Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Autonarrada] [C-pasado] Los talentos de un borracho
Akari
Aka
25 primavera, 723

Hace un par de semanas se había avisado que una taberna haría un concurso de talentos fue noticia en los alrededores y llegó a los oidos de cierta joven en una panadería por lo que después salió a verificar dicha información siendo verdadera por lo que ese mismo día a registrarse y poder participar siendo una motivación para seguir practicando con un violín que le regaló su padre en su cumpleaños y a la vez practicando su voz, se sentia bastante confiada y en su mente solo estaba "el que se arriesga no gana".
Los días pasarían velozmente que en un abrir y cerrar de los la joven se encontraba dentro de la taberna con varios jóvenes y señores listos para mostrar de que estaban hecho, pero algo que le llamo la atención y que realmente resaltaba era ver a una orca en ese lugar, era la primera vez que veía algo así, sus padres le contaban de las demás especies que existían en ese mundo hablaba de sirenas, gigantes, especies como la chica misma hadas pero con las alas chiquitas incapaces de volar, pero bueno, pronto un señor se subiría al pequeño escenario con un micrófono en mano.

-buenas tardes a todos! -dijo son entusiasmo mientras miraba al público - como ya sabes hoy es una tarde especial dónde todos tendrán la oportunidad de mostrar sus talentos ocultos! Den todo pero por último y no menos  importante, diviértanse! -dijo para lego saar un lista con los participantes diciendo el nombre del primer candidato que al subir al escenario se notaba que estaba ebrio haciendo reír un poco a las personas pero al cantar y bailar realmente parecía otra persona dejando a la mayoría boquiabierta y así siguieron pasando los candidatos, todo esto animando el ambiente y algunos empiezan a beber, la joven solamente disfrutaba del evento y a la vez sintiéndose un poco nerviosa por su participación.
#1
Qazan
Qazan
Mi padre me había estado insistiendo que para conocer mejor el mundo que me rodeaba era vital y necesario conocer a las personas que tenía cerca. Desde nuestra cabaña en la playa había un paseo medianamente largo hasta la villa, por suerte el camino estaba bastante bien conservado y señalizado. - Venga chico, hoy quiero que pases el día en la villa, que conozcas a sus gentes y veas la cultura que tenemos en la isla. Quien sabe, puede que incluso hagas por fin amistades-. Dijo tratando de aguantar la risa. No es que yo fuese alguien antisocial ni mucho menos, pero no tener recuerdos de nada anterior a los últimos cinco meses hacían que tuviese un poco de fobia a conocer mundo. Aunque visto desde otro ángulo, puede que fuese eso precisamente lo que necesitaba para comenzar a recuperar la memoria.

Salí temprano en la mañana, la idea era llegar a la villa antes de mediodía. Por si acaso me daba hambre me llevé de casa un zurrón a modo de mochila repleto de manzanas, el camino era largo y suelo tener hambre con facilidad. -Debo apresurarme, por algún extraño motivo padre quería que llegase rápido a la taberna-. Dije para mí mismo. Durante el camino me iba cruzando a más personas de todo tipo, humanos, Gyojins... Hasta incluso me encontré a uno de esos Skypieanos que tanto me había mencionado padre, si que es verdad que iban caminando como si el resto del mundo les debiese favores, en fin, no todo el mundo puede ser agradable.

Más pronto que tarde llegué a la entrada del pueblo, por algún motivo, seres de todas las razas se había reunido allí, mi padre me había contado sobre las diferencias que habían tenido en el pasado unos con otros pero por lo que estaba viendo parecía que habían superado esas rencillas y estaban allí reunidos. La verdad es que parecían llevarse todos muy bien aunque había cierto aire de competitividad. No me hizo falta preguntar por la taberna, prácticamente toda la villa se había reunido allí. esta era bastante grande y espaciosa, habían montado un escenario. Me senté en una mas bien hacia el fondo del lugar, parecía que algo interesante estaba por ocurrir y no queria perderme ningún detalle. -buenas tardes a todos! -dijo con entusiasmo mientras miraba al público - como ya sabes hoy es una tarde especial dónde todos tendrán la oportunidad de mostrar sus talentos ocultos! Den todo pero por último y no menos  importante, diviértanse!-. Nada más terminar la presentadora, sacó un listado con participantes. Aquello parecía algún tipo de concurso de talentos. -Maldito viejo... Va a tener razón de que iba a ser divertido venir al pueblo-. Dije en voz baja mientras se me escapaba una sonrisa.

