Hay rumores sobre…
... una plaga de ratas infectadas por un extraño virus en el Refugio de Goat.
[Aventura Tier 2] ¡Viva la Revolución!
Ray
Kuroi Ya
Era una apacible mañana de verano en la ciudad de Loguetown, uno de los epicentros económicos, sociales y culturales del East Blue. Su posición estratégica, tan cercana a la Montaña Reversa, la convertía en una parada obligada para cualquier persona que pretendiese entrar o salir del East Blue a través de ella.

El puerto, uno de los más grandes y bulliciosos de todo aquel mar, hervía de actividad. Marineros, pescadores, comerciantes y toda clase de personas se afanaban en sus tareas e iban de acá para allá en un constante ajetreo.

Y entre todos ellos dos miembros del ejército revolucionario habían llegado a la ciudad. Por un lado estaba Lemon, un tipo alto y corpulento que, de no ser por la particular máscara que cubría su rostro, no habría llamado especialmente la atención. Por otro estaba Rocket, un diminuto híbrido entre mink mapache y tontatta que, salvo que uno se fijara muy bien, podría pasar por la mascota de su compañero.

Habían sido enviados por sus superiores a la isla por una misión. Sabían que el Cuartel General del G-31 de la Marina, localizado en esa isla, iba a recibir un importante cargamento de víveres que servirían para alimentar a sus soldados durante los próximos meses. Era seguro que, aunque se extraviase, esos marines no se morirían de hambre dados los recursos de los que disponía el Gobierno Mundial, pero aquella era una guerra de desgaste. Y todo lo que pudiesen hacer para ir haciendo que gastasen esos recursos sería bienvenido.

No tenían demasiada información al respecto. Su contacto en la isla tampoco había querido dar más de la estrictamente necesaria hasta que se encontraran con él personalmente. Los únicos datos que tenían eran que respondía al nombre en clave de "Wick", y que les esperaría donde los navegantes acuden y el agua no es salada. Qué querían decir esas palabras probablemente solo Wick lo sabía, pero los enviados a reunirse con él estaban obligados a deducirlo si pretendían encontrarle.

A su alrededor el bullicio del puerto resultaba casi ensordecedor. Multitud de embarcaciones se encontraban allí amarradas, entre ellas algunas de inmenso tamaño. Varias tabernas hacían las delicias de quienes podían permitirse parar su actividad un rato y descansar. Entre ellas destacaban dos: "El Trago del Marinero" y "El Trébol de Otoño". Más grandes que la mayoría y con un trasiego claramente mayor, eran dos lugares de reunión habituales para los ciudadanos de Loguetown. Por último se podían ver a lo lejos las calles del distrito comercial, donde se movían mercancías de todo tipo, desde las más baratas a las más exclusivas tanto dentro como fuera de la legalidad. ¿Hacia dónde se dirigirían nuestros protagonistas?

Off
#1
Rocket Raccoon
Rocket
Personaje


Día 05 del verano del año 724
En los Puertos de Loguetown.

No tengo ni la más remota idea de como coño fue que llegue a parar aquí, trabajando para unos idealistas con tintes de querer echar abajo todo lo que se había construido durante años, quizás siglos. Pero la idea era atractiva, y lo que más me atraía de aquello era poder joderle la vida a estos malparidos quienes, gracias a estar bajo el brazo protector del gobierno, podían darse el lujo de hacer cualquier cosa, aunque estas fueran moralmente negativas. Pero que importa, total, son la policía de este lugar, y a estos se les permite todo, como siempre. 

La misión que se nos había encargado a este par de nuevos reclutas era algo, que si se les contara yo podría incluso resultar algo simple. Nuestro deber el día de hoy era el siguiente: robar una comida. Sí, dicho así, parece ser una tarea de lo más simple y que no conllevaría ningún tipo de problemática para el dúo. Pero esto era mucho más grande de lo que se podrían estar imaginando. Resulta que tenemos cierta información, algo comprometedora me atrevería a decir. O quizás le estoy metiendo mucha epicidad a una tarea simple, la verdad. El punto es, que hay un cargamento enorme de víveres que llegara el día de hoy, y dicha carga es enteramente para los soldados que trabajan en el Gran Cuartel G-31 de la Marina, y si nos podíamos hacer con eso, pues estos enclenques que van siempre con su gorrita azul, pasarían hambre durante un largo mes. 'MUAHAHAHAHAHAHAHAHA' Sí, así lo veía en mi cabeza.

