Hay rumores sobre…
... una plaga de ratas infectadas por un extraño virus en el Refugio de Goat.
[c-pasado] Buscando el almuerzo
Gretta
La Devoramundos
Día 83 de Invierno del Año 723

El barco, o más bien esa pequeña tabla si la comparábamos con su navegante, se estrelló contra las rocas de la costa, raro es que no se hubiese hundido antes. Si el pobre pescador dueño del barquito hubiese sabido que el sustento de su familia iba a acabar así aquel día, tal vez habría intentado hacer algo, aunque a quien vamos a engañar, ese infeliz no podría haber hecho otra cosa, no siempre un jabalí de 5 metros que habla se te planta delante de tu casa, te tumba la puerta y te dice que o le das comida y transporte o se come a tus hijos y usa tu casa de barco. Bueno pues ahí estaba Gretta, estrellándose contra una nueva isla con un barco cedido y una bolsa enorme que en algún momento albergó comida.

"Vaya mierda de barco" pensó Gretta, mientras saltaba en el último momento aunque sin mucha suerte para no estrellarse, parecía que iba a lograrlo sin problemas pero nunca había sido muy ágil y esta vez tampoco iba a ser una excepción, no pudo evitar tropezarse con una de las rocas puntiagudas y caer de bruces a la arena. 
-Puagh me cago dios eh, mato quien haya puesto rocas aquí ah- oungh oungh maldijo gritando mientras se levantaba tan dignamente como podía y echaba una mirada a los lados a ver si la había visto alguien. Pobre del infeliz que se hubiese encontrado en ese momento en la playa, por suerte para el mundo y por desgracia para Gretta no había nadie.

Miró al barco y vio como este se hundía poco a poco "necesito otra cosa de estas, si puede ser más grande mejor" se apuntó en el cerebro "y comida" se dijo mirando la bolsa vacía que aun aferraba en la mano, el sol picaba en lo alto y sintió la necesidad de cubrirse, se alejó de la arena por instinto hasta que el suelo cambió a algo más terroso y tras elegir un sitio y hacer hueco quitando arboles y arbustos comenzó a removerla hasta hacer un gran cerco, cuando tuvo unos 7 metros de diámetro de tierra removida, fue a por agua, y tras mezclarla se creó una buena piscina de barro, -bueno bueno- dijo mientras se desvestía, y se introducía en la piscina natural. Aprovechó para descansar y acicalarse, no se podía saber si en esta isla pudiese haber un hombre apuesto al que conquistar.

"¿Cuánto hace que no conquistaba a alguien?", se preguntó mientras burbujeaba en el barro, desde aquel hombre en la isla con forma de pastel que no estaba con alguien, nunca encontró respuesta a porque aquel hombre lloraba y gritaba mientras se lo llevaba en un hombro, ni porque por la mañana después de estar con el en su casa unos soldados querían prenderla, "acaso no podía una mujer como ella ser feliz?, ¿es que este horrible mundo nunca iba a entenderla?"  pero de esa historia habían pasado ya muchos barcos y fuese la que fuese la respuesta, ahora no tenía importancia, le acababa de rugir el estómago y eso era indicación de que se terminaba el tiempo de relajarse, tocaba trabajar otra vez.
#1
Juuken
Juuken
Hoy no era un día especialmente bueno, apenas corría nada de viento, el sol pegaba demasiado para esa época del año y tenía aborrecido aquél lugar. Igual era el momento de plantearse tomar un barco y abandonar esas islas, ya no había nada interesante que hacer por allí, aunque no sabía exactamente las intenciones de Lance, además el encuentro con aquél hombre pez, que resultó muy extraño, me dejó bastante extrañado, aunque seguramente ya se había ido de allí.

Estaba próximo a una zona con bastante arena, el otro día pude ver gente aquí tumbados y dándose baños en el mar. Una pena que perdiese las fuerzas cada vez que entrase al agua, se sentía algo súper relajante. De modo que decidí dar un paseo por aquella zona, a esas horas dudaba que hubiese nadie por allí.