De pronto por la entrada apareció una chica con cabello negro azulado precioso, vestida con un top de tono granate y cubierta con una blusa de manga larga. Todo apuntaba a que tenía pensado participar, parecía algo nerviosa, supongo que actuar delante de toda esta gente no tiene que ser nada sencillo. -Estoy deseando ver de qué es capaz esta chica-. El concurso daba comienzo y la verdad es que empezó un poco mal, el primer participante sobraba decir lo ebrio que iba... Al menos nos hizo reír. La siguiente participante era una Mink caballo, su actuación se basaba en hacer malabares con unas antorchas ardiendo. -Espero que no se queme... -. La Mink cada vez le daba más velocidad a los malabares, lanzándolos al aire cada vez con menos altura. Esta actuación ya agradaba algo más a la gente, muchos se inclinaban en sus mesas con caras sorprendidas. Definitivamente el viejo tenía razón.
#2
Akari
Aka
La joven veía como cada participante hacia cosas increíbles, como aquella Mink de cabello albino que hizo malabares y hacia que la joven rezara por su seguridad realmente sentía que si no tenia cuidado se podría quemar y eso podría ser hasta mortal, pronto se acomodaría su pelo detrás de su oreja para sacar de violín y afinarlo un poco, algunos ya le habían invitado un trago pero los había rechazado ya que aun no tomaba y tampoco lo haría hasta algún futuro que ya se vea en la obligación de hacerlo, la mayoría la conocía ya que tenia una pastelería junto a su familia no muy lejos de aquel taberna. 

-Como siguiente tenemos a nuestra linda panadera Akari! por favor hermosa, sube al escenario -diría el animador haciendo sonrojar un poco a la joven pero igualmente se levantaría de su asiento y caminaría hacia el escenario ahora con un aura totalmente diferente, emanando confianza, se paro en el centro y ya había conectado el cable en su violín y también tenia un micrófono, pronto el lugar se lleno del hermoso sonidos del violín y la voz de la joven, era tranquila aquella melodía, luego de su presentación todos le aplaudieron haciendo sonreír a la joven que se bajaría del escenario con orgullo, pronto el animador estaba vuelta en el escenario con la lista.
 
-Como siguiente participante tenemos a....-hizo un poco de suspenso- a Qazan! -dijo nombrando al siguiente participante para que pudiera subir al escenario.- por favor denle un fuerte aplauso! -dijo por ultimo para desaparecer del escenario y solo quedara el sonido de los aplausos.-
#3
Qazan
Qazan
 Lo de aquella chica, de verdad que era para hacérselo mirar mi percepción sobre la música, es un tanto peculiar, ya que mi propia especie marina Tiene la capacidad de procesar las vibraciones del sonido, de tal manera que en mi cabeza puedo hacerme una imagen aproximada de la zona que me rodea. Los humanos llaman a esta habilidad,  geolocalización.

Dicho de otro modo, tenía la capacidad de poder ver la magia que era capaz de transmitir con su violín. La imagen de su música tenía un tono cromático muy especial, el color de su música era de un color violeta mezclado con toques azules muy bonito. Para mí, que yo era una experiencia única, ya que las imágenes que yo mismo era capaz de producir con mis chasquidos, siempre las veía en blanco y negro y no me daban la capacidad de distinguir entre personas. En aquel momento no puede evitar que se me saltase una lágrima de felicidad, encontrar a aquella humana con un don tan bonito era algo único y maravilloso.

Al término de su actuación, un aluvión de aplausos inundó la pequeña taberna demostrando así que tenía una habilidad extraordinaria con el violín. Tras unos segundos de vuelta a la normalidad, el presentador dijo mi nombre… -Espera ¿Qué?, ¿Como que yo?-. Aquello fue cuanto menos sorprendente, no me había apuntado al concurso ni remotamente, es más, ni sabía que se iba a celebrar un concurso de talentos. -Esto tiene que haber sido idea suya-. Dije para mi mismo pensando en que aquél viejo decrépito de mi padre había tenido algo que ver con total seguridad.

Me levanté de la banqueta y puse rumbo al escenario, dentro de mí no podía dejar de darle vueltas. ¿Y ahora qué hago? No es que tenga un don o una habilidad fuera de lo común… ¿O si? Cada vez estaba más cerca del escenario hasta que por fin tenía enfrente mía los escalones para subir a este. Comencé a subirlos cuando de pronto recordé justo sobre mi geolocalización. No era nada espectacular, pero podía emitir sonidos muy particulares con los chasquidos de mi lengua. - Bueno, menos da una piedra-. Dije para mí mismo ya subido en el escenario.