-¿Tienes alguna idea de quién es este tal Wick? ¡Joder eh!- El único problema que teníamos, era que nuestro contacto, y quien se supone que sabría todo lo que debíamos hacer, era alguien desconocido y al parecer, Wick ni siquiera era su nombre. ¿Cómo encontrar en un lugar atestado de gente, a alguien cuyo no tenemos ni la descripción, ni tan siquiera su propio nombre? Pues teníamos una pista, algo vaga, o quizás muy vaga. Revisaba la carta donde teníamos el acertijo descrito, pero siéndoles sincero, podía ser cualquier cosa.

-Mira mira aqui. ¡Joder eh!- Le mostraba a mi compa, pero la altura entre los dos era desproporcionada, así que si no se agachaba a ver, allá él, yo no iba a estar saltando. Además, quizás por dichos saltos, mi rifle de precisión se podría dañar, debía de cuidarlo bien, a fin de cuentas, era un regalo por haberme unido a las filas de la Armada Rebelde. -Donde los navegantes acuden. ¿Conoces a alguno? Me atrevería a decir que en una taberna... ¡Joder eh!- Dejaba la duda al aire. -Y esto otro... donde el agua no es salada. Podría ser un río no? Pero... en las tabernas hay agua fresquita también. Tú eres de aquí, debes saber algo! ¡Joder eh!-

Resumen

Inventario
#2
Lemon Stone
MVP
Personaje
 

Una misión.
 
Y era de verdad.
 
Había pasado bastante tiempo escribiéndole a la encargada de selección y reclutamiento, dándole cien razones (siempre las mismas) de por qué estaba capacitado para ejercer como un auténtico revolucionario, uno de los que encienden edificios y roban princesas. Y ese momento había llegado. Era la hora de mostrarle al mundo entero, o solo a la encargada de selección y reclutamiento, que Lemon Stone representaba la esencia de la rebeldía.
 
El problema era la falta de información, viáticos y nombres clave. Se los tenían que inventar ellos mismos. Wick era Wick, solo unos pocos sabían por qué, pero seguramente eran menos los que sabían quién le había puesto así. ¿También había una encargada de nombres clave? En fin, iba a reunirse con aquella misteriosa persona en un sitio aún más misterioso. ¿Por qué todo tenía que ir encriptado? Bastaba con un “Te invito a mi fiesta de cumpleaños en la Posada Magistral, trae tu regalo”. Los marines ni siquiera se darían cuenta, son ineficientes por naturaleza; siempre dejan escapar a los malos.
 
La buena noticia es que Lemon era destacadamente más inteligente que el resto de los seres vivos. Antes de siquiera haber escuchado las palabras de Wick ya sabía a qué se refería; en vez de tener un cerebro humano tenía cuatro computadoras funcionando. Castor, su primer camarada como revolucionario, tenía suerte de contar con alguien como Lemon.
 
-Sospecho que lo sabremos dentro de un rato -respondió Lemon, acomodándose la máscara. Como no había boinas disponibles en el Armario de las Boinas tuvo que reemplazarla por una máscara-. “Donde los navegantes acuden y el agua no es salada” no es una frase separada, Castor. Además, estamos en el puerto y todo el mundo sabe que los marineros son buenos para dos cosas: el alcohol y las putas. Tú solo sígueme.
 
Objetivamente, seguir a Lemon es una de las peores cosas que puede hacer una persona con un mínimo sentido de autoconservación, pero cada uno es libre.
 
