Alguien dijo una vez...
Bon Clay
Incluso en las profundidades del infierno.. la semilla de la amistad florece.. dejando volar pétalos sobre las olas del mar como si fueran recuerdos.. Y algún día volverá a florecer.. ¡Okama Way!
[Cacería] Crow, el misterioso líder circense.
Ray
Kuroi Ya
¡Buenas tardes, sea usted bienvenido a su misión de temporada de Cacería! Lo primero a tener en cuenta es que esta aventura es en presente absoluto y, por lo tanto, será su tema más avanzado en la cronología. Tiene libertad para marcar la fecha, pero por favor no se olvide de hacerlo en su primer post, en el que deberá también poner su comando de [ personaje ] (sin espacios) y su inventario. Entre las opciones disponibles, usted solicitó tratar de dar caza a Crow, un misterioso villano del que poco se conoce. Estas misiones de cacería funcionan de forma algo diferente a la mayoría de aventuras y misiones. La estructura se basa en los cuatro puntos siguientes:

1. Recibirás un comunicado de el Gremio de cazadores con información adicional y este mismo gremio te facilitará un viaje a la supuesta ubicación del objetivo en cuestión, de tenerla claro.

2. Con la información obtenida tendrás que escribir en un post de manera resumida cómo procedes para intentar obtener información adicional, acercarte al objetivo en cuestión, obtener una posición inicial mejor y todo lo que se te ocurra.

3. El narrador (yo), te contestaré de manera resumida y tendrás un nuevo turno de "planteamiento" a modo de resumen de cómo quieres comenzar la cacería.

4. Después, en función de cómo de bien hayas planteado el acercamiento mejor o peor será tu posición inicial. Ahí empezará el tema que puede alargarse, o finalizar en... ¿Quién sabe? ¿Un solo turno? Todo depende de como se de.

Y ahora, sin más dilación, empecemos con la cacería. ¡Buena suerte!

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Cita:Buenos días. Nos ponemos en contacto con usted, Shy, para facilitarle la información que nos solicitó sobre el criminal conocido como Crow. Estos son todos los datos que hemos conseguido reunir:
  • Nombre: Crow
  • Raza: Desconocida
  • Ubicación: Asentamiento del Circo de Oz, en el norte de la Isla de DemonTooth.
  • Wanted vivo: 7 millones.
  • Wanted muerto: 4 millones.
  • Información: Poco se sabe del líder de esta banda de piratas que se ha asentado en la Isla DemonTooth, con cuyos habitantes se rumorea que pueden tener alguna clase de acuerdo. Todo lo que rodea su figura es un misterio, pues no sale de la base de la banda y nadie le ha visto más allá de sus subordinados.

    En cuanto al asentamiento, está construido por casas de madera rodeadas por una muralla construida de madera de roble que cuenta con una torre de vigilancia. Posee también un pequeño y humilde puerto que consta apenas de un solitario muelle de madera. Sus habitantes suelen admitir visitantes siempre que a estos no les importe dejarse dinero allí, pero tienden a mirar con recelo a quienes no conocen. Varios pequeños caminos de tierra unen este asentamiento con Villa Shimotsuki, aunque por en medio el terreno es selvático.

    ¡Le deseamos una buena caza!
#1
Shy
"Shy"
Personaje


Un circo. A Ame le encantaban los circos.

El criminal llamado Crow se escondía en uno de estos. Eso a Shy ya no le gustaba tanto. Era muy inconveniente. En especial, si no quería desatar el caos y ser el que acabase teniendo una recompensa sobre su cabeza. Esto había que pensárselo bastante bien. 

Pero, ¿cómo? Shy sabía de sus dificultades para lo social. Pensó largo rato, posó su mirada en la foto de Ame y algo hizo 'clic'. 

No era un buen orador, pero si un buen costurero, y bastante hábil con las manos. Durante algunas noches, confeccionaría un traje de mimo de cierta calidad. Los mimos no necesitan hablar, no se traban ni se ponen nerviosos al conversar. Sencillamente, ni lo hacen. Acompañaría su actuación con algunos malabares, que a Shy no se le daban mal. Así, acabaría llegando hasta el jefe.

Por el camino, Shy haría uso de sus exiguas finanzas para agasajar a los invitados: ya fueran niños ansiosos por un helado, desfavorecidos necesitados de un bocado o locales necesitados de clientela.

Si, después de esto, no había encontrado al tal Crow, usaría los poderes de su Doa Doa no Mi, que ya le permitían ver desde el plano espacial alterno que creaba, para atravesar paredes y percibir y espiar a su objetivo.