- Ánimo chico-. Dijo el presentador a la vez que me daba una palmada en la espalda. Cogí aire durante unos segundos y comencé a chasquear la lengua, concretamente los sonidos que emitía eran los mismos que alguna vez mi madre emitió para hacerme saber cómo encontrar el camino a casa en el mar. Este sonido era algo innato en mí, no es que recordase exactamente cómo reproducir el sonido, simplemente era el sonido que emitía mi ahora difunta madre para evitar que me perdiese en las profundidades marinas.

Luego de aquella breve pero intensa actuación bajé corriendo del escenario y volví a mi mesa todo sonrojado, el sentimiento de la vergüenza no era algo común en mi pero escuchar la melodía de aquella chica trajo a mi memoria recuerdos de la infancia que ya daba por olvidados. - Tengo que saber cómo se llama-. Dije para mi mismo a la vez que alzaba la vista para encontrarla entre toda aquella multitud.
#4
Akari
Aka
La joven después de aquella presentación y bajar del escenario recibió varios lagos y los acepto un poco avergonzada para luego volver a su asiento y acomodar su pelo detrás de su oreja, pidió un jugo y presencio la siguiente presentación que fue de aquel chico que parecía una arca, le parecía adorable y le tranquilizo los sonidos o la melodia que este hacia, después bajo del escenario y junto al público aplaudió para que el presentador siguiera diciendo los nombres de los participantes, esta visualizo al chico que habia subido no hace mucho y parecía buscar algo o a alguien.

-se le habrá perdido algo? -dijo para si misma mientras ponía su violín en sus piernas mientras seguía viendo los espectáculos, realmente eran divertidos e incluso impresionantes, visualizaba la distintas razas y pensaba si no tendrían miedo de que por ser diferentes se pusieran en peligro, oh esa había sido la educación hacia ella desde pequeña y por eso oculta sus alas con aquel camisón de color blanco, sus padres también lo hacían, de igual manera se habia acostumbrado a ocultar su raza por asu decirlo y nadie aparte de su familia sabia de eso y deseaba que siguiera así todo en paz.
#5
Qazan
Qazan
Alzaba la vista para encontrar a aquella chica entre toda la multitud. Me pareció ver su cabello justo al otro lado de la taberna aunque entre tanta gente podía haber sido cualquier persona, me levanté para dirigirme hasta ese lugar donde creía haberla visto, cuando de pronto una actuación en particular entorpeció mi camino. - ¡Damas y caballeros, me complace presentarles al orgullo de nuestra isla, al gran bardo y trovador... Jaskier! ¡Démosle una calurosa bienvenida!-. No terminaba de entender que estaba sucediendo pero de pronto todos los allí presentes se pusieron de pie y comenzaron a dar saltos y gritos vitoreando su nombre. ¿Quién era ese tal Jaskier? ¿Por qué era tan conocido y popular? - Antes de darme cuenta estaba siendo arrastrado por la muchedumbre.

Todos querían acercase más y más al escenario, para colmo, todavía más gente entraba por la puerta de la taberna. Llegado cierto punto la gente se comenzó a subir encima de las mesas e incluso en la barra del tabernero. - Sea quien sea es muy popular-. Dije para mi mismo. Los empujones de la gente me habían desplazado hasta la puerta de la taberna prácticamente sacándome de allí, no entendía a que se debía tanta locura por tan solo un bardo. - Disculpe-. Dije dirigiéndome a una skypieana de avanzada edad que justo pasaba por la puerta de la taberna. -¿Sería usted tan amable de decirme quien es ese tal Jaskier?-. Le pregunté con verdadera curiosidad, ciertamente para mi era una gran novedad que alguien pudiese ser tan aclamado y crear ese efecto en las personas a su alrededor.