Comenzó a soplar una brisa bastante agradable, iba caminando con las manos en los bolsillos, cerré los ojos para relajarme. El camino era plano, sencillo, y quería sentir el aire directamente en mi rostro y mi cabello, la sensación era verdaderamente relajante. De vez en cuando, un chorro de aire más cálido, y menos agradable, mas por lo general el frescor del viento resultaba tanto agradable como gratificante.

Continuaba caminando, me detuve, abrí los ojos mirando al mar, era una vista increíble, un suave oleaje mecía la orilla. El sonido del agua en movimiento me incitaba a tumbarme y mantener la posición durante horas. Me giré con esa intención. Un sonido de chapoteo me llamó un poco la atención, miré hacia mi derecha y la imagen fue algo que verdaderamente me dejó bastante descolocado.

Una gran criatura estaba allí, en medio de la arena, en una especie de hoyo cavado en la misma, retorciéndose en... ¿barro? Me quedé contemplando directamente, posiblemente sería una criatura peligrosa, aunque tal vez no, con esa forma de actuar debía ser un animal, pero lo veía demasiado grande para tratarse de un simple animalito, sería como siete u ocho veces yo. Tal vez más.

Me quedé completamente embobado, un terrible rugido se escuchó desde donde estaba esa criatura, que todavía no había advertido en mi presencia, tragué saliva. Tal vez debería huir, igual sería lo más sensato. La curiosidad me pudo, y en vez de moverme para alejarme, lo hice para acercarme, quedando a escasos tres metros de ese hoyo donde estaba ese ser.

No sabía qué podía ser, estaba muy a gusto en esa especie de piscina de barro, igual se trataba de otro hombre pez, como ese tal Qazan. Aunque este tenía un aspecto totalmente distinto, pero ya me esperaba cualquier cosa de este mundo. Me quedé mirándole con una sonrisa, a la vez que advertí que nuestras miradas se cruzaban. La emoción de seguir conociendo nuevas criaturas de este vasto mundo me agradaba bastante.

Pero no dejaba de temer que fuera una criatura peligrosa. Debía mantenerme alerta por si acaso. Lo que no estaba seguro era que mi emoción actual me permitiese mantener la cautela contra esa gigantesca criatura.
#2
Gretta
La Devoramundos
"Un último revolcón" se dijo mientras rezongaba una última vez en el barro -OUNGH OUNGH-, "¿Por qué no hacían esto siempre las demás criaturas?", la verdad es que no lo entendía, la gente se bañaba con agua y se echaban unos líquidos tóxicos, que por cierto sabían a rayos y luego cuando ella se bañaba en barro, algo que era de lo más natural algo que viene de la misma tierra, la gente iba y la llamaba cerda, o guarra, ahora eso sí, después de la paliza que les caía algunos no volvían a hablar. Pero basta de pensar, el estomago le pedía movimiento y era hora de hacerle caso, saliendo de la charca cogió sus ropas y comenzó a moverse de un lado a otro alrededor de esta mientras se secaba y se vestía, entre que estaba enfocada en la tarea y que estaba muy relajada no se percató de que algo la estaba mirando y casi lo acaba pisando dos veces antes de por fin darse cuenta de que estaba ahí.  
 
Se quedó momentáneamente quieta entre asustada y alerta por lo repentino de la situación, entonces se fijó bien, era un niño y no se alzaba más de un palmo, relajó la pose y Gretta empezó a pensar posibilidades, su perdición era sobrepensar, en momentos en los que no controlaba la situación le pasaba mucho y nunca se le daba bien, por eso acababa siempre soltando un puñetazo "¿Que hace este chico aquí? ¿en un bosque? ¿solo?, se ha perdido seguro, pero se ha atrevido a acercarse a mi, tiene que estar desesperado, casi nadie se acerca a mi, pero ¿y si no es un niño?, como sea un espíritu del bosque me cago encima ¿y si murió justo en este sitio y yo me acabo de dar un baño con su tumba? hay mi madre!, que blanco es, es un fantasma seguro" 

