¿Sabías que…?
... el autor de One Piece, Eichiro Oda, hay semanas en las que apenas duerme 3 horas al día para poder alcanzar la entrega del capitulo a tiempo.
[Común] [C Pasado] Tratado medico de veneno y lobos
Alexander Bathory
Doc
Islas Gecko, Syrup verano hace un año


El otoño se acercaba en aquella época mientras el verano llegaba a su fin, las hojas de algunos árboles habían empezado a cambiar de color mientras la gente de las calles iba y venía en sus compras o deberes atravesó de las calles de la ciudad, aun cuando mi clínica se encontraba en una zona apartada del puerto algo derruida muchos sabían que en esa zona ninguna pandilla se atrevía a adentrarse, no porque fuera territorio de una banda más fuerte, un sindicato criminal o siquiera que hubiera un cuartel de la marina, aun así todos sabían que aquella zona era un sitio en que causar problemas solo traería dolor a ellos eso no cambiaba que hubiera alguno que otro inepto que lo intentara
 
Aquel día un criminal decidió entrar en mi clínica amenazando a las escasas enfermeras que trabajaban en ella, no es que fueran muchas solo Elena la enfermera en jefe y una ayudante suya, con una espada exigiendo que le entregaran todos los narcóticos que teníamos pero ni Elena ni los pacientes parecieron preocuparse por aquello, aun cuando sus miradas parecían centrarse en aquel hombre vigilando sus movimientos al igual que los pocos pacientes dispuestos en camas como si esperaran haciendo que el hombre alzara la voz exigiendo de nuevo antes que una mano enguantada sujetara su hombro –oh vaya parece que tenemos alguien muy estúpido o valiente… esa línea es muy delgada- dije con calma mientras mostraba una sonrisa llena de colmillos claramente predatoria como una advertencia de la cacería que estaba por iniciar
 
En las afueras de la clínica la gente que pasara se detuvo de golpe ante los sonidos de pelea dentro de la clínica los cuales se acallaron por un instante antes que una de las ventanas que daban al puerto estallara mientras el hombre salía volando a la calle, más de una persona parecía entender la situación comenzando a decir que sentían lastima por el nuevo paciente de la clínica pero se lo había buscado mientras salía con calma por la puerta principal notando como el hombre trataba de alejarse claramente aterrado mientras lo sujetaba alzando mi puño –¡nadie!... ¡Roba!… ¡Mi Clínica!…- dije con firmeza entre golpes al rostro del hombre antes de dejarlo caer al suelo y agarrarlo del cuello de la camisa empezando a arrastrarlo inerte de regreso al interior diciendo con más fuerza de la necesaria –Elena prepara una cama, tenemos un paciente nuevo, hematomas en el rostro, fractura nasal, posiblemente más de una costilla rota y quizá una contusión severa- tanto como para que la enfermera me escucha como cualquier otro que le tuviera intenciones de invadir mi territorio
 
Para mi sorpresa aquella no era la única visita inesperada del día, me encontraba trabajando en aquel hombre arreglando lo que su estupidez le había causado, aunque igualmente como parte de su castigo me había tomado la libertad de no ser cuidadoso en su tratamiento de hecho deliberadamente le estaba causando algo más de dolor necesario cuando escuche la campañilla de la puerta indicando la llegada de un nuevo paciente haciendo que dejara a Elena a cargo de aquel criminal para atender a la nueva visita notando que se trataba de una mujer y un niño –Bienvenidos, puedo ser algo aterrador pero les prometo que estarán en buenas manos- en ese instante alce mis garras mostrándoles –oh garras en mi caso- antes de que riera un poco –entonces quien es el que ocupa consulta madame el niño o usted?- pregunte con una sonrisa lupina
#1
Enith Nazashi
Nith
Se acercaba el otoño, cuando mi madre Rukia llega a casa con grandes noticias.

