[Aventura] [Tier 1] Sabotaje Múltiple (Parte 2)

Venimos de...

El barco había logrado alejarse del puerto ballenero. La costa ya era un recuerdo en el horizonte mientras los pocos marineros supervivientes aprovechaban que Hato estaba al timón del navío y ya todo iba viento en popa para reunir a sus compañeros. Irían colocando a las victimas de la masacre una al lado del otro, mientras cubrían con unas sabanas o telas sus rostros para que descansaran.

El ambiente en el barco se notaba pesado y triste. No había muchas cosas que pudieran elevar la moral de la gente ahora que con la distancia se había calmado un poco el frenesí de la masacre y la lucha. Todos los marineros se hincaron de valor para salir a dar una mano siguiendo al Jefe Lobo, como así apodaron a Lobo Jackson. Pero ahora que seria de ellos? Debian dejarlos regresar a Oykot? Ellos iban a dejar que los mercenarios se llevaran la mercancía sin más? Se unirían a los mercenarios y dejarían su vida atrás?

Muchos misterios en el aire. Pero el sonido de una segunda embarcación con un pequeño motor aproximándose rompió el silencio en el ambiente. En quilla del barco se asomaba el intermediario de los Blackmore que había escapado del almacén por la parte trasera de los mismos, uniéndose con sus compañeros cuando llegaron al puerto para escapar lo antes posible viendo que todos estarían distraídos con la jefa de los balleneros y Kael - ¡Buen trabajo chicos! - Gritaría desde la otra embarcación emocionado porque todo hubiera ido bien. 

La embarcación frenaría su avance al lado del barco de madera roja "El Orangután Carmesí" mostrándose un poco más pequeña y modesta, aunque gracias a eso rápida, embarcación de los mafiosos - '¡Buen trabajo chicos, id pasando la mercancía a este barco y el trabajo estará completado! - Les gritaría el hombre desde la barca pequeña mientras tiraban un par de hombres más cuerdas en las que pasarían unas escaleras conectando ambos barcos. Los marineros se mostraban algo confundidos ante la situación...

OFF

Bien, seguimos aquí el clímax de la misión. Tenéis el barco, tenéis la mercancía, los mafiosos que os contrataron están listos para recibir el cargamento, pero que pasara con los marineros rescatados? 

Recordad que tenéis 48 horas para postear y toda la pesca.

Gracias al valeroso esfuerzo de los marineros que se habían animado a seguirle, y al impecable dominio del timón por parte de Hato, el buque iba en viento en popa alejándose de Oykot a merced de un temporal favorable. Los miembros restantes de la tripulación habían demostrado una auténtica gala de profesionalidad y sangre fría cuando, a pesar de contemplar los restos mutilados de quienes habían sido sus compañeros, se pusieron manos a la obra para limpiar la cubierta y mover a los muertos con el mayor respeto posible.

Conmovido, el mink había echado una mano en los rituales funerarios al colocar telas sobre los fallecidos y poner de su parte para limpiar la cubierta. No era un hombre de mar, no sabía navegar y mucho menos comprendía cómo funcionaban los aparejos del buque, pero sí sabía cómo utilizar una fregona y, ¡maldita sea! Aquella cubierta iba a quedar brillante y prístina.

Claro que para el resto de observadores, todo lo que veían era un a un hombre lobo extremadamente dedicado a las labores de limpieza que se marcaba unos absurdos, pero verdaderamente eficientes pasos de baile con la fregona, que de participar en un concurso de danza le tendrían que clavar la cinta de la medalla de oro al mango.

- ¡Seguid así, muchachos-gara! - Exclamaba Jackson con energía mientras sujetaba el instrumento de limpieza. - ¡Sigamos al viento-gara! -

Cuando de pronto el sonido de un motor de lancha pequeño resonó en la lejanía seguido de una silueta rojiza que dejaba una estela blanquecina sobre el mar. Gracias al viento que llegaba tras ellos, el mink olfateó el aroma del hombre que les había contratado aquella mañana. 