Con paso seguro, caminó hacia la taberna “El Trago del Marinero” en vez de a “El Trébol de Otoño” solo porque su nombre sonaba a descontrol. Había pocas cosas más revolucionarias que juntarse con marineros a beber cerveza y vino y escupir la bandera del Gobierno Mundial. Una vez llegase, abriría la puerta y entraría con gesto seguro, echaría un rápido vistazo a su alrededor y se dirigiría a la barra para echarse una birra encima.

Resumen

Inventario
#3
Ray
Kuroi Ya
Nuestros dos protagonistas se dirigieron a la taberna conocida como "El Trago del Marinero". Nada más entrar se dieron cuenta de que el establecimiento estaba prácticamente lleno. Todas las mesas estaban ocupadas por clientes de toda clase y condición que disfrutaban de unas bebidas o degustaban alguna de las especialidades de la casa. Las voces de todos ellos se entremezclaban, creando un ambiente tremendamente bullicioso y donde resultaba tremendamente difícil escuchar algo concreto. Desde luego la estampa que vieron los dos revolucionarios al acceder al local coincidía con la fama que tenía aquel lugar de ser una de las tabernas de más éxito de todo Loguetown.

Lemon se acercó a la barra y pidió una cerveza, con Rocket junto a él. La extraña pareja acaparaba multitud de miradas, pues desde luego no era frecuente encontrarse con un hombre tan fornido cuyo rostro estaba cubierto completamente por una máscara acompañado por un diminuto mapache que caminaba a dos patas. Y menos aún que dicho animal hablase, lo que bastaría para que las pocas personas que aún no se habían fijado en ellos a su alrededor lo hicieran.

Al otro lado de la barra una mujer de unos cuarenta y tantos años atendió la petición del enmascarado con gran amabilidad y, menos de un minuto después, regresó con una jarra de dorada y espumosa cerveza muy fría y se la entregó al revolucionario con una cálida sonrisa en su rostro.

A unos metros de la posición de los dos revolucionarios un hombre algo más entrado en años que la camarera les miraba sin mucho disimulo. Vestía una camisa verde de cuadros algo raída con las mangas remangadas casi hasta el codo, metida por dentro de unos rústicos pantalones marrones de pana con tirantes. Su cabello, largo y lacio, caía sobre sus hombros. Su color negro ya había empezado a encanecer fruto de la edad. En su rostro destacaban dos ojos marrones, pequeños y muy juntos, y entre ellos una enorme y curvada nariz que casi parecía más el pico de alguna clase de pájaro. Sentado en una banqueta alta en la barra, comía lentamente un plato de lo que parecía ser pollo asado y lo regaba con una cerveza aparentemente similar a la que había pedido Lemon. Si nuestros protagonistas prestaban algo de atención no les sería difícil darse cuenta de que no les quitaba el ojo de encima. No parecía simple curiosidad como la que mostraban la mayoría de clientes del establecimiento, sino algo más. ¿Qué harán nuestros protagonistas al respecto?
#4
Lemon Stone
MVP
El lugar estaba repleto, llenísimo como un comedor social a la hora del almuerzo. Todas las mesas ocupadas por hombres sedientos y hambrientos, puede que con más ganas de cerveza que pan de trigo, pero quién sabe. Allí dentro todo era ruido y caos, un poco de uno y un poco de lo otro, pero molesto al final. Lemon estaba acostumbrado a recibir miradas cuando entraba a un sitio, ya sea por su cuerpo fornido o su hermoso rostro, aunque en esa particular ocasión la atención era por la máscara que llevaba puesta. Estaba seguro de que todos recordarían al sujeto bien vestido que había entrado a El Trago del Marinero con un peluche parlanchín a su lado.
 