- Tengo algo que contarles - nos dijo emocionada a todos mientras cenábamos en familia, - Descubrí una clínica en las Islas Gecko, de un famoso médico, iré a conocerlo para aprender más de él y como trata a sus pacientes. Todos sonreíamos y la mirábamos orgullosos ya que estaba cumpliendo su sueño logrando ser una gran médica y aprender aún más para cuidar a las personas de nuestro pueblo.

- Enith ven conmigo, ¿quieres? además, tarde o temprano tendrás que aprender sobre medicina, después de todo tienes el don, eres mi hijo.

A lo que yo accedí felizmente ya que pasaría mucho tiempo con mi madre y viajando en barco después de todo es mi legado.

- ¡ENCERIO, SI MADRE ME ENCANTARIA!, muchas gracias.

- Bien ese es el entusiasmo que quiero, prepara tus cosas partimos a primera hora.

Al tocar el sol nuestras ventanas ya estábamos despiertos, despidiéndonos de la gente de nuestro pequeño pueblo, al subirme al barco pude observar la profundidad del horizonte que traía consigo el vasto mar azul, era momento de zarpar cuando veo como gaviotas nos siguen volando por el hermoso cielo, no había casi nubes parecía muy despejado sería un viaje tranquilo, se podía ver como nuestro pueblo era más y más chico.
Llegada la noche mi madre me contaba historias sobre su vida como médica, ella sabía mucho de venenos y distintas opciones curativas, aunque siempre prefirió ser farmacóloga.

- Bueno hijo, ahora a dormir llegaremos temprano - dándome un beso en la frente ella salió y fue a dormir

Aquel día al llegar mi madre entro rápidamente para despertarme, para bajar del barco y adentrarnos en la isla Gecko, emocionado salí corriendo a ver cómo eran las afueras, podíamos observar puestos donde la gente iba y venía comprando, comparado a nuestro pueblo había 3 veces más habitantes. Al bajar de nuestro barco decidimos seguir un camino recto para intentar encontrar la clínica que buscábamos, luego de pasar un rato caminando entre algunas calles y callejones, escuchamos como una ventana es destruida, luego gritos de un hombre furioso, mi madre logro escuchar algo de una mención sobre una clínica, entonces decidimos ir a ver.
efectivamente era el lugar que estábamos buscando - Es aquí Enith - sonriendo, nunca había visto a mi madre tan feliz.

Al abrir la puerta de la clínica una campanilla suena avisando nuestra llegada a lo que un médico, pareciera ser el dueño de esta clínica siendo un mink lobo nos recibe luego de unas risas mi madre nos presentó.

- Buenas señor, mi nombre es Rukia soy la madre del niño, él se llama Enith, no es necesaria ninguna consulta, Venimos para...

- ¡SEÑOR LOBO VENIMOS PARA APRENDER SOBRE USTED Y SU FORMA DE CUIDAR A LOS PACIENTESNTES!, mi madre estaba muy feliz de hacer este viaje - le dije emocionado sacándole las palabras de la boca a mi madre.

- Ajajay, tranquilo Enith, el señor debe estar muy ocupado, tómalo con calma - dijo poniéndose la mano detrás del cuello - lo siento madre. avergonzado por alterarme de esa manera.

Lo siento por mi hijo, el esta emocionado por este viaje, pero como dijo vinimos de visita.  Hablando con una voz tímida por lo sucedido.
#2
Alexander Bathory
Doc
No fui capaz de evitar que mis ojos se abrieran por la sorpresa ante la interrupción de aquel niño emocionado, siempre era bueno que se aprendiera el oficio desde jóvenes y más importante aún era que su madre parecía estarle apoyando lo cual me había hecho sentir un poco celoso por un instante –Tranquila, Tranquila- dije con calma alzando mi garra de nuevo –me alegra ver que tenemos a un futuro medico con gran interés en aprender y ser mejor eso es algo que escasea- tras lo cual voltee a ver a aquel niño arrodillándome un poco para quedar más a su altura –Enith, mantén ese espíritu siempre, en esta profesión hay muchos charlatanes y parlanchines que hablan sobre panaceas milagrosas, pociones que prometen juventud eterna, pero ninguna es verdadera, algo que todo médico debe comprender es que la vida es frágil, una vida puede extinguirse tan fácil como una vela y es nuestro deber asegurarnos de evitarlo, aprender la forma de sanar el cuerpo y desarrollar medicinas que pueden salvar vidas pues la gente está dispuesta a poner su confianza en nosotros junto a sus vidas, hacer eso es lo menos que podemos hacer para corresponder ese voto-
 