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#2
Ray
Kuroi Ya
Gracias a tu idea de comerte un traje de mimo consigues que te dejen entrar en el asentamiento pensando que buscas solicitar un puesto de trabajo en el circo. No obstante te das cuenta de que de entrada la gente te mira con cierto recelo, como si les incomodara ligeramente tu presencia.

Usando las habilidades de tu Doa Doa no mi consigues ir reuniendo ciertos datos. Por ejemplo que la población del asentamiento parece ser de unas veinticinco personas, de las cuales diez tienen aspecto de ser ciudadanos corrientes y el resto utilizan ropas y atuendos circenses.

Además de esto puedes ver que junto a los artistas viven dos mascotas, aparentemente muy queridas por todos ellos: un cuervo y un gato. Ambos animales parecían gozar de un estatus bastante significativo, pues los demás miembros de la comitiva circense se referían siempre a ellos con respeto. Incluso has podido escuchar a alguien decir en una ocasión que tendrían que esperar a la decisión del cuervo antes de actuar.

Entre estos artistas precisamente destacan algunos de ellos: una joven perteneciente a la tribu de los brazos largos que parecía contar con el cariño de todos sus compañeros, pues siempre se la puede ver riéndose junto a alguno de ellos. También una mujer ligeramente más mayor pero aparentemente aún no entrada en la treintena a la que has podido ver ensayar haciendo malabares con hasta diez pequeñas katanas. Otro malabarista, un joven que utilizaba para ello varias pistolas, daba la sensación de estar siempre pendiente de la chica de las katanas. Un hombre de mediana edad, solitario y taciturno, al parecer dedicado a la gimnasia artística y, por último la que aparentaba ser la mas joven de todos: apenas una adolescente de mirada inocente que se dedicaba a lanzar hachas y cuchillos con extrema precisión.

También has podido ver en algunas ocasiones a un chico extraño al que no has escuchado emitir ningún sonido y que mira a todas partes con curiosidad mientras juega con su muñeco, apenas un calcetín viejo relleno de alguna sustancia.

Akuma


Off
#3
Shy
"Shy"
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Habida cuenta de la situación, Shy sopesó las múltiples posibilidades de las que disponía para afrontar el asunto. Sí, había obtenido mucha información, pero nada acerca del tal Crow. Había que reconocerlo, llegar tan lejos sin pronunciar una palabra y disfrazado con un embozo que cualquiera calificaría de ridículo tenía su mérito. Mérito que, no obstante, de nada le servía. El oficio del cazador era premiado por los resultados, no por la mera obra.

Lo primero, debía descansar. No sabía de cuánto tiempo disponía, pero si iba a enfrentarse a un criminal o, con mayor probabilidad, a un circo entero, necesitaba un respiro. Tal vez no fuera posible estar en plena forma, pero con un poder que consumía tanta energía, debía recuperar un poco el aliento.

Quedaba claro que los artistas todavía albergaban algún recelo por el cazador disfrazado, y que no podía aliviar sus sospechas -en primer lugar, porque rompería su fachada de mimo, y en segundo lugar, porque se pondría demasiado nervioso y acabaría por caer en su habitual mutismo-. Aunque algunos de los perfiles de los artistas parecían proclives a dar toda la información, lo más probable es que Shy acabase revelando que era un cazador antes de obtenerla. El niño, quizás el único que podría quedar intimidado por su habla lacónica, parecía casualmente ser el más callado de todos. Algunos días no se tiene ningún tipo de suerte. Shy deseaba echarse un rato. 

Se devanó los sesos. La inferioridad numérica era patente, y un ataque público supondría, con toda probabilidad, un rápido final. 

Encogiéndose de hombros, se acogió a la única opción que podía pensar en ese momento, que a su vez era, tal vez, la más conservadora. Escogió acercarse a la zona del recinto en la que se hallaban los famosos animales, y agudizó el oído con el fin de enterarse de la identidad del jefe, aquel al que llamaban Crow. Si bien el sentido común le llevaba a pensar que tenía que ver con el ave, Shy consideró que era mejor recabar más pruebas antes de llevar un pájaro muerto al cuartel de la Marina y no tener una verdadera explicación sobre la identidad del criminal.