Se acercó a la barra y pidió una cerveza como de costumbre. No le gustaba alcoholizarse, estar tan borracho que es incapaz de siquiera sacarse los pantalones para mear, pero una buena cerveza es bienvenida a cualquier hora del día, en cualquier momento. Contempló con sus profundos y perfectos ojos azules a la mujer que estaba detrás de la barra. Estaba en la cúspide de la madurez, una flor cuyo néctar estaba listo para ser extraído por última vez. Había algo de sensualidad en sus movimientos, puede que en sus manos ágiles y bien preparadas. Sin embargo, Lemon no estaba allí para coquetear con esa mujer. En primer lugar, todavía le dolía lo que había pasado con Bea; en segundo, estaba en una misión, en una de las oficiales.
 
Mientras bebía y arrojaba chistes clasistas y racistas cada tanto, como si a la gente a su alrededor no le fuera a molestar, notó que un hombre entrado en edad lo observaba desde la distancia. Bueno, había que aceptar a los homosexuales. ¿Quién era él para juzgar los gustos del anciano? Parecía un granjero, en realidad, como el tío de Bea, aunque sin ese fétido olor a establo que llevaba a todas partes.
 
-Este debe ser el hombre al que buscamos -le dijo a su compañero sin estar del todo seguro, aunque en la vida hay que tomar riesgos-. Veamos qué sale de todo esto.
 
Se levantó de su asiento y caminó con paso firme y seguro a la ubicación del anciano. Entonces, lo miró a través de la máscara, devolviéndole la mirada.
 
-Noté que me has estado mirando a mí y a mi compañero por un buen rato. A menos que seas del Departamento de Mascotas Exóticas y nos quieras joder a mí y a mi camarada, se me ocurre una sola razón de tus miradas… -Lemon se acercó un poco más al hombre, haciéndose notar grande y fuerte-. ¡Duelo de cerveza! ¡Anda, hombre, que yo invito las primeras tres rondas! Luego hablaremos de negocios, que la cerveza es buena para la salud. 

Resumen
#5
Rocket Raccoon
Rocket
-Por cierto, nunca te pregunte esto, porque quizás es algo bastante íntimo y personal, tuyo. ¿Por qué vergas esa máscara? ¡Joder eh!- Quizás algún lector de esto pueda pensar que estaba bromeando con mi pregunta hacia el gigante que tenía a mi lado, pero nada que ver con la realidad. Hace poco tiempo que conocía a esta persona, y es verdad que la primera vez fue sin dicho accesorio. Pero parece que cada vez que vamos a tener algo de actividad, se pone esa máscara que parece tener la forma uno de corazón. Y sí, se me hacía curioso el saber por qué la llevaba de aquí pa' allá. ¿Era este el mejor lugar o momento para preguntarle eso? Quizás no. Pero quién puede saciar la inquietud de un mapache parlanchín sobre el mundo que lleva poco año conociendo.

Más allá fuera de la broma de antes, que en realidad fue usada como un mecanismo de alargamiento de texto para poder cumplir que la cantidad mínima de caracteres necesarios para el post y la narración se tomen como válidas. Lemon había decidido entrar a la taberna, cuyo nombre hacía un poco de referencia al gran enigma que se nos había planteado para llegar con la persona que debíamos de buscar, cuyo nombre era Wick. El acertijo mencionaba algo sobre el agua, y el lugar a donde íbamos decía ''Trago''. Así que lo más sensato, uniendo todas las piezas del rompecabezas, era ir ahí. Así que le seguí.

Habíamos llegado justo al mediodía, justo cuando este tipo de locales estaban en su punto máximo de clientela, y el día de hoy no iba a ser diferente al de cualquier otro. Apenas entramos, me pude percatar de que no había ninguna mesa disponible para los dos. Lemon, con paso decidido, avanzó hacia la barra y se pidió una buena cerveza, pero no pidió nada para mí. -¿Y tu puta educación ah? ¡Joder eh eh!- Le increpé desde abajo, mientras intentaba subirme por mis propios medios al taburete de gran tamaño -Que tengo que hacerlo todo yo, todo yo joder eh- Refunfuñaba. Una vez ahí, me quedé de pie sobre el mismo. -Yo me pido mi verga, pues. A mí un vaso de agua que no esté salada, muchas gracias, chica- ¡Joder eh!- Esto último, no era para ella... o bueno sí, no lo controlaba, pero sí podía controlar a quien miraba cuando lo decía, así que miré a Lemon. No sé si se dieron cuenta, pero en mi pedido hay algo de truco. Si ese tal Wick estaba por aquí y lograba escuchar lo que había dicho, que por cierto, lo dije con voz elevada, debía de entender la referencia y acercarse. Al menos que no la supiera, y eso sí sería un problema. Pero esto se solucionará después, de momento, mi vaso de agua.