Tras aquellas palabras me erguí nuevamente mirando a la madre del niño –entonces permítame presentarme señorita Rukia, mi nombre es Alexander Bathory, un simple médico, sean bienvenidos a mi clínica- dije con calma mientras sacaba una caja de cigarrillos de mi bata de medico haciendo que Elena tosiera un poco indicándome que no era sitio para ello –vamos Elena solo será uno y fumare junto a nuestra nueva ventana para que el humo salga rápido- dije con una sonrisa caminando al sitio por el que había arrojado al hombre a la calle antes de prender un cigarro asegurándome que el humo saliera a la calle con el viento –en cuanto a enseñar señorita no tengo mucho que ofrecer, solo somos una simple clínica, no contamos con equipo de vanguardia o laboratorios de algún tipo para el desarrollo de fármacos- seguí con mi misma calma dando una nueva calada a mi cigarro –incluso si le pregunta a alguien les diré que soy demasiado violento y que no suelo seguir el juramento hipocrático, no se confunda nunca asesinaría a nadie…- en ese instante mire por la ventana a la calla diciendo con una voz apenas audible casi como un susurro -no de nuevo-
 
Antes de que apagara mi cigarro –lo único que he hecho de renombre ha sido salvar la vida del hijo de un noble de la región, fuera de eso no poseo grandes méritos como médico, solo podría ofrecerles algo para ayudarles- les comento con calma antes de indicarles que me sigan a la parte de atrás de la clínica abriendo un puerta –disculpen el desorden, no suelo tener visitas- digo con calma entrando primero a mi habitación antes de indicarles que me sigan, en ella podrían notar que existían 3 libreros repletos de libros médico y varios montones más destruidos en columnas a los pies de estos, en contrapunto se encontraba un escritorio junto con una silla en el cual se encontraban varios expedientes cerrados con información de mis pacientes junto con una foto en la que se me veía a mi más joven junto a una joven de pelo negro con rasgos de la isla de wano, todo rematado con una cama en el rincón en la que solía dormir –si gusta toma asiento- le dije indicando la silla mientras me sentaba por mi parte al borde de la cama –si le interesa el diagnostico médico, primero debe de leer, dije con calma, no solo los postulados más nuevos, o las investigaciones médicas más recientes, si no los libros antiguos también, existen muchas enfermedades que se consideran extintas pero que aún existen a lo largo de las islas y los mares, el caso que le mencione fue uno de ellos-
 
En aquel instante me levante de la cama empezando a buscar un libro –Donde esta… métodos herbales… postulado anatómico gyojin… medicina del sol naciente… necesito reorganizar esto… aquí esta plantas parasitarias y enfermedades herbales- en ese momento abrí el libro buscando la hoja correspondiente antes de ofrecerles el texto a mis invitados –esto habla de una enfermedad de hace más de 400 años, la fiebre arbórea, una enfermedad con la capacidad de transmitirse de personas a plantas y viceversa y que casi destruyo el reino de Lvneel por aquella época, esto afecto al hijo de señor Tolgrim, una enfermedad desaparecida supuesta mente hace más de 300 años, por el hecho de que había leído este libro pude detectarla a diferencia de muchos otros médicos que le revisaron, como medico y colega es el primer consejo y mas importante que podria llegar a darle-
#3
Enith Nazashi
Nith
- Pues si es verdad, siempre le digo que aprenda de los que saben - comentaba Rukia sonrojada.