Así pues, Shy trepó encima de un poste, fingiendo practicar sus habilidades acrobáticas, para escuchar cualquier conversación que pudiera haber debajo sobre la auténtica identidad de aquel al que llamaban Crow. Una vez lo supiera... Ya contaría con la ventaja de la altura.
#4
Ray
Kuroi Ya
Desde el poste al que te has encaramado tienes una buena visión periférica de los alrededores. Puedes ver la muralla que rodea el asentamiento, hecha de madera, así como las torres de vigilancia instaladas en la misma. No son muchas, pero entre todas cubren un porcentaje importante del perímetro del circo. Sin embargo hay una pequeña abertura en la muralla, uno de los estrechos caminos que, atravesando una zona selvática, llevan hasta la villa de Shimotsuki, que parece fuera del alcance de todas ellas. Podría ser un dato interesante a recordar más adelante.

El tamaño del asentamiento no es excesivo, teniendo apenas unos doscientos de metros de diámetro. Aunque claro, teniendo en cuenta lo escaso de su población tampoco es que necesiten más. Durante tu infiltración has podido fijarte en que en general parecen felices, aunque no todos los rostros tienen la misma expresión.

La mayoría de los artistas se afanan en sus tareas. Algunos practicando sus números y habilidades como piensan ingenuamente que estás haciendo tú, otros realizando distintas labores de mantenimiento de las instalaciones y algunos entrando y saliendo de la cocina. De hecho te llama ligeramente la atención el ajetreo que hay en torno a este último lugar, que casualmente se encuentra muy cerca del poste al que te has subido. Varias personas entran y salen cargando distintos ingredientes, como si tuviesen que preparar varios platos diferentes por algún motivo que desconoces. Puedes escuchar las conversaciones con cierta dificultad, no completas pero sí fragmentos que tal vez puedas ir uniendo. En concreto ves a dos hombres que salen de la cocina. Van vestidos de blanco, con uniformes muy similares, y cada uno porta un gorro del mismo color sobre su cabeza. Parecen cansados, pues el sudor perla sus frentes y sus ojos transmiten un gran agotamiento. Entre sus palabras consigues distinguir lo siguiente:

- Hasta los... puto cuervo.

- ... Capitán se fue... cuervo como sustituto... venir a esta isla... pareció bien. ... difícil entender sus órdenes.

- Tienes... Lo de ... comidas a elegir ... peor método... imaginar.

Empiezas a estar cansado ya de andar subido a un poste, notando cómo tus piernas y brazos se agarrotan ligeramente. Es posible que si decides seguir mucho más rato allí arriba tus fuerzas y tu equilibrio comiencen a flaquear y haya que lamentar un accidente. Pero quién sabe, tal vez con lo que has podido ver y escuchar hasta el momento sea suficiente... O tal vez no, eso es algo que deberás sopesar. En cualquier caso, seguir encaramado allí arriba no parece ser la decisión más inteligente, ¿no crees?.
#5
Shy
"Shy"
Shy se bajó del poste, ahora con sus miembros algo más cansados por la posición inidónea. Aun así, no permitió que sus movimientos fueran percibidos como desmañados, manteniendo la apariencia de que todo aquello era un ejercicio acrobático de un aspirante a artista circense. Al menos, era lo suficientemente ágil para aparentarlo.

Por fin había oído algo más revelador. Por lo que parecía, el cuervo era más que un animal, y daba órdenes como si fuera el mismo capitán de la banda. O, al menos, eso era lo poco que había podido hilar a partir de las conversaciones que había escuchado. Quiso golpearse la cabeza con el poste por este indicio de que el tal Crow podía ser, en efecto, el mismo cuervo del circo. Hizo mal en rechazar las obviedades.

Pero, ¿cómo? La idea de un animal parlante escapaba a cualquier tipo de lógica. Incluso aquellas psitácidas más capaces de imitar el lenguaje humano se limitaban precisamente a eso, a la imitación. Shy se acarició su lampiña barbilla. La principal opción que se le ocurría era que se tratase de un usuario de Fruta del Diablo, como él. Sabía que algunas permitían a sus consumidores asumir las formas de diversas bestias del mundo. En tal caso, sí podría darse la circunstancia de un animal que hablara, aunque complicaba las cosas.

Había pensado en, sabiendo que aquellos animales eran tan importantes para el circo, capturarlos para posteriormente usarlos de cebo hasta que llegase el cabecilla de aquellos tipos, pero si realmente era un usuario de los poderes de la Fruta del Diablo, entonces no cabía posibilidad de engañar al animal para introducirlo en una jaula.