Estaba interesado en bebérmela tranquilamente... pero a unos pocos metros de mi posición había un sujeto con una actitud algo extraña. Desde que me senté aquí, note que no paraba de mirarme con su ojo marrón que estaba más cercano. Me impacientaba, y no tardaría un segundo más en girarme hacia esta persona y reclamarle directamente. 

-¡Eh tú! ¡Coño! ¡Voltea ya de una vez!- Le apunte y señale con mi dedo de la mano diestra, mientras que con mi mano zurda me apuntaba a mí mismo. -¿Qué tienes un problema? ¡Sí, pues sí, soy un puto mapache que habla! ¡Joder eh!- Aquí también miré al resto de la localidad, ya que en su mayoría también estaba mirando atentamente a mi persona -¡Rocket es mi nombre! ¡Joder eh!- Escuché a Lemon detrás de mí pronunciando algunas palabras, pero no le había escuchado por el escándalo que yo mismo estaba armando. Luego vi como se levantaba de su asiento y caminaba hacia el desconocido.

''¿Cómo que duelo de cerveza?'' Para serles sinceros, no tenía el conocimiento necesario sobre como trataban los humanos sus problemas, pero entendía que mi acompañante sí, por lo que decidí dejarle esta situación a él, quizás sabría controlarla mucho mejor que yo.

Resumen
#6
Ray
Kuroi Ya
La particular petición de Rocket a la camarera, además de hacer que esta volteara sus ojos hacia el cielo durante unos instantes en señal de desesperación ante los clientes tan raros que estaba teniendo ese día, provocó que la intensidad de la mirada del tipo de la camisa de cuadros se acrecentara. Sin embargo los gritos que comenzó a proferir justo después el mapache tuvieron el efecto contrario, haciendo que aquel hombre retirase su vista de los dos forasteros casi al instante. Cualquiera que hubiese estado observando la escena habría pensado que tal vez la cantidad de exabruptos emitidos por el mink a un volumen tan elevado habían infundido el suficiente miedo en él para que dejara de mirarles, o incluso que simplemente prefería evitar problemas como el que el enfadado mamífero podía suponer. Sin embargo tal vez hubiera algo más.

Cuando Lemon se le acerca, proponiendo su particular y poco saludable juego, el hombre le mira extrañado. Parece que has conseguido sorprenderle, algo que por su reacción no debe de ser excesivamente habitual. No obstante una vez pasados los primeros segundos de sorpresa el tipo aparta la mirada y sigue comiendo y bebiendo, despachándote con un simple:

- No, gracias. No bebo tanto.

Da la sensación de que por algún motivo ese tipo no se siente cómodo siendo el centro de atención de toda la taberna, cosa que vuestra compañía y vuestras estridencias están dificultando bastante. Parece como si quisiera pasar desapercibido, sin que nadie piense nada extraño sobre él ni encuentre sospechoso ninguno de sus comportamientos. Si sois observadores podréis fijaros en que, mientras come, al hombre se le cae del bolsillo de la camisa un trozo de papel doblado, que desciende hasta posarse sobre el suelo de la taberna justo al lado de vosotros. Aparentemente ha sido algo puramente accidental, pero tenéis la sensación de que en algún momento aquel extraño hombre ha realizado un movimiento sutil y tan veloz que apenas resultaba perceptible al ojo humano, aunque no estáis ni mucho menos seguros de ello.

