo incluso aquí... y que el miedo no hará que esto se detenga, ni mucho menos cuánta clemencia pidas. Es como si ese sonido, esa carcajada no solo llegara a tus oídos pero también perforara tu alma, recorriéndote por dentro reviviendo todas las sensaciones de impotencia y miedo que habías intentado olvidar.

El agua había subido ya hasta debajo de tu ombligo. La entidad se hace escuchar de nuevo, su voz llena de un desdén palpable.

"Dolos sigue divirtiéndose enviando gente a este lugar..." —el nombre de Dolos es molesto, porque significa que si bien no te había mentido acerca de la existencia de pruebas sobre los Tribulantes en las Colinas de Hueso, sí que era obvio te había prácticamente enviado a tu muerte, o al menos a una experiencia que te marcaría por siempre. Estabas tan cerca de descubrir la verdad, de encontrar a los Tribulantes y el Santuario, pero esa puerta gigantesca se cierra ante ti, dejándote atrapado en tu propio deseo de saber más. La frustración te consume, pero la voz que resuena en tu cabeza no te da la oportunidad de lamentarte. No importa cuánto te acerques a la verdad, siempre habrá algo que te detenga, algo que te empujará de nuevo a un muro infranqueable.

"Paga tributo... o vete."

La amenaza la percibes tan nítida y penetrante que casi puedes verla materializarse en el aire, como un filo apuntando directamente a tu garganta. No hay duda de que la paciencia ya de por sí inexistente de esta entidad se ha agotado. Cada palabra es una advertencia. La opción de "irte" parece casi insultante como si fuera una burla ante la necesidad de pagar ese susodicho tributo que, hasta el momento, no sabes exactamente qué es, o cuánto es considerado suficiente. Sabes que esta presencia no dudará en erradicar tu curiosa presencia que se atreve a desafiar sus órdenes.

Estás atrapado en ese lugar que se burla de tus esfuerzos, donde la esperanza de una salida parece desvanecerse cada vez más. Sientes el gélido filo de algo acariciando tu cuello, como si estuviera a punto de abrirte el pescuezo. La presencia que está allí por ti no está dispuesta a escucharte. No es un ser dispuesto a ceder ante la curiosidad o las historias. No hay espacio para palabras vacías y cuentos de viejos... hay solo una regla.

Paga tributo, o vete...
#11
Horus
El Sol
Estaba muy frustrado con esta situación. Me encontraba enfrentando algo que, sin duda, me superaba por mucho en ese momento y ni siquiera era capaz de comprender cómo estaba afectando a mi entorno y percepción. ¿Todo lo que me rodeaba era real o solo una mera ilusión? Si fuera una ilusión, ¿cómo lo estaban logrando? Tal vez me habían drogado sin que me diera cuenta, tal vez era algo en el aire de aquella caverna o un efecto del polvo de huesos, o incluso la niebla que había comenzado a rodearme y que ahora invadía todo a mi alrededor. Pero si lo que estaba sucediendo era real, sin duda me encontraba ante personas con poderes sobrenaturales que no podía explicar con mis conocimientos actuales.

El mencionar a Dolos, sin duda, me llamó la atención. Pero no porque me molestara en lo más mínimo, ya que desde el momento en que encontré rastros en las colinas y la caverna, estaba claro que no me había mentido, que no me había hablado del peligro. Bueno, sí lo hizo en parte, aunque no de manera clara. Pero el hecho de que conociera a Dolos y él mismo hubiera sobrevivido para contarlo significaba una sola cosa importante: había salido con vida para contar la historia. Es decir, que el tributo que se solicita no es la propia vida, como había pensado. Eso significaba que realmente existía un tributo y no era solo una forma de jugar conmigo de manera burlona hasta finalmente quitarme la vida sin haberme dado una verdadera opción.

— Así que conociste a Dolos y sobrevivió... Eso ya me gusta más... — diría, animándome un poco.