Suspiró. Al menos, había visualizado una vía de escape. Tenía dos opciones ahora: intentar -con su exigua capacidad para el diálogo- enterarse de la razón por la que había tanto revuelo en la cocina, o ir directamente al pabellón donde volaba libremente el cuervo.

Optó por lo primero. Tal vez fuera inútil, pero Shy consideró que la no tan improbable posibilidad de escuchar a alguien decir algo similar a "voy a llevarle la comida al capitán" valía la pena. Tal vez su plato favorito fuera una elaborada receta que le estuvieran preparando ahora. Y tal vez podría seguir dicho plato para confirmar la identidad de Crow, antes de precipitarse y tomar acciones drásticas. Desde luego, si iba primero a por el cuervo, limitaría su capacidad para realizar más pesquisas en caso de que no diera con la solución.

Así pues, asumiendo aquella personalidad de mimo, se dirigió a la cocina y observó con atención. En cuanto alguien se le acercase, haría elocuentes gestos -mucho más reveladores que su impertérrito rostro- para pedir una explicación. Brazos en arras, hombros encogidos... A decir verdad, no le gustaba nada lo de ser un mimo, pero Ame, con toda seguridad, se habría reído durante semanas.
#6
Ray
Kuroi Ya
Una vez bajas del poste te diriges como has decidido hacer hacia las cocinas. Entras al edificio y allí puedes ver cómo los encargados de mantener alimentados al resto de los habitantes del asentamiento se afanan en la preparación de grandes cantidades de dos platos distintos. Por un lado lo que parece una ensalada de lechuga, tomate y cebolla caramelizada con queso de cabra y nueces, y por otro pechugas de pollo con salsa a la pimienta. El calor allí dentro es abrasador y pesado, de estos que sientes que te aplasta contra el suelo. Gotas de sudor comienzan rápidamente a perlar tu piel cuando apenas llevas unos segundos en el interior de aquel edificio. Los dos cocineros, atareados, no reparan en tu presencia inicialmente.

Quien sí lo hace es uno de los hombres que has visto entrar y salir en repetidas ocasiones transportando ingredientes mientras estabas encaramado al poste. No parece entender lo que quieres decirle con tus gestos, resoplando con resignación cuando empiezas a intentar comunicarte. Niega con la cabeza, como diciendo que no tiene la menor idea de lo que estar tratando de transmitirle, y con un tono de voz que transmite hastío y hartazgo, te dice:

- Apártate, por favor. No tengo tiempo para acertijos ni juegos de mímica. Estamos intentando terminar con la comida a tiempo, que hoy toca decisión. Así que antes de la hora de comer no solo tiene que estar lista la comida para todos, sino que habrá que presentarle los dos platos al cuervo a ver cuál elige.

Te apartes o no el tipo seguirá intentando pasar sin pararse lo más mínimo a hablar contigo. Por lo que has oído no parece tener en mucha estima al cuervo, aunque no queda claro por qué motivo. Mientras avanza hacia la salida aprieta los puños y puedes escucharle refunfuñar en voz baja:

- Mierda de capitán, ¿por qué tuvo que nombrar al pajarraco ese como su sucesor?
#7
Shy
"Shy"
Shy suspiró. Tenía la información que necesitaba. Ahora solo necesitaba ejecutar el plan. Tenía una idea. Lo malo de todo aquello, no obstante, es que si intentaba decir cualquier cosa se pondría nervioso y acabaría por desvelar su identidad, poniendo el cumplimiento de la misión en peligro y su vida en un peligro mayor. Tragó saliva, palpándose el interior del traje. Ame solía decirle que, para situaciones como aquella, en las que las palabras fueran necesarias, llevase consigo un lápiz y una pequeña libreta. 

A ojos de todos, parecía estar garabateando algo delante de la cocina. En realidad, estaba empezando a preparar una trampa poco convencional que se le había ocurrido. 

"Venía a ayudar" escribió. "Solo quiero ser útil para el asentamiento. Veo que tenéis mucho jaleo en cocina, así que, sin ser yo un chef ni nada por el estilo, venía a ofrecer mis manos como camarero, y poder llevar los platos. Con que me dejéis un carro y los platos bien tapados con campanas (pues no me conozco la distribución del lugar con la exactitud que desearía), podré hacerlo y quitaros esa parte del trabajo. Y perdón por lo del silencio. Soy... Un poco actor de método."

