¿Sabías que…?
... Garp declaró que se había comido 842 donas sin dormir ni descansar porque estaba tratando de batir un récord mundial. ¿Podrás superarlo?
[Diario] Diario de Nagaki
Nagaki
Medusa
¡Hola, querido diario! Soy yo, Nagaki. Estoy emocionada de contarte sobre mis últimas aventuras, porque ¡qué días he tenido! A veces no puedo creer lo que me ha pasado, y no sé por dónde empezar, así que aquí va. El jefe de mi escuadrón me ha obligado ha sugerido a hacer esto porque dice que tengo memoria de pez y así no se me olvidarán las cosas, así que mejor que mejor.

¡Hoy he conocido a dos nuevos amigos en la Marina! Mi Senpai se llama Lovecraft, no habla mucho, pero es muy divertido y agradable estar con él. ¡Y está muy fuerte! Hizo una pose de meditación que intenté imitar ¡y me caí! ¡fue increíble!. Mi otro amigo, Meitetsu, es un chico con una máscara muy chula y muy manitas, ¡me dijo que se dedicaba a arreglar mecanismos y cachivaches!. Que bien me lo he pasado con ellos.

Día 3 de Verano de 724. (Aventura: El tercer día en la Marina)
Hoy me siento como una heroína, aunque mis hazañas pasaron desapercibidas. ¡Defendí el puerto de un ataque de bestias marinas nada menos! No era un día cualquiera. Mientras exploraba la parte de abajo de uno de los barcos de la marina, me encontré con el peligro acechando justo en el lugar donde estaba viviendo mi nueva aventura con los Marines. Las criaturas marinas eran enormes, y su reflejo de escamas brillantes me hizo sentir chiquitita, pero mi valentía creció al recordar que debía proteger a mis amigos humanos, los marineros.

Me encanta hacer travesuras, ¡pero esta era diferente! No solo estaba haciendo bromas, sino que estaba en juego la seguridad del puerto. Al final, acabé espantando a las criaturas con burbujas y un torbellino marino, aunque sentí un leve dolor en mi corazón por haberse asustado, seguro que las pobrecitas estaban sólo hambrientas y que serían muy majas. ¡Es tan difícil ser una niña gyojin en un mundo de humanos! Pero, claro, el deber llama y mi cariño por los marineros supera cualquier remordimiento.

¡Esa fue una aventura espectacular! Siempre he querido proteger a los demás, pero no pensé que lo haría así. ¡Fue tan emocionante! Quizá debería considerarlo para un futuro en la Marina, incluso si nadie se enteró...


Día 4 de Verano de 724. (Aventura: La misión del barco pirata)
Ayer fue un día absolutamente emocionante en la Isla Kilombo. ¡Fui asignada a mi primera misión importante! Debíamos inspeccionar un barco pirata requisado. Mi corazón latía a mil por hora, ¡piratas! Mi curiosidad me llevó a descubrir colonias de termitas devorando la madera, convertí mi misión en un momento de aventura pura, con una mezcla de travesura. 
Observé cada inquieta termita, sentí que eran algo más que un problema, eran parte de la historia de ese barco, un recuerdo de las travesuras de los piratas que se me pasaron por la cabeza en ese momento. En mi mente, yo ya había planeado un gran desfile de piratas celebrando su tesoro, ¡pero lo que realmente encontré fue una lección! A veces, lo más importante no se mide en oro o joyas, sino en los pequeños actos que marcan la diferencia. Además, ¿quién necesita tesoros cuando los verdaderos cambios se producen justo en el momento en que uno menos lo espera?

Cuando el tiempo apremiaba, me convertí en una pequeña superheroína de madera, y usé todo mi conocimiento para encontrar una solución. Con la mezcla de aceites y frutas, logré alejarlas y salvar el barco, lo que, en retrospectiva, fue mucho más interesante que buscar tesoros. ¡Aunque olvidé la parte del tesoro de la tarea!

En estos dos días, he aprendido que las aventuras pueden ser emocionantes y también significativas, y aunque nadie se dé cuenta de mis logros, siempre guardaré esos momentos en mi corazón. Nadaré en los secretos del mar y en mi pasión por las travesuras, mientras estoy aquí en la Marina, dejando una pequeña huella en este gran mundo. 