Empezó a ponerse nerviosa ella sola, cogió una rama que para el chaval sería un tronco y se lo lanzó sin fuerza al niño para ver si era corpóreo, mientras le decía -¿Que haces ninio? ¿tienes problemo? Por qué relajada eh que si no te caían dos ostias- Cuando verbalizó las palabras, su cabeza se libero un poco de la presión y se pudo fijar en que el chaval era bastante guapo y entonces planteó otras posibilidades "puede ser que solo esté buscando tema por el bosque, al fin y al cabo ha estado mirándome bañarme a saber cuanto tiempo mientras estaba desnuda, o tal vez sea un pobre falto que deambula por ahí, si es eso con lo guapillo que es, hasta puede que me divierta antes de ir a comer e incluso puede que lo estén buscando y me den comida a cambio de devolverlo, baño, sexo y comida que buen día se está quedando" ya estaba divagando otra vez y ni prestaba atención al niño.
#3
Qazan
Qazan
Llevaba ya varios días buscando un tipo concreto de madera en el bosque, quería iniciar una fabricación artesanal de instrumentos musicales pero necesitaba aquella madera concreta, la dureza y flexibilidad perfectas, ligera como una pluma pero a la vez con una resonancia impecable para conseguir los sonidos más bonitos y maravillosos que su músico fuese capaz de sacarle al instrumento. -Dichoso bosque... llevo ya casi una semana y no hay manera de encontrar un solo árbol de Avellanario-. Dije hablando conmigo mismo mientras seguía deambulando por el bosque. No tardé mucho en escuchas a la lejanía un tremendo alarido, como si de una bestia sacada de los poetas de los trovadores se tratase. 

-¡Ostias!-. Lo que fuese que había gruñido de esa manera debía tener un tamaño colosal, tanto, que de la potencia del rugido me había quedado paralizado unos segundos. -Si hay Avellanario puede esperar, esa cosa es más interesante-. Cayéndome una gota de sudor frío por la frente simplemente seguí el eco del alarido, no tenía mucha perdida ya que hasta las hojas de los árboles se había movido de la propia potencia. Conforme me acercaba, podía ver una calva entre los arboles, una pequeña zona despejada de los mismos por donde el sol se colaba casi marcando el punto exacto de un tesoro pirata. Cuando llegué la escena que me encontré era cuanto menos rara de narices. 

Juuken estaba ahí plantado como un pasmarote mientras que delante suya había una especie de cerda gigantesca con las tetas colgando como dos globos de agua solo que cada una de estas era del tamaño del pequeñajo. Igual me estaba entrometiendo donde no debía, para gustos colores y siempre me han caído mejor las razas animaloides antes que los humanos. Debía ser un buen amigo, nuestra breve amistad lo valía y precisamente podía reforzarla todavía más si le ayudaba a ligarse a la jabalí. -Veamos, ¿Cómo podría ayudarle?-. Traté de pensar algo que pudiese servir para que aquella relación fuese lo más fructífera posible. -¡Ya sé! Le ayudaré con el primer paso-. 

-Ánimo Juu, no decepciones a tu ligue-. Le dije mientras me acercaba a él poniéndole la aleta sobre el hombro para acto seguido lanzarle con un breve impulso a los brazos de la cerda. -Disfrutad la tarde chicos, me piro a la playa a ver si sigo con mi trabajo-. Les dije luego de lanzar al pequeño Juuken a los brazos de su nueva amiguita, de seguro que me lo agradecería, no conocía demasiado a Juu pero sabía que era demasiado tímido para dar el paso inicial... -Tranquilo Juu, en nombre de nuestra amistad, yo daré ese primer paso por ti-. Pensaba hacia mis adentros mientras me iba alejando para darles intimidad y espacio. Fíjate si era considerada la chica que parecía haberse entretenido en hacer una piscina donde poder revolcarse juntos y pasar un buen rato. -Les veo un buen futuro a ese par, les deseo lo mejor-.
#4
Juuken
Juuken
Aquella criatura de pronto se percató de mi presencia, era maravilloso, una criatura de semejantes proporciones podría ser capaz de partir por la mitad a alguien. Debería de tener una fuerza abrumadora. Lo que nunca había visto era que pudieran ir a cuatro patas.