- Debes estar bromeando, ¿De verdad que no conoces a Jaskier? Es imposible que no te suene al menos su nombre, es de lo más popular aquí en la isla-. La señora hacía mucho hincapié sobre la popularidad de este señor, pero para mi que hasta hace muy poco ni siquiera me había atrevido a acercarme al pueblo, todo era novedoso y revolucionario. - Déjame que te cuente, Jaskier es el poeta que puso en jaque a la Marina hace algunos años, nadie sabe cómo ni de donde saca la información, pero sus chivatazos desvelaron una trama de corrupción que había entre los Marines que frecuentaban esta isla. Gracias a él ya no existe la extorsión en los pequeños negocios de los habitantes de la isla-. Para mi aquello casi parecía más bien un cuento de fantasía, tenía entendido que la Marina estaba hecha para servir y proteger a los ciudadanos, pero el relato de aquella señora me hizo entender que aunque una persona se vista de héroe, no siempre tienen porque serlo. -¡Muchas gracias señora!-. Le dije agradeciendole tanta información. Me volteé para ver lo abarrotada que se encontraba la taberna, definitivamente no quería irme de allí sin conocer a la violinista que había cautivado mi corazón y mi alma.
#6
Akari
Aka
Todo estaba tranquilo, de pronto subió al escenario alguien bastante conocido que volvió a todos en ese lugar locos, se trataba del un famoso poeta que habia puesto en jaque a la marina, la joven habia escuchado hablar a sus padres de el pero no le llamaba la atencion por lo que apenas la gente se amontonó en el escenario está retrocedió hasta estar en un lugar sin gente aunque empezaba a entrar más gente por lo que decidió salir como pudo sujeto con fuerza su violín y su camisón para evitar cualquier incidente, una vez salio miro al participante anterior buscando algo o alguien por lo que se acercó y tuvo que alzar la mirada por lo alto que era.

-buscas algo o alguien? -pregunto mirando su apariencia, se le hacia raro pero a la vez llamativo era alguien fácil de localizar por su altura- puedo ayudarte si quieres -dijo sonriendo con amabilidad mientras se hacia un lado ya que mas personas buscaban entrar a la taberna a haber a ma gran celebridad que se encontraba en ese lugar.-
#7
Qazan
Qazan
Estaba dispuesto a volver a entrar a la taberna decidido con todo a encontrar a la chica, cuando me disponía a entrar, de pronto ella emergió de entre toda la muchedumbre enloquecida que había en la taberna. Parecía algo apurada agarrando fuertemente su violín y sujetándose el camisón, supongo que llevaba una ropa muy accesible como para quedarse entre toda esa gente... Antes de que pudiera darme cuenta se acercó a mi ofreciéndome su ayuda. - Oh, yo no... ¿Cómo haces para que ese trozo de madera suene tan bien?-. Le pregunté con total sinceridad. Aquella melodía hacia que muchos sentimientos en mi interior se agitasen y se revolviesen, sin embargo no era capaz de ordenarlos.

La muchedumbre de la taberna cada vez era más insoportable, nada más preguntarle a la muchacha coincidió con que empezaron a gritar como si fuesen animales de granja haciendo que fuese imposible tener una conversación normal. -¿Qué te parece si vamos a un lugar más tranquilo?-. Le propuse al ver el panorama que se nos venía, tanto grito a nuestro alrededor no nos iba a dejar poder charlar con comodidad y sabía de un pequeño risco saliente en un acantilado muy cerca de donde estábamos. - Compremos algo de comer en el puesto de esa señora y vayamos al risco-. Le sugerí. Todo aquel estrés de la mañana ya hacía que tuviese hambre, la chica me caía lo suficientemente bien como para no querer pegarle un mordisco y tener problemas con ella.

Me adelanté un poco en dirección al puesto, quería ver que ofrecía la señora para picotear. disponía de un buen surtido de golosinas típicas de la isla y también una zona de comida salada con empanadas de carne, verduras y pescado. - Buenos días señora, deme uno de cada- . Le pedí a la señora tendera mientras buscaba en mi zurrón los Beris que pedía. La señora apenas tardó en preparar mi pedido, muy maja la verdad. - Gracias-. Le dije sonriéndole. Podía parecer algo extraño pero la gente de aquella isla no toleraban demasiado bien a los gyojin, tenían muchos prejuicios hacia nosotros de hacía ya varias generaciones y ahora me tocaba a mi pagar parte de esas malas relaciones. Volví hasta la chica tendiéndole una de las empanadillas. - ¿Cómo decías que te llamabas?-.
#8
Akari
Aka
Está le pregunto a el si necesitaba ayuda y al parecer no y enseguida pregunto por ella- hablas de mi violín? -dijo alzando lo nombrado y mirándolo - es un instrumento y tuve que estudiar y ensayar para dominarlo -explico con una sonrisa-

Luego de explicar este ofreció irse a un lugar cercano fuera de toda la bulla que no dejaba escuchar muy bien la conversación por lo que aceptó y lo siguió cuando esté camino, notaba como lo miraban raro pero a ella le sonreían y la saludaban los que la conocían, haciendo que esté les devuelva el saludo ahora está estaban frente de una señora que vendían golosinas y comida, está saco su cartera y saco el dinero que era necesario y compro dulces para ella- gracias señora -dijo amablemente mientras miraba como su gran acompañante compra uno de cada cosa en el puesto, una vez termino este preguntó su nombre- soy Akari, mucho gusto -se presento amablemente - y tú?... según recuerdo por como te presentaron Qazan verdad? 