El miedo seguía presente en mi interior; mi cabeza aún daba vueltas, como si toda aquella niebla me estuviera nublando el juicio realmente. Me estaba empezando a sentir bastante mal, pero esperaba encontrar una solución antes de que fuera demasiado tarde y mis síntomas me jugaran completamente en contra, haciendo que ya no pudiera razonar lo más mínimo. Una vez se pierda el juicio, todo se acaba y sería un jaque mate. Aunque, a menudo, mis propias ideas no eran sinónimo de un buen juicio a ojos de la mayoría de las personas.

Sentía el filo rozando mi cuello, un filo invisible que no era capaz de ver en lo más mínimo. Pero eso no significaba que no estuviera allí realmente, y si lo estaba, pues... ya me tenía a su merced, como todo el tiempo en este encuentro. La vida ya era demasiado complicada como para intentar buscar soluciones a lo que no tenía solución. Eso me relajaba un poco; ya había asumido la muerte. Es decir, no tenía nada que perder y ahora sabía que había una opción de ganar o salir con vida de esta. Para mí, eso era suficiente. Porque, realmente, uno podría pensar que Dolos había tomado la opción de irse, como ahora me ofrecían a mí, pero él sabía cosas y esta entidad conocía a Dolos. Es decir, no tuvieron una interacción tan breve como la que estábamos teniendo ahora mismo, por lo tanto, había una luz en la oscuridad.

— Bueno, no tengo nada más que ofrecer, como ya dije, vine sin nada — me reafirmaría en ese momento.

Conforme decía esto, me reincorporaba, levantándome y buscando dar un paso hacia adelante, mientras apartaba con la mano la niebla que se encontraba pegada a mi cuerpo. Como si fuera capaz de apartar dicha niebla y la guadaña que la conformaba. Con ese arranque de voluntad para seguir hacia adelante, mi cuerpo liberó una energía que nunca antes había sentido, con la cual estaba brotando desde mi interior por primera vez una energía vital innata en todos los seres vivos, que se manifestaba en esa mano. Tal vez no lograría nada, tal vez la niebla era simplemente niebla que mi mano atravesaría, tal vez el filo que sentía era solo una sensación y realmente no sería capaz de tocarlo, pero yo no estaba controlando ese poder que despertaba, ni era aún consciente de él. Simplemente apareció por mi pura voluntad de encontrar la respuesta a ese acertijo, ahora que sabía que había una ruta por la cual avanzar.

Refuerzo I
BUSO201
BUSOSHOKU
Haki sin dominar
Tier 2
10/1/2025
5
Costo de Haki por Turno
3
Enfriamiento
Permite al usuario recubrir una extremidad o un arma con haki, tornándose esta de un color oscuro y brillante como el metal, siendo capaz de golpear los cuerpos de todo tipo de Akumas.


— Pides un tributo y me ofreces irme, puedo irme ahora, pero ten por seguro que volveré una y otra vez, no rindiéndome nunca. Así que, por el bien de ambos, porque soy muy cabezota, déjame avanzar o sé claro en qué tributos quieres que te traiga la próxima vez que te venga a visitar. Busco la verdad y el conocimiento, no una petición vacía acompañada de amenazas. Y si me quieres matar, más te vale hacerlo ahora por tu salud mental, porque una vez empiezo a saborear el conocimiento, soy insaciable — estaba con mucha determinación.

Mi determinación sobrepasaba el miedo que sentía, porque quien ya no tiene nada que perder no tiene nada que temer. Solo tenía posibilidades de ganar, y esto era una apuesta arriesgada, lo cual me invadía de un cierto placer y deleite que no sabía muy bien cómo describir. Mi cuerpo era un cóctel de emociones y sentimientos en esos momentos, pero yo quería una respuesta clara y estaba decidido a dar un nuevo paso hacia adelante en esa niebla y agua, con el fin de avanzar antes de que el agua me alcanzara a una altura peligrosa.