- Así que ha estado observando el lío todo este tiempo. - Pensó para sí. - Supongo que esto facilita las cosas. - 

En cuanto el hombre saludó desde el lateral del barco, los marineros se miraron extrañados. Pero pronto su confusión podría convertirse en alerta en cuanto vieron que lanzaban cabos desde la pequeña embarcación con la intención de abordar al tiempo que solicitaban la entrega de la mercancía de la bodega. Lobo Jackson, quien había tomado cariño de aquellos hombres y sentía que por lo menos les debía una explicación sincera que recompensara su enorme dedicación, comenzó a hablar.

- ¡Atención, mis queridos compañeros-gara! - Al hablar, utilizaba la punta del mango de la fregona como si fuera un micrófono. - ¡Antes de que digáis nada tengo que deciros algo importante-gara! Lo que estáis viendo ahora es una operación estratégica que nos beneficiará a todos-gara. - 

Se subió sobre un barril cercano a la vela mayor como si de un podio se tratase. - ¡Sé que cada uno de vosotros conoce lo que es trabajar de sol a sol sin ver siquiera una buena recompensa-gara! Pero hoy, ¡hoy ha llegado una oportunidad para conseguir un futuro mejor-gara! La mercancía que portáis en la bodega viene de quienes no comprenden su valor, pero nosotros sí sabemos lo que vale-gara. -

Se llevó la mano al pecho y habló desde el fondo de su corazón. - Con vuestra ayuda podemos conseguir que esta mercancía llegue a manos de quienes sabrán valorarla y utilizarla como es debido, de llegar a quienes sí la necesitan, de gente que os recompensará justamente-gara. - De aquella última parte no tenía ni idea, pero esperaba que su contratista aflojara la mosca y les diera a los marineros un merecido pago por su servicio.

- ¡En lugar de dejarnos llevar por la duda, unámonos como hermanos de mar para una causa mayor-gara! - Bajó del mástil y comenzó a andar en dirección hacia el bote de los Blackmore. - Y después podréis regresar a casa y dar a vuestros amigos la despedida que se merecen-gara. - Se asomó por el borde y miró al hombre que le había contratado, guiñándole el ojo con confianza.

El panda continuaba en el barco, ayudando a desplegar las velas y subiendo el ancla para salir a mar abierto. El pirata Kael parecía estar algo más calmado y racional, quizás las palabras de Panda lo habían logrado convencer para que cesara con la violencia y en su lugar buscara otra vía para solucionar sus conflictos.

Sorpresivamente, un tercero se involucraría, una mujer morena, de largas trenzas, lanzaría su poderoso látigo a una velocidad increíble y sacudiría al pirata dominándolo al instante, con un golpazo directo en la espalda.

-A la flauta!- Llego a decir panda sorprendido, por el despliegue de habilidad que acababa de presenciar.

~Que mujer más feroz, es como una tigresa cazando a su presa, menos mal que no es mi enemigo~ pensaba, mientras se escondía, solo en caso de que aquella mujer, no satisfecho con el pirata tuerto, no se le de por comer panda a la parrilla más tarde.

Por fortuna el barco alcanzo a zarpar, dejando a aquella fiera junto a su presa. Panda observo como el látigo de la morena se enrollaba en aquel pirata mal herido, agradeció a San Pedro no haber sido el la victima fatal de aquel encuentro y le dedico unas palabras de despedida al rufián.

-Adiós Kael, un gusto conocerte, nos vemos en otra vida- Dijo Panda, mientras mascaba algo de Bambu, tanto esfuerzo le dio hambre.

En poco tiempo una segunda embarcación llego, era nada más ni nada menos que el contratista de los Blackmore. Parecía contento por el resultado de la mision y pedía que movieran las mercancías al otro barco.

-Dale ahí las subo.- Dijo panda levantándose con algo de pereza y agarrando las cajas. Naturalmente los ajenos al grupo de mercenarios probablemente no entenderían de que se trataba aquel intercambio y no tendrían porque saberlo.

Por fortuna, el lobo estuvo astuto y con su palabrería se invento una buena escusa para convencer a los marineros, por lo que panda solo asentía y seguiría cargando la mercancía. 