- Muchas gracias, señor por sus palabras de aliento, prometo no fallar y siempre salvar las mayores vidas que pueda... - deje de mirarlo a los ojos un poco tímido y evadí su mirada viendo el piso con temor a equivocarme ya que me atrae más el ámbito de utilizar venenos y experimentar con ellos, no solo salvar vidas sino ir mas allá.

- Es un honor Alexander, es una gran clínica al igual que usted un gran medico por lo que veo - parecía un tipo respetable, al cual no dudaría en pedir su ayuda si de problemas médicos tratase al sacar su caja de cigarros sonreí, parecía algo inusual para un médico. - ahh Conque él era el responsable de todos esos ruidos - pensé.

Cuando comento su desorden lo primero que se me vino a la mente fue en que se desmayaría al ver el desorden que hay en casa - no hay problema - le dije riéndome amistosamente, Parecía increíble como contaba la historia de como salvo al hijo de un noble, ahí reafirme que era un hombre, valiente y respetable, Enith por otro lado se encontraba callado desde aquella charla con Alex en la entrada, me pareció extraño, al entrar en su habitación, nos comentó sobre distintas enfermedades muy peligrosas, me recomendó que leyera un libro en específico que hablaba de una extraña enfermedad de hace más de 400 años la cual no sabía que existía hasta el día de hoy.

Luego de tomar asiento y escucharlo con mucha atención le comente mi situación en mi pueblo - Muchas gracias por el consejo Alex, disculpa ¿puedo llamarte Alex verdad?, en mi pueblo somos precarios en Equipos médicos de todo tipo, simplemente soy la única que se encarga de cuidar la salud de la gente ya que allí no existen más médicos, aunque gran parte de mi tiempo lo paso practicando con venenos, nuestra familia trabaja con arañas generalmente, las tratamos como familia y nos proveen dichos venenos, además de buscarlos en distintas plantas, aunque no lo creas durante años de investigación pude descubrir un veneno especifico que al mezclarlo con algunos Amarilis blancos y raíz del bosque, puede curar varias enfermedades extrañas, no todos los venenos son dañinos pero siempre deben usarse con mucha precaución, a esa cura tan extravagante le puse de nombre "Varaplata", nunca sabes tal vez con venenos se podría curar esa enfermedad que mencionas. - - tal vez con mi experiencia y la suya logremos encontrar distintas curas - Pensaba mientras me sostenía la cara con mi mano derecha.

- Mi madre tiene razón ella es una gran médico - decía mientras intentaba agarrar un libro de el librero que se encontraba a unos pies, cuando de repente me resbale al pisar un libro abierto que se encontraba en el piso, caí con la cabeza sobre la punta de una mesa desde aquel momento perdí el conocimiento y me desmaye.

- ENITH ESTAS BIEN - gritaba mi madre, solo podía oír su voz, sentí como me cargaron y luego de eso, solo hubo silencio por un tiempo largo.

Estaba preocupada por Enith, nunca le había pasado nada, empecé a temblar sin saber que hacer, no era como cuando intentaba tratar a otras personas, él era mi debilidad ya que era mi hijo. -  Alex, por favor trátalo tú, yo... no puedo es mi hijo. - se lo pedi casi llorando, estaba preocupada y esperando que Alex lograra que mi hijo se repusiera, mientras esperaba en su habitación intentado distraerme leyendo el libro tan mencionado, sobre la fiebre Arborea.
#4
Alexander Bathory
Doc
-descuida no me molesta que me llamen Alex- dije con calma antes de escucharle narrar la historia de su familia y de su pueblo, sin duda era interesante, había escuchado de como los venenos se tornaban en antitoxinas específicos para al ser tratados de manera correcta pero lo que ellos hacían era ciertamente sorprendente –sin duda un proceso poco experimentado- comente con calma ante sus palabras –los procesos químicos en los venenos suelen ser sumamente complejos y dado sus riesgos pocos médicos están dispuestos a trabajar en ellos mas aun porque poseen una gran gama de composiciones químicas y orgánicas en su interior, o es al menos lo que he leído, el hecho de que puedas trabajarlos con esa facilidad indica un gran conocimiento y habilidad-
 