Una vez de boca de Tom escuché que habia algunas criaturas que él llamo de aspecto humanoide, también se les llamaba Gorilas segun dijo, y se asemejaba de que, al igual que los humanos, se movían a dos patas solamente, pudiendo utilizar las manos pars otras cosas.

Debía tratarse de uno de esos seres, un humanoide o Gorila. Era fantástico, y no pude evitar mi asombro y alegría mientras lo veía.

De pronto vi que el gorila se ponía nervioso. Miró hacia los lados y cogió un tronco. ¿Cuánta fuerza podría tener para levantar eso como si nada? Abrí los ojos como plstos, esa criatura me lanzó el tronco directamente, y tuve que esquivarlo, no me costó mucho, de hecho solo di un paso hacia mi lado derecho por instinto, pasando el tronco bastante a mi izquierda. Sería muy fuerte, pero no apuntaba nada bien. No pude evitar sonreir de nuevo.

-¿Que haces ninio? ¿Tienes problemo? Por qué relajada eh que si no te caían dos ostias.

Lo que Tom no me había dicho era que también pudieran hablar, lo cual me dejó bastante descasillado. Era muy curioso todo lo que estaba descubriendo últimamente.

-Vaya, que sorpresa. No sabía que también podíais hablar los gor...

Mi frase se vió interrumpida por la intrusión de un tercer ser en la conversación, y en la escena. Sentí una mano en mi espalda. Me había atrapado desprevenido, estaba tan centrado en ese humanoide que estaba delante de mí que había dejado de prestar atención a mi entorno.

-Ánimo Juu, no decepciones a tu ligue.

Se trataba de aquél hombre pez del otro día, Qazan si mal no recordaba, había venido por detrás y me dedicaba esas palabras con un gesto en la cara que no terminaba de entender.

No sé qué pretendía pero no se quedó ahí. Puso una cara que se me antojó un poco malévola, me disponía a darme la vuelta cuando me pegó un fuerte empujón al mismo tiempo.

-Disfrutad la tarde chicos, me piro a la playa a ver si sigo con mi trabajo.

La fortuna no estaba de mi lado. Con ese empujón no pude evitar tropezarme con mi propio pie por esa postura tan difícil en la que había sido empujado. Trastabille un poco tratando de recuperar la estabilidad. No lo conseguí. Caí de bruces en el borde interior de la piscina de barro que aquella criatura me había lanzado.

Me incorporé rápidamente dando la vuelta y plantando el culo en ese barro, sin darme cuenta que solo me estaba restregando en él. Con cara malhumorada me fijé en el hombre pez que se iba alejando de la zona.

-¡A QUE HA VENIDO ESO, PESCADO! -grité algo molesto por la situación.

Volteé mi cabeza hacia atrás, fijandome en la bestia de allí, todavía no sabía sus intenciones ni, si querría acabar conmigo, como fuera estaría preparado para lo que fuera.

También era cierto que igual había invadido su intimidad sin darme cuenta. Me quedo clsro que eso era importante cuando en su tiempo iba a buscar a Marin y se avergonzaba, además de lanzarme cosas a la cabeza, cuando la cogía en situaciones que parecían avergonzarla. Mucho me repitió lo de la intimidad, pero yo seguía sin saber que era.

Tal vez tenía algo que ver en esa ocasión, esta criatura también me había tirado algo a la cabeza. O bueno, lo había intentado al menos. Me levanté con algo de dificultad, para darme cuenta que prácticamente me había rebozado en barro.

-Lo siento. ¿Es tu barro? No fue mi intención, solamente me caí.
#5
Gretta
La Devoramundos
El niño estaba diciendo algo, pero si ya era un poco rara la situación, Gretta pudo ver como otra criatura aparecía en escena y se dirigía por la espalda hacia el chico rarito-voyeur, el nuevo era uno de esos hombres-pez, había visto y probado ya unos cuantos, este era algo más grande que el niño-fantasma, mientras se acercaba el niño esquivó el tronco, asique no pudo comprobar si era un espectro o no, pero el hombre-pez resolvió la duda cuando le habló. 