-Así es, como dice el lobo, esta mercancía ahora ira a un lugar mejor- Decía panda para seguirle el juego, aunque naturalmente sabia que era un simple robo sin más, pero quizás los mafiosos sabrían encargarse a partir de allí.

-Agradecemos su cooperación y serán recompensados por la misma- Repetía panda, como si de un discurso armado se tratase.

Después de todo, panda era un simple pirata, aquella transacción solo eran negocios para el, negocios con los cuales planeaba comprar más bambu y cosas deliciosas y quizás algún día porque no conseguir un buen barco para navegar las aguas tranquilas del East Blue.

Un estruendo, como si de un formidable trueno de una gran tormenta se tratase, inundó la escena a la espalda del chico. A pesar del rápido giro del muchacho, solo consiguió ver a Kael siendo arrastrado por lo que parecía ser un látigo, directo hacia la orilla, debido al complicado ángulo, no pudo ver quien se encontraba al otro extremo de aquel danzante y zigzagueante arma. No pudo evitar apretar fuertemente los dientes como signo de desaprobación, las cosas parecían haberse calmado y no parecía ser necesario, más no podía negar que aquel rufián se lo merecía.

- Todo en esta vida tiene consecuencias.- Murmuró apartando la mirada y prosiguiendo su camino hacía la deliciosa que posaba sus manos sobre el timón de aquella embarcación.

Antes de llegar, observó como aquel lobo de dos patas salía de su ubicación junto al resto de marineros que antes cargaban el navío, por suerte, no habían caído todos, algo que tranquilizó al chico. Con los ánimos de aquel canino como sustento, todos se pusieron manos a la obra para recoger los restos de aquella tortuosa escena, visto lo visto, su cortejo podía esperar, y contagiándose de aquel sentimiento cooperador, cambió su destino para apoyar a la causa.

El chico arrastró hasta la cubierta un barril de suministro, lleno de agua potable, con unas cuatro jarras de madera gastada, y una vez en el lugar, sirvió a los que estaban trabajando para que aliviasen su sed. Tendrían que hacerlo por turnos, pues las pequeñas y delicadas manos del zagal, no le daban para agarrar más.

Taparon los cuerpos con sábanas y cerraron los ojos de las víctimas para que pudiesen descansar en paz, Byron no participó en este acto, después de todo, Byron pensaba que era mejor que ese noble acto fuese hecho por la gente que tenían relación con ellos, no iba a privar a alguno de los marineros de su despedida, él ahí no era más que un desconocido. Por un momento observó los cuerpos tapados, no pudo evitar pensar en aquella asquerosa situación en el Baratie, aunque había aceptado que esa anécdota había acabado de la mejor forma posible, esto era distinto, las cosas no deberían haber terminado así. Un débil pateo al barril de suministros a modo de resignación, y un pequeño apretón con los dedos en el entrecejo, fueron los únicos gestos que hizo, ya había asimilado que en ocasiones las cosas no salían como uno quería.

El contratista llegó en otra embarcación más pequeña, y más alientos del lobo provocaron que los marineros de buena gana ayudasen a transportar la mercancía, Byron sonrió, aquel curioso personaje era buena persona. Se unió a ellos para terminar de mover el cargamento, escuchando aun los ánimos del lobo y las afirmaciones del Panda para potenciar sus palabras, no podía negarse que había un variopinto, pero buen dúo.

Una vez terminado el cometido, Byron secó el sudor de su frente mientras calculaba en su cabeza el precio de una pequeña embarcación, aunque lo primero no era morirse de hambre, igual podría comenzar oficialmente su viaje como pirata, aun así, el chico podía ser paciente si resultaba en una decisión precipitada. Aquello simplemente era un deseo futuro, pues, a pesar de lo extraña que había resultado esta primera misión, el chico seguía queriendo tirar de los hilos de los Blackmore, seguramente fuese la forma más fácil de sacar beneficios en ese momento.