Pero mientras charlábamos paso lo peor, Enith en un descuido había resbalado y golpeado con la cabeza la esquina del escritorio haciendo que me levantara de golpe de la cama mientras Rukia me pedía ayudar a su hijo, ella tenía razón, ella no podía tratarlo la preocupación no le dejaría pensar aquella era la maldición de cualquier medico podíamos salvar la vida de cualquiera pero estábamos atados al tratarse de nuestros amados –daré mi mejor esfuerzo- dije con calma analizando la situación, sabia mejor que nadie el dolor de perder a los que amamos, no permitiría que nadie lo pasara de nuevo mientras me fuera capaz evitarlo
 
Mis ojos rápidamente examinaron la situación a la que me afrontaba, Enith había perdido el conocimiento, además parecía haber sufrido algún corte en la frente el cual había empezado a sangrar, aunque las heridas en aquella área solían sangrar en un exceso lo que dificultaba un diagnostico más a fondo antes de que levantara al niño del suelo con cuidado sacándole de la habitación a la zona de la clínica –Elena ocupamos atención medica prioritaria!- exclame llamando la atención de mi enfermera en jefe mientras ponía a Enith en la primer cama vacía que tenía a alcance mientras apartaba su pelo para verter algo de agua oxigenada para limpiar y desinfectar la herida –el corte es profundo pero no grande, ocuparemos algunas cuantas puntadas- mis garras trabajaban rápido en movimientos entrenados cociendo la herida y analizando la situación
 
Sus respuestas eran normales más allá de una cicatriz, que probablemente acabaría desapareciendo, al igual que una ligera contusión no parecía haber nada que causara un peligro severo –la fuerza de la juventud- dije con calma acariciando un poco la cabeza de Enith sobre las vendas que cubrían su herida con cuidado casi con cariño paternal mientras decía con delicadeza –el destino nos negó esto… no es así Mai- para luego apartar mi garra –descansa por ahora te lo mereces- para luego regresar con Rukia –Enith estará bien- le comente con calma para calmar su preocupación –el golpe en la cabeza no fue tan severo, desgarro algo de la piel de su frente, el corte fue profundo pero no grave ocupo algunas puntadas, además de una ligera contusión, pero responde bien a los estímulos puedo descartar una fractura cervical o daño a los tejidos, aunque probablemente tendrá un dolor de cabeza bastante fuerte y escozor por las puntadas cuando despierte-
 
En ese instante no pude evitar volver a mirar a Enith –no puedo evitar sentir algo de envidia, estoy casado sabe, Mai una humana de Wano si somos una pareja inusual en especial porque ella es la única mujer que eh conocido que no tenía miedo de jalarme de las orejas cuando se enojaba conmigo, era una vista rara teniendo en cuenta que ella mide 1.60 prácticamente me ponía de rodillas al hacerlo- comente con una ligera sonrisa por el hecho de que yo media 2.20 -mi esposa y yo planeábamos tener una familia pero ella falleció antes que pudiéramos tener la oportunidad, aun así, ella sigue siendo mi fuente de inspiración se bien el dolor de no poder salvar a quienes amas, eso es uno de mis secretos para siempre estar dispuesto a sanar a otros, uno que no le deseo a nadie- dije con calma sabiendo que aquel día no había sido capaz de siquiera tomar el cuerpo de Mai para darle un entierro propicio, ella debía descansar en alguna tumba en uno de los cementerios de la marina que desconocía -si gusta podemos seguir charlando mientras Enith despierta, pondré algo de café a preparar, pero dígame que le gustaría saber además de lo que ya he dicho, algún tema en concreto?- pregunte con calma mientras ponía la tetera en el fuego
#5
Enith Nazashi
Nith
Luego de estar charlando un buen rato con Alex, sobre venenos, enfermedades, técnicas curativas, y Enith haberse resbalado, le estuve muy agradecida por tomar la iniciativa con mi hijo, después de que Alex le hiciera unas puntadas en su herida regreso a darme las noticias por las cuales yo me alegre muchísimo al saber que mi hijo estaba bien.