Dio los últimos trazos con el lápiz antes de guardarlo. Con manos temblorosas, presentó la nota a cualquiera que se parase a leerla dentro de la cocina. Con suerte, confiarían en él lo suficiente para permitirle hacer eso. Y, de aquella manera... Capturar a Crow.
#8
Ray
Kuroi Ya
En mitad del ajetreo nadie repara en ti mientras escribes, pues todo el mundo anda ensimismado en sus quehaceres. Tampoco te resulta especialmente fácil una vez has terminado de garabatear tu improvisada nota llamar la atención de alguno de los cocineros, pues el no emitir sonidos lógicamente dificulta bastante la situación. No obstante no pasa demasiado tiempo hasta que uno de ellos mira en tu dirección y te ve. Te acercas para darle la nota y se la entregas, recibiéndola un poco a regañadientes. Parece un poco contrariado por tener que parar su labor unos momentos para leer lo que sea que le acabes de dar, pero lo hace por si acaso se trata de algo importante.

Cuando termina de leer te mira de arriba abajo con gesto de ligera desaprobación. Masculla para sí algo ininteligible para, acto seguido, suspirar. Entonces se encoge de hombros y, aparentemente resignado, dice:

- No tengo muy claro quién habrá pensado que un mimo es la persona más adecuada para ayudarnos, pero bueno, es cierto que ya hay suficiente jaleo aquí.

El chef hace una pequeña pausa y señala después un carro de tamaño pequeño, apenas con espacio para tres o cuatro platos, que se encuentra a unos metros de vuestra posición. Aparenta tener cuatro ruedas y ser hueco salvo por su estructura y la bandeja superior bajo el mantel blanco que lo cubre. Mirándote, te indica con voz dura y seca:

- Teníamos que llevar los dos platos para la decisión del capitán de esta noche, pero puedes encargarte de eso. La tienda de mando está en la otra punta del circo, y cada segundo que perdamos es un momento más que nuestros compañeros tendrán que esperar para comer.

Apenas hubo pronunciado esa frase se alejó un momento y cogió dos platos, uno de ellos con una ración de ensalada y el otro con una ración de pollo. Llevó ambos hacia el carrito y los cubrió con sendas campanas metálicas. Te indicó entonces que cogieras el carrito y te explicó lo que quería de ti.

- Debes llegar hasta la tienda de mando y dejar ambos platos tapados en fila en la mesa grande que hay en el centro. Una vez todos hayamos cenado todos nos dirigiremos allí para ver qué decide el capitán. Es muy importante que no los destapes, no queremos que su aroma se expanda y la decisión se vea afectada por ello. - Te indicó con vehemencia.

Daba la sensación de que el cocinero confiaba realmente en el capitán y en sus decisiones, las tomase del modo que las tomase.

Si decides hacerle caso y coger el carro podrás dirigirte hacia la tienda de mando. La entrada se encuentra protegida por dos vigilantes que exigirán saber por qué quieres entrar allí si lo intentas. Si consigues entrar encontrarás a un cuervo de aspecto totalmente corriente en una jaula de un tamaño algo superior a lo habitual, lo que le permite una ligera libertad de movimientos, pero no lo suficiente como para que una persona no llegue de un extremo a otro con su brazo fácilmente.
#9
Shy
"Shy"
Shy maldijo para sus adentros. Por un momento, uno nada breve, deseó que le pillasen, que tuviese que abrirse paso a través de todos aquellos artistas de circo mediante la violencia. No le encantaba, pero la veía preferible a seguir tratando de mentir y ocultar su identidad, algo que le estaba resultando del todo extenuante.

El cazador siguió inmerso en la identidad del mimo y lanzó una florida reverencia al chef, doblándose sin dificultad gracias a su enorme flexibilidad. La tienda de mando. Ahí estaba el capitán, desde luego. No obstante, obtuvo otra información. Por lo que parecía, todos los miembros de aquel circo estaban esperando a que el capitán cuervo se alimentase para poder comer ellos. Aquello podía suponer una dificultad. Si se demoraba en neutralizar al tal Crow, entrarían con toda seguridad en la tienda y le atraparían con las manos en la masa. Y aquello no acabaría bien. No quería enfrentarse a alguien que podía hacer malabarismos con katanas. Vistoso y letal. Su muerte sí que sería un espectáculo.

Lo que haría sería lo siguiente. Escribiría una nota con el siguiente mensaje:

"Me he ofrecido voluntario a traer la comida al jefe. Además, así puedo darme a conocer y presentar mis respetos."

Acompañaría la nota con gestos amables y de respeto. Si conseguía entrar, se colocaría delante de la jaula, y descubriría ambos platos para que el cuervo escogiera.
#10


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