Debido al calor desabrochó su camisa, y la dejó caer sobre su cintura, al estar agarrada por los bajos, parecía convertirse en una especie de falta holgada. Así los rayos del sol descansaron sobre su espalda descubierta, dejando ver aquellas cicatrices que tenía de forma circular sobre sus omoplatos, pareciendo estar partido, debido a la ausencia de estas en el centro de la misma. Al chico no le importaba mostrarlas, las dejaba ver con la mayor naturalidad, y si mostrándolas aliviaba el sofoco provocado por el calor, no sería un problema.

El chico, una vez más cómodo se acercó al contratista, y siendo directo dijo.

- Acabó, el trabajo ha sido completado, si estáis interesados, estaré encantado de volver a trabajar con nosotros... Siento curiosidad por ver como se enredan los hilos del destino en torno a nosotros.- Sacó una pequeña pipa de su bolsillo, la cargó y prendió, y tras una intensa calada, se la ofreció. Aquel pequeño trabajo había llegado a su fin.

El combate entre sus compañeros y el extraño que atacó a los trabajadores del barco paró al parecer empezaron a entablar una conversación pero no había tiempo para eso, la rubia corrió para acercarse a la barandilla y alertar a sus compañeros sobre los guardias que no tardarían mucho en llegar

Los cadáveres de la anterior tripulación manchan la madera de aquella embarcación roja, Lobo Jackson había ido a buscar a lo que quedó de la tripulación para convencerlos de partir, el resto del equipo subió al barco izaron las velas del mástil mayor y elevaron el ancla, el viento empezó a hacer su trabajo al parecer el extraño sujeto que estaba atacando a los trabajadores también subió al barco tal vez tratando de escapar de la marina por sus crímenes pero eso lo sabrían más adelante.

Hato se enfocó en sujetar con fuerza el timón del barco y girarlo ligeramente para que la embarcación dejará el muelle, un látigo envolvió el cuello de Kael para luego arrastrarlo al mar de regreso a la isla, Hato no tenía tiempo de verificar quien se llevó a la persona que atacó el muelle su principal objetivo era timonear bien y sacarlos de problemas posteriores -¡Maldición! Este no es mi día, ¿De dónde salen estos rufianes? Cada cosa parece que puede suceder gente aparece, luego cambian de opinión y luego desaparecen, no entiendo nada- la rubia hablaba en un tono forzado por lo difícil que era llevar el barco y lo extraño de la situación.

El fuerte aire movía el cabello de la joven al parecer la tripulación fue convencida por Lobo y gracias a ellos logramos zarpar más rápido -Veo que el Lobo si fue de gran ayuda- a unos cuentos metros una embarcación a motor se les acercó se trataba el contacto y su compañero con su bote a motor el era la segunda opción para capturar la carga.

-¿Cómo era está palabra? mmm…, Ya me acordé Plegar las velas marineros, por favor- la joven gritó la orden como capitana y pidió por favor con un tono más adorable y un poco seductor, gracias a eso el barco se detendría y podrían escuchar a su contacto.

El los felicito por conseguir la carga lanzaron cuerdas y estiraron un puente para poder abordar y llevarse la mercancía, nuevamente Lobo Jackson hizo su magia para convencer a la tripulación mientras sus compañeros pasaban el resto de la carga al pequeño bote de motor, Hato solo pudo quedarse en el timón para evitar que otro marinero le quitara el control de la nave -Cuando terminemos los llevaré a otro muelle donde podremos desembarcar y haremos las quejas necesarias ante la autoridad para que arresten al loco que los atacó, se los juro- no era broma cuando terminarán de hacer el cambio ese sería su siguiente movimiento para poner a salvó al resto de la tripulación y el equipo de extraños que los acompañaban sería soltar las amarras desplegara vela mayor y llevar al barco sin la carga a otro muelle más seguro para que los marinero pudieran hacer su denuncia apropiada.

Byron ofreció su ayuda en futuras actividades mientras que el resto sólo continuó trabajando mientras se preguntó Hato el porqué del ataque a estos trabajadores sería algo más social o sólo por dinero.

Hato en estos momentos

Yoshiro bajó las escaleras para llegar a la zona donde estaba la manivela que alzaba el ancla, era grande y normalmente se necesitaban tres personas para usarla pero no tenía a tanta gente. El Hafugyu empezó a subir el ancla poco a poco usando bastante esfuerzo pero para su buena suerte llegarían unos hombres a ayudarlos ¿Y estos quienes eran?