¡Hasta la proximo día... (Nagaki se equivocó al escribir esto y lo ha tachado)
¡Hasta el próximo día Señor diario!
#1
Nagaki
Medusa
Hola, querido diario! Soy yo, Nagaki. ¡De nuevo!.

Tengo que contarte una historia sobre un sueño que tuve el día 19. 

Hoy, después de un agotador turno en la Marina, una melodía se anidó en mi mente mientras trataba de descansar. Todo lo que necesitaba era un sueño reparador. Sin embargo, en medio de ese sueño, fui transportada a un paisaje jamás imaginado. Al abrir los ojos, me encontré tumbada en la costa de un río semihielo, con el cielo gris pesando sobre mí. El ambiente era inquietante: a la orilla opuesta se extendía un pantano oscuro que susurraba secretos misteriosos.

 Al levantarme, quedé atrapada en una mezcla de curiosidad y miedo; este sueño era más real que cualquier otro que había experimentado. Cada piedra afilada bajo mis zapatos y el penetrante olor a ciénaga me hacían sentir tan presente como nunca antes. Decidí que debía avanzar hacia la tundra.

A medida que caminaba, la belleza helada del paisaje me dejó sin aliento. La nieve cubría todo, y, a pesar de la desolación, algo en su pureza me cautivó. Pero pronto, el vacío a mi alrededor se volvió abrumador. Sin señales de vida, la soledad me empujó a buscar refugio. Comencé a recoger ramas secas, una tarea que se transformó en un propósito renovador en medio de la incertidumbre.

Mientras avanzaba, cada paso confirmaba que este era un mundo que necesitaba explorar. Con cada rama que recogía, sentía que tomaba el control de una situación que podría haberme abrumado. Pero, al acercarme a una montaña, noté un sonido peculiar al dejar mis palos en el suelo; ¿habría algo escondido allí?

Finalmente, decidí investigar y me dirigí a buscar más madera. La búsqueda se interrumpió abruptamente. Escuché una voz a mis espaldas. Un ser peculiar, un lobo bípedo vestido, se me presentó, Alexander se llamaba. No sabía cómo había llegado aquí, pero el frío me empujaba a actuar. Alexander parecía amable, y me sentí un poco más segura con su presencia. Pero antes de que pudiéramos avanzar en nuestra conversación, un profundo retumbar resonó sobre nuestras cabezas.

Un oscuro manto de nubes se acercaba, trayendo consigo el eco amenazador de una tormenta. Sin pensarlo, grité para que me siguiera mientras corría hacia el pequeño hueco que había encontrado.

La tormenta estalló con ferocidad. Mientras entraba en el refugio, mis pensamientos se centraron en la seguridad. Recordé el sonido que había escuchado antes y la parte hueca de la pared. Con determinación, golpeé la pared. Después de algunos momentos de tensión, se abriría una pequeña entrada a una cueva.

Era un refugio, un lugar que prometía seguridad en medio del caos. El interior de la cueva se convirtió en un remanso de paz, mientras afuera se desataba la furia del cielo. Acepté que, aunque todo era un sueño, el sentido de aventura y la necesidad de supervivencia estaban presentes. Y de repente... ¡PUUUUUM!
#2
Nagaki
Medusa
Hola, querido diario! Soy yo, Nagaki. ¡De nuevo!. Para nada esto es una historia pequeña que voy a dejar en borradores para no perder la racha los dias que no voy a poder estar en el foro.

Tengo que contarte una historia sobre un sueño que tuve el día 19, sí, otra vez ¡Es que..! ¡Es que..! ¡Ha sido muy emocionante! ¡Y horrible! ¡Y tenía un fantasma que me obedecía y hablaba!.

Todo por orden, lo primero es lo primero. Me desperté después del gran ¡PUUUUUUM! en unas montañas. Si, si, unas montañas. ¿Qué como llegué allí? Yo que sé, era un sueño muy raro, me habrían teletransportado antes de la explosión o algo, porque vi todo negro y de repente lo siguiente que vi fue estar en la cima de unas montañas rodeado de ruinas, lluvia, humedad, un rio muy grande y más montañas. Lo peor de esa zona es que al poco que comencé a andar por esa zona y explorarla sentí como me iba debilitando poco a poco, era un asco la verdad, pero al poco de andar encontré a un cangrejo y un gnomo peleándose entre ellos.