— Así que dime, ¿puedo avanzar o qué es lo que queréis? — le preguntaría con firmeza.
#12
Arthur Soriz
Gramps
La entidad, implacable en su demanda te observaba en silencio mientras tú, lleno de desesperación le prometías que volverías, que tu sed de conocimiento era insaciable y se lo dejabas bien claro. Pero la presencia no pareció afectada ni interesada en tus palabras. La única respuesta que recibiste fue una repetición incesante, una letanía monótona que penetraba hasta lo más profundo de tu mente. Dos palabras que ya venías escuchando desde hace un rato y no cesaban en ningún momento... "Paga tributo".

Cada vez que la entidad pronunciaba esas palabras parecían reverberar dentro de tu cráneo incrementando en volumen e intensidad. Era un eco constante que se repetía como el retumbar de un tambor ancestral hasta que se volvió un estruendo ensordecedor. Era como si estuvieras atrapado dentro de una campana gigantesca que en sus vibraciones sacudían todo tu ser. Las palabras no solamente llenan el aire, te envuelven por completo, apretando tu cabeza en un yugo invisible pero innegable.

Tu visión comenzó a distorsionarse, la realidad a tu alrededor parecía doblarse y curvarse, los bordes de tu percepción se desdibujaba como si el mundo mismo estuviera siendo borrado lentamente. Podías tratar de resistir, de mantener la conciencia, pero cada repetición te empujaba más allá de los límites de tu resistencia mental. En el instante final antes de sucumbir, lo viste. Una figura delgada, alta, con un cráneo calvo que resplandecía bajo una luz inexistente, y un par de ojos que brillaban con una intensidad incandescente. Aquella silueta, etérea y casi irreal fue lo último que tus ojos captaron antes de ser engullido por una oscuridad absoluta.

El mundo se apagó en un abrir y cerrar de ojos. Pero no fue una oscuridad absoluta, ni una caída a un abismo interminable. Fue una oscuridad serena, como la del sueño más profundo y pacífico. El tiempo dejó de existir y en esa negrura te sentiste suspendido, flotando en un vacío sin peso ni medida. Sin embargo esa paz fue fugaz. Un olor penetrante y nauseabundo abusó de tu letargo, llenando tus pulmones con una mezcla agria de orina y vómito. El hedor era tan potente que te hizo arrugar la cara, trayéndote de nuevo a la conciencia con una sacudida abrupta. Tu cuerpo se sentía pesado, tus músculos adoloridos como si hubieras pasado días en una posición incómoda.

Cuando abriste los ojos la imagen borrosa de uno de los muelles de Tortuga comenzó a formarse ante ti. La madera bajo tu cuerpo estaba húmeda y fría. Junto a ti, una botella de ron vacía rodaba suavemente golpeando el suelo con un sonido hueco. Reconociste la marca al instante en su etiqueta... Era la misma botella que habías comprado para el viejo pirata Dolos durante la última charla que tuvieron. La misma botella que habías intercambiado por algunas de sus historias.

Rápidamente la sensación de resaca se apoderó de ti, un latido sordo que martillaba tu cráneo haciendo que cada pensamiento fuera una lucha contra el dolor y molestia. Incorporándote lentamente, sentías como cada movimiento te costaba un esfuerzo monumental. A tu lado se encontraba la figura familiar de Dolos que estaba sentado, con una expresión risueña y una aparente calma. El viejo pirata parecía como si no hubiera pasado ni un minuto desde la última conversación que tuvieron. Su risa ronca y rasposa llenaba el aire nocturno, como si la interrupción de tu despertar en su diálogo fuera solo un breve interludio en una larga y continua charla.

... Y así es cómo conocí a los Tribulantes —dijo Dolos con un tono despreocupado—, parece que te has tomado un descanso... ¿Dónde estábamos? Ah, sí... cómo conocí a ese capitán....

Las palabras de Dolos resonaban con una tranquilidad desconcertante. Sentías la confusión posarse en tu mente. Todo lo que acababas de vivir, la entidad... la exigencia de tributo, la silueta que viste antes de perder la conciencia. ¿Había sido real o un sueño inducido por algún alucinógeno en el aire? El dolor en tu cuerpo, el eco de las palabras en tu mente... todo se había sentido demasiado real como para haber tan solo una mala pasada de tu cerebro embriagado.