Bueno, al parecer aquel lobo había encontrado a la tripulación sobreviviente y había logrado que esta lo ayudará a zarpar, la verdad fue una magnífica idea y fue justo a tiempo, Yoshiro no lo vió pero aquel pirata asesino había sido detenido por una vengadora temible.

Gracias por la ayuda-con el ancla en su máxima altura podían tener un viaje normal.

Yoshiro subió a ver si todos estaban bien, la respuesta era bastante neutral, obviamente los sobrevivientes estaban sentimentalmente rotos pero aquel lobo los ayudó a seguir el mejor procedimiento: tapar a los muertos y limpiar lo mejor posible. Yoshiro no ayudó, no quería ser maleducado al tocar el cuerpo de alguien que no conoció, la muerte era un tema sensible y era la familia o amigos los que debían lidiar con los cadáveres.

Las palabras de aquel pirata que fue dejado en el muelle cruzaron la cabeza de Yoshiro, sentía que un poco de verdad poseía y alimentado por su propia curiosidad pasó a buscar el cargamento para examinarlo-Si es comida o ropa será un robo limpio. Pero si son armas de fuego quizás estén mejor en el fondo del mar-murmuró mientras abría una caja, era extraño que sus contratantes quisieran este cargamento hundido, algo había detrás...

De pronto el sonido de una lancha se escuchó acercarse. Por la voz, Yoshiro sabía quien era, había venido por el cargamento, era momento de entregarlo, al menos que... Yoshiro o los sobrevivientes crean mejor no entregar esto por un bien mayor.

El cargamento estaba seguro, ya con la isla de Oykot en la distancia y apenas el contratista de los mercenarios aproximándose, todo parecía haberse completado. Al final no había sido un golpe limpio, ni uno agradable para muchos. Varias cicatrices quedarían en el corazón de la gente ese día, los compañeros perdidos, las escenas brutales y desquiciantes que quedaron grabadas en sus mentes, nada de eso sanaría fácilmente. El destino de Kael era un misterio, aunque solo a unos pocos sus palabras les resonaban en la mente aun.

El que más se preocuparía por esas palabras envenenadas por un odio antiguo seria Yoishiro. Quien bajaría para comprobar el cargamento que estaban a punto de entregar para asegurarse de no estar contribuyendo a una masacre mayor. El cazador abriría los cofres para inspeccionar la carga y su contenido seria desconcertante cuanto menos. Por un lado encontraría una gran cantidad de piezas muy bien almacenadas y aseguradas para que no sufrirán daños, que parecían tener el fin de construir algún artefacto. Pero Yoishiro al ser un [Artesano] algo versado ya, podía intuir que se trataban de componentes para construir algún tipo de motor de vapor, aunque era difícil determinar para que fin. Por otro lado en muchísimas cajas solo encontraría múltiples listones de algún tipo de aleación metálica muy ligera y flexible, que parecían preparados en sus extremos para anclarse unos con otros en sucesión. Todo un botín muy lejos de sus expectativas de comida, ropa o incluso armamento.

Por otro lado en cubierta gracias a los esfuerzos de todos el barco logro zarpar, pero había unas heridas emocionales que eran difíciles de cicatrizar. Por suerte Byron, Jackson y Panda mostraron su lado más comprensivo, dando apoyo y ayuda a los marineros para asegurar a sus compañeros, en especial la atención que ponía el antiguo Solarian al cansancio del equipo. Esto causo que cuando el contratista llego a buscar la mercancía las palabras de Panda y Jackson calmaran a todos los marineros e incluso los ayudarían a cargar el cargamento en el navío de los mafiosos.