Muchísimas gracias, Alex no sé cómo podría pagarte esto, mira te traje algunos venenos tal vez no es mucho, pero espero que lo tomes y les des un buen uso, si te sirven de algo podría transportarte más desde mi pueblo. - Él fue a ver a Enith de nuevo, mientras tanto yo fui al baño de la clínica que pasaba por la sala medica que se encontraba Enith, Logrando escuchar como hablaba de su esposa fallecida y al volver a la habitación no pude resistirme diciendole lo que pensaba, ya que era un hombre que no merecía pasar por esas experiencias, pero en fin después de todo le pasan cosas malas a gente buena.

- Perdón por ser entrometida, pero, logre oír sobre su esposa, y lo siento mucho debió ser muy duro Alex, entiendo lo que se siente perder a alguien que amas, yo perdí un hijo y comparto tu dolor. - luego de un rato de consuelo, me pregunto si quería saber de algún tema en específico.

- ¿podría ser un café con leche por favor?, Bueno el origen de mi aventura hasta aquí - comente nerviosa - vine hasta aquí porque me dijeron que eras un increíble Mink experimentado en técnicas médicas y yo quisiera aprender sobre ellas, porque como te había comentado antes no tengo tanta experiencia en ellas, ya que quiero ser equilibrada no solo enfocado en venenos. - recordé cuando perdí un paciente por culpa de mis precarias herramientas en la medicina y puse cara de preocupada.

- No sé si pudiera estar presente en algún tratamiento o alguna operación para aprender más, claro si no es mucha molestia. - a fin de cuentas, tendríamos unos pocos días hasta que volvamos a nuestro pueblo. - Tenía pensado quedarme estos días en un hospedaje a unas pocas casas de aquí, asique vendré de visita cuando usted me diga - ansiosa por que me diga que sí.

Mientras yo hablaba con Alex, por otro lado, Enith en el momento de su operación podía sentir los movimientos de sutura, no sentía ningún tipo de dolor, aunque parecía totalmente inconsciente, al terminar con su tratamiento, había logrado oír todo lo que Alex le dijo, esas palabras e historia que había contado enfrente de él. Al irse para volver a hablar con Rukia y darle las buenas noticias, Enith soltó una lagrima de su ojo derecho, pues claro, se encontraba emocionado a todo esto elena la asistente del médico se había percatado de este suceso, en el momento que Elena quiere ir a contarle rápidamente cuando, un amigo del ladrón antes maltratado por Alex aparece.
#6
Alexander Bathory
Doc
Aquella era una maldición frecuente en este mundo, el que un padre enterrara a sus hijos en una era como esta no era raro pero no cambiaba el hecho de que esto estaba mal en muchos niveles, los médicos debíamos hacer todo lo posible por evitarlo pero mi enfoque me hacía único –es bastante duro, yo lamento lo de tu hijo igualmente Rukia- aclare ante su condolencia –yo no paso un solo día que no extrañe a Mai, que no desee volver a tenerle en mis brazos y sentir su calidez pero siento que el dolor de perder a un hijo debe ser mucho mayor que el de perder a tu pareja del alma por ello tiene mi respeto Rukia- le aclare a la mujer con algunos ápices de dolor y tristeza en mi voz antes de que empezara a servir el café en un par de tazas y le ofreciera uno a ella –además agradezco su regalo, no es mi rama de especialidad pero podría intentar hacer algunas cuantas antitoxinas a partir de ellos-
 