Decidáis o no coger el papel, el hombre continuará degustando su plato como si nada hubiera pasado, aparentemente sin darse cuenta de la pérdida de ese trozo de celulosa.
#7
Rocket Raccoon
Rocket
El efecto que estaba deseando producir en la persona que me miraba fijamente y con desprecio, desde mi punto de vista, había surtido efecto luego de que mis amenazadores gritos acompañados de un vocabulario vulgar hiciesen que el sujeto se fijase mucho más en su plato de comida, que en las personas que le rodeaban. Por fin podía tener algo de tranquilidad en un lugar al que iba, parece que mi fuerza se dio a conocer por toda la taberna. ¿Eso sería bueno o malo? No lo sé, pero quizás si el tal Wick estaba aquí, ahora si era una oportunidad perfecta para que se presentase ante nosotros, era imposible que no me reconociera ahora que me había presentado de tal manera. Aunque bueno, aún existía la posibilidad de que dicha persona no supiese que uno de los enviados era un mapache, o peor aún, quizás esa persona ni estuviese aquí y sí en otro lugar, lugar que quizás no logramos deducir con aquel acertijo, que parecía fácil. 

-Ni mi actuación del agua no salada, ni dándome a ver hicieron efecto... joder eh- Le comentaba a mi compa, quien había ido a dialogar con el sujeto de camisa verde de cuadros. -Quizás nos equivocamos de lugar, joder eh.- Me comenzaba a sentir algo frustrado por la situación. Solo teníamos una pista, y al parecer ya la habíamos cagado viniendo al lugar erróneo. 

Deje pasar unos segundos, volvía a mi asiento en el taburete de gran tamaño ahí en frente de la barra. Ya habían servido mi fresquito vaso de agua no salada, y me dispuse a darle un gran sorbo. Había bebido hasta la mitad del envase, me encontraba ligeramente sediento, quizás producto de los alaridos tan exagerados que había realizado hace unos pocos minutos atrás. De reojo, volvía a ver a aquel sujeto a mi lado, solo para estar cien por cien seguro de que no volvía a observarme como lo hacía antes. 'Así me gusta, bien portado'. Pensaba para mis adentros, alegre por haber logrado el efecto esperado. 

Un pequeño papel caía de su pantalón y se resbalaba con gracia hacia la posición de Lemon y mi persona, ahí justo debajo de mí, al pie de una las patas del taburete. '¿Será un mapa de un tesoro o algo? Si no vamos a encontrar al tal Wick, pues que menos que sacar algo de provecho de este maldito lugar.' No sabía si la misión encomendada por las fuerzas revolucionarias iba a terminar de buena manera, habíamos empezado mal, pero quizás este pequeño papel podría ser útil. Lástima por el viejo este, debería de estar más pendiente de las cosas que lleva consigo encima.

-Espérame aquí, voy al baño. Joder eh- Le comenté a mi compa, pero obvio era una gran mentira. Simplemente, quería agarrar ese papel para ver que era, y lo haría entrando en un modo superultra sigiloso, como todo un mapache profesional del rojo y del subterfugio. La noche y la oscuridad siempre han sido amigas de nuestra especie, y esta vez también lo sería. No había sombras, no estaba oscuro, pero un ninja siempre sabe ingeniárselas. Y así, con papel en mano, observe su interior.

Resumen
#8
Lemon Stone
MVP
Lemon miró extrañado al hombre que se había rehusado a comenzar una batalla de cerveza. ¿Cómo es eso posible? Cualquiera que estuviera en una taberna debería estar dispuesto a emborracharse y cometer errores que, posiblemente, acabasen por arruinarle la vida. ¡Es parte de crecer! ¿No es aburrido pasar entre ocho y diez horas en una oficina para llegar a casa, ver a una mujer que no amas y a unos críos que ni siquiera se parecen a ti, y fingir que eres feliz y te diviertes con tu vida? No, no, no. Lo único que soluciona el malestar de una vida de oficinista es el alcohol, a veces las putas y a veces las drogas duras, pero el alcohol siempre ha estado presente en la historia de la humanidad. Los hobbies sanos como tocar guitarra o alimentar palomas en el parque también son buenas ideas, pero ¿cuántas buenas historias comienzan con “hoy en la mañana alimenté a unas palomas”? ¡Ninguna!
 