- ¡Buen trabajo chicos, en efecto nos aseguraremos que todo esto llegue a Loguetown lo antes posible! - Diría el hombre de los Blackmore tras haber captado la mirada cómplice del lobo para evitar un altercado de ultima hora con los marineros, que bastante tenían ya encima los pobres. Pero habría sido suficiente como para que los marineros que ya estaban mentalmente exhaustos se lo creyeran. Y mientras el cargamento era trasladado, Byron haría un pequeño acercamiento al hombre trajeado dejando caer sus intenciones de querer colaborar en más negocios - Uh, veo por donde vas chico y aunque no puedo dar muchos detalles, estoy seguro de que pronto se necesitara de gente en Loguetown - Diría en un tono bajo, solo captable para la Byron y la gente con un oído muy fino el hombre, mientras le deslizaba sutilmente una tarjeta negra con una pluma dibujada.

Por ultimo con la mercancía cargada y los barcos a punto de separarse los mercenarios debían volver a desembarcar en algún lugar seguro de la isla para separarse como si nada hubiera pasado y de paso dejar a los marineros en tierra. Aunque estos tras lo ocurrido y las inspiradoras palabras de cierto lobo del pop comenzarían a dudar de su futuro y la mitad de ellos, seis, se plantaría frente a Lobo Jackson - Por favor jefe déjenos seguirle, sin su guía habríamos estado perdidos completamente - Algunos de los hombres eran agradecidos con quien les inspiro valor y de paso tras lo ocurrido era probable que buscaran cambiar de vida, por otro lado la otra mitad de los marineros no sabían que harían pero querían que los dejaran en el puerto aceptando la oferta de Hato.

Si todo iba bien el intermediario del que no sabían ninguno de los mercenarios ni su nombre, se iría con la barca y todo el cargamento, dejando el navio rojo una serie de maletas con las recompensas de los mercenarios.

OFF

Como tal la misión estaría terminada, no obstante para llegar al mínimo de post debéis postear todos una vez más, así que postead todos unas conclusiones finales de vuestro personaje con estos últimos acontecimientos y cuando estéis ya mando a cerrar la aventura (Salvo que alguien la lie haciendo un Kael).

Si el lobo acepta la petición de los marineros, estos se volverán reclutas del Ejercito Revolucinario.

Con el traslado de la mercancía a toda vela y los ánimos calmados, Lobo Jackson sentía que había cumplido su parte en aquel contrato, pero sentía que todavía no había cumplido su propósito. Sus ideales, sus creencias y, sobre todo, su estilo de vida le pedían que siguiera junto a aquellos hombres para asegurarse de que llegaban sanos y salvos a tierra. O por los menos, pensaba él, hacer el gesto de acompañarlos a su hogar para que pudieran dar punto final a ese miserable capítulo de su historia.

Pero quien captó su atención fue la mujer al cargo del timón, Hato, con sus decididas palabras colmadas de empatía. Jackson sentía una gran afinidad con la responsabilidad moral y el apoyo emocional que había demostrado hacia los marineros, meras víctimas de esa cruel y sangrienta mañana. Aprovechando el constante ajetreo de la gente sobre cubierta, que iba y venía desde la bodega llevando la carga hacia la lancha de su contratista, el mink se acercó hasta la mujer dando vueltas sobre sí mismo como una peonza hasta quedar de espaldas a ella con una pose elegante, hablándole con un tono en el que sólo Hato pudiera escucharle.

- Estoy de acuerdo contigo-gara, siento que lo correcto es llevar a los marineros a su hogar para que puedan pasar página y comenzar el lento proceso de sanación emocional-gara. - Luego, con la voz aun más baja, le dijo. - Aunque tal vez no sea buena idea que nos relacionemos mucho con las autoridades-gara, podría ser contraproducente para nuestros... Intereses a largo plazo-gara. - 

De haberse quedado cerca de la borda donde se estaba descargando la carga, es posible que el mink hubiera podido escuchar la conversación entre el intermediario de Blackmore y Byron, pero al estar próximo al timón y con su atención puesta en Hato, aquellas palabras se perdieron entre el golpeteo de la madera y los gruñidos del esfuerzo de los marineros.

Fue en ese momento cuando un joven marinero se acercó a él seguido de cinco de sus compañeros. Salvo un par, todos parecían estar en la flor de la juventud, y compartían el mismo brillo ilusionado en su mirada. Algo parecía arder en sus corazones, algo que les impulsaba a acercarse hasta aquel fabuloso mink bailarín con la intención de seguirle en un camino repleto de emoción, energía y baile desenfrenado. 