Parecía que se estaban haciendo mucha pupa, porque la verdad es que se zurraban de lo lindo. Decidí esconderme a ver qué pasaba cuando escuché una persona diciendo algo similar a mi nombre ¡y resulta que era yo!. O sea yo, pero no yo, no era mi reflejo pero era alguien idéntica a mí. Así que hice lo más valiente y sensato que hay que hacer en estos casos: gritar y correr. ¡Pero al menos me llevé unas bolsas con chapas de camino! Luego a partir de ahí todo es más confuso. 

Recuerdo escuchar una voz... y ofrenda para Orfeo... y ahí empezó la pesadilla. Recuerdo atacar al cangrejo.. escapar de ahí... ver unas criaturas amarillas... meterme en el lago... y luego todo es muy confuso. Recuerdo el minion fantasma, Boo creo que le llamé. Recuerdo que me obedecía y que iba por ahí volando a centímetros del suelo pero aun así el minion hacía el gesto de caminar pero por el aire. Eso y sentirme muy poderosa... luego ví a un hombre que se hizo de repente gigante, pero no recuerdo más de él. A partir de ahí se me hace todo borroso.

Pero bueno diario, si recuerdo algo más te lo iré diciendo <3
#3
Nagaki
Medusa
¡Hola, querido diario! Soy yo, ¡Nagaki de nuevo!, y estoy tan, TAN FELIZ que no puedo contener mi emoción. ¡Nuestra base ha sido reconocida por su buen rendimiento! Así que estoy aquí, contándote mis locas aventuras porque seguro segurísimo que gran parte de el reconocimiento ha sido por mi gran labor en la base.

Luego, en la Marina, conocí a mis nuevos amigos, Lovecraft y Meitetsu. ¡Lovecraft es fuerte y sereno! Y Meitetsu, ¡tiene una máscara genial y arregla cosas! Nos hemos divertido tanto juntos, ¡deberías ver cómo intenté imitar la pose de meditación de Lovecraft! ¡Me caí y fue increíble!

Día 3 en la Marina, ¡fue un día para recordar! Me encontré defendiendo el puerto contra BESTIAS MARINAS. Aunque eran enormes y sus escamas brillaban, recordé que debía proteger a mis amigos. ¡Así que las espanté con burbujas y un torbellino marino! Vale, sí, sentí un poquitín de pena por asustarlas porque estoy seguro que eran muy simpáticas y sólo tenían hambre, ¡pero el deber llama! Defendí a los marineros y me sentí como una heroína. Seguro que eso dio muchos puntos.

Día 4, ¡oh, qué aventura! Por fin tuve mi primera misión importante: inspeccionar un barco pirata requisado. ¡Piratas! Podía hasta imaginar el oro y los tesoros... pero en cambio, encontré termitas devorando la madera. ¡Menudos bichos más bonitos y asquerosos al mismo tiempo! En lugar de caer en el pánico, convertí esa situación en una aventura creativa. Usé aceites y frutas para alejarlas. ¡Salvé el barco y posiblemente todos los de la zona de esos bichejos! Seguro que eso también dio muchos puntos en la valoración.

Día 15, he conocido a una nueva amiga, Airgid Vanaidiam se llama, ¡JÁ! he escrito el nombre bien a la primera. Es una rubia muy misteriosa y guapa que iba en silla de ruedas, juraría que podría ser modelo si quisiera y la verdad es que me ha caido requetesuperbién. Espera, ¿eso va junto o separado? lo dejaré así para no tacharlo. Resulta que ese día encontré una página de Akuma no mi y un hombre me la tasó y me confirmó su autenticidad. Él fue el que me puso en contacto con ella y tras una charla intensa por el precio acordamos el precio de 20 millones. ¡20 millones por un papel que acababa de conseguir de la nada! ¡menudo golpe de suerte!. Con esto estoy cada vez más cerca de mis sueños.

Así que aquí estoy, querido diario, celebrando nuestras aventuras y sintiéndome muy feliz por todo lo que he aprendido.

¡Hasta la próxima, querido diario! ¡Estoy ansiosa por más aventuras! ?
#4


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