-Ánimo Juu, no decepciones a tu ligue- y acto seguido lo empujó hacia mí diciendo -Disfrutad la tarde chicos, me piro a la playa a ver si sigo con mi trabajo- lo que terminó de quitar toda sospecha en la espectralidad del niño.

Ahora tenía enfrente a un chico perdido algo enfadado con el hombre pez -¡A QUE HA VENIDO ESO, PESCADO!- le gritó el chico mientras el susodicho se alejaba a trabajar "¿en que trabajaría un hombre pez? ¿tal vez pescaba humanos? ¿o tal vez se refiera a lo que hago yo y trabaje buscando comida?" pensó Gretta, si tenía ocasión se lo preguntaría, -Lo siento. ¿Es tu barro? No fue mi intención, solamente me caí- dijo el niño con un tono de infantilidad a escasos centímetros de la barriga de Gretta mientras parecía limpiarse el barro con aun más barro.

"mierda que susto me ha dado otra vez este crío, me había quedado absorta con mis pensamientos sobre la laboriosidad del hombre pez y se me había olvidado de que tengo un trabajo justo aquí" pensó mientras comprendía lo que ababa de pasar, el pez había acabado con la teoría del espectro y había confirmado la teoría de que el niño estaba buscando sexo por el bosque insinuando que yo era su ligue.

-Si ninio, es mi barro ah, perro cabemos los dos perfectamente, ven tumba, tu pequeño, perro puedo enseñar cosa eh- dijo Gretta mientras se sentaba con las patas abiertas para estar lo más parecido a una misma altura del niño que podía, "de cerca es aun más guapete" pensó y señalo con sus manos a sus partes bajas y a las del niño -No se si eso va llenar esto eh, asique prrueba entrrar tu- ya le había pasado otras veces que las personas a las que se llevaba para disfrutar no tenían unas herramientas lo suficientemente grandes y tenía que optar por meter los cuerpos casi enteros por la fuerza, pero no querían y del forcejeo algunos acababan muertos o desmayados y al final no daba el mismo gusto, si el chaval lo hacía por iniciativa propia sería algo nuevo, después cuando acabase podría llevarlo a su casa.
#6
Qazan
Qazan
-¡A QUE HA VENIDO ESO, PESCADO! -. Comenzó a increparme Juuken al tiempo que seguía investigando los árboles de la zona. No estaba entendiendo su queja, el otro día me dijo lo tímido e inocente que era pero aquella situación parecía todo lo contrario, en medio del bosque... Los dos solos... En una charca de barro... Y con aquella jabalí desnuda con sus colosales pechos colgando. - Oye oye, que yo solo trataba de ayudarte con tu timidez.- Le dije al tiempo que me giraba nuevamente para ver aquella grotesca escena. 

-Si ninio, es mi barro ah, perro cabemos los dos perfectamente, ven tumba, tu pequeño, perro puedo enseñar cosa eh- dijo la jabalí mientras se sentaba con las patas abiertas para estar lo más parecido a una misma altura del niño que podía, señalo con sus manos a sus partes bajas y a las del niño -No se si eso va llenar esto eh, asique prrueba entrrar tu-. ¿Se lo pensaba comer por sus genitales? Porque si la idea de la jabalí era tener sexo con el pequeñajo... Tenían un ligero problema logístico. Bueno, ligero no, más bien un "pequeño" problema.

-Estooo... Chicos... ¿Estáis seguros de que lo que vais a hacer es buena idea?-. Les pregunté mientras estaba perplejo ante el tamaño de semejante cueva que tenía la cerda entre las piernas. Sin bromas, aquello podía ser perfectamente el almacén de una taberna. La jabalí le seguía insistiendo para adentrarse en sus genitales. Sin duda podía ser una muy buena vehículo de transporte aunque no demasiado práctico. ¿Qué debería hacer? Ahora empiezo a dudar de que la jabalí sea un ligue de Juuken, casi parecía que quería abusar de él y... ¿Partirlo por la mitad?. Debería echarle una mano.

O tal vez… puede que me estuviese entrometiendo donde no me llamaban y de verdad era la timidez de Juuken quien hablaba ahora… Como se quede sin ligue a mi que no venga a llorarme que yo mismo le meteré de cabeza en los adentros de esa mala bestia. Luego de un segundo de dudar si ayudarle o no, opté por desbaratar aquella copulación tan estrambótica.