Está trataba de hacer memoria y estaba segura de que así se llamaba, está se voltio en dirección hacia la taberna de la que acababan de salir y todavía había mucha gente acumulada y gritos que decían el nombre de la celebridad, realmente esta pensaba que no era la gran cosa.
#9
Qazan
Qazan
La chica se presentó como Akari. - ¡Es verdad! El presentador dijo tu nombre en la taberna-. Me vino a la mente su nombre justo después de que me lo recordase, supongo que ese cabello tan precioso había conseguido que dejase de prestarle atención al presentador, que maleducado por mi parte no haberle prestado la suficiente atención. Llamó a aquel cachivache del diablo "Violín". Me parecía muy curioso que un trozo de madera pudiese lanzar ese sonido tan precioso, como carpintero, ese instrumento era toda una fuente de inspiración. Quería en algún momento tratar de replicar ese instrumento, así que lo observé con mucho detenimiento tratando de desentrañar sus secretos. Parecía que al hacer una estructura en forma de caja, y la fricción entre el arco y las cuerdas hacían que el sonido que emitían resonase... Eso me dio varias ideas para un posible diseño una vez construyese mi propio taller de carpintería. Tenía pensado realizar trabajos artesanales de todo tipo, pero estaba algo escaso de ideas, así que ver aquel artefacto era toda una fuente de inspiración para mi. Seguramente aquella estructura la pudiese luego extrapolar a otros instrumentos musicales diferentes, como ese grande que parece un armario tumbado con teclas o ese otro con seis cuerdas que se toca pasandole los dedos por las cuerdas haciendo que vibren. Conocer a Akari iba a ser toda una revelación para mi como artesano... El primer instrumento que construyese debería ser para ella. Pensé para mis adentros, esa podía ser una muy buena forma de devolverle tantos conocimientos e inspiración.                                            

Pronto volví en mi luego de ensimismarme tanto con el violín. Akari se volteó a ver cómo estaban yendo las cosas en la taberna y para nuestra sorpresa aún había mucha gente acumulada. -No te preocupes, seguro que pasas a la fase final-. Le dije a la muchacha tratando de darle ánimos, ciertamente, por mucha fama que tuviese ese trovador, estaba totalmente seguro de que Akari tenia el suficiente talento como para ganar el concurso, y yo pensaba estar ahí para verlo con mis propios ojos. -Tómate ahora un respiro, aún queda tiempo hasta que termine esta primera ronda-. Mientras estábamos dentro había podido leer la programación para el concurso, primero todos actuarían una vez y luego los 3 mejores pasarían a la la fase final. Por lo poco que había visto en la taberna, Akari tenía muchísimo talento, más que de sobra para alcanzar esa fase final, pero el problema era el dichoso trovador, su fama podía jugarle una mala pasada a la hora de que los jueces diesen su veredicto ya que podían verse coaccionados por lo conocido del chico. Espero que seas verdaderamente imparciales a la hora de realizar las votaciones.     

-Por cierto Akari, ¿Qué es el premio?-. Desconocía cual podía ser el premio por ganar el concurso, al final, a mi me habían hecho una encerrona para que socializase con los habitantes de la isla, ni siquiera sabía de la existencia del concurso. Pero si era algo importante para Akari, no tenía problema ninguno en ayudarla en todo lo que pudiese para que ganase. -Si hay algo que pueda hacer para ayudarte a ganar solo pídelo-. Esa chica me reconfortaba mucho, me transmitía mucha calma y paz interior, así que estaba dispuesto a echarle una mano en todo lo que pudiese para que se llevase ese tan ansiado premio por el que todos estaban compitiendo. Esperaba un premio la mar de jugoso, el resto de competidores no lo se, pero Akari parecía estar esforzándose mucho por ganar, ya fuese por querer demostrarse a si misma de lo que era capaz de hacer o bien por enseñarle a otros el talento que tenía, pero era digno de admirar la fortaleza que estaba demostrando tener en el concurso.                                                                                                                                                                                                           

La verdad es que era sorprendente ver la cantidad de personas que se había acumulado ahí dentro, y todavía más sorprendente que aún no hubieran ocurrido altercados... Espacios pequeños, mucha gente, demasiados roces... Todo aquello era un caldero apunto de estallar. Una suerte que ya estemos fuera del edificio por si las moscas, que no tenía porqué pasar nada, pero todos sabemos lo que suele ocurrir cuando juntas demasiadas personas ebrias, el mínimo roce por cualquier tontería podía comenzar una pelea de bar.
#10


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