Lobo Jackson, quien todavía seguía conmovido por el aplomo de aquellos valerosos hombres, sintió que su pecho se henchía de orgullo cuando el joven marinero pidió permiso para que tanto él como sus compañeros pudieran seguirle allá donde fuera. 

- ¡Por supuesto que sí-gara! - Expresó con un ánimo desbordante el mink mientras que su cuerpo hacía una espectacular pose en la que sus manos se colocaban frente a su rostro y bajaban lentamente hacia su pecho. - ¡Sigamos como hermanos del mar y luchemos unidos contra las injusticias y la adversidad-gara! - Luego se giró hacia Hato, quien seguía junto al timón, y le dijo con una gran sonrisa lupina. - Compañera, creo que tendremos nuevos camaradas-gara, ¿qué te parece si en cuanto todo esto termine vamos al puerto y dejamos que los demás sigan su destino como gusten-gara? Después... - 

Una idea tomó forma en su mente, una idea audaz que podría ser muy útil de salir bien. 

- Después podríamos seguir todos juntos en este barco y zarpar a donde queramos-gara. - Le propuso con cierta camaradería, posando con el cuerpo e inclinándose hacia atrás hasta que se quedó mirándola bocabajo pero manteniendo el equilibrio. - Posiblemente en Oykot no quieran volver saber nada de este buque con toda la muerte y recuerdos que trae-gara, y disponemos de marineros expertos para tripularlo adecuadamente-gara. -

En su mente veía cómo el barco pasaba a formar parte íntegra de la flota de la Armada, un pequeño buque desde el que podría viajar de isla en isla haciendo un tour musical como ningún otro. Sabía que los otros miembros de aquel trabajo mercenario seguirían en el barco pero, ¿quién sabe? Tal vez les interese la idea de abandonar Oykot y navegar juntos durante un tiempo.

- Aunque también es posible que traiga problemas y que lo quieran de vuelta-gara, ¿qué opinas? - Indagó con sincera curiosidad para conocer los pensamientos de la timonel.

Yoshiro necesitaba saber que era aquel cargamento que no deseaban aquellos que lo contrataron, el muchacho que no podía más con la curiosidad acabó aprovechando que todos estaban distraídos limpiando y demás para examinar el cargamento. Grande fue su sorpresa al encontrar en esa primera caja varios componentes de metal, parecían estar nuevos y por su empaque no querian que se aboñaran.

Hay muchas piezas... pero creo entender su funcionalidad-el muchacho miraba las piezas y con su imaginación las conectaba poco a poco hasta crear algo que tuviera lógica-¿Algún tipo de maquinaria de vapor?-el muchacho seguía abriendo cajas para poder seguir buscando piezas o lo más importante: los planos.

Este barco iba a ir a una base Marine ¿No? Dudo que esa gente pueda trabajar sin planos. Al menos que... aquel que sabe para que son las piezas trabaje para ellos-ante esa deducción Yoshiro negó la cabeza, no tendría mucho sentido-No, los planos deben estar por aquí, sino aquellos que me contrataron no podían hacer nada con esto. Al menos que solo quieran venderlas o retrasar la construcción de este artefacto-al revisar el resto de cajas Yoshiro encontraba más piezas de metal pero estás eran delgadas y se unían entre sí.

Espera... sé que son estas cosas, son para... ¿Un tren?-un tren de vapor, curioso cuánto menos, Yoshiro solo los había visto en televisión y periódicos-Debo quedarme con esos planos-el muchacho iba revisando y tapando las cajas, aquellas ya revisadas las marcaba con una gota de saliva, era una marca que simplemente se iría en el momento justo.

Si Yoshiro encontraba los planos se los guardaría en su entrepierna, los planos eran muy grandes para doblarlos y simplemente ponerlos en un bolsillo y también se prevenir de no ser examinado. Nadie iba a querer meter su mano en sus testículos ¿Verdad?