-Eres un aburrido, viejo. ¿Quieres que te invite un vaso de leche, entonces? ¿O prefieres agua mineralizada? ¿Con o sin gas? Igual te gustan los cócteles, tampoco tienen tanto alcohol… -Y así, Lemon se pasó unos largos minutos preguntándole al hombre si quería beber algo, por lo que no se fijó en el papel que había dejado caer sutilmente-. En fin, si vas a querer algo, me lo puedes pedir. Hoy he despertado alegre y generoso.
 
De pronto, escuchó las palabras de su compañero y se sintió confundido. ¿Cómo que iba al baño? En primer lugar, todo el mundo sabe que los animales -parlantes o no- hacen sus necesidades en los árboles, o lo más parecido a uno. En segundo lugar, la taberna seguramente tenía solo dos tipos de baños: para hombres y para mujeres. No había un tercero para mascotas ni peluches parlantes, así que…
 
-¿Al baño? ¿Y a cuál vas a entrar? A menos que pilles un baño apto para castores no creo que deberías… Oh, espera. Es cierto. Somos revolucionarios, rebeldes. Somos los hijos bendecidos por el fuego y el cambio. ¡Podemos entrar a los baños que queramos! ¡Somos libres! -dijo Lemon y entonces se echó a reír a carcajadas, seguramente llamando la atención de alguien.

Resumen
#9
Ray
Kuroi Ya
El hombre aguanta los insistentes ofrecimientos de Lemon estoicamente, ignorándolos prácticamente por completo. Da la sensación de que querría estar en cualquier sitio menos allí mismo, ya que la expresión de su rostro muestra a la perfección lo incómodo que está en esa situación, aunque el motivo no esté del todo claro (tal vez tenga que ver con Lemon).

Cuando Rocket finge necesitar ir al baño tan solo para tener excusa que le permita desplazarse hasta donde ha caído el trozo de papel, consigue llegar hasta este sin problema. Lo coge y, al desdoblarlo, puede ver que está escrito a mano. La letra no es la más cuidada ni la más bonita, pero al menos resulta legible. Si pierdes unos segundos en leerla, esto es lo que te encontrarás:

Cita:Muelle número tres del puerto, esta noche a las once y media. Armados. No intentéis comunicaros conmigo.

Wick.


Mientras Rocket se encuentra entretenido con la nota que el hombre de la barra ha dejado caer de su bolsillo, claramente destinada a vosotros, las palabras de Lemon comienzan a atraer miradas innecesarias. Hablar en voz alta sobre la pertenencia de uno al Ejército Revolucionario en un lugar público de una isla en la que el Gobierno Mundial y la Marina ostentan un gran poder no suele ser una idea demasiado buena, y pronto la mitad de los clientes del local tienen sus ojos fijos en el grandullón. La gente cuchichea, susurrando entre sí con expresiones que van desde la curiosidad al miedo abarcando un amplio rango de emociones.

El tipo de la barra, quien ya podéis asumir que es Wick, levanta la cabeza del plato en cuanto oye al enmascarado hablar de esa forma. Escasos segundos después se levanta tras apurar lo poco que quedaba en su plato y, sin mediar palabra, abandona la taberna. Su paso no es rápido pero es firme, pero si se observa adecuadamente se puede ver en su rostro un rictus tenso. Apretando ligeramente los dientes y con una mirada que mezcla preocupación y miedo. La escasa profesionalidad de Lemon podría poner en peligro su identidad, que resulta de gran valor para el Ejército Revolucionario por su labor como espía e informante en la ciudad, por lo que no parece querer tener nada más que ver con vosotros para evitar ser asociado también con esta organización. Aunque intentéis hablarle o seguirle no os responderá, y una vez en la calle aprovechará el primer recoveco o esquina que encuentre para hacer que le perdáis de vista gracias a su conocimiento de la ciudad.
#10


Salto de foro:


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