¿Acaso viste algo que no debías ver, o tan solo aún no estabas del todo preparado para llegar a ese punto?
#13
Horus
El Sol
No recibí ninguna respuesta. Claramente, esa entidad era un cabezón que no dejaba de repetir lo mismo con sus risas. Estaba casi convencido de que no sería posible obtener más información de allí, así que comencé a sopesar la posibilidad de retirarme sin más e investigar por otras fuentes cómo podría pagar ese tributo o eludirlo si fuera un precio que no estaba dispuesto a pagar por nada del mundo. Siempre hay alternativas y siempre hay formas de negociar. Si se trataban de piratas, había muchas posibilidades sobre la mesa que tratar; era importante buscar la forma, aunque para ello debía salir de allí con vida.

Pero no tuve que darle muchas vueltas, puesto que mi mareo empeoró. Todas esas sensaciones y efectos nocivos que estaban afectando mi organismo se intensificaron sin parar, hasta tal punto que mi vista se nubló completamente y terminé por desvanecerme. Una oscuridad infinita e incomprensible me rodeaba; nada se percibía a mi alrededor y no sabía qué hacer, aunque tampoco podía hacer nada, ni mover un dedo por mucho que lo intentara. Era una serenidad incómoda y vacía que me estaba dejando caer en la nada. Tal vez había muerto. Eso era lo que uno sentía cuando estaba muerto. No lo podía saber, puesto que nunca había estado muerto antes.

Pero finalmente, un nauseabundo y asqueroso olor me despertó. Ni el aliento de Anubis tras ir a cazar por allí cuando lo dejé solo era tan malo. Pero fue una bendición ese maldito olor, porque me hizo volver en mí y despertar. Estaba confuso y atontado, como si me hubiera pasado excesivamente con el alcohol, pero no un poco, muchísimo, un desfase descomunal que ahora estaba pagando muy caro. Conforme mis ojos dejaban de dar vueltas y recuperaban la claridad, comencé a percibir claramente los muelles de Champa. No entendía muy bien qué ocurría, cómo pasé de las colinas de huesos a Champa sin darme cuenta. Era un misterio franco que mi resaca no me dejaba procesar adecuadamente.

No obstante, recuperé algo de conciencia cuando una voz familiar resonó en mi cabeza. Era la voz de Dolos de nuevo, y él estaba a mi lado, como ayer mismo, como si el tiempo no hubiera transcurrido. En mi mano había exactamente la misma botella que ayer, pero vacía. No sabía si era la misma, pero se parecía mucho. Sin embargo, por mucho que me repitiera que fue ayer, realmente lo fue, había transcurrido un día o tal vez había estado unos momentos dormido por el alcohol... No, no podía ser eso. Recordaba perfectamente cómo, después de eso, ayudamos entre todos al pulpo globo en nuestro campamento. Era imposible que eso fuera un sueño.

Él seguía conversando como si nada, como si nuestra conversación continuara en el mismo punto que ayer, pero no estaba seguro de cómo podría eso ser posible. Lo que había vivido realmente era una mentira; no tenía claro nada. Así que lo único que podía hacer era intentar lograr que el tiempo menguara mi resaca y seguirle la corriente a Dolos para intentar averiguar qué había pasado y qué es lo que acababa de vivir.

— Así que llegaste a conocer al capitán incluso, supongo que el tributo para tal honor no fue barato — le diría algo confundido.

Intenté averiguar algo de lo que había vivido en aquella ensoñación con lo que Dolos intentaba decirme. Había que conducir sus palabras como pudiera hacia las respuestas que buscaba para entender mi situación. Ya había hablado con Dolos y sé cómo puede irse por las ramas e ignorar las palabras que no le interesan o no van ligadas a lo que tiene que contar. Aunque si no accedía a decirme lo que necesitaba, no pasaba nada; escuchar era importante, se aprende realmente escuchando.
#14
Arthur Soriz
Gramps
Dolos dejó escapar una carcajada la cual resonó en la noche. Era un sonido casi burlón, se notaba que sabía más de lo que aparentaba... en especial porque al escuchar tus palabras solamente pudo renegar un poco con la cabeza. Sus labios agrietados por el tiempo y el mar se curvaron en una sonrisa ambigua mientras giraba lentamente la cabeza hacia ti, sus ojos con un gesto de diversión velada ya que parecía disfrutar ese estado de confusión absoluta en el que te encontrabas ahora mismo.