Sus contratistas habían llegado a reclamar el botín, Yoshiro se sentía a gusto por no hundir el cargamento, pues si espíritu de artesano estaba interesado en ver en qué se convertía estás piezas de metal, aunque era ese mismo espíritu el que quería conservarlo para si mismo, pero no quería meterse con algún tipo de pez gordo de la mafia por lo que simplemente siguió el ejemplo de sus compañeros y entregó las cajas.

Por otro lado, la mitad de los sobrevivientes querían nombrar al simpatico lobo bailarin como su nuevo capitan, mientras la otra mitad querian volver al puerto y con la ayuda de Hato encontrar algo de justicia. El lobo estaba bastante animado por aquella respuesta y aprovechando que ahora este barco había perdido a su capitán era momento de ser el próximo dueño y si el resto quería, empezar una aventura.

Yo tengo muchas cosas que hacer en mi isla natal. Además, soy fiel a mi gremio de cazadores. No quiero ser un pirata-pero su mirada se posó en la mujer de exuberante belleza y no pudo evitar sonrojarse al pensar que podía tener la oportunidad de pasar una noche cerca de ella, desvió su mirads en la malets de dinero y la tomó-Pero... no me molestaría ayudarles... si obtengo ganancias-explicó intentando ocultar sus verdaderas intenciones.

El mar ya estaba en calma el barco se había detenido ya la tripulación podía darle su merecido respetó a sus compañeros que habían caído durante el ataque de aquel extraño sujeto, Hato había acostado al timonel anterior y cubrió su rostros con sus camiseta para darle algo de respeto al pobre hombre.

El traslado de la mercancía a la lancha del contacto iba bien era algo molesto que Yoshiro revisará la carga pero era su decisión y si se metía en problemas sería su culpa, Lobo Jackson se acercó a la Hato para tener una breve charla -Si es primordial llevarlos a casa ya tuvieron una mañana muy ajetreada y tal vez tengan problemas a futuro, es mejor que descansen- uno de los comentarios del gran cánido fue evitar a las autoridades -Lo se pero no debemos dejar esto impune todos en este mundo merecen justicia, además ellos hablarán con las autoridades en el primera oportunidad yo escaparé no te preocupes-.

Una parte de la tripulación quería volver al muelle del reino de Oykot como lo sugirió Hato mientras que la otra mitad del personal quería seguir al lobo en sus aventuras como su nuevo jefe y capitán del barco, como era de esperarse el no rechazo la propuesta además continuaría luchando contra las injusticias por todo el mar, el Mink no dudó en invitar a Hato a seguir con ellos con sus grandes movimientos de baile y sus carisma podrían convencer a cualquiera, Hato pensó por unos segundos -No dudó que sería un viaje interesante traer justicia y paz al mundo es algo que busco jajaja- por unos breves segundos se imaginó navegar junto al lobo y su tripulación y río por las cosas que podrían suceder.

-Pero tendré que declinar a tu oferta mi Lobo amigo, este ataque podría causar trifulcas y problemas con la población por la inseguridad así que me quedaré para ayudar a las personas- el astro rey ya debía haberse elevado -Además los pescadores parecían ser muy pobres mientras que los pasajeros de la clase media del barco cuando llegue eran muy pudientes, se puede notar la diferencia entre barrios ahorita que se eleve el sol-

La joven estiró su brazo para acariciar el pelaje del pecho de Jackson -No dudó que tendría muchas aventuras contigo y con tu forma de ser tampoco dudo que las risas y diversión nunca faltarían pero primero está la gente- lo miró a los ojos -Si ocupas ayuda enviame un mensaje o una carta y yo iré a ayudarte, espero que cuando termine aquí todavía tengas ese espacio para mí en tu tripulación Lobo- le propinó un ligero golpe al Mink en su pecho y regreso al timón, volteó a ver a Yoshiro -También vas a bajar en Oykot o viajaras con el Lobo cazarrecompensas- ya lo tenía marcado ahora ya sabía la profesión del pelirrojo.

Al terminar de cargar el contacto les dejo maletines con su merecida paga Hato aceptó lo suyo y llevó el barco de regreso a Oykot como lo había prometido.