¿Sabías que…?
... Si haces click 321 veces en la siguiente palabra: Mandarina. ¿Ganarás 500 berries? No nos hacemos responsables de quien lo intente.
[Común] Aquel día que pescamos [Pasado - Cadmus]
Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
Hace 2 años...

Los rayos del sol cruzaban sin problemas a través de un cielo azul despejado de nubes, más que unas escasas pinceladas en el horizonte. La exposición prolongada al astro rey causaría una rápida serie de molestias en cualquiera, por eso el muchacho estaba descansando bajo la sombra de la copa de un árbol, mientras disfrutaba del sonido del arroyo fluyendo.

Su postura era relajada, denotando una cierta somnolencia en el joven que postrado apoyando su cabeza sobre la corteza del árbol mantenía uno de sus pies descalzo firmemente apoyado sobre la tierra firme notando la tierra y césped entre sus dedos; mientras su otra pierna se cruzaba por encima de la primera mostrando como con su pie sujetaba el mango de una caña de pescar, ligeramente sujeto entre su pulgar e índice del pie. 

Un pequeño tiempo de contemplación y somnolencia que aquel chico estaba tomándose para eludir el sol, cerca de ese arroyo aquel era el único rastro de flora lo bastante elevado como para cubrirlo de la sombra, el resto de matorrales o escuálidos troncos que se encontraban por la zona eran demasiado pobres y no quería alejarse del rio y sus presas. 

La pesca solo era una mala forma de matar el tiempo tentando a la suerte, aunque no podía soltar la misma porque sino no vería si se comenzaba a agitar. Pero no tenia ningún interés realmente en tomar algún pobre pececillo del riachuelo, aunque bueno según cuanto rato más estuviera ahí no seria descabellado asar un buen botín que llegara en el momento oportuno. El decidiría conforme evolucionaran los acontecimientos.

Pero como decíamos todo esto era una fútil y poco productiva forma de pasar el tiempo hasta que pasara el día, puesto que el barco que esperaba no partía del puerto hasta el día siguiente al amanecer. Un viaje que lo conduciría hacia una isla llamada Kilombo por lo que le dijeron, no conocía el lugar pero le estaba bien. En esta época de su vida Tenji tan solo permanecía expectante por lo que pudiera pasar y sin un rumbo fijo o claro en su destino. 

Aunque se relajo demasiado y realmente comenzó a ser abordado por una somnolencia equiparable a un infante expuesto a una canción de cuna. La cálida brisa, el sonido del agua fluyendo, los pájaros cantando y ningún alma que le hubiera molestado en todo ese rato; simplemente un entorno idílico que invitaba al descanso.
#1
Lionhart D. Cadmus
Tigre Blanco de la Marina
Cadmus regresaría a su hogar tras tantos años, la Isla Syrup. Para él, representaba el cúmulo de los mejores momentos de su vida, y dudaba que incluso con el paso del tiempo eso cambiara. Compartir con su abuelo esos momentos era especial, siempre consciente de que algún día lo perdería. Tras su muerte, Cadmus supo que debía independizarse y vivir siguiendo las lecciones y reglas que habría propuesto su querido abuelo Saifer. Además, tras su fallecimiento, Cadmus abriría un cofre que éste habría ocultado por tantos años, encontrando una extraña fruta que, por orden de su abuelo, debía comer. Hacía ya cuatro años de ese momento, y aunque Cadmus aún no veía las consecuencias de aquel momento, según le habría comunicado su abuelo antes de fallacer, ese acto era esencial para protegerlo, incluso después de la muerte.

Ahora, Cadmus volvería a la Isla Syrup, desembarcando de un barco mercante que elegiría al azar. Era el momento de regresar a su hogar por unos días antes de zarpar de nuevo al mundo. Recordaría entonces una de las actividades más especiales que compartía con su abuelo: la pesca. Encontraría un lugar idílico, con una cálida brisa, y comenzaría a pescar con la caña que usaba su abuelo. Ágilmente, se subiría a un árbol, lanzando la caña y la carnada a varios metros de altura sobre un río, esperando conseguir algo. Aunque la pesca podía ser aburrida, le divertía porque le recordaba a su abuelo. Para protegerse del astro rey, aunque relativamente templado, usaría una hoja enorme que le daría sombra.

[Imagen: f118acf37bc949839a3d3bf0a6cb7431.jpg]

Debía tener cuidado, pues a unos metros del árbol donde estaba, había otra persona pescando. Cadmus prefería mantener la distancia y quedarse en las alturas para evitar acercarse demasiado. Algo pescaría aquel día, seguro. Tan solo debía esperar que el anzuelo cayera y subir su trofeo para poder disfrutar asar unos pescaditos. La persona de debajo, sin embargo, más que pescar, parecía dormitarse. Tenía una apariencia un poco particular, parecía que se habría quedado dormido, porque con su visión privilegiada, incluso encima del árbol, Cadmus podía notar que la bandana de tela que seguro tenía en su frente, se le habría caído hacia los ojos. Sería imposible ver así. ¿Debería despertarlo?
#2


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 3 invitado(s)