Me acerqué corriendo al borde de la piscina de barro con la precaución de no resbalar con la tierra aunque no era tarea sencilla. -¡Insensato corre, dame la mano! -. Recordé por un instante que algo parecido nos pasó en el momento en que nos conocimos cuando caí del barco pesquero y Juuken me ayudó a levantarme del suelo. Era el momento de ayudarle a levantarse. Si era un poco ágil podría darle un tirón y sacarlo de aquella trampa letal, la cosa ahora era... ¿Qué diablos hacemos con la cerda? No parecía tener mucho filtro a la hora de controlar sus instintos más mundanos, pero por otro lado no parecía ser una mala persona.
#7
Juuken
Juuken
La criatura gigante se quedó pensando durante unos instantes, de hecho no estaba seguro de que hubiera entendido exactamente lo que le decía. Al fin y al cabo, ¿hasta qué punto podría entenderme? Solo era un animal, un humanoide. La voz de Qazan resonó por detrás de mí, en respuesta a mi anterior grito.

-Oye oye, que yo solo trataba de ayudarte con tu timidez.

¿A qué se refería con mi timidez? No soy especialmente tímido, mi problema es que me cuesta comprender siempre a qué se refiere, pero puede que haya confundido la ignorancia con la timidez, igual mi actitud da a entender eso. Me iba a girar cuando ví a esa criatura hablar tranquilamente. Comenzó a sentarse mientras me hablaba de una forma un poco confusa.

-Si ninio, es mi barro ah, perro cabemos los dos perfectamente, ven tumba, tu pequeño, perro puedo enseñar cosa eh

Decía que iba a enseñarme una cosa, o eso creí entenderle, pero sin embargo lo único que hizo fue sentarse nuevamente en ese barro, en una posición que parecía ser bastante cómoda. Entonces alzó su mano, me señaló y también señalo el hueco que había dejado entre sus piernas. ¿Ahí quería que me tumbara? No entendía a esta criatura.

Probablemente fuera producto de diferencia de culturas, ya había escuchado algún caso similar, entre los gyojin y los humanos había mucha diferencia cultural y muchas veces había costumbres que no tenían nada que ver la una con la otra, probablemente aquello simplemente se tratase de algo propio de la cultura de esa criatura.

-No se si eso va llenar esto eh, asique prrueba entrrar tu -dijo esa criatura mientras continuaba señalando.
-¿Entrar? ¿Dónde? -dije completamente intrigado.

No entendía nada de la jerga de esa criatura, intenté hilar y buscar el sentido a esas palabras. Estaba con todo su cuerpo lleno de barro, pero de pronto me di cuenta que donde señalaba tenía un hueco bastante grande y prominente, una persona de mi tamaño podría entrar perfectamente... No, no creo que se refiriese a eso.

Por lo que había llegado a entender, entonces se trataba de una hembra, no eran anatómicamente igual a los hombres, como yo. Esas eran las palabras de Tom, el día que me explicó eso estaba especialmente nervioso, nunca llegué a entender por qué. Cuestión de cada tipo de cuerpo, yo soy un hombre, y esa criatura era una mujer de su especie por lo que parecía. Al contrario de Marin no le importaba que la viesen desnuda. ¿Sería parte de las costumbres de su raza? Igual lo correcto sería corresponder igual y desvestirme también.

-Estooo... Chicos... ¿Estáis seguros de que lo que vais a hacer es buena idea? -Qazan intervino casi al momento.

Me giré para mirarle. Parecía que estaba actuando un poco extraño, pero también él se veía como alguien extraño. Puede sonar raro hablando de un gyojin, somos seres completamente distintos, pero me daba la impresión de que no actuaba completamente normal, tenía una forma de expresarse bastante extraña, además era muy impulsivo y hablaba con bastantes palabras que tenía entendido que podrían resultar ofensivas e insultantes.

Por otro lado no me parecía una persona de la que desconfiar, pero tampoco le conocía mucho, aunque no me daba mala impresión como persona. No era como Lance, pero también el peliblanco era un tipo de persona que no había conocido nunca. Más raro que de costumbre.

Tal vez. ¿Y si estaba actuando raro para tratar de prevenirme de algo? ¿Y si ha vuelto por que se ha dado cuenta que esa criatura es peligrosa? Volví a girarme. Si de hecho era como pensaba podría tener sentido, quería que me introdujese ahí, donde podría quedar completamente atrapado dentro de su cuerpo. Sabía cómo funcionaba esa zona en las mujeres, Tom se había encargado de explicármelo de una forma bastante concreta, pero esta criatura no es humana. A saber lo que podría ocurrir ahí dentro. No volvería a ningún tipo de prisión, y si esa criatura quería capturarme, tendría primero que intentar matarme.

-¡Insensato corre, dame la mano!

Me giré y justo a poca distancia de mí tenía la mano de aquél hombre pez tendida, me recordó a hacía unos días, cuando la escena fue completamente diferente, yo le ayudé ese día, ahora parecía que él me ayudaba a mí.

Tomé su mano y tiró de mí, sacándome de la zona embarrada. Estaba completamente perdido con la ropa impregnada en esa tierra mojada, que de hecho ahora me daba cuenta de que no olía especialmente bien. Rápidamente desenfundé mi sable y me quedé mirando a esa criatura.

-Gracias, Qazan. ¿Qué le pasa a este Gorila? -pregunté, ignorante de mi propio error.- No se de que va, pero yo también veo que algo raro pasa aquí.

A continuación me dirigí a esa criatura, sin saber que decir, pero dejándole claro que si quería algo de mí, que lo dijese claro.

-¿Qué pretendes, Gorila? -dije erróneamente de nuevo.- Sé clara en tus intenciones. Y si lo que quieres es pelea, estaré encantado de dártela.

Eso último lo dije con una sonrisa. Desde que hacía poco había peleado contra Lance me había quedado deseoso de continuar luchando. Me motivó demasiado aquél enfrentamiento, resultó extrañamente divertido, y Lance dió buena pelea.

Aguardé impaciente la reacción de esa criatura, así como la reacción de Qazan, Tenía tantos nervios como ganas de probarme contra una criatura como esa. Tenía la sensación de que si me cogía podría ser capaz de partirme por la mitad, pero eso solo le daba más interés al enfrentamiento.
#8
Gretta
La Devoramundos
Gretta se quedó mirando al niño, viendo como este sopesaba la situación -¿Entrar? ¿Dónde?- dijo el niño, "¿Cómo que dónde?, ¿es que acaso no se ve?, ¿este chico es tonto?, o espera ¿es que tengo el chocho muy pequeño para el?, ¿no soy suficiente?, pero pero..., entonces este chico ha tenido que estar con mujeres mas grandes que yo, muchísimo más grandes, ahora lo entiendo todo, tiene que ser un prodigio en esto, le van grandes y por eso no me tenía miedo, a saber en que sitios ha estado, hay madre!" pensó Gretta, poniéndose más fogosa y a la vez enfadada porque ese chico le había insinuado que lo tenía pequeño. 

-Oye tu!- estaba diciendo cuando alguien la interrumpió. -Estooo... Chicos... ¿Estáis seguros de que lo que vais a hacer es buena idea?- dijo el pescado apareciendo otra vez en escena. "¿Cómo que si era buena idea?, pero si ha sido el, el que se me ha quedado mirando desnuda y luego ha insinuado que no soy suficientemente grande", unas palabras la sacaron de sus pensamientos otra vez -¡Insensato corre, dame la mano!- dijo el pez ayudando al chico a salir del barro.

-¿Pesquiado que haces eh?, estamos medio de algo ah, ¿o quierres unirte?- dijo Gretta y acto seguido pensó "a lo mejor son una de esas parejas que buscan royos por el bosque", en algunas islas por las que había ido, alguna vez le había tocado trabajar a parejas de estas, se dedicaban a buscar a otra u otras personas y juntos se metían en arbustos y fornicaban, ella nunca había sido la otra persona, pero tal vez estos dos se dedicaban a eso y la habían escogido, aunque ahora parecía que el pescado no quería. Gretta hizo el amago de coger al chico, pero entre que estaba sentada y las lorzas, le costó encontrar la postura, para cuando llegó a alcanzarle la mano al chico, esta se le escapó porque estaba muy resbalosa por el barro. 

-Gracias, Qazan. ¿Qué le pasa a este Gorila?, No se de que va, pero yo también veo que algo raro pasa aquí- dijo el niño saliendo de la charca ayudado por el pez. "¿Me acaba de llamar gorila?" pensó Gretta mientras se incorporaba, el calor le estaba subiendo, pero ya no de excitación, ahora todo era enfado, el agua del barro se evaporaba a un ritmo rápido sobre su cuerpo y parecía que incluso echaba humo.

-¿Qué pretendes, Gorila? Sé clara en tus intenciones. Y si lo que quieres es pelea, estaré encantado de dártela- dijo otra vez el chico. Gretta de pie totalmente, dio un paso hacia a ellos dos.

-¿clara yo? aclara tu tiuyas primiero, ¿Cómo atreves ah?, vienes charca, miras desnuda, tonteas cionmigo, luego desprecias insiniando que tengo chocho pequeño y ¿ahora me liamas gorila?, ninio tu muerto y voy a comer cabeza- dijo Gretta apretando los puños echa un basilisco y yendo en dirección a la pareja.
#9
Qazan
Qazan
Yo de verdad que tengo que tener un don para atraer a trastornados mentales... ¿Cómo se le ocurre al niño insolente este llamar gorila a una cerda?. Creo sinceramente que ya se ha cansado de vivir, quiere llegar al mas allá, ver a Buda y contarle la santísima estupidez que acaba de cometer. -Mira que insultar a la damisela... Te parecerá bonito... Deberías disculparte con la señorita Juuken. Sobre todo si pretendes mantener la cabeza sobre tus hombros-. Le sugerí a mi pequeño amigo, no hacía falta ser un lince para ver que de un manotazo te podía cambiar de Blue, te podía mandar a volar por encima de la RedLine y aún más con lo poco que pesaba el muchacho.
                                                                                                                                                                       
Por otro lado... -¿Pesquiado que haces eh?, estamos medio de algo ah, ¿o quierres unirte?-. Pescado eh... Una cosa era pasarle la insolencia a Juuken, ya le había explicado el otro día la diferencia entre los peces y los Gyojins, y aún así, el muchacho era lo suficientemente inculto, como para que no le entra en la sesera. Y otra muy diferente era que precisamente una mink de proporciones astronómicas me llamase pescado ya era por demás. Se iban a enterar este par de mamarrachos de lo que podía hacer un Gyojin. Para colmo, el pequeño ya se había encargado de provocar lo suficiente a la cerda como para que esta cargase contra nosotros.
                                                                                                          
Conmigo no iba la pelea pero me habían molestado lo suficiente como para que me apeteciese jugar un rato. - Animo Juu, tú puedes pararla en seco. Confía en mi-. Se va a llevar un viaje que lo va a Mandar a volar. De seguro que se animaba también a la cerda a embestir Al muchacho con todas sus fuerzas, se podía hacer mucho daño con el retroceso De su propio ataque. - Venga, vamos, ¿Vas a consentir que este renacuajo te hable así?-. Ninguno de los dos parecía tener más de dos neuronas, y de seguro que una la utilizaban para no defecarse encima, parecían tan burros, que tenia la sensación de que iba a ser muy sencillo conseguir mi propósito de que se inmolasen el uno contra el otro.         
                                                                                                                                                                                                                                                  
Por mi parte simplemente al ver la lentitud con la que se movía la puerca, di un par de saltos para colocarme detrás de Juuken. - Confío en ti joven, puedes con ella-. Le dije poniéndole una mano encima del hombro y con la otra sacándole el pulgar. Nuevamente volví a colocarme un par de metros más por detrás para no pudieran alcanzarme. Va a ser divertido ver a este par de títeres descerebrados chocar el uno contra el otro. Mira que es divertido jugar a ser el titiritero y ver como espectador esta magnífica obra teatral.
#10


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