Hay rumores sobre…
... que una banda pirata vegana, y otra de maestros pizzeros están enfrentados en el East Blue.
[Aventura] [Autonarrada T1] Vuelta a casa
Kael
El Fantasma del Mar
Desde que había consumido la Akuma no mi mi vida había dado un giro de 180 grados. Más bien, toda mi vida era un caos. De ser un simple pescador y tener una vida feliz, perder prácticamente todo lo importante y acabar más de 4 años en la más absoluta pobreza. Desde que perdí el brazo y el ojo mi trabajo de pescador dejó de ser una opción, renegado a vivir desde entonces en una casa, si se podría considerar casa, en la parte más pobre de Bajo Oykot y sobreviviendo de los pocos trabajos que podía hacer por allí.

Y luego vino la Akuma no mi, desde ahí un rumor llegó sobre un barco que iba a ser robado y al tratar de impedirlo acabé siendo azotado ni mas ni menos que por una de las personas más fuertes de el barrio ballenero de Oykot, Karina La Indomable. Humillado, y encadenado me trasladaron a una nave prácticamente abandonada cerca del puerto, y tras ser rescatado por unas simpáticas gemelas acabé enfrentándome al propio capitán de los Piratas Veganos. Y para que ensañarnos, la victoria, si se podría considerar como victoria, fue un nuevo ataque a mi orgullo. La victoria la tuvo mi poder de logia, no mi habilidad.

Y ahora estoy de vuelta aquí en Oykot. Tras hablar el privado con el capitán de los Piratas Veganos me concedieron la oportunidad de poder volver a casa antes de embarcarme en un viaje hasta Kilombo. Por lo visto estaban interesados en una persona con un ojo, un brazo y una pierna, y al estar en deuda con ellos no pude evitar acabar en devolverles el favor, pero antes tenía que volver a casa, no podía irme sin antes volver al menos una última vez.

Unos pocos de tripulación de los Piratas Veganos me ayudaron a llegar en una barca a remos aprovechando que tenían que pillar repuestos previos al viaje hacia Kilombo. Aprovechando mi forma de logia, se nos ocurrió que la mejor manera de entrar sin ser visto sería ir metido en un barril sin estar cerrada la tapa del todo por si fuera necesario salir de ella. Seguramente Karina me estaría buscando por todos lados desde que me escapé después de que sentenciara mi ahorcamiento, no podía dejarme ver. Me dejarían en un extremo del Bajo Oykot lo suficientemente lejos de los ojos de la gente, en una de las calles menos concurridas de la zona. Al menos vivir años en la zona tenía sus ventajas para esos casos.

Una vez noté que el barril tocó de nuevo suelo firme y me dieran un par de golpes a un lado del barril como manera de señal esperé unos minutos para darles tiempo a que se fueran lo suficientemente lejos para no se relacionados conmigo y salí poco a poco del barril comprobando que no tenía a nadie cerca. Contaba con la gran capa con capucha que me habían prestado días atrás para ocultar mi rostro, y si todo iba bien sería ir y volver, 10 minutos y estaría de vuelta en el barril para volver a la barca con ellos.

Caminé un minuto antes de ver la forma de "mi casa" a la vuelta de la esquina cuando por el rabillo del ojo noté un cartel pegado con el típico WANTED. ¿Carteles de Se Busca en esta zona? Que raro, eso suele ser más de la capital, precisamente el Bajo Oykot es la zona "sin ley" allí nadie tiene en cuenta ese tipo de cosas y no merece la pena fijar ese tipo de carteles. Me fijé más en el cartel para ver la foto, el nombre y la recompensa: Kael T. Draven, vivo o muerto, 15.750.000 Millones de Berries. -¿15 millones? ¿por mí? pero si no soy nadie, menos mal que he venido escondido... -dije murmurando mientras cogía el cartel y me lo guardaba en mis ropas- 

Avancé hacia mi casa hasta que vi la puerta rota, como si le hubieran pegado patadas hasta romperla, y escuché murmullos viniendo desde el interior. Caminé en sigilo y asomé la cabeza para ver a tres maleantes rebuscando entre mis cosas como locos, no llevarían mucho dentro de la casa.

- ¿Estás seguro que esta es la casa? -dijo uno de ellos-

- Claro que sí, es Kael, un brazo, un ojo, mirad lo pone en la descripción -dijo señalando otro de ellos a un cartel de Wanted que tenía en la mano, una copia idéntica al que tenía yo conmigo- no hay mucha gente así por esta zona, tiene que ser él. Recuerdo haberlo visto hace tiempo, aunque no tenía el pelo tan largo.

- Al menos los rumores dicen que vive por la zona, pero vamos, no hay pérdida, la casa más ruinosa del extremo de Bajo Oykot. -dijo el último de ellos-

No tenía tiempo para estar hablando con ellos, me quedarían menos de 7 minutos para llegar de vuelta al punto de reunión. El combate contra Broco Lee me había ayudado a perfeccionar mis reflejos, y ahora me sentía un poco más seguro de mi mismo. Decidí pasar a la acción.

Creé un brazo de lodo y lancé un torrente de lodo desde mi nueva "mano" para llenarles los pies de lodo obstaculizar sus movimientos y aproveché mi habilidad para agarrarles contra el suelo. En una sucesión de movimientos rápidos y fluidos con mi nueva espada acabé con los tres maleantes, que cayeron al suelo y fueron succionados por mi barro. Ya me encargaría de deshacerme de ellos más adelante. Recogí el barro en mi cuerpo para dejarlo todo tal y como estaba

Aparté la pequeña mesa del comedor que estaba pegada a la pared y quité un tablón medio suelto del suelo, es allí donde guardaba mis pertenencias más importantes. Revisé que estuviera todo, un collar básico, un anillo de acero y una foto pequeña en un marco básico, cuyo cristal se había agrietado hace mucho. No tenían valor real pero para mí eran mi mayor tesoro, eran regalos que me había regalado mi mujer y la última foto que tenía de ella, una foto que a estas altura estaba casi tan borrosa que casi no se distingue quién es, pero cada vez que miro la foto es como si estuviera impresa igual de bien que el primer día. Guardé todo en mis ropas y salí de la casa. 

En la puerta de la casa, en la parte de la calle, expandí barro desde mis piernas e hice aparecer los cuerpos de los tres maleantes uno encima de otros junto al cartel de Wanted que tenía uno de ellos, y lo coloqué justo encima de los cadáveres.

Volví sin que me viera nadie al punto de reunión y me metí en el barril y al cabo de un rato ya estaba en la barca de vuelta con los tripulantes de Los Piratas Veganos. 
-Isla Kilombo, me pregunto qué aventuras me encontrarán ahí - dije para mí mismo-

Resumen
#1


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