-¿un increíble mink doctor?- pregunte un poco incrédulo antes de alzar la mirada riendo un poco –disculpa… disculpa… solo conozco una persona que me llama así y le pedí que no se atreviera a esparcir ese tipo de rumores- era posible que Tolgrim hablara de más entre los círculos rico y nobles sobre estimando mis habilidades y si los nobles y los ricos aman algo son los buenos chismes que se suelen extender más rápido que el fuego entre ellos –aunque supongo que podremos hacer algo, pero lo que me pides no se puede aprender en uno o dos días, sabrás que para aprender algo así son meses incluso años dependiendo la habilidad y la dedicación, puedo enseñarte los fundamentos sin problemas en el siguiente mes pero para cosas más a profundidad se requiere más tiempo-
 
La verdad es que si ella decidiera quedarse no tendría problemas en cederle mi alcoba por el tiempo siguiente mientras que yo podría dormir en una de las camas de la clínica sin problema –claro tú y Enith podrían quedarse en mi estudio, velo como un pago durante el tiempo que me apoyaran en la clínica- le aclare cuando un nuevo estruendo en la clínica me alerto, esta gente parecía no entender –quédate detrás, parece que hoy los problemas llaman a la puerta- le dije saliendo a la clínica mirando la situación que nos enfrentábamos
 
Un nuevo criminal armado con una pistola le estaba exigiendo a Elena por un amigo suyo –ustedes deben ser nuevos en la ciudad- aclare al hombre llamando su atención hacia mi lejos de Elena, Enith o los otros pacientes –Mi nombre es Alexander Medico en jefe de esta simple clínica- dije haciendo una leve reverencia a manera teatral al hombre el cual me mantenía en mira de su arma, inteligente a mi parecer, aunque no era la primera vez que se me amenazaba con un arma de fuego –dado que son nuevos les aclarare las normas de mi clínica- dije alzando mi garra derecha para que la viera –primero, esta clínica acepta a todo paciente no importa si son civiles, marines, piratas o incluso agentes del gobierno- en ese momento alce un nuevo dedo –segundo, esta clínica es territorio neutral, ningún bando de la ciudad puede reclamar territorio en una manzana alrededor de ella-
 
Tras eso di un paso hacia el alzando un tercer dedo –Tercero, cualquier acción que ponga en riesgo a mis pacientes o la integridad de la clínica será castigado y responsable deberá pagar por los daños- tras lo cual mis ojos se centraron en el criminal –esta clínica no cuenta con personal de seguridad, de ninguna facción para mantener su neutralidad- al decir eso mi cuerpo caía hacia el suelo quedando apoyado en cuatro puntos mostrando mis colmillos diciendo con ferocidad –y no lo necesita!- tras lo cual un par de disparos atravesaron el aire mientras cargaba en su contra, aunque mi forma de moverme no era humana, mis movimientos se mantenían usando mis cuatro extremidades para moverme como si de una bestia salvaje se tratara, incluso tomando como apoyo las paredes mismas mientras cortaba la distancia tratando de cortar la distancia mientras mi movimiento le impedía enfocarme, 4 metros se esfumaron en cuestión de segundos, antes que una bala golpeara mi hombro izquierdo mientras mi derecha alcanzaba el pecho del criminal golpeándole con un giro de mi muñeca, un golpe preciso y altamente entrenado lanzando a aquel sujeto hacia atrás contra el muro de la clínica dejándole inconsciente antes de alzar mi mano cubriendo la herida de bala sintiendo la punzada en mi hombro
 
-Mierda…- dije con calma antes de girarme mirando alrededor –¿no hay nadie herido?- pregunte con firmeza sin notar a nadie alcanzado por un proyectil a simple vista antes de que caminara a una de las camas sentándome en ella mientras me quitaba la bata y la camisa para revisar mi herida –no logro verla Rukia, necesito algo de ayuda- dije notando que la herida estaba en un punto ciego para mí –no hay orificio de salida, la bala sigue en mi hombro, debes extraerla junto con la tela de mi bata para evitar una infección, no podemos dejar la bala tampoco o causara muchos más problemas a largo plazo, igualmente debes tener cuidado con las venas de la zona, te guiare paso a paso descuida- le dije con una sonrisa sabiendo que estaba dejando mi integridad en sus manos

Impacto Directo
#7


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