¿Tributo? —repitió, cruzándose de brazos—. Nunca he tenido que pagar uno, al menos no de la manera que tú lo habrías hecho.

Se recostó contra los barriles de madera a su espalda, sus dedos tamborileando suavemente sobre la superficie de estos, un ritmo pausado que parecía marcar el tempo de la conversación. Volvió a mirarte de reojo, reanudando la charla.

Nunca he estado en las Colinas de Hueso personalmente —admitió, dándole lo mismo honestamente si eso te agarraba de sorpresa o te molestaba—. Pero eso no significa que no sepa de ellas... a fin de cuentas, creíste mis historias, y disfrutaste de darte cuenta cuán verídicas eran, ¿verdad?

La sonrisa de Dolos se amplió apenas un poco, un destello de dientes maltrechos que brillaban amarillentos bajo la luz tenue de la luna y las estrellas. Había algo inquietante en su mirada, recordándote un poco a la última mirada que notaste provenir de aquella figura que te había acechado y, que por un momento, creíste te mataría allí mismo.

¿Tuviste miedo, muchacho?

El silencio que siguió a su pregunta fue pesado, como una niebla espesa que se asentaba sobre el muelle. Dolos mantuvo su mirada fija en ti, sus ojos como dos pozos oscuros y profundos que parecían querer absorber cada fragmento de información, midiendo tus palabras y casi que disfrutando de tu relato. Era como si Dolos estuviera esperando ese "algo" que le confirmara que tu aventura no haya sido en vano. Hasta notabas como si estuviera impaciente de oír más, de que le contaras todo con lujo y detalles.

Tal vez no existan los Tribulantes, o tal vez... —su voz descendió a un susurro, una palabra que se desvanecía en la brisa nocturna como un secreto compartido entre sombras—. Tal vez simplemente disfruto viendo a los curiosos como tú caminar hacia lo desconocido, buscando respuestas a preguntas que nunca deberían haber sido hechas en un principio.

El ambiente cambió. Lo notaste de inmediato, no es que fuera hostil pero Dolos se enderezó lentamente... su expresión tornándose en algo más serio, más sombrío. La diversión había desaparecido de sus ojos, reemplazada por una seriedad absoluta que parecía penetrar hasta lo más profundo de tu alma.

Muchacho —empezó, con una voz que era firme como el acero, un contraste total de su voz aguardentosa usual—. Si realmente quieres conocerlos, no bastará con unas monedas ni ofrecer mis historias como tributo.

Dejó caer esas palabras como si fueran martillazos en tu cabeza, como castigos de alguien que te quería ver victorioso. Se veía casi que decepcionado a juzgar por el tono de voz que estaba utilizando contigo. Aunque como dicho antes, no estaba siendo hostil... todo lo contrario, no sentías la misma presión y peligro que sentiste con la otra entidad en las Colinas.

Con todo el tiempo que te dio para recorrer, ¿realmente no te diste cuenta de nada? —la voz de Dolos era un látigo, cortante y directa—. ¿No encontraste nada? Vamos, no me digas que estuviste perdiendo el tiempo papando moscas.

El silencio que siguió fue denso. Dolos mantuvo su mirada fija en ti, desafiándote a responder, a demostrar que había más en él que simple curiosidad, que tenías el coraje para seguir intentándolo... sin llegar a ser un tonto suicida sin ideas para sobrepasar ese peligro que ya te había advertido no volvieras sin un tributo adecuado.
#15
Moderador y señor Pink
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Recompensas entregadas!
Narrador Arthur (208)
  • Berries: 18120000 -> 20920000 (+2800000)
  • Experiencia: 3766,99 -> 3894,99 (+128)
  • Nikas: 37 -> 58 (+21)
  • Cofres: CFR004
#16
Tema